No podía ser cierto, pero sí que lo era. Tenía que ser una estúpida broma porque eso solo significaría que Jennie se estaba riendo de ella. ¿A qué estaba jugando? Cada obra era igual que la de ambas manos juntas. Eran siluetas sin rostros representando una escena. Eran momentos que ellas habían creado juntas. Joder, si hasta había dibujado un espejo con algo inentendible escrito en él.
Namjoon, quien se había apartado de la morena para observar con atención cada obra, no había sido consciente de lo que éstas habían provocado en su compañera. Por lo que Lisa, aprovechando que nadie tenía la atención puesta sobre ella, aunque no fuese cierto, buscó el servicio hasta que dio con él. Rápidamente entró en uno de los baños cerrando con pestillo.
-"Somos nosotras, son nuestros malditos recuerdos" masculló mientras abría el grifo dejando caer el agua fría sobre sus finas manos.
Pasados al menos diez minutos mientras pensaba en aquella situación que le provocaba una risa irónica, salió de allí firmemente como si nada hubiese pasado, como si no le hubiese afectado. Había pensado durante todo ese tiempo encerrada en el baño, que podía aprovechar el uso de su cámara como pasatiempo intentando no pensar en lo que decoraba las paredes de la galería.
Lisa sabía que si se marchaba de allí sin darle ninguna explicación a nadie y mucho menos al castaño, iba a quedar demasiado sospecho por su parte y no quería hacerle creer a nadie que ver sus recuerdos después de siete años le provocaba tal dolor. Y mucho menos que los había reconocido.
Colocando su ojo derecho sobre el visor de su cámara, comenzó a intentar pasar por alto cualquier sentimiento fuera de lugar y vagó por la multitud, deteniéndose en una chica de espaldas a ella sin ninguna compañía a su alrededor. No tardó en apretar el disparador.
Hizo lo mismo en dos ocasiones más, hasta que la lente de su cámara encontró una modelo mejor, concretamente una de gatunos ojos verdes. Jennie estaba hablando con tanta naturalidad mientras sostenía una copa de champan en una de sus manos, que eso le provocaba ser aún más bella. Click. De repente comenzó a reírse por algo que el señor con el que estaba hablando le había dicho. Click. Y seguidamente a pasarse la mano del anillo por su corta melena acomodándola. Click.
-"Lisa Poca Discreción Manobal" susurró una voz en su oído provocando que diese un pequeño salto por el susto. "¿Qué se supone que estás haciendo hermanita?" preguntó.
-"Utilizar la cámara" respondió encogiéndose de hombros mientras observaba el negro vestido que llevaba ceñido a su cuerpo veinteañero.
-"Ya veo, ya" rio Julia. "¿Qué te parece la nueva colección?"
Ahí estaba. La pregunta que sabía que tarde o temprano alguien le haría y precisamente había tenido que ser su hermana menor. La misma que dudaba de sus sentimientos, la misma que le había confesado días atrás lo que Jennie hizo por ella.
-"Me parece que se ha reído en mi propia cara" pensó. "Está bastante bien, ambas sabemos que su talento no viene de ahora" respondió encogiéndose de hombros.
-"¿No te resulta nada familiar?" preguntó Julia levantando una ceja.
-"Hija de puta" la insultó interiormente. "La verdad es que no,
¿debería?" mintió sin apartar los ojos de su hermana.
-"Podría ser" rio ella sola. "Ah, mira, Jennie está sola voy a darle la enhorabuena, ¿me acompañas?"
-"Tengo que buscar a Namjoon " respondió seca alejándose de ella.
Mientras se quedaba apoyada detrás de una columna, observó a su hermana abrazar fuertemente a Jennie y viceversa. Parecía que se llevaban bastante bien, y eso realmente le molestaba. Quería ser Julia en aquel instante, quería que la de gatunos ojos verdes la abrazase con dicha intensidad, quería ser el motivo de su blanca y perfecta sonrisa.
Dejando de observar la escena, se dirigió hacia el guarda ropas y dejó allí su cámara después de pagar por ello. Fue entonces cuando recordó que se había alejado de su hermana para buscar al castaño. Al cual encontró para su sorpresa, hablando con Irene, Jisoo y Rosé.
-"¡Limario!" gritaron la morena de piel y la más bajita acercándose hacia ella para envolverla a un abrazo al que curiosamente correspondió.
Rosé tenía razón, en siete años cambian muchas cosas, y entre ellas se encontraba el aspecto físico de las que fueron sus antiguas mejores amigas. Irene, a pesar de haber mantenido su baja estatura, llevaba su larga melena rubia teñida, peinada hacia atrás mostrando el vestido negro que le llegaba hasta las rodillas.
Jisoo, por otro lado, había optado esa noche por deshacerse de sus extensiones además de un vestido de manga larga negro y corto que exponía demasiado sus fabulosas piernas bronceadas y tonificadas.
Pero la que destacaba era Rosé, puesto que todas vestían de negro y ella, a diferencia, llevaba un vestido rosa palo de palabra de honor con pequeños volantes sobre el escote a juego con sus tacones de tiras color beige. Estaban preciosas todas, incluida la morena de gatunos ojos verdes, y eso era algo que Lisa debía admitir.
-"Sabía que vendrías" rio Irene cuando se separaron. "Nos debes una cena Roseanne" se giró para hablarle a la rubia.
Aquello realmente le sorprendió, ¿había apostado la más alta en su contra sobre ir o no? Sí, al parecer, así era. No sabía si sorprenderse o no sobre ello. De todas formas, seguía mereciéndose dicho trato por lo que ignoró el comentario y curvó un tanto los labios.
-"Alguien supo convencerme" dijo con un intento de sonrisa mientras le guiñaba un ojo a Namjoon quien le respondió levantándole los pulgares. "Me alegro de veros" admitió completamente sincera observando a todas, incluida a la más alta.
Tras decir aquello último, la rubia se limitó a asentir con la cabeza para segundos después separarse de ellas. Estaba segura que tanto Jisoo como Irene estaban al tanto de la conversación que habían tenido días atrás puesto que éstas hicieron una mueca triste en cuanto se apartó de ellas.
-"Rosé no es fácil, ya lo sabes" susurró la morena de piel afirmando sus pensamientos.
Después de conversar durante varios minutos en los que Lisa realmente no estaba metida en la conversación, sino mirando de reojo por si veía a Jennie, la vio besando con pasión a Nayeon mientras sonreían en medio del beso como ellas solían hacerlo. De nuevo, las arcadas.
-"¿Lisa?" preguntó Namjoon llamando su atención.
-"¿Sí?" preguntó ésta de vuelta fijando su mirada en el pequeño coro que habían formado mientras bebían de sus copas.
-"Tan despistada como siempre" rio la más bajita.
-"No cambias Limario" le siguió Jisoo.
Si tan solo ellas supieran lo difícil que era para Lisa intentar ser la misma que en su día fue. La misma chica segura de sí misma, la misma que se despertaba por las mañanas con ganas de comerse el mundo hasta que llegaba a la cocina y veía a sus padres, la misma que a pesar de estar rota por dentro siempre mostraba una sonrisa. Pero ya no era ella, se había apagado.
-"Como te decía" siguió Irene. "Perdón por no haber pasado a saludar esta mañana, pensé que si me veías eso cambiaría en tu decisión y no quería que..."
-"No pasa nada Irene, en serio" dijo con una sonrisa forzada apretando con fuerza su copa.
Los siguientes minutos fueron más de lo mismo: conversaciones sin sentido en las que Lisa solo había apuntado que no se habían puesto en contacto con ella antes porque estaban liadas ayudando a Jennie con los preparativos para esa misma noche.
De pronto las palabras de ésta volvieron a su cabeza. "Tengo cosas mucho mejores que hacer" Podría estar refiriéndose a eso, o tal vez fuese una simple excusa para no quedarse con ella. Le dolía pensar que fuese la segunda opción, pero sabía que era la más razonable y seguramente, la más probable.
-"¿Nos disculpáis?" preguntó Jisoo cogiendo del brazo a la más bajita. "Conocemos a varios de los que están aquí y todavía no hemos terminado de saludar" se disculpó.
Tanto Namjoon como Lisa asintieron mostrándole una ligera sonrisa de sus labios excepto el castaño quien se despidió con dos besos y con la esperanza de verlas más tarde. Nada más éstas dejarlos a solas, la morena soltó un profundo suspiro.
-"¿Te está gustando la nueva colección?" le preguntó a Namjoon antes de que éste pudiese hablar de cualquier otro tema.
Pero lo que Lisa no sabía era que el castaño había estado observando atentamente la situación con sus antiguas compañeras de clase, notando la actitud de Rosé y las palabras de Jisoo a pesar de habérselas susurrado.
-"Sabía que JK no me fallaría" dijo sonriente dando vueltas mientras observaba las obras. "¿Qué te parece a ti?" preguntó.
-"¿Cuántas veces tendré que responder esto?" pensó. "Que tiene mucho talento" dijo lo suficientemente alto para que Namjoon la escuchase.
Éste al notar algo raro en sus palabras y sus suspiros, aclaró sus pensamientos y a pesar de saber que estaba traspasando la barrera de la morena, preguntó porque la curiosidad y poder ayudarla, le podía mucho más.
-"Son ellas, ¿verdad? Las personas a las que hiciste daño" afirmó consiguiendo que Lisa tosiera al no esperarse aquello.
Aunque tampoco había que ser muy listo para darse cuenta. Si atabas cabos después de prestar atención a los encuentros que habían tenido, sabías perfectamente que el comportamiento, las sonrisas y las conversaciones por su parte, eran forzadas. Por lo que no le quedó más remedio que asentir mientras se recuperaba de la tos.
-"Vaya..." fue lo único que dijo antes de que Lisa lo cortase haciendo algo que pocas veces hacía.
-"Por favor no me preguntes por qué" suplicó cabizbaja.
-"Eh, mírame" pidió. "No voy a preguntar sobre ello, tranquila" añadió soltando la copa que llevaba para agarrar su barbilla con ambas manos. "Solo quiero saber si hay algo que yo..."
-"Tengo que hacerlo sola Namjoon " lo cortó.
'No voy a preguntar sobre ello' Esa frase le recordó a la conversación que tuvo con la de gatunos ojos verdes ocho años atrás antes de darse su primer beso juntas. Pero había una gran diferencia, el castaño no era Jennie, y nadie podría ocupar el puesto de ésta en su corazón.
-"Lo sé Lisa pero no quiero que te hundas en esto, no a pesar de trabajar en la marina" bromeó consiguiendo con ello levantarle un tanto el ánimo a la morena.
-"Gracias" fue lo último que dijo antes de abrazarlo.
Namjoon quien no se esperaba dicho contacto físico por parte de Lisa, le correspondió con fuerza sin saber que estaban siendo observados en aquel mismo instante. Pocos segundos después, la de ojos marrones rompió el contacto.
-"¿Te importa qué...?" preguntó señalando hacia otro lado de la galería.
-"Para nada" respondió Namjoon con una sonrisa guardándose el beso en la mejilla sabiendo que el abrazo había sido demasiado para su compañera.
Lisa se limitó a curvar un tantos los labios antes de comenzar a caminar sin destino fijo mientras se chocaba con la multitud. Quería evitar encontrarse a alguien conocido a toda costa, pero para su mala suerte, se encontró con alguien a quien esperaba allí, pero no ver.
-"Lisa, ¿eres tú?" preguntó aquella voz dulce.
-"Dime que no es verdad... Dime que no es..." pensó. "Jihyo" dijo sonriéndole a la madre de Jennie.
-"¡Qué mayor estás cariño! No sabía que habías vuelto" dijo alegremente abrazándola con fuerza. "Me alegro tanto de verte" susurró en su oído.
Cariño. La morena al principio rechazó el contacto al igual que lo hacía con todas las personas que se abalanzaban contra ella sin previo aviso, pero, lo que no esperó fue que inconscientemente, después de escuchar aquel susurro, se aferrara con fuerza a la mujer que la trató como una más de su familia.
-"Lo mismo digo Jihyo" respondió siendo a pesar de todo, completamente sincera mientras se separaban la una de la otra.
-"¡Jackson!" gritó a un hombre robusto vestido de traje que hablaba con otro igual vestido. "Mira quien está aquí" dijo alegremente señalando a Lisa.
Ésta notó cómo los ojos oscuros del padre del Jennie se iluminaban al verla, disculpándose rápidamente con el señor con el que hablaba para dirigirse a ellos. Siete años cambiaban mucho, pero Jackson seguía llevando la misma barba recortada. Siempre adoró eso de él, era su pequeña esencia, era un padre para ella.
-"¡Lisa!" corrió hacia ésta abrazándola con fuerza elevándola un tanto del suelo a pesar de llevar tacones. "Pero que guapa estás" dijo con una enorme sonrisa después de soltarla de sus brazos. "¿Cuándo has vuelto?" preguntó agarrando de la cintura a su esposa sin dejar, en ningún momento, de sonreír ambos.
Podría haber tenido mala suerte queriendo estar un tiempo a solas, pero realmente agradecía haberse encontrado con los señores Kim. Ella había llegado a considerarlos su verdadera familia y éstos la habían tratado como una más de la suya. No podía ser fría con ellos, no le salía.
-"Llegué hace poco más de un año, fundé mi propia clínica dental y poco más" respondió sin entrar en detalles.
-"Tu propia clínica dental... Jihyo, ¿has visto que mayor está nuestra niña?" dijo mirando a su esposa con un toque de admiración en sus ojos.
En el preciso momento en el que Jackson dijo 'nuestra niña' Lisa notó cómo sus lágrimas estaban a punto de salir. Ellos seguro que sabían todo lo que le hizo a su hija y aun así... Seguían tratándola como si nada hubiera pasado, como si esos siete años hubiesen sido meses.
-"Tengo una idea" dijo de repente la madre de Jennie. "¿Por qué no vienes a cenar a casa? No es como si nunca hubieras estado allí" propuso consiguiendo que la diminuta sonrisa de Lisa desapareciese.
Cenar en casa de su exnovia, con sus padres, hermanos y posiblemente ésta misma. No podía aceptar aquello pero tampoco podía rechazarlo. En ese momento, un escalofrío recorrió su cuerpo que hizo que se quedase en silencio.
-"Jihyo, a lo mejor Lisa no quiere, no la presiones" ayudó Jackson guiñándole un ojo.
En cuanto el padre de Jennie dijo aquello, la morena se sintió mal por haber rechazado indirectamente su oferta a pesar de que un pequeño alivio hubiese recorrido su cuerpo pero, ¿por qué no ir? ¿Tan malo podría ser?
-"Me parece una idea estupenda" dijo finalmente con una sonrisa verdadera.
-"¿Ves?" dijo mirando a su esposo. "Ella está encantada" afirmó victoriosa. "¿Sigues teniendo el mismo número?" preguntó después de que Jackson rodase los ojos.
-"No" negó. "Pero te lo puedo apuntar si quieres" se ofreció con una amabilidad poco reconocible en ella.
Varios minutos después de intercambiar contactos y un par de frases más acerca de la clínica en la que Namjoon fue incluido, los señores Kim volvieron a dejarla a solas no sin antes despedirse cariñosamente y recordarle que tenían una cena pendiente en la que hablarían más acerca de su regreso. Cosa que la aterrorizó.
-"Lisa... ¿qué has hecho?" se preguntó a sí misma mientras le daba un fuerte buche a otra copa de champan siendo aquella la cuarta de la noche.
Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos, otra vez, en cuanto los focos volvieron a apagarse para dejar alumbrada la blanca tarima donde segundos después apareció Jennie con su perfecta sonrisa.
-"Buenas noches otra vez" rio ella sola provocando una presión en el estómago de Lisa. "Lo primero, gracias a todos por vuestros comentarios de apoyo sobre mi nueva colección. Estaba nerviosa por vuestras reacciones pero eso ya ha pasado a un segundo plano" admitió sonriente.
Su sonrisa. Su maldita sonrisa. Eso era lo que le había hecho olvidar a Lisa sus sentimientos sobre su nueva colección siendo ésta un viaje al pasado en su relación.
-"Por eso, ahora que estoy más tranquila, quería dedicarle estas obras a la que será mi esposa en muy poco tiempo, sí Nayeon, esa eres tú" siguió, parándose en los profundos ojos marrones que la observaban. "Tú me has llenado de inspiración, tú me has regalado esos momentos que solo nosotras conocemos, tú has sido mi único pensamiento mientras me dejaba llevar por el pincel, solo tú" concluyó apartando la mirada al encontrarse con los labios de su prometida.
Mientras Lisa notaba cada 'tú' como si estuviese dirigido a ella, y su estómago se encogiese con cada frase acompañando a esto un escalofrío que le llegaba a la espina dorsal, el resto de personas aplaudía elegantemente. Fue entonces cuando despertó de su pequeño sueño, dándose cuenta de que esas obras no eran por ella, sino por Nayeon, su desagradable prometida.
-"No, eso sí que no" pensó mientras se terminaba la copa.
Podría estar equivocándose en que Jennie se estuviese riendo de ella con aquellas obras, pero de lo que estaba completamente segura es de que éstas las representaban a ellas y no a la castaña. Por eso, dejando que el alcohol se apoderase de su cuerpo, se abrió paso entre la multitud llegando hasta donde se encontraba la morena de gatunos ojos verdes conversando felizmente mientras sostenía una copa entre sus manos.
-"¿Nos disculpas? Gracias" dijo agarrando a Jennie de la muñeca para apartarse de allí.
-"¿Se puede saber qué demonios haces Lisa? ¡Estaba hablando!" gritó enfadada desprendiéndose del agarre.
-"Pero ahora lo vamos a hacer nosotras, lo quieras o no" sentenció obviando lo que le había dicho.
-"¿Y quién te ha dicho que quiera hablar contigo?" preguntó Jennie seria.
-"Lo quieras o no" repitió la más alta insistente.
No sabía de donde había sacado las fuerzas para hacer aquello pero tampoco se sentía mal al respecto. De nuevo, le daba gracias al alcohol sin importarle que la chica frente a ella estuviese con los ojos en llamas.
-"¿De qué va todo esto Jennie?" preguntó cruzándose de brazos.
-"Eso debería preguntarte yo a ti" gruñó ésta.
-"No te hagas la tonta, ¿qué hay de tu colección?" preguntó elevando un tanto la voz camuflada esta por la música. "Cada cuadro, cada momento" añadió señalándolos.
-"¿Qué pasa con eso Lisa?" preguntó encogiéndose ahora ella de brazos.
-"¿En serio me estás preguntando qué pasa? ¡Sabes perfectamente por quién van!" dijo furiosa.
En aquel momento ya no había nadie que la calmase. Había dejado que todo el dolor que sentía por la de ojos verdes, se apoderase de su cuerpo convirtiéndolo en ira. Misma ira que iba envuelta en cada palabra que decía.
-"Van por Nayeon, ¿o no te ha quedado claro?" preguntó Jennie alterada.
-"¡Una mierda van por ella!" gritó. "Todo eso lo hicimos nosotras Jennie, nosotras" añadió marcando la última palabra mientras la coleta que llevaba se movía al ritmo de sus nerviosos movimientos.
En ese instante la más baja se quedó en silencio notando cómo los profundos ojos marrones estaban envueltos en las mismas llamas que los suyos. Mismos ojos en los que solía perderse siete años atrás. Mismos ojos que la hipnotizaban.
-"Ya no te importa nada de eso, ¿verdad?" preguntó Lisa bajando el tono después de haber llamado la atención de varias personas. "No te importa lo que teníamos" añadió.
-"Me parece muy hipócrita que tú precisamente digas eso" gruñó la de gatunos ojos verdes. "¿Qué parte de que solo siento lástima por ti es la que no entiendes?"
Fue escuchar aquella última frase y notar cómo el alcohol desaparecía de su cuerpo siendo ella otra vez. La misma chica que lloró en su consulta después de mucho tiempo tras escuchar las mismas palabras. La misma chica insegura, la misma cobarde, la misma que le rompió el corazón. La misma que había sentido cómo el que se rompía en aquel momento era el de ella.
-"Eres una cobarde Kim, sí, una cobarde que prefiere hacer daño con sus palabras antes que reconocer que no tiene razón" escupió Lisa dolida sin dejar de mirarla en ningún momento.
Al igual que tampoco lo hizo cuando notó su mejilla arder por el impacto de la mano de la de gatunos ojos verdes contra ésta provocando un silencio alrededor de ellas.
-"Y tú una puta hipócrita Manobal" respondió ésta notando aún su mano palpitante por el golpe.
Pero ninguna de las dos pudo decir nada más puesto que en aquel momento apareció rápidamente a su lado la figura de Namjoon quien había presenciado toda la escena al igual que lo había hecho el antiguo grupo de cinco entre otros. Sin estar incluidos en éstos, los padres de la de gatunos ojos verdes y la prometida de ésta.
-"Lisa vámonos" dijo el castaño tomando a su amiga de la mano antes de abandonar la galería sin despedirse de nadie.
En cuanto ambos notaron el aire fresco de la noche penetrando en sus fosas nasales, se pararon uno en frente del otro. Lisa no había dicho nada, tan solo se había dejado guiar por la mano de Namjoon con cuidado de no tropezar con nadie.
Aunque su cuerpo estuviese fuera de la galería, su mente seguía dentro recordando el impacto de Jennie sobre su mejilla. No tenía ganas de llorar, tampoco de gritar. Ni si quiera de desaparecer. Tan solo estaba en silencio mirando hacia sus tacones notando el asfalto bajo ellos sin escuchar los resoplidos de Namjoon hasta que éste habló.
-"¿Por qué diablos ha hecho eso, Lisa?" preguntó nervioso. "¿Por qué te ha tratado de esa forma?"
-"Porque le rompí el corazón" admitió en voz baja.
Y allí, en medio de la noche, sentados sobre un pequeño muro, la chica de profundos ojos marrones le explicó cómo Jennie había sido su novia durante casi dos años cuando aún eran unas crías, sin mencionar el verdadero motivo de por qué la abandonó.