Durante el día, Yubin empezó a programar a los robots de la base para que ayudaran a las demás con sus quehaceres, Gahyeon estaba viendo los documentos que había enviado la CEO Bae, debía investigar respecto a una batería descubierta en el planeta llamada KARA, no sabía bien para que la quería su jefa, pero iba a descubrir todo lo necesario sobre la enfermedad.
Ahora estaba leyendo la información que había reunido un antiguo hombre que quedó varado en el planeta, la enfermedad tenía una tasa de mortalidad increíblemente alta, los síntomas eran marcados y tenías unas pocas semanas para encontrar una cura antes de morir, la cura ya la tenían, la enzima 42 que producía un leviatán del planeta, con la información sobre sus componentes Yoohyeon sería capaz de replicarla artificialmente.
En otra parte de la plataforma, Yoohyeon estaba investigando sobre lo mismo, les habían asignado la misma tarea y estaba tratando de concentrarse, a la vez que organizaba los implementos médicos que había en la enfermería, habían sido recién entregados y estaba terminando de acomodarlos en sus respectivos lugares cuando entró Handong, estaba tomando un descanso de su turno ya que Minji se lo concedió.
Handong: Hey~ hola hermanita.
Yoohyeon: Dong-ah ¿Qué haces aquí?
Handong: ¿No puedo visitar a mi hermana en su trabajo?
La peliazul se cruzó de brazos con cierto escepticismo, conocía bien a su hermana mayor, estaba ahí para pedirle algún favor o alguna medicina.
Yoohyeon: ¿Ah sí?
Handong: Está bien...necesitaba preguntarte algo.
Yoohyeon se acomodó en una silla que tenía cerca para escuchar a su hermana mayor, Handong se recargó en una de las mesas mientras observaba profundamente a la peliazul.
Handong: ¿Qué pasó entre mi jefa y tú?
La peliazul se tensó por completo ante la pregunta, no era algo de lo que le agradara hablar, sin importar el tiempo que había pasado seguía doliendo esa herida. Yoohyeon bajó la mirada a sus manos y acarició suavemente su dedo anular, tragando saliva.
Yoohyeon: Estuvimos juntas desde los 18, pero hace un año nosotras...terminamos.
Los ojos de Handong se abrieron como platos, si estuvieron desde los 18 de Yoohyeon, y terminaron hace un año, llevaban juntas 5 años completos, no entendía como una relación tan larga se acabó de esa forma.
La pelirroja Notaba a su hermana algo incómoda con el tema, por lo que se acercó a ella y dió suaves caricias en su hombro, logrando que Yoohyeon la mirara antes de sonreír.
Handong: ¿Es muy mala la razón de su ruptura?
Yoohyeon: Ella...empezó a ver a otra persona mientras seguíamos juntas, una chica bajita con el pelo negro, ojos azules y bastante aniñada.
Handong: ¿Hablas de Gahyeon?
Yoohyeon: Sí, creo que así se llama.
Handong miraba a Yoohyeon con una expresión algo triste, luego tomo algo de aire y se rascó el cuello, ahora como iba a decirle que eran hermanas de forma que le creyera.
Handong: Osea que...Minji empezó a salir con Gahyeon...su hermana menor ¿Eso dices?
La peliazul alzó ambas cejas con sorpresa, seguramente Handong estaba bromeando, pero su expresión dejaba ver que hablaba muy en serio, Yoohyeon sintió su sangre helarse de repente y su corazón latía más rápido.
Yoohyeon: ¿E-ella es...su hermana?
Handong: Hoy mismo me lo dijo...porque Gahyeon la acompañó a su puesto de trabajo y me la presentó.
Yoohyeon: ¿Dónde está Minji ahora?
Handong: Seguramente en su dormitorio, ya acabó su primer turno.
Y así Yoohyeon se fue más rápido que un rayo, Handong suspiró negando con la cabeza y sonriendo un poco, su hermana siempre era desconfiada, pero no pensó que eso la llevaría a mal interpretar la relación de Jiu con su hermana menor y le terminara en el acto.
Por el lado de Minji, estaba jugando con su batería, esta se conectaba a un juego en la pantalla grande de su habitación y reproducía un juego de ritmo, Jiu siempre tocaba canciones muy difíciles, le ayudaba a liberar su estrés de manera efectiva. Ahora mismo estaba tocando March of the pigs de Nine Inch Nails, su cabello estaba recogido en una coleta para que no le estorbara mientras tocaba, llevaba un impecable en la canción.
No escuchó que tocaban la puerta debido a que la música estaba un poco (muy) fuerte, por suerte el ruido no salía hacia afuera, las habitaciones individuales habían sido diseñadas para eso después de todo.
Cuando la persona afuera no recibió respuesta entró de todas formas, siendo recibida por la fuerte música, la espalda de Minji algo sudada mientras tocaba, en la cama de la pelinegra más discos con otras canciones que ya había jugado y con un vaso lleno de coca-cola junto a su asiento, la canción iba en una parte donde necesitaba concentración absoluta, no estaba errando ninguna nota y no pensaba hacerlo.
La canción terminó luego de unos segundos más y Jiu respiró agitada, haciendo su cabeza levemente hacia atrás y moviendo sus brazos algo adormecidos, los huesitos y músculos de su espalda se notaban más con aquel top que solo cubría su pecho y aquel pantalón ajustado a su cintura.
Yoohyeon: Minji yo...necesito hablar contigo.
La peliazul no lograba concentrarse por completo, sus ojos estaban fijos en la espalda de Jiu, y la mencionada se giró levemente para poder ver a su visitante, alzó una ceja algo extrañada por su presencia mientras bebía de su coca-cola para recuperar energías.
Minji: ¿Qué necesitas?
Yoohyeon: B-bueno...y-yo...
Le costaba un poco encontrar las palabras adecuadas, ahora el abdomen de Minji era lo que estaba a la vista, y la pelinegra estaba sentada de una forma que lo hacía resaltar un poco más a ojos de Yoohyeon.
Jiu notó su forma de mirarla, siempre le gustó que la peliazul la observara de esa manera, pero dada la relación que tenían ahora no era muy apropiado que lo hiciera, menos si fue Yoohyeon la causante del distanciamiento.
Minji: ¿Tú?
Yoohyeon: Y-yo quería saber si...Gahyeon realmente es tu hermana.
Ahora la pelinegra alzó una ceja, no tenía porqué explicarle algo a ella, estaba actuando rara desde que le pidió el analgésico, y Al-an notaba el efecto que tenía aquella peliazul sobre su anfitriona.
Minji: Sí, es mi hermana menor ¿Por qué?
Yoohyeon: Bueno...nunca mencionaste tener una.
Minji: Te lo dije en nuestra primera cita, pero creo que no me escuchaste por estar viendo al cachorro de la mesa de al lado.
Era cierto, ahora Yoohyeon se sentía como una completa idiota, se tapó la cara con una mano tratando de esconderse de la mirada de Jiu, solo consiguió un suspiro por parte de la pelinegra y que le diera la espalda otra vez para seguir tocando.
Minji: Si no tienes nada más que decir, vete, estoy en mi descanso.
Yoohyeon: La chica a la que le llevabas regalos mientras salíamos...¿Era Gahyeon?
Minji: ¿Por qué quieres saberlo ahora? No parecías muy interesada cuando me dejaste.
Yoohyeon: Yo...creí que me estabas engañando con ella...
El cuerpo de Minji se tensó por completo, su mandíbula se apretó y dejó las baquetas encima de su silla, Jiu se había puesto de pie y ahora estaba viendo a Yoohyeon, sus brazos cruzados y una expresión severa denotaban su molestia.
Minji: Creíste que yo te estaba siendo infiel.
Yoohyeon: Todos me decían que estabas coqueteando con ella, que le llevabas regalos y siempre ibas a visitarla en tus descansos ¿¡Qué querías que hiciera!?
Minji: ¿¡Confiar en mi, tal vez!? ¿¡Cómo te atreves a llamarme infiel sin pruebas!?
Yoohyeon: ¡Tenía suficientes pruebas para acusarte de eso!
Minji: ¡No las tenías, solo eran malditos rumores que decidiste creer!
Ninguna se dió cuenta de lo cerca que estaban ahora, la rabia era lo más distinguible en sus rostros.
Minji: En lugar de preguntarme, solo escuchaste suposiciones y me acusaste falsamente, maldición Yoohyeon ¡Quería pedirte matrimonio la misma tarde que me dejaste!
La peliazul retrocedió un poco impactada, en cambio Minji se volteó hacia otra parte evitando que sus lágrimas salieran, apretando con fuerza sus puños en un intento de tranquilizarse, no era común en ella perder los estribos de esa forma.
Minji: Quería que fueras mi esposa porque me enviarían a un entrenamiendo muy pesado, y si estaba casada contigo me dejarían venir a visitarte los fines de semana.
Yoohyeon: ¿Por ese entrenamiento desapareciste por 6 meses completos?
Minji: Sí, todos se iban durante el fin de semana a ver a sus parejas, y yo como me quedaba sola me obligaban a entrenar el doble, me rompí huesos, me daban calambres, había días donde ni siquiera podía moverme...quería tenerte conmigo como un pequeño consuelo...pero al final nada de eso importa ahora.
Jiu se distanció de ella y tomó sus discos de música, iba a jugarlos de nuevo para liberar el creciente estrés que tenía ahora, recordar esa tortura no le agradaba, muchas veces se despertaba porque los músculos resentidos por el entrenamiento comenzaban a doler, igual que sus huesos, también esa era una de las razones por las que odiaba hacer guardias nocturnas.
Yoohyeon se quedó en silencio procesando todo lo que había escuchado, veía a Minji sentarse en la banqueta para seguir tocando, quería acercarse a ella, pero la pelinegra fue más rápida al hablar.
Minji: Largate...no te quiero en mi habitación.
Eso fue un golpe directo a su corazón, pero se lo merecía tras haber desconfiado de Minji en ese entonces, arruinó una relación que había soportado cosas más grandes que un supuesto engaño. De todas formas Yoohyeon no se fue, en cambio, se acercó a Minji y puso sus dos manos en los hombros de la mencionada, haciendo que su cuerpo se tensara por completo y agachara su cabeza,
Yoohyeon: Lo siento tanto...por favor perdoname...estaba cegada por una idea equivocada...
Con suavidad Yoohyeon empezó a masajear la zona bastante tensa, logrando que de a poco Minji relajara su cuerpo y cerrara sus ojos algo somnolienta, los dedos de Yoohyeon lograban quitar los nudos que siempre le incomodaban cuando estaba encorvada, también sentía sus huesos tronar de forma placentera y su sangre fluir más libremente por la zona, no pudo evitar soltar algunos suspiros y pequeños sonidos de disfrute.
Yoohyeon sonrió al ver que la pelinegra parecía estar más tranquila, subió una de sus manos y dió pequeños masajes en el cuello de Jiu, logrando que la pelinegra ladeara su cabeza y permitiera mayor contacto. La peliazul contempló la zona, acarició suavemente la piel de Minji antes de acercarse y dar suaves besos en la zona, ganándose un escalofrío por parte de la pelinegra que se giró a verla, ambas se miraban a los ojos atentas ante la corta distancia, Jiu ya no estaba tensa, aún le dolía la desconfianza de Yoohyeon, pero un creciente deseo se instaló dentro de ella.
La pelinegra bajó levemente su mirada a los labios de Yoohyeon, se preguntaba si tenían el mismo sabor que hace un año, quería volver a tenerla en sus brazos.
Pero ya no podía hacerlo.
Jiu tomó cierta distancia antes de que sus labios llegaran a juntarse, apartando la mirada de la peliazul y tragando algo de saliva, algo en lo que hacían se sentía incorrecto, y era porque Minji vió a Yoohyeon saliendo con alguien más hace un par de meses.
Minji: Esto no es correcto...
Yoohyeon: ¿Ya no sientes lo mismo por mi?
Jiu siempre se hacía esa pregunta, claro que aún sentía ese amor por Yoohyeon, pero no lo sentía correspondido, no sabía que pensar ahora.
Minji: Tú estabas con Felix, no corresponde que hagamos nada, y no hay nada más de que hablar.
Ahora la pelinegra se giró por completo y puso un disco nuevo, cuando iba a tomar sus baquetas las manos de Yoohyeon la detuvieron, alzando las muñecas de Jiu y haciendo que la viera a los ojos, su mirada era de determinación pura.
Minji iba a reclamar cuando los labios de Yoohyeon se unieron con los suyos, manteniendo sus cuerpos unidos y soltando las muñecas de Minji para poder tomar sus mejillas. La pelinegra se quedó atónita ante el beso, en un inicio trató de separarse, pero al mismo tiempo su cuerpo empezó a corresponder, sus manos se aferraron a la cintura de Yoohyeon y la presionaron contra su cuerpo, Jiu se puso de pie y la empujó hasta la cama, derribando a la peliazul sobre el colchón y apoyando sus dos manos a los lados de su cuerpo.
Yoohyeon aún sostenía las mejillas de Jiu con sus manos, y el beso se hacía más intenso a medida que los minutos avanzaban, Minji bajó una de sus manos a las piernas de la peliazul y las separó, quedando en medio de estas antes de separarse de sus labios, la respiración de Yoohyeon estaba mucho más agitada que la de Minji y ambas se miraban a los ojos con profundidad, las caricias de la peliazul hipnotizaban a Minji.
Minji: Estás jugando con fuego.
Yoohyeon: No me molesta quemarme.