EL CHICO MENOS PROBABLE

By isabelBv

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Una chica enamorada de alguien inalcanzable. Diez chicos que sorpresivamente se convirtieron en mis hadas mad... More

Había una vez una chica algo torpe (yo soy la chica)
Cuando mi vida empezó a cambiar.
Es como un show de talentos
Realmente soy buena con la pandereta.
Un cantante y un guitarrista
Adam, te amo.
Carlie no es tan bonito como Karlie.
¿Parece que tengo novio?
Diez chicos y un profe famoso.
Un club de solteros.
Las cosas van a cambiar.
Siempre quise ser golpeada por un balón
El fracaso número 1 del maquillaje
¿Lo hice?
Mi transformación
Hannah siendo Hannah
Brenda y su magia
Todo por ella
como en las películas
Reír para no llorar
Todos menos ella
Todos menos él.
En un susurro.
No sabía eso
¿Ahora iré a una fiesta?
No puedo fingir, aparentemente.
Maya
La chica del club está escondiéndose de él
Las hermanas de Mason
¿Me va a besar finalmente?
Mis gafas han sido asesinadas.
Cosas que suceden en el baño de los chicos
Él cree que soy increíble
Este no es un triángulo amoroso
El chico que sabe hacer de todo.
Aquí voy de nuevo
¡Finalmente!
Ella no me quiere
Y este cuento se ha arruinado.
El momento del fin
Otro cambio
Historias de amor por todas partes
Falsamente hablando
El chico que toma mi mano
Todas menos yo
Cerdos volando por Paris
No usaremos vestidos
Globos y sorpresas
Sin duda no olvidaré esta noche
Las estrellas y los helados
El apodo perfecto
Oh, no.
¿Y si quitamos esa palabra?
Demasiada información
Fantasmas dramáticos y ratas gigantes
Tan, tan, tan, cerca.
Como tazas giratorias
Cuando Karlie perdió el control
Reír como tonta
Lo hizo
Finalmente
Después del beso
¿Es tan difícil creerlo?
El pastel siempre arregla todo
Sus besos
Una vida para conocerlo
Epílogo
nota final

En el estacionamiento

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By isabelBv

—Karlie —su voz me hace abrir los ojos.

Melanie aparece en el baño, he estado llorando mientras lavo la blusa de Rossy en el lavamanos. La mancha no está saliendo, creo que la hice peor.

—Déjala —pide ella pero no me detengo.

—Tengo que lavarla —afirmo, enfocada en la mancha a través de las lágrimas.

Melanie me abraza de lado. —Karlie, ven aquí. —Cierro ojos, suelto la prenda y me dejo envolver entre sus brazos—. Lo siento, Karlie. Ni siquiera vi cuando Raquelle se te acercó, la hubiéramos detenido.

Niego —No pueden protegerme todo el tiempo, ella tiene que detenerse.

—Lo sé —acaricia mi cabello—. Tranquila, Karlie. Ven, vamos a casa, ¿sí? Veamos tus películas favoritas y ordenemos comida, este baile no es la gran cosa de todas formas.

—No. —A Melanie le gustan los bailes. A ella le gusta tomarse de la mano con Rossy, darle besos y pasar tiempo con ella porque es su novia—. Mel, no soy una niña pequeña. Tú tienes a Rossy, yo siempre estoy en el medio.

Ella me separa de su cuerpo. —Rossy y yo te queremos porque eres nuestra amiga, nuestra mejor amiga —afirma, con seguridad—. Además no eres una niña, eso lo sé —sonríe—. Tú eres fuerte, valiente y no te da pena nada.

—No es cierto —reniego.

— ¡Lo es! —Gira mi rostro hacia el reflejo de espejo con sus manos—. Mírate Karlie.

—Un asco —contesto.

Estoy en mi camiseta blanca, las mejillas mojadas, la cara sin maquillaje porque me la lavé para deshacerme del jugo en mi cara.

—Una chica hermosa que sabe hacerme reír todo el tiempo —Mel afirma, sonriendo—. Tú estuviste ahí cuando mis padres se divorciaron, cuando papá me gritó que me iría al infierno y cuando Raquelle me molestaba—una lágrima sale de su ojo derecho—. Tu siempre haces de cada situación una aventura, siempre defiendes a las personas y no te da miedo ser quien eres —me regresa el rostro hacia ella—. Si el estúpido de Adam Brien no puede ver la maravillosa chica que eres, que se pudra. No merece estar con la chica más linda del mundo, la más dulce y la mejor amiga de todas.

Sonrío mientras lloro. —Mel —la abrazo y luego recuerdo que estoy mojada pero a ella no le importa—. Mel... no soy la mejor, ¿Qué hay de Rossy?

Ella suelta una carcajada. —Bien, la segunda mejor.

Me da un beso en la mejilla —Siempre te voy a cuidar, Karlie —sonríe—. Eres mi hermana, lo sabes. Tu y yo, por siempre, ¿no?

Respiro profundo. —Gracias Mel, eres la... um, la tercera mejor chica del mundo.

Ella rueda los ojos. —Tonta.

Melanie me ayuda a limpiarme la cara, me pide que le dé la blusa de Rossy y yo me niego. Ella me asegura que está bien, que se encargará de ella.

—Gracias —bajo la mirada.

No hay forma que regrese al baile.

Hannah... espero no haya visto nada de eso. Sé que se preocupará, que se lo dirá a Allie y ellos a mis padres. No quiero preocuparlos. — ¿Hannah lo vio?

Niega. —No, solo Rossy y yo —afirma.

Bajo la mirada. —Y Mason —siempre me pasa algo malo frente a Mason.

No lo culparía que se cansara de mí.

Melanie suspira. —Karlie, hay alguien esperando afuera por ti.

Junto mis cejas. — ¿Quién? No me digas que Adam.

Mel sonríe un levemente. —No Karlie, ve con él.

Melanie se da la vuelta y sale, yo veo hacia mi reflejo y no hay forma que deje que alguien me vea así.

Ahora, ¿Qué hago? ¿Por qué se fue Melanie? ¿Me va a dejar aquí?

Bueno, ¿Qué más da? El daño ya está hecho.

Salgo y Mason está ahí, de pie recostado en la pared contraria a la entrada del baño, con las manos hacia atrás. Volteo a la derecha y veo que Melanie está caminando hacia el gimnasio de nuevo.

Yo me acerco con pasos cortos y bajo la mirada, no sé qué hacer ahora.

—Mason —digo viendo mis zapatos.

Él se acerca y coloca algo sobre mí, muevo mis ojos y me doy cuenta que es un saco. —Venía con todo lo demás —afirma.

Sonrío, pero no dura mucho. —Mason... ¿Por qué estás aquí?

¿Por qué Mason siempre está conmigo cuando nadie más lo está?

¿Por qué Mason vino hasta acá y no Adam?

¿Por qué no me importa mucho que Adam no esté aquí?

¿Por qué prefiero que sea Mason?

—Porque sí —contesta aun con sus manos en mis hombros.

Miro hacia el fondo del pasillo. —Deberías estar en el baile, no aquí.

Mason resopla. — ¿Por qué estaría en el baile cuando la única razón por la que vine está frente a mí?

Giro para verlo. Mi corazón se detiene por un segundo, luego comienza su marcha al ritmo de la música distorsionada. —Soy un desastre.

No era una metáfora, realmente me veo mal ahora. Desearía cubrirme la cara y alejarme de él, ¿Cómo puedo estar así frente al chico que se ve como una celebridad?

—Un desastre —Mason coloca su mano izquierda en mi mejilla—. Uno muy hermoso.

Tomo una respiración larga, subo mi mano y la coloco sobre la suya. Lentamente la retiro, él parpadea y parece sorprendido, cree que no quiero que me toque así que él mismo la aleja.

Pero cuando lo hace yo doy un paso hacia adelante y lo rodeo con mis brazos. Él me envuelve después de un segundo con los suyos y me aprieta contra su cuerpo. Cierro los ojos dejando que este momento sea todo lo que ocupe mi mente.

—Karlie —susurra—. ¿Quieres ir a otro lado?

Me separo y lo veo a los ojos. — ¿Qué hay de Erick? Siempre va contigo.

Mason sonríe y acaricia mi mejilla. —Se puede ir con alguien más —afirma sin dejar de verme a los ojos—. Es un chico grande, puede irse a su casa solo.

Suelto una carcajada. Mason me hace reír incluso cuando hace unos minutos no dejaba de llorar. —Hannah... creo que Mel podría dejarla en casa.

Nos separamos y ambos tomamos nuestros teléfonos. Le envío un mensaje a Melanie preguntándole si puede ir a dejar a Hannah y ella contesta inmediatamente que sí.

Mason guarda su teléfono en su pantalón. —Se irán con Arthur —anuncia.

Asiento y suspiro lentamente. —Lamento... arruinar eso, debí solo...

Mason toma mis dos manos con las suyas. —No arruinaste nada, estar contigo es suficiente.

Cuando Mason dice estas cosas me roba las palabras. No sé qué responder a eso. — ¿A dónde vamos?

Su rostro se ilumina. —Confía en mí —me acomoda el saco que comenzaba a deslizarse por mis hombros—. Vamos.

Mason toma mi mano y yo la aprieto. Me gusta su tacto, me gusta que me tome de la mano y que sonría cuando lo hace.

Caminamos a través del estacionamiento y llegamos a su auto. Él abre la puerta del pasajero para mí y yo entro, sintiéndome más relajada adentro. Mason entra y se afloja aún más la corbata.

—Odio estas cosas —suelta, sonriendo.

Yo miro hacia el otro lado para evitar su rostro cuando digo: —Te ves bien.

Mason permanece en silencio así que volteo para verlo, él está sonriéndome. —Entonces tal vez debería dejármela.

Ruedo los ojos. —No, digo, si quieres.

Enciende el motor y comienza a moverse. —Tú también te ves bien Karlie, no solo hoy, siempre.

Bufo. — ¿Con las gafas y todo?

—Especialmente con las gafas —afirma—. Y tus trenzas, me gustaban.

Toco mi cabello. —A mí también me gustaban pero me gusta mi cabello ahora aunque es difícil de peinarlo algunos días.

—Ni que lo digas, mi cabello no es fácil de peinar —asegura, luego suelta una pequeña risa.

Yo lo veo, me gusta su cabello. Me gustan sus ondas desacomodadas pero que por alguna razón, lucen perfectamente bien. —Tu estilo de "chico genial" te queda bien.

—No es un estilo —admite—. Es quien soy, un chico genial.

Resoplo. —Genial y muy humilde, Mason eres la persona más humilde del mundo.

Mason ríe. —Gracias Karlie, me alegra que puedas ver mis buenas cualidades, ¿Qué otra quieres alargarme?

—Sin duda eres la persona más ruidosa del mundo, digo, ¡Nunca te callas! —bromeo. Mason es bastante serio y callado la mayor parte del tiempo.

Aunque no conmigo, él y yo podríamos pasar muchas horas hablando y no creo que me cansaría de hacerlo.

Mason niega. — ¿Quedarme callado? Eso no es mi estilo. —Me gusta tanto cuando él sigue con mis juegos.

Así que continuo. —Y todo el tiempo presumes tu voz, no solo eso, tu talento con el arte. Me molestas tanto, espera... era alagarte, no quejarme de ti —río.

—Ah ya veo, ¿Quieres que nos insultemos? —Me da una mirada—. Bien Karlie con K, primero que nada, odio que siempre me haces reír en clase de química, ¿acaso no ves que me interesan tanto esas fórmulas aburridas?

—Ah lo siento Mason con M, ¿Por qué no me demandas? —me acomodo en mi asiento mientras sonrío viéndolo.

Bufa. —Karlie con K, si te demandara, lo haría por la forma tan cruel que tratas a las personas, ayer literalmente empujaste un bebé —niega fingiendo estar decepcionado—. Eso está mal Karlie, muy mal.

—El bebé se lo merecía —contesto bromeando—. Me llamó "señora" um, tengo diecisiete, no soy una señora.

—Eres una persona muy cruel —aclara su garganta—. Especialmente cuando te paras frente a cualquiera que moleste a tus amigas, tu expresión decidida y tu seguridad... para nada me impresiona, no pienso que eres la persona más increíble de todas.

Me detengo para observarlo de perfil. Eso que dijo no era una broma, realmente piensa que soy increíble. —Pues a mí no me gusta que seas tan dulce con tus hermanas aunque intentas disimularlo y luego te haces como si no te importaran pero ellas siempre hablan de cuan tierno y buen hermano eres.

Mason sonríe viendo al frente, esta vez habla más lento. —Pues yo odio cuando sonríes —aprieta los labios—. Que te sepas los nombres de todos, que siempre te acerques a saludar y que intentes que todos se sientan bien. Eso es horrible Karlie, ¿Cómo puedes ser tan amable?

Permanezco en silencio. Mason sabe de estas cosas, cosas que ni siquiera yo he notado que hago, porque me mira. Por que presta atención. Porque parece que, soy importante para Mason.

—Mason —aclaro mi garganta—. ¿Sabes que odio con todo mi corazón?

— ¿Qué? —pregunta mirándome un segundo.

Sonrío y estiro mi mano para tocar la suya, pero me arrepiento y la dejo en la palanca. —Odio tanto estar aquí contigo, no tienes idea cuanto lo odio.


Mason coloca su mano en la palanca, es decir, sobre mi mano. —Yo también lo odio.

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