(El verdadero se vienen cositas ha empezado)
Londres, Inglaterra.
Ava
Me dirigo a la puerta con Konstatin y Dean, hoy parten a Rusia, su último caso les ha llevado a una pista importante, por ello tienen que marchar antes de tiempo.
—Cuídate mucho, papá —Le digo a Konstantin, abrazándolo con fuerza. Su abrazo cálido me reconforta como siempre.
—No te preocupes, hija. Estaré bien —Responde él, dejando un beso en mi frente antes de apartarse para mirarme a los ojos— y tú también cuídate y cuida de James.
—Lo haré, te lo prometo —Le aseguro con una sonrisa, agradecida por su constante preocupación.
Konstantin se despide de James, quien lo mira con esos ojos grandes y curiosos.
— Cuida de tu mamá, hombrecito.
Me dirijo hacia Dean, sintiéndome un poco más nerviosa por esta despedida.
—Espero que todo salga bien en Rusia. Cuida a mi papá, por favor—Digo, tratando de sonar más tranquila de lo que realmente me siento.
—Lo haré, hermosa—Responde Dean con una sonrisa calmada— y te prometo que tú papá estará de vuelta antes de que lo notes y yo también, claro está.
Dean se acerca y me da un abrazo, que recibo con calidez.
Cuando siento sus brazos en mí, no puedo evitar pensar que desde ese beso que me dio en el día de mi cumpleaños, no hemos hablado sobre eso, él no presiona y yo agradezco eso.
—Bueno, nos vamos —Anuncia Konstantin, ya cerca de la puerta.
—Buen viaje —Les digo, despidiéndome con una sonrisa y un pequeño gesto de la mano.
Konstantin y Dean se despiden de James, y con un último adiós, cierran la puerta detrás de ellos.
—Bueno, ahora seremos solo tú y yo, pequeño —Miro a James con una sonrisa, dios cada día me enamora más mi bebé de ojos verdes.
James me responde con un bostezo, que me arranca una risita. Es tan encantador ver cómo su energía puede cambiar tan rápidamente de estar jugando a mostrar signos de sueño.
—Vaya, parece que alguien tiene sueño.
Lo sostengo cerca de mi pecho, acariciando su cabello suave mientras me dirijo hacia su habitación.
—Vamos, es hora de una siesta, James —Le susurro mientras nos dirigimos a su cuarto.
Lo acuno en mis brazos, tarareando una suave melodía para ayudarlo a relajarse.
A medida que nos acercamos a su cuna, James ya está cerrando los ojos, entregándose al sueño con confianza, sabiendo que estoy aquí para cuidarlo.
Después de un par de horas de estar sumergida en mi trabajo, concentrada en los informes y obligaciones que conlleva mi nuevo cargo como jefa de relaciones públicas de Mercedes. Me gusta mi trabajo es desafiante, pero también gratificante.
Estoy tan enfocada que el toque en la puerta, me sorprende.
Me levanto hacia la puerta, cuando la abro me quedo estupefacta al ver a la persona parada frente a mí.
—¿George? —Mi voz refleja claramente mi sorpresa.
Él me mira y noto algo en su expresión que no puedo identificar. No esperaba verlo, y la mezcla de emociones que siento es abrumadora.
Mi corazón comienza a latir más rápido, él está aquí en mi departamento, no me pregunto cómo consiguió mi nueva dirección, las flores que me dio fueron un claro indicio que la consiguió fácilmente.
La tensión entre nosotros es palpable, y me preparo mentalmente para lo que podría venir y eso significa decirle sobre James, es el momento.
—¿Puedo pasar? —Pregunta finalmente, con su tono directo y firme.
Me mantengo en silencio, sintiendo un nudo en el estómago mientras trato de procesar su presencia en mi departamento.
Estoy nerviosa y asustada.
—Creo que tú y yo tenemos que hablar, sobre la fiesta. Ya sabes.
Sus palabras me devuelven a esa noche, a lo que vivimos juntos en aquel momento. El recuerdo de nuestra cercanía, la pasión que sentimos, todo vuelve a mi mente en un torbellino.
Finalmente doy un paso atrás, permitiéndole entrar, mientras trato de ordenar mis pensamientos.
—Adelante—Le digo, y cierro la puerta detrás de él.
Mientras caminamos hacia la sala, trato de encontrar las palabras adecuadas para enfrentar esta conversación, sabiendo que su visita podría cambiar muchas cosas en mi vida y la de James.
George se sienta en el sofá, y lo sigo, aunque mantengo una pequeña distancia entre nosotros. Las emociones se entrelazan en mi mente mientras pienso en cómo abordar todo lo que necesito contarle.
Me doy cuenta de que la conversación que se avecina será compleja y reveladora, no solo sobre lo que pasó en la fiesta, sino también sobre los eventos que han marcado mi vida desde que nos vimos por última vez.
Mi mente se desplaza a los acontecimientos, el secuestro, la muerte de mi padre, en James cuyo nacimiento cambió mi mundo por completo.
Sé que empezar esta conversación significa abrir una caja de pandora llena de emociones y recuerdos, tanto buenos como malos.
Tomó una respiración profunda, tratando de organizar mis pensamientos y palabras.
George me mira con atención, esperando que sea yo quien rompa el silencio. Veo en sus ojos una mezcla de curiosidad y determinación.
—Antes de hablar sobre lo de la fiesta, quiero saber algo. ¿Por qué volver Ava? — No me sorprende que vaya al grano, George siempre ha sido honesto con lo que piensa — no voy a mentir, me enojo muchísimo volver a verte, se que en parte que te hayas alejado, tiene que ver con la muerte de tu papá, no me hago a la idea sobre lo que sentiste con eso, porque es duro, te duele y a mí saberlo también me afecto, conocí a tu padre, era un hombre increíble que en el poco tiempo que lo conocí, me trato como si fuera un hijo y se lo mucho que eso te debió doler. Mira seré directo, te miro y sé que hay algo más, llámalo intuición o lo que sea pero algo me dice que hay algo más, te conozco y se que hay misterio en tu regreso.
—Hay muchas cosas que necesitas saber —Comienzo, mirando hacia adelante para no distraerme con su mirada intensa—no será una conversación fácil, porque lo que pasó con papá, no es el principio, hay mucho más—Me detengo por un momento, buscando fuerzas para continuar. Sé que hablar de la muerte de mi padre y de James será especialmente difícil, pero también sé que la verdad es importante para ambos.
Me preparo para abordar cada uno de los temas de manera honesta y clara, sabiendo que la conversación que sigue cambiará nuestra relación para siempre.
Me siento nerviosa, sabiendo que la información que voy a compartir con él no es fácil de escuchar, ni para mí de contar.
—Después de esa noche en la que estuvimos juntos, me fui a Boston eso ya lo sabías, supongo —Comienzo, tratando de mantener mi voz firme— estuve unas semanas con mi papá, disfrutando de su compañía.
George me mira con atención, observando cada palabra que pronuncio.
—En una de nuestras salidas, pasó algo que cambió mi vida para siempre —Mi voz comienza a quebrarse, los recuerdos de esa noche me invaden, y sé que necesito encontrar la fuerza para seguir adelante.
Tomo otro respiro y levanto la vista para mirarlo a los ojos. Los míos ya se sienten aguados, llenos de emociones que intento contener pero se que me será imposible.
—En esa salida con mi papá, Scott apareció de repente —Le digo a piloto , notando cómo abre mucho los ojos al escuchar ese nombre— nos emboscó y nos amenazó—Su rostro muestra sorpresa, y sé que la siguiente parte será especialmente difícil de contar— papá le dijo que no se acercara a mí y él no quiso eso, tenía un arma y él le disparó, sin ningún remordimiento — Las palabras se me quiebran mientras las digo.
La expresión de George se transforma, reflejando tanto sorpresa como conmoción.
Es evidente que no esperaba escuchar algo así. Me quedo en silencio por un momento, permitiéndole procesar la información, sabiendo que esta revelación es solo el principio de lo que tengo que contarle.
Tomo coraje para continuar con esta conversación es difícil, pero sé que él necesita escuchar todo, incluso lo más oscuro y doloroso. Mientras trato de contener mis lágrimas, veo la expresión de George, que parece querer interrumpirme. Sin embargo, no puedo detenerme ahora, tengo que contarle todo.
—Todavía hay más —Le digo, y puedo ver cómo su sorpresa se intensifica—Scott me obligó a irme con él, me hizo dejar a mi papá allí, en el piso mientras se desangraba —Mi voz tiembla mientras pronuncio esas palabras. Los ojos de George se agrandan, y su expresión se transforma en una mezcla de shock y confusión—Scott me secuestró —Le digo con un tono de voz más bajo, casi ahogado por las emociones— me mantuvo cautiva por varios días, o tal vez semanas, no puedo estar segura del tiempo exacto. Todo era confuso y aterrador.
Se queda helado al escuchar mis palabras, su rostro pálido por la revelación. Continúo, sintiendo el peso de cada palabra que pronuncio.
—Pase cosas horribles, cosas que no puedo olvidar. Todo lo que pensaba en ese encierro era en ver a mi papá otra vez, en poder regresar a casa —Mis lágrimas comienzan a fluir libremente ahora, recordando aquellos momentos de desesperación—no sabía si saldría de allí con vida. Solo quería escapar, volver a ver a mi papá, cuando creí que eso no acabaría, llegó otro ángel en mi vida, mi padre biológico Konstatin, me encontró y me salvo de él, al momento del rescate, pues hizo lo que tenía que hacer para mantenerme a salvo —Mientras comparto mi historia con George, veo la preocupación y el dolor reflejados en su rostro. Es una pesada carga para él también, escuchar la verdad de lo que he pasado. Pero ahora que he comenzado a contarle todo, tengo que seguir adelante, no importa cuán doloroso sea— después de eso me llevaron al hospital a recuperarme, ahí mismo me enteré que papá estaba en cuidados intensivos, cuando lo fui a ver, nunca me imagine que esa sería la despedida, la vez que lo vería por última vez, ese día murió y una parte de mi murió con él.
—Corazón—Más lagrimas salen de mi, al oírlo llamarme de esa manera, otra vez.
George se acerca a mí rápidamente, y me toma entre sus brazos en un abrazo fuerte y protector. Siento su cuerpo pegado al mío, y no puedo evitar que las lágrimas sigan rodando por mis mejillas mientras me aferro a él.
—Corazón—Me dice con sinceridad, su voz cargada de incredulidad y tristeza— nunca me imaginé que habías pasado por algo así, perdón, perdón, yo no tenía idea.
Se que es así, en parte mi decisión fue no decirle, era porque en ese momento estaba tan centrada en mi dolor, en todo lo que pasaba en mi vida, que aleje a todos aquí en Inglaterra , en el fondo era una forma de protegerme y hacer lo mismo con los demás, no arrastrarlos a mi misería.
— Lo sé —Digo entre lágrimas.
Se aparta un poco y me mira con sus ojos llenos de lágrimas.
—Si hubiera sabido desde el principio por todo lo que estabas pasando, lo hubiera dejado todo por ti.
Eso solo me hace llorar más, podría parar pero necesito sacar todo de una vez.
—Mientras estaba secuestrada, pensé en rendirme en ocasiones —Le digo con voz quebrada—pero había algo que me daba fuerzas para seguir adelante. Mi papá Daniel y también el bebé que llevaba en mi vientre.
George me mira con incredulidad mientras se levanta abruptamente del sofá, con una expresión de sorpresa y conmoción. Hago lo mismo que él, me levantó del sofá.
—¿Estás diciendo que ? —No logra terminar la pregunta, pero yo sé lo que quiere decir.
Asiento con la cabeza, tratando de mantenerme fuerte a pesar de la situación.
—Sí —Confirmo— tenía un bebé tuyo, me enteré sobre eso, después de viajar y luego pasó todo lo de Scott, ese bebé me dio la fuerza para no rendirme, mientras él me mantenía secuestrada y—Trato de mantenerme firme a pesar de la situación.
—¿El bebé?
—Después de la muerte de mi papá, me mudé a Rusia con Konstatin —Comienzo a decir, pero George me interrumpe.
—¿Y el bebé? — Vuelve a preguntar— ¿lo tuviste?
—Lo tuve—Respondo, sintiendo una mezcla de emociones intensas— es un pequeño hombrecito llamado James. Cuando te llamé, era para contarte sobre él, pero no me diste la oportunidad de hablar más.
George estalla de repente, gritando con frustración.
—Podrías haber seguido intentando, sabías dónde encontrarme y decirme sobre ese bebé, maldita sea Ava.
Me sobresaltó por su reacción, pero mantengo la calma, sabiendo que él tiene derecho a estar enojado.
—George, me ganó más la tristeza, el dolor que sentía y no quise hacer eso —Le explico, tratando de que entienda mis razones—estaba lidiando con tantas emociones y la pérdida de mi papá fue un punto critico para mi, no podía enfrentar la situación y las consecuencias de lo que sucedió y lo ultimo que estaba en mi era seguir insistiendo contigo, estabas tan enojado en esa llamada, tuve miedo.
—No era solo sobre ti, Ava. Yo también tenía derecho a saber, es mi hijo también—Grita, su voz llena de emoción—no te estoy culpando por lo que estabas pasando, porque eso fue una tragedia pero tenías que decírmelo, tenía derecho a saber, carajo.
—George, lo sé —Respondo con voz firme, tratando de mantenerme fuerte ante su enojo—tienes todo el derecho a estar molesto, y entiendo lo difícil que es para ti enterarte de esto ahora. Pero en ese momento, estaba abrumada, perdida en mi propio dolor y miedo. No sabía cómo manejar todo lo que me estaba pasando.
—Pero no es una excusa para no decirme —Grita nuevamente, su tono reflejando la magnitud de su sorpresa y enojo— te das cuenta de lo que me he perdido, de todo lo que me ocultaste.
Me quedo en silencio, dándole a George un momento para desahogarse. Puedo sentir su dolor y su decepción.
Respira profundamente, tratando de recuperar el control de sus emociones. Me preparo para continuar la conversación, esperando que podamos encontrar una solución para manejar esta situación de la mejor manera posible por James.
Voy a hablar cuando la voz del inglés se adelanta.
— Estoy muy furioso, enojado como no te haces una idea Ava, me privaste de algo importante, de verlo nacer, de estar con él en sus primeros días, meses, de estar contigo mientras veía como crecía tu vientre —Suelta un suspiro, sus ojos siguen derramando lágrimas, al igual que los míos—y yo acepto que cuando llamaste debí haber dejado que hablaras pero entiende que en ese momento la rabia hablaba por mí , yo no tenía ni la menor idea que me dirías algo así, entiendo tu miedo después de toda la mierda que pasaste, pero por dios, sabías en donde encontrarme para decírmelo todo, no quiero culpar tus decisiones estabas pasando por cosas horribles, tomaste una decisión que no fue la más acertada, asi como yo, no tomé buenas decisiones a partir de la maldita llamada tuya que recibí, ambos nos equivocamos pero te juro por mi vida que lo hubiera dejado todo si me lo hubieras dicho desde el principio pero lo hecho esta, no se puede hacer nada por el tiempo perdido —Él se comienza a acercar lentamente hacia a mi, toma mi rostro en sus manos, mirándome fijamente— pero a pesar del enojo, la rabia que siento en este momento, te diré algo importante, que te agradezco, te agradezco profundamente porque a pesar de lo que viviste, no te rendiste, luchaste y me diste un hijo, gracias por eso, gracias por tener a nuestro bebé.
—Él me dio la fuerza para todo—Susurro, el verde de sus ojos crea un contraste hermoso y triste en medio de las lágrimas.
— Lo se— Se separa de mí, se da vuelta limpiando sus lágrimas— ¿ dónde está? ¿puedes llevarme con él?
— Si, claro—Lo veo girarse, empiezo a caminar y nos adentramos al pasillo, entró en el cuarto en donde James descansa en su cuna, la habitación es alumbrada por la lampará de estrellas que ilumina el techo levemente.
George ingresa, camina deteniéndose en la cuna en donde está el pequeño dormido, se agacha a la altura de esta y lo veo a trazar caricias en el pelo de James, estas bajan por su pequeño rostro detallándolo, mi bebé está profundamente dormido, ver esa escena hace que mi corazón se contraiga.
—Hola—Lo escucho decir levemente— rayos, eres una personita muy bonita, eres hermoso, yo no puedo creer que seas parte de mí —Se inclina y veo el momento exacto en el que deja un beso en su frente— papá ya está aquí y no se ira a ningún lado, te lo prometo.
Vuelve a su altura normal, se queda viendo a James, por unos momentos más, hasta que su mirada se centra en la mía.
—Mañana vendré temprano a verlo—Asiento a sus palabras.
—George.
—Ahora no, necesito procesar todo esto y lo que menos quiero es seguir escuchando tu voz en estos momentos, lo mejor será que me vaya. Buenas noches.
—Feliz cumpleaños—No puedo evitar soltar antes que se marche, cuando él llegó vi en el reloj que faltaba minutos para su cumpleaños.
Mis palabras lo hacen detenerse, me mira por encima del hombro y una pequeña sonrisa aparece brevemente.
— Hoy me acabas de dar el mejor regalo que nunca imagine tener, gracias por eso. —Suelta eso antes de verlo marcharse.
A partir de este capítulo, comienzan mis favoritos
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