Enero, Miércoles 24, 10: 03 AM
POV Kirishima
El sonido de las conversaciones y las risas llenaba el vestuario mientras me cambiaba del uniforme de la UA al de gimnasia. Los chicos se marchaban uno a uno, y pronto, solo quedamos Midoriya y yo.
Mi corazón latía con fuerza, no solo por el entrenamiento, sino porque llevaba días esperando este momento.
Observé a Midoriya de reojo mientras él guardaba su uniforme con su habitual meticulosidad. Su dedicación y pasión por todo lo que hacía siempre me habían fascinado.
Tomé una respiración profunda, tratando de calmarme. Hoy tenía un plan y necesitaba reunir el coraje para llevarlo a cabo.
Hey, Midoriya. - Dije, tratando de sonar casual mientras cerraba mi casillero y me ponía la camiseta de gimnasia. - Tengo algo que quiero preguntarte.
Midoriya volteó la vista, con sus ojos verdes llenos de curiosidad. - ¿Qué pasa, Kirishima?
Me acerqué un poco más, intentando mantener mi tono ligero. - ¿Has oído hablar de la nueva tienda de superhéroes que abrieron en la ciudad? Escuché que tienen algunas figuras raras y mucha memorabilia genial. Pensé que podríamos ir a echar un vistazo, si te parece bien.
Vi cómo sus ojos se iluminaban con entusiasmo. - ¡Eso suena increíble! La vi en las noticias, pero no tenia con quién ir.
Me sentí aliviado por su respuesta positiva, pero también un poco nervioso. Aunque no tenía la valentía de confesar mis sentimientos directamente, pasar tiempo con él de esta manera era lo más cercano a una cita romántica que podía imaginar.
Genial. - Respondí, tratando de mantener la calma. - Podemos ir después de clases. Estoy seguro de que te encantará.
Midoriya me sonrió, y en ese momento, todo la inseguridad desapareció. - Estoy seguro de que sí, Kirishima. Siempre encuentro cosas interesantes cuando estamos juntos.
Me reí, sintiéndome más relajado. - Entonces, es una cita. - Inmediatamente me corregí, sintiendo que el rubor subía a mis mejillas. - Digo, una salida de amigos.
Midoriya sonrió, notando mi desliz. - ¡Nos vemos después de clases, entonces, es una cita! - Dijo para dejarme solo en los vestuarios.
¿Una cita?
Esa palabra resonaba en mi mente mientras terminaba de cambiarme. Midoriya lo había dicho con tanta naturalidad.
No pude evitar sonreír ante la idea y darme cumplidos a mi mismo.
. . .
16:28 PM
¡¿Una tienda de comics?! Debes estar bromeando Kirishima, ¿Qué hay de todo lo que te enseñe? - Mina exclamó, con una mezcla de incredulidad y diversión en su rostro.
Estábamos en mi dormitorio después de clases, y le había contado a Mina sobre mi día con Midoriya.
Lo sé, lo sé. - Respondí, levantando las manos en señal de rendición. - Pero la tienda de superhéroes es algo que ambos disfrutamos. Además, fue un momento perfecto para pasar tiempo juntos.
Mina se dejó caer en mi cama, suspirando. - Kirishima, si realmente quieres que Midoriya se dé cuenta de tus sentimientos, necesitas hacer algo más... no sé, romántico.
Me senté en la silla junto a mi escritorio, sintiendo un poco de frustración. - Lo sé, Mina. Pero cada vez que intento pensar en algo más, me pongo nervioso y termino haciendo lo más seguro.
Ella se incorporó, mirándome con seriedad. - Escucha, entiendo que es difícil, pero si no arriesgas un poco, nunca sabrás qué podría pasar. Okey, van a ir a la tienda, ¿y que harán después? Porque no creo que puedan ponerse cariñosos frente a tanta gente.
Negue con la cabeza, soltando una pequeña risa de vergüenza. Aunque me detuve a pensar en sus palabras por un momento.
¿Algún lugar en mente? - Pregunté.
Podrían dar un paseo por el parque, caminar por los senderos iluminados tomados de las manos. . . - Sugirió Mina, seguramente imaginándose la situación.
Eso suena bien. Podríamos disfrutar del aire fresco y tener la oportunidad de hablar más tranquilamente. - Mina asintió, complacida con mi respuesta.
Solo asegúrate de ser tú mismo y de disfrutar el momento. ¡Estoy emocionada por ti! - Ella me dio una palmadita en el hombro
Su felicidad me contagio, pero aún había algo más en mi mente. - ¿Y qué hay de cómo me veo? Quiero decir, ¿crees que debería arreglarme más para la cita? - Pregunté.
Sentía que era un poco aburrido ir con mi look de siempre, esta tarde era importante para mi y quería que Midoriya lo notara.
Mina sonrió con malicia, como si estuviera esperando esta pregunta. - ¡Por supuesto, Kirishima! Déjame ayudarte a lucir irresistible para Midoriya. Empecemos por el cabello.
Se levantó de la cama y me llevó al espejo, aun estando en la silla, comenzó a peinar mi cabello con habilidad. Sus manos se movían con gracia, dándome un aspecto más pulido pero sin perder mi estilo característico.
Tomo una parte del lado de mi cabello, haciendo una pequeña trenza, después tomo la mitad de mi cabello y lo ato junto a la trenza que me había hecho.
Tu cabello es tu mejor arma, Kirishima. Haz que brille y Midoriya no podrá apartar los ojos de ti. - Me dijo con una sonrisa al terminar.
Me miré en el espejo, sorprendido por la diferencia que había hecho su simple arreglo. - ¡Wow, gracias Mina! Realmente eres la mejor amiga que podría pedir.
Ella rió, dándome un ligero empujón. - ¡Oh, deja de halagarme! Además, todavía no he terminado contigo, también tenemos que elegir un atuendo adecuado para ti.
Mina y yo nos pusimos manos a la obra buscando en mi armario la vestimenta para la cita. Después de un rato de rebuscar entre camisetas y pantalones, finalmente encontramos una combinación que nos pareció adecuada.
Mina sacó una camisa negra ajustada de manga corta y un par de pantalones del mismo color que se ajustaban bien pero no demasiado.
Esto puede ir perfecto con esta chaqueta. - Entre los montones de ropa que quedo en el suelo, saco una chaqueta cerrada negra con el gorro de color rojo.
Me paso el conjunto y fui al baño mientras ella recogía las prendas que habían quedado afuera. Me saque el uniforme y me vestí con lo que Mina había elegido.
Cuando salí del baño, Mina me miro con una expresión de aprobación.
¡Guau, Kirishima! Te ves genial. - Exclamó, con una sonrisa radiante.
Sonreí, sintiéndome más confiado gracias a sus palabras. - Gracias, Mina. Realmente aprecio tu ayuda.
Pero su expresión cambió de repente, adoptando un semblante más serio. - Sin embargo, Kirishima, necesitas conseguir más ropa que no sea solo para entrenar. No puedes ir a citas con Midoriya vestido como si fueras a la sala de entrenamiento.
Me quedé mirándola. - Nunca había pensado en ello antes.
Ella asintió con firmeza. - Sí, es importante. Tu estilo dice mucho sobre ti, y si quieres impresionarlo, necesitas mostrarle que te tomas en serio el momento.
Tienes razón, Mina. Lo tendré en cuenta para la próxima vez. - Ella me sonrió con dulzura.
No te preocupes, Kirishima. Algún día tendremos nuestra salida a algunas tiendas de ropa. Ahora, ¡vamos a conquistar a ese chico!
. . .
17:11 PM
POV Midoriya
Una cita.
La palabra resonaba en mi mente, aunque Kirishima había corregido rápidamente su desliz, yo no podía evitar pensar en lo que realmente significaba para él.
Había cambiado mi uniforme por una camiseta verde y unos jeans cómodos. Estaba buscando mis ahorros en un cajón, queriendo tener suficiente dinero para comprar algo en la tienda de superhéroes.
De repente, escuché un golpe suave en la puerta.
¿Midoriya? Soy Kirishima. ¿Puedo pasar?
¡Sí, adelante! - Respondí, notando mi nerviosismo en mi tono.
La puerta se abrió y Kirishima entró, luciendo más impresionante de lo que jamás lo había visto. Lo que más me sorprendió fue su cabello. Estaba atado en una pequeña trenza que caía elegantemente por un lado, dándole un aire diferente pero aún muy de él.
Mis ojos se encontraron con los suyos, y por un momento, no supe qué decir. Sentí que mi corazón latía con fuerza en mi pecho.
Wow, Kirishima... te ves increíble. - Dije finalmente, sintiendo que mi cara se ruborizaba.
Kirishima se rascó la nuca, sonriendo con timidez. - Gracias, Midoriya. Mina me ayudó un poco, quería verme bien para hoy.
Sus palabras hicieron que mi corazón se acelerara aún más. Intenté mantener la calma mientras guardaba mis ahorros en mi bolsillo.
Bueno, tú siempre te ves bien, pero hoy realmente te has superado. - Le dije, sin poder evitar sonreír.
Kirishima se acercó un poco más, su mirada más suave y cálida de lo usual. - Me alegra que te guste. ¿Listo para irnos?
Asentí, sintiéndome más confiado. - Sí, estoy listo.
El me mostro su brazo para que lo tomara mientras me miraba, y yo se lo acepte gustoso. Salimos de mi dormitorio y nos dirigimos hacia la salida de la residencia.
El camino hacia la tienda de superhéroes estaba lleno de la energía de la ciudad. Las luces de neón y los anuncios brillantes daban a las calles un aire vibrante y dinámico.
La tienda se había hecho rápidamente famosa por su impresionante colección de figuras, y no podía esperar para explorarla con Kirishima.
Cuando llegamos, la tienda estaba incluso más impresionante de lo que salía en la televisión. Grandes vitrinas llenas de figuras detalladas, estanterías repletas de cómics raros y una amplia gama de productos relacionados con nuestros héroes favoritos.
Entramos, y el ambiente cambió inmediatamente, envolviéndonos en un mundo de fantasía. Kirishima caminaba junto a mí, con sus ojos brillando con el mismo entusiasmo que el mío.
Mientras recorríamos los pasillos, nos detuvimos en una sección que mostraba figuras de acción de tamaño impresionante. Una en particular llamó la atención de Kirishima, una figura de Crimson Riot.
Mira, Midoriya, ¡es Crimson Riot! - Exclamó, acercándose a la gran vitrina con una sonrisa de oreja a oreja.
Lo observé mientras admiraba la figura. Era un modelo detallado, con la pose heroica y la expresión decidida capturadas a la perfección.
Es increíble. - Dije, compartiendo su entusiasmo.
El es mi héroe favorito. Siempre enfrentaba el peligro con una sonrisa, sin importar cuán difícil fuera la situación. - Sus palabras resonaron conmigo, me sentía de la misma manera al ver a mis héroes favoritos en cada serie o comic.
Es una gran inspiración, Kirishima. - Dije, sonriendo. - Y honestamente, creo que ya estás siguiendo sus pasos. Siempre has mostrado un valor increíble y una actitud positiva.
Kirishima me miró, sorprendido y agradecido.
Gracias, Midoriya, eso significa mucho viniendo de ti. Pero no siempre fui así. - Deje de mirar la gigantesca figura para mirarlo a él.
Tomó aire, como si estuviera sumergiéndose en sus recuerdos.
Una vez, en la secundaria, hubo un altercado donde unos chicos estaban acosando a un compañero de clase. Yo estaba ahí, pero me congelé. El miedo me paralizó y no hice nada para ayudar. Fue Mina quien intervino y me sentí tan avergonzado de mí mismo. - Lo miré, sintiendo empatía por su experiencia.
Eso me llevo a recordar mis viejos tiempos, donde yo era el niño al cual Kirishima no pudo ayudar.
Pero entonces, vi una entrevista de Crimson Riot en la televisión. Habló sobre cómo él también había tenido miedos y dudas, pero lo que importaba era cómo enfrentaba esos miedos. Dijo que ser un héroe no era no tener miedo, sino actuar a pesar del miedo. - Vi cómo sus ojos comenzaban a brillar mientras continuaba.
Decidí que quería ser así, alguien que actúa a pesar del miedo. Empecé a entrenar duro, fortaleciendo mi cuerpo y mi espíritu. Porque quería ser alguien que los demás pudieran admirar y confiar. Alguien que pudiera proteger a sus amigos y ser un verdadero héroe.
Las palabras de Kirishima me llegaron al corazón, y no pude evitar sentir una oleada de emociones abrumadoras.
Sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas. Intenté contenerlas, pero la emoción era demasiado intensa. Finalmente, una lágrima se deslizó por mi mejilla.
Kirishima, te admiro tanto... - Mi voz se quebró mientras hablaba, las lágrimas ahora fluyendo libremente. Me llevé mis manos a la cara, tratando de ocultar mi llanto, pero era inútil.
Midoriya, ¿Qué pasa? - Kirishima se acercó rápidamente, con su expresión pasando de la sorpresa a la preocupación en un instante. - ¿Dije algo malo?
No, no, para nada... - Sacudí la cabeza, intentando sonreír a través de las lágrimas. - Es solo que... tus palabras me conmovieron mucho.
Kirishima parecía incómodo al ver mis lágrimas. Se agachó un poco para quedar a mi altura y paso sus manos por mis mejillas, limpiándolas. - Vamos, no llores, Midoriya. O me vas a hacer llorar a mi también.
Asentí con una pequeña sonrisa y mi rostro se ruborizo un poco ante el toque.
Se alejo de mi y mientras me secaba lo que quedaba de lagrimas, el se detuvo frente a la vitrina y miró el precio con atención. Sus hombros se hundieron ligeramente.
Es más cara de lo que esperaba. - Murmuró. - Ni en 10 años de trabajo podría comprarla.
Fije mi atención nuevamente a la figura y vi que tenia razón, pero en eso vi otra figura del héroe pero mucho más pequeña.
Lo observé, sintiendo una punzada de tristeza al verlo un poco decepcionado. Sin decir una palabra, me dirigí hacia un vendedor cercano.
Disculpe, ¿podría sacar la figura pequeña de Crimson Riot de la vitrina? - Le pedí, notando la mirada de Kirishima.
El vendedor asintió y comenzó a sacar la figura. Kirishima, al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se acercó rápidamente.
¡Espera, Midoriya! No tienes que hacerlo. - Dijo, con un tono de urgencia. - No quiero que gastes tu dinero en esto.
Lo miré a los ojos, decidido.
Kirishima, quiero hacerlo. - Respondí suavemente. - Se que significa mucho para ti, y quiero que la tengas. Además, es un agradecimiento por todo lo que has hecho por mí.
Kirishima pareció sorprendido, y por un momento, no supo qué decir. El vendedor nos entregó la figura y la llevamos al mostrador para pagarla. Sentí la mirada de Kirishima sobre mí mientras sacaba mi billetera y cubría el costo restante.
Midoriya... - Comenzó, su voz baja y llena de emoción. - Realmente no tenías que hacerlo.
Le sonreí, sintiendo una cálida sensación en mi pecho.
Kirishima, eres uno de mis mejores amigos. - Dije, sinceramente. - Haces tanto por los demás, y es hora de que alguien haga algo por ti.
Kirishima se quedó en silencio por un momento, luego asintió lentamente, su expresión suavizándose.
Ahora si voy a llorar. - Reímos los dos y le entregue la caja con la figura adentro.
Salimos de la tienda con nuestras compras, y Kirishima sostenía la figura con un cuidado reverente. Caminamos en silencio por un rato, disfrutando del aire fresco del atardecer.
Kirishima y yo seguimos caminando por el parque, riéndonos y compartiendo anécdotas de nuestros días en la secundaria. La figura de Crimson Riot que llevaba en la mano parecía iluminar su rostro, y ver su felicidad me hacía sentir una profunda satisfacción.
Mientras nos adentrábamos más en el parque, el aire comenzó a enfriarse. Un viento suave pero frío empezó a correr, haciéndome estremecer ligeramente.
Había optado por ropa ligera, sin prever que el clima cambiaría tan rápidamente. A cada ráfaga, el frío se colaba por mi camiseta, haciéndome encoger de hombros en un intento de mantenerme caliente.
Kirishima notó mi temblor casi de inmediato. Se detuvo y me miró con preocupación.
Midoriya, ¿tienes frío? - Preguntó, acercándose más a mí.
Sonreí un poco, tratando de restarle importancia. - Un poco, pero estoy bien. Aun es temprano para volver y no quiero arruinar la salida.
Él negó con la cabeza, quitándose su chaqueta con rapidez. - No digas tonterías. Aquí, ponte esto. - Dijo, extendiéndome la chaqueta negra con detalles rojos que había admirado más temprano.
No, Kirishima, no puedo aceptar eso. Tú también podrías tener frío. - Protesté, aunque la idea de ponerme su chaqueta me llenaba de calidez por dentro.
Insisto, Midoriya. - Dijo, envolviéndome en la chaqueta antes de que pudiera negarme de nuevo. - Además, considéralo un pequeño agradecimiento por la figura y por pasar un rato increíble juntos.
El calor de la chaqueta me envolvió inmediatamente, y el aroma a madera y especias, una mezcla tan característica de Kirishima, me reconfortó. Me ruboricé, sintiendo el contacto del tejido que aún mantenía el calor de su cuerpo.
Gracias, Kirishima. - Murmuré, poniendo la chaqueta, quedándome un poco grande.
Te queda bien. - Dijo con un tono coqueto y una sonrisa traviesa. - Creo que deberías quedártela. Se ve mejor en ti.
Lo miré sorprendido. —¿En serio?.
Kirishima asintió con firmeza. - Sí, en serio. Quiero que la tengas. Así siempre tendrás algo para recordarme y esta noche.
Sonreí, sintiendo una mezcla de timidez y felicidad. - Entonces, la aceptaré, gracias.
De nada, Midoriya. - Respondió con voz suave. - Te lo mereces.
Seguimos caminando, ahora más cerca el uno del otro. La noche comenzaba a caer, y las luces del parque creaban un ambiente mágico a nuestro alrededor. Sentí una conexión especial con Kirishima, una sensación de intimidad que nunca había experimentado antes.
Nos detuvimos junto a un lago pequeño, donde las luces reflejaban un resplandor suave en el agua. Kirishima se volvió hacia mí, con una expresión cariñosa.
Midoriya, esta noche ha sido increíble. - Dijo, mientras sus ojos brillaban a la luz de las farolas. - Quiero que sepas lo mucho que significas para mí. No solo como amigo, sino como alguien muy especial.
Sentí que mi corazón se aceleraba, pero en lugar de nerviosismo, lo que sentí fue una cálida serenidad.
Kirishima, tú también eres muy especial para mí. - Respondí, mirándolo directamente a los ojos.
Una sonrisa amplia se formó en sus labios, y sentí que la distancia entre nosotros se acortaba aún más.
Midoriya... - Murmuró, acercándose un poco más a mi oído. - Me alegra escuchar eso. Realmente lo hace.
Nos quedamos allí, cerca del lago, el viento frío ya no era tan importante. Lo único que importaba era la calidez que sentíamos el uno por el otro y la promesa de lo que podría venir.
Después de un rato más de conversación, decidimos que era hora de volver a los dormitorios. Caminamos lado a lado, de la misma manera en que habíamos salido. Tomados del brazo.
Cuando llegamos a la residencia, nos detuvimos afuera de mi habitación, sabiendo que era el momento de despedirnos.
Midoriya, gracias de nuevo por todo. Esta noche ha sido increíble. - Dijo, abrazando la caja.
Para mí también lo ha sido, Kirishima. - Respondí, sintiendo una oleada de afecto por él.
En un impulso, me acerqué y le di un beso en la mejilla. Sentí el calor subir a mis mejillas, pero no me arrepentí. Quería que supiera lo mucho que significaba para mí.
Kirishima se quedó inmóvil por un momento, sorprendido, y luego sonrió, sus ojos brillando con una mezcla de alegría y emoción.
Buenas noches, Kirishima. - Dije suavemente, dando un paso atrás, abriendo mi puerta y girándome rápidamente para entrar.
Buenas noches, Midoriya. - Respondió, antes de que cerrara la puerta con vergüenza.
Me quité los zapatos y me dejé caer en la cama, aún con la chaqueta de Kirishima puesta. El aroma reconfortante y el calor de la prenda me hicieron sentir seguro y querido.
Mientras cerraba los ojos, no pude evitar sonreír. Sabía que había algo especial entre nosotros, y no podía esperar para ver a dónde nos llevaría. Con esos pensamientos, me quedé dormido, soñando con un futuro lleno de posibilidades junto a Kirishima.