By Tom. (Flashback)
- ¡Gol! - Vitoreamos los chicos y yo.
Estábamos viendo el partido de fútbol de nuestro equipo favorito, el cual afortunadamente estaba ganando.
*Llamada entrante*
- Contesta Tom. - Dijo Bill al verme embobado en la tele.
- A sí. - Reaccione y tome el teléfono, era Atenea.
- ¿Qué pasa Atenea? -
- Se lo llevaron... - Atenea parecía estar llorando.
- ¿Qué? ¿A quién? - Dije confundido.
- A Damián... - Sollozo.
- ¿¡Qué?! - Ahora si estaba alterado.
Atenea no dijo nada, pero su quejido me hizo pensar que tal vez estaba herida.
- ¿Estas herida? - Tenía que sacarme de dudas.
- Si... - Volvió a quejarse.
- Bien, vamos para allá. - Dije.
- Apurense Tom, la pierna se me está durmiendo. - Dijo Atenea.
No conteste y de inmediato colgué la llamada.
- George, acompañame. - Dije.
- ¿Qué? ¿A dónde? - George fruncido el seño aún viendo el partido.
- Atenea está herida. - Hable.
- ¿Qué le pasó? - Pregunto Emma.
- No hay tiempo, que te explique ella después. - Dije sin si quiera darle una mirada.
- Vamos George. - Ordene.
George no dijo más, se levantó de el sofá y salimos directamente por la puerta, Atenea se había llevado mi auto, así que no había de otra más que llevarse la camioneta de Bill. Agarre las llaves y arranque la camioneta.
Llegamos a el supermercado, Atenea estaba adentro de el auto agarrándose la pierna, y a su lado estaba una señora de unos 45 años aproximadamente diciéndole algo.
- ¿Te secuestró? - Pregunto la señora asustada.
Técnicamente si, la había secuestrado pero realmente ahora no estaba muy secuestrada, tenía más libertad ahora y por ende podía escapar en cualquier momento, pero nunca lo hacía.
- No haga preguntas señora o morirá. - Dije amenazante.
- Ahora muevase. - La empuje y está de inmediato cayó al suelo.
- Deja a la muchacha o llamaré a la policía. - La señora me amenazó.
- Será mejor que cierre la boca o le vuelo la cabeza. - Dije sacando la pistola.
La señora estaba muerta de miedo, esperando el momento en el que hablara el gatillo, pero no lo hice, ahora era más importante Atenea.
- Irás con George ¿De acuerdo? -
Atenea asintió.
(...)
- Rafaelo, necesito las grabaciones de las cámaras de seguridad de el supermercado. - llame a Rafaelo por que tenía buenos contactos con el Gobierno y sabía que el podía ayudarme.
- Claro Tom, pero sabes cuanto es el costo. -
- Si, lo sé, para mañana tienes 2 kilos de coca. -
- Perfecto, en 10 las tienes en tu teléfono.- y colgó.
Literalmente después de 10 minutos ya tenía toda la grabación en mi teléfono. Comenze a verla y vi a Atenea saliendo de el supermercado con Damián de la mano, camino directamente a un taxi, de el que bajo una mujer rubia, alta, curvilinea... Theresia...
- ¡Qué mierda! - Golpee la mesa con fuerza.
Pero enseguida una camioneta blanca y blindada se detuvo frente a el taxi y tomo a Theresia y a Damián a la fuerza, en ese momento todo fue confuso, tal vez sería un plan de Theresia para llevarse a Damián si generar sospechas, pero después me di cuenta de que no era así, la camioneta tenía un logo de la JPJ (Nombres de los tres jefes de una de las mafias más reconocidas en Alemania; Jonás, Paul y John.)
- Estos malditos. - Maldije.
Salí de la oficina y Voltee a ver a Bill, que estaba besándose con Emma en el sillón, literalmente casi se la estaba cogiendo.
- Bill, por que George no ha llegado. - Pregunté.
- No lo sé hermano. - Dijo sin mirarme.
Llame a George, pero el teléfono me mandaba a buzón, algo andaba mal...
By Atenea.
Los vidrios de el auto estaban completamente empañados por las respiraciones, y el calor abundaba dentro de el auto, pero realmente me sentía en el cielo.
George estaba encima mío besando mi cuello y agarrando con sus manos cualquier parte de mi cuerpo, tenía acceso, ya me tenía en ropa interior...
- Dios Atenea, eres tan hermosa. - Jadeo en mi oreja.
*Llamada entrante*
George no se molestó en contestar el teléfono, mientras este vibraba.
Sus besos húmedos bajaban lenta y satisfactoriamente por mi cuerpo, deteniendose en mi abdomen.
*Llamada entrante*
George seguía sin responder, pero algo me hizo reaccionar.
- George... contesta... - Jadee.
George gruño y miro el teléfono.
- Carajo... - George se puso palido.
- ¿Es Tom? -
- Si... - George dijo en pánico. Ahora estabamos en serios, muy serios problemas.
- Vámonos vámonos. - Dijo George tomando su ropa y bajando de el auto para vestirse.
- Si se entera Tom... - No termine por que al instante George me interrumpió.
- Cállate, el no va a enterarse. - Dijo.
- ¿Como estás tan seguro de eso? -
- Por que jamás se enteró de lo mío con Theresia, y está vez no será diferente, amenos que tu le digas, pero supongo que no será así ¿Cierto? - Añadió.
Baje de el auto junto a él con mi ropa en mano, no tarde en comenzar a ponerme las prendas.
- Tenemos que irnos, diremos que fuimos por un helado. - Dijo George.
Yo sólo Asenti.
By Theresia.
Tenía la cara cubierta, no podía ver nada, el lugar olía a humedad, estaba atada de pies y manos con cadenas...
- ¡Mami! - Grito Damián de lejos.
- Damián cariño, ¿Dónde estás? - Dije alterada.
La única respuesta que obtuve fueron sollozos de mi hijo, los cuales se escuchaban considerablemente lejos.
- Lo creas o no están en la misma habitación. - Una voz grave se dejó por por la habitación.
- ¡Dejanos ir! - Le grite.
- Jajaja, como si fuera tan fácil. - Dijo irónica la voz.
- ¡Mami! - Damián grito de nuevo.
- Ya déjate de idioteces Paul. - Dije.
Paul se rió, y me soltó junto con Damián.
- Gracias. - Me sacudi.
- Era para no levantar sospechas. - Añadió.
- Claro... - Rodee los ojos.
- ¡Mami! ¡Mami! - Damián grito emocionado.
- Cielo, te extrañe mucho. - Me agache a su altura y lo abraze con fuerza.
- Mami mi papá es muy malo conmigo... - Damián sollozo en mi cuello.
- ¿Qué fue lo que te hizo? - Lo tome de las mejillas y lo mire con preocupación.
- Me pego y me dejó con el tio Gustav. - Lloro más fuerte.
- Con... quien... - Dije preocupada.
- Con el tio Gustav. - Lloro.
- ¿El te hizo algo? - Pregunté.
Damián asintió apenado y asustado, sólo veía como las lágrimas caían al piso, otras escurria hasta su barbilla.
- Mi niño... Como lo siento... - Lo abraze con fuerza.
- Pero ahora está muerto... - Sollozo Damián.
- ¿Qué? - Dije confundida.
Damián asintió.
Entonces Gustav estaba muerto, eso me daba felicidad, por que no sólo me había tocado a mi, el merecía morir, al igual que Tom y Bill, ellos merecían morir, por que son unos malditos enfermos.
- No te preocupes cariño, nadie volverá a hacerte daño. - Lo abraze de nuevo.
- Te extrañe mucho mami. - Damián me miró, sus ojitos reflejaban dolor, mucho dolor.
- Bien y que vamos a hacer Theresia. - Dijo Paul.
- Quiero que termines con ellos. - Dije.
- ¿Con todos? - Pregunto.
- No, quiero que dejes a George con vida. - Ordene.
- De acuerdo. - Paul salió de la habitación haciendo señas de que lo siguieramos.
- Este es el plan... - Dijo Paul.
Básicamente nos dio a entender que Tom no tardaría en venir a buscar a Damián, y que ese sería el momento perfecto para poder asesinarlo, ¿Quién lo iba a asesinar? Yo, yo iba a hacerlo pagar por cada maldita vez que me golpeó, cada vez que me violó, y por casi matar a mi hijo, también voy a añadir el que haya dejado con Gustav a mi hijo, por maltratarlo, lo iba a hacer pagar.
By Tom.
Apenas llegó George no hice preguntas ni dije nada, antes tenía que recuperar a Damián, después de ello me arreglaria con Atenea y George.
- Vámonos. - Ordene.
Los 3 chicos salimos de la casa, subimos a la camioneta blindada de Bill, arranque y no tardamos mucho en llegar al lugar.
- Hay de dos, o la tienen secuestrada o fue un plan para no levantar sospechas. - Dije.
- Mantengase alerta. - Sugerí.
Bajamos de la camioneta y llegamos a un lugar muy abandonado al parecer, era como un almacén.
- Debería haber mucha seguridad, busquen puntos ciegos, localicen cámaras de seguridad, entren como puedan y disparen a lo que se mueva. - Ordene.
Entre y lo primero que encontré fue un muchacho de seguridad, enseguida me escondi, por suerte no me vio y cuando menos se lo espero, una bala atravesó su cráneo, dejándolo muerto al instante.
Atrás de el había otro, que murió de la misma manera, seguí avanzando y entre en el lugar, por fuera era una mierda, pero por dentro se veía asegurado.
- Miren quien está aqui, Tom Kaulitz. - La voz de una mujer se dejó oir.
- Theresia, que gusto verte. -
- Arrodillate, estas muerto. -
- Yo no creería eso. - Dije irónico.
- Déjate de tonterías Theresia, baja el arma. -