El autobús saltaba de vez en cuando por los baches y las piedras de la terracería del camino provocando que los pasajeros brincotearan de sus asientos y algunos se les cayera encima las papas fritas y las bebidas embotelladas que consumían.
— Fantástico. Moje mi nueva playera de Oozma Kappa — se quejó Squishy mirando hacia la mancha rojiza húmeda que pintaba transgresoramente su playera blanca que ostentaba unas siglas amarillas diciendo "OK Let's go!", justo a la altura de su estómago.
— Eso te pasa porque te lo tomaste deprisa — recriminó Terry.
— No lo molestes, solo tenía sed — alegó Terri.
— Tu siempre defiéndelo, como me caes mal — protestó Terry.
— Muchachos, requiero su atención por favor — Don Carlton se paró justo en el medio de las dos hileras de asientos del frente que se encontraban vacíos. Todas las miradas de los miembros de OK se fijaron en él dejando de hacer lo que estaban haciendo. — Hoy comienza la semana del Campamento de Fraternidades y Sororidades de Monsters University. Reconozco que se nos adelanto de improvisto y ya no pudimos realizar la prueba de iniciación a nuestros dos integrantes nuevos como siempre solemos hacerlo ya que debido que también se nos atravesó el fin de semana se tuvo que truncar, sin embargo, esto se realizara mientras estemos en el campamento — miró a Mike y a Sullivan que estaban sentados en el mismo asiento de dos ocupantes. — No se preocupen muchachos, ustedes serán miembros oficiales de Oozma Kappa — profesó con ingente optimismo alzando un pulgar hacia arriba y guiñándoles un ojo.
Al contrario, Mike y Sullivan se observaron mutuamente como intentando decirse "la verdad no nos importa".
— Por cierto, muchachos, una disculpa por el accidentado camino que estamos cruzando y tal vez hubiéramos podido tomar la autopista, pero debido a los bajos recursos económicos con los que dispone nuestra fraternidad no podemos darnos el lujo de derrochar los gastos en las casetas y hay que tomar alternativas. Ya me entenderán cuando sean adultos independientes... y ojalá que a ustedes no les ocurra — adujo de manera entre seria y alegre.
— Viejo, yo no tengo ningún asunto con este tema. Por mí me ayuda a dormir — profirió Art recostándose en todo el cojín del asiento largo del fondo del autobús y colocando sus brazos hacia detrás de su nuca haciendo una especie de almohada con sus manos para después cerrar sus ojos y enseguida comenzar a roncar.
— En una hora mas o menos llegaremos así que me parece bien si pueden echarse una pestañita como Art — convido Don Carlton con una amplia sonrisa y después se sentó en el asiento izquierdo justo detrás del chofer.
Los demás chicos monstruos que estaban sentados dispersos por todo el autobús continuaron con lo suyo: Art ya se había quedado profundamente dormido, Squishy abrió una bolsa de papas fritas y otra de cacahuates japoneses para comer con tanto deleite mientras observaba el paisaje por la ventana de su asiento, Terri y Terry estaban sentados en los dos asientos del medio, uno en la hilera izquierda y otro en la hilera de la derecha jugando un videojuego en su Nintendo Switch y leyendo un cómic de Spiderman respectivamente, mientras que Sullivan no podía dejar de mirar con curiosidad a Mike como se empeñaba a ver y escribir en su celular.
— Me imaginó que Randall también participara en el campamento, ¿no es así? — inquirió Sullivan colocando su garra-mano en su barbilla.
— Si. Lo veré allá aunque él no lo sabe aún— repuso Mike soltando una risita traviesa mientras apagaba su celular para ver a Sullivan que no pudo evitar sentir una gavilla de celos en su interior.
Sullivan decidió mejor cerrar los ojos y tratar de no pensar en las sensaciones que le venían de repente. Sin planearlo, también se había quedado dormido que no se dio cuenta cuando el autobús se detuvo por completo.
— Sulley, hemos llegado. Despierta grandulón.
Poco a poco, Sullivan abrió los ojos y lo primero que observó fue a Mike que lo zarandeaba de su brazo derecho. La imagen fue extrañamente tierna que sus mejillas se tiñeron de un rubor carmesí.
— Y ahora que te ocurre, ¿tienes calor? — interrogo Mike colocando un mohín de extrañeza ante la reacción de su compañero peludo.
— Muchachos, hemos llegado — avisó Don Carlton parándose enfrente de los asientos con sus pocos pasajeros. — Podemos bajar.
Por suerte, el presidente de OK había salvado involuntariamente a Sullivan de tener que verse en una situación embarazosa con Mike y lo agradeció internamente.
Todos los integrantes de OK dispusieron a apearse del autobús con sus pertenencias necesarias para quedarse por una semana. En cuanto Mike bajo el ultimo escalón, divisó a unos metros de su lugar a Randall que también iba bajando de las escaleras de su autobús color vino donde el nombre de su fraternidad Roar Omega Roar en letras mayúsculas y doradas decoraban en toda la lateral del gigante y elegante vehículo a comparación del suyo. La emoción lo embargo automáticamente que provoco que se precipitara a correr para alcanzarlo y saludarlo.
— ¡Randy! — vocifero Mike alzando una mano y sacudiéndolo de un lado a otro para llamar su atención. — Me da mucho gusto que vinieras también — dijo ya estando enfrente de su amigo.
— ¿Mike? Se me hace curioso verte por aquí — dijo Randall con los ojos citrones llenos de asombro.
— Bueno, quise que fuera una sorpresa — Mike le guiño un ojo con bastante ímpetu. — Ahora pertenezco a una fraternidad — señalo a sus compañeros que iban cargando a Art que aún se encontraba totalmente dormido, a excepción de Sullivan que solo se les quedaba mirando ligeramente divertido. — Se llama Oozma Kappa — mencionó con pocos ánimos que iban desvaneciendo.
— Felicidades Mike — sonrió Randall sintiéndose feliz por su amigo y de repente se fijo en el chico peludo enorme quitándole esa alegría. — ¿Sullivan también es miembro de tu fraternidad?
— Si — contestó Mike simplemente. — El profesor Frank MacCay nos colocó a los dos con el objetivo de apoyar a Oozma Kappa y rescatarlo de su mala racha. Es parte del castigo que le debemos.
— Comprendo.
Randall había puesto una faz seria que Mike no pudo descifrar bien que significaba.
— Mike, yo...
— Randy, es hora de irnos a nuestra cabaña.
El presidente de ROR se había acercado a ellos irrumpiendo a Randall y este lo abrazo por la cintura atrayéndolo hacia su pecho amplio. Inmediatamente, Mike colocó una cara de desconcierto y notó como el monstruo cuernudo le lanzaba una mirada entornada de suficiencia y severidad.
— Johnny, ¿me puedes dar unos minutos? — Randall alzó la mirada a su superior con un deje de vergüenza. Ahorita te alcanzó.
— Esta bien. No tardes.
Por fortuna, Johnny libero a Randall de su abrazo asfixiante sino antes darle una acaricia con sus dedos de su garra-mano derecha en la mejilla que el chico lagarto trato de no respingar y mantener la compostura a pesar de que se sintiera incomodo. En cambio, Mike se encontraba más descolocado aún por lo que estaba presenciando en todo su panorama. Una vez que el presidente de ROR se alejo de ellos, Randall aprovechó para acercarse a su amigo a una distancia apropiada para que él lo pudiera escuchar mientras le hablaba en voz baja dándose cuenta que su superior volteaba hacia él como si lo estuviera cuidando desde la vista.
— Mike, solo te pido...te ruego — Randall se corrigió a si mismo observando fijamente hacia Mike y conteniendo las ganas de agachar su vista al suelo por vergüenza. — Te ruego que solo confíes en mí. Pase lo que pase, confía en mí que yo te juro que te voy a ayudar y siempre voy a estar contigo.
Cuando Randall advirtió por el rabillo de su ojo derecho que Johnny se mostraba impaciente cruzando sus brazos y jugando con la punta de su pie de arriba hacia abajo además que nunca despegaba sus intensos ocelos grises de ellos en una mueca rígida, mejor decidió finalizar de una vez su declaración. Dedico una última mirada lastimosa a su amigo para después inclinarse brevemente hacia él en son de disculpa y dio marcha atrás a paso apremiante prometiéndose a si mismo no voltear para no arrepentirse de lo que había hecho.
Mike aun estaba perplejo y ofuscado por todo lo ocurrido. En una reacción inconsciente para escapar de su situación, corrió de su lugar.
Sullivan que había presenciado el encuentro entre Mike y Randall a la distancia, enseguida reparo en la huida del pequeño chico monstruo que se adentro en los arboles que se emplazaban a la periferia del bosque. En un empuje de valentía, decidió correr tras él e internándose también en el bosque. No fue bastante el tiempo que lo pudo alcanzar ya que el de menor estatura estaba desparramado en el suelo con la cara oculta en la tierra. Al parecer había tropezado con la raíz gruesa de un árbol ubicado a lado de él.
— ¿Mike?
Sullivan llamó, pero su compañero no dio respuesta así que decidió acercársele y agacharse para ayudarlo a levantar. En ese momento, sintió como Mike se le abalanzó a sus brazos y recostó su cara en su fuerte pecho y comenzó a desbordarse en lagrimas infundadas de mucho dolor.
— Hoy me iba a declarar a Randy pero él... él... — la voz de Mike se escuchaba quebrantada y le costaba pronunciar las palabras. — Randy me dejó.
Notas de la autora: Este capitulo quizá resulto corto y con un final tajante debido a la poca disposición de tiempo de esta semana por cuestiones de mi trabajo pero no quería dejar de actualizar por una semana completa como luego me he atrevido hacerlo ^^U
Muchas gracias por leer y dejar sus comentarios. Kissesitos ^3^ ^3^