Luz de Lujuria.

By EzeeCanete2

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2. ¿Quien iba a pensar que la unión de un demonio y una humana causara esto? ¿Quién habría pensado que la luj... More

Prólogo y Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26 - Final de temporada.

Capítulo 16.

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By EzeeCanete2

[Barrios bajos de Kuoh – Unos días después]

Saji miró con los ojos abiertos un grupo de mujeres mover las caderas y su trasero a pocos metros de el. Todas semidesnudas, solo con unas tangas puestas.

Naruto, que estaba sentado a su lado, tomó un trago de su cerveza, antes de sonreír divertido.

Un burdel es la segunda casa de un hombre, dicen.

Estaban en un burdel, mejor dicho un Club de Striptease y un burdel juntos… Ambos uno al lado del otro, casi fusionados.

“Eh… No entiendo porque me trajiste aquí, Naruto…”

El mencionado sonrió, viendo a la bailarina frente a el pasar y guiñarle un ojo.

“Dime, Saji… ¿Has pensado en como se vería Sona desnuda?”

La mente del rubio se apagó. Abrió su boca para hablar, pero no salió nada.

“Yo en verdad lo he pensado, sabes. Una mujer tan estricta, sería, firme… Debe tener algún secreto perverso oculto, ¿No?”

La risa diabólica de Naruto no fue notada por Saji, que parecía en un transe mientras oía las palabras de Naruto.

“He oído que su hermana, la Maou Leviathan, es toda una siscon… Imagínate eso, dos mujeres sexys frente a ti, dispuestas a entregar su cuerpo, mente y alma solo a ti… Dispuestas a hacer los actos más pervertidos del universo~”.

Saji lo pensó. Realmente lo pensó.

‘¿Esto es lo que llaman El Susurro del Diablo?’

Koneko, que estaba oculta por un manto oscuro que camuflaba su presencia, miró a Naruto y Saji sin emoción.

Había acompañado a Naruto, pero no pensó que este fuera su plan.

Esperaba que lo golpee, le ofrezca algo… No esto.

“Conozco dos mujeres que están enamoradas de ti, sabes. Las dos son hermosas, y podría ayudarte con ellas y tu Sacred Gear”.

“¿E-En serio?”

Saji miró a Naruto con incredulidad.

Naruto solo sonrió, dándole confianza y seguridad al rubio de ojos grises.

Koneko mantuvo su rostro estoico.

“Por supuesto. Las mujeres me llaman “Maestro del Sexo y el Amor”. También he entrenado a Koneko y Yuuto, y ahora son más fuertes que muchos demonios de Clase Alta”.

Naruto sonrió notando algo.

Un brillo codicioso.

“¿Qué tengo que hacer?”

Koneko miró con un rostro en blanco a Saji, que tenía una expresión sería y determinada.

……

[Calles de Kuoh – Unos minutos después]

Naruto, Saji y Koneko, y sin estar cubierta el manto, caminaron por las calles de la ciudad, buscando a las dos chicas con túnicas blancas.

“Por favor, bendice a los corderos perdidos”.

“¡Por favor, caridad a nosotras en nombre del Padre en el Cielo!”

Las encontraron fácilmente, y pidiendo limosna.

La gente que pasaba les daba miradas extrañas.

Naruto sonrió divertido. Koneko se mantuvo en silencio, y Saji estaba sumido en sus pensamientos.

“¿Cómo puede ser esto? ¿Esta es la realidad de los países desarrollados como Japón? Es por eso que no me gustan los países que no tienen el olor de nuestras creencias”.

“No digas eso, Xenovia. Hemos perdido todo el dinero que teníamos. Así que tenemos que depender de la caridad de los herejes o de lo contrario no podremos conseguir comida, ¿sabes? ¡Aaah, ni siquiera podemos comprar un solo pedazo de pan!”

Xenovia le dio una mala mirada.

“Hm. Todo fue porque tú compraste esa pintura falsa”.

Xenovia señaló una pintura de un santo muy mal pintado. Irina la miró ofendida.

“¿Qué estás diciendo? ¡Esta pintura tiene el dibujo de alguien que se parece a un santo! ¡Eso es lo que dijo la persona en la exposición!”

“Entonces, ¿Tú sabes quién es la persona del dibujo? Desde luego, no lo sabes”.

La persona en la foto sin duda parecía un extranjero y llevaba ropa de pobre y tenía algo en la cabeza. También había un ángel bebé en el fondo flotando en el aire con una trompeta.

“Creo que es... ¿San Pedro?”

“¡San Pedro no se vería así!”

Xenovia gruñó molesta, e Irina estaba muy convencida.

La situación estaba divirtiendo a Naruto.

“¡No, él debe ser parecido a este! ¡Estoy segura de ello!”

Xenovia suspiró y gruñó.

“¿Por qué mi compañera tiene que ser alguien como tú? Dios, ¿Es esto también una prueba?”

“Ey, no inclines la cabeza. ¿De verdad te deprimes cuando estás muy debajo?, ¿verdad?”

Xenovia se afirmó y miró a Irina totalmente molesta.

“¡Cállate! ¡Es por eso que los protestantes son llamados herejes! ¡Ustedes tienen diferentes creencias que nosotros los católicos! ¡Muestra más respeto a los santos!”

Irina abrió la boca totalmente ofendida.

“¡Cómo! ¡¿Qué pasa, no son los católicos los que aún se rigen por la antigua ley?!”

Sus frentes se pegaron.

“¿Qué has dicho, hereje?”

“¿Qué has dicho, hereje?”

Las dos comenzaron a discutir golpeando sus cabezas la una contra la otra.

El estómago de ambas rugió, lo que las hizo caer al suelo.

Naruto suspiró y empezó a acercarse. Saji y Koneko caminaron detrás de el, deteniéndose frente a ambas exorcistas.

La sonrisa en el rostro de Naruto era “amable”, incluso cuando esos ojos hambrientos lo veían.

“Oh, es una sorpresa encontrarlas por aquí, chicas. Estábamos por ir a comer, así que me gustaría invitarlas a ambas”.

“Bien”.

Ambas hablaron al unísono.

……

“Incluso si vendimos nuestra alma al diablo, esta comida está deliciosa”.

“Es parte de nuestra misión”.

Naruto, Koneko y Saji vieron a las dos mujeres comer, ahora estando en un restaurante familiar.

Koneko mordió una hamburguesa en sus manos, asintiendo en silencio hacía Naruto, que le acarició la mejilla con su mano.

Saji comió su hamburguesa lentamente, alejándose de la mano de Naruto que buscó acariciarle la mejilla con una sonrisa divertida.

“Viendo la expresión satisfecha en sus rostros, voy a ir directo al grano. Queremos ayudarlas a destruir las Excalibur”.

Irina y Xenovia casi se ahogan con su comida, pero tosieron solo un poco, tapándose la boca, antes de recomponerse y ver a Naruto sonreír.

Ambas se vieron fijamente por unos segundos.

“Les dejamos una espada, pero asegúrense que sus identidades no sean reveladas”.

Irina asintió, aunque parecía resignada. Miró a Naruto fijamente, que le devolvió la mirada con tranquilidad.

“Me derrotaste, y salvaste a Xenovia al último segundo. Aunque seas un demonio… Medio demonio”.

Irina se corrigió cuando vio la ceja alzada de Naruto, aunque no fuera por eso.

“¿Qué haces aquí, Kiba?”

Irina y Xenovia se giraron levemente, viendo a Yuuto venir hacía ellos con una mirada fría, nada característico de el.

“Quería hablar contigo, pero supongo que hay compañía”.

Yuuto se quedó de pie, viendo hacía Naruto, ignorando a las dos exorcistas que lo veían con seriedad.

Naruto le devolvió la mirada a Kiba y habló.

“Mira, vamos a destruir las Excalibur. En verdad iba a actuar sin el permiso de estas dos, ya que iban a tener que acceder en el momento que estén listas para ser vendidas por Kokabiel como prostitutas”.

Yuuto miró con leve sorpresa a Naruto, notando la sonrisa de este.

Xenovia e Irina vieron a Naruto con sorpresa y ofensa, peor aún cuando las ignoró.

“No puedo decir que entiendo tu odio hacía el Proyecto Espada Sagrada, la iglesia y las Excalibur, porque cada uno afronta sus problemas de distintas formas. Pero, y lastimosamente para todo el mundo, no todos los problemas se pueden afrontar solos”.

Kiba bajó la cabeza, sintiéndose regañado totalmente, incluso si el tono de Naruto era tranquilo y sereno.

“He oído que gracias a ese proyecto una investigación mostró resultados después de tiempo, pero en verdad no justifica que tantas vidas inocentes se pierdan. Era un proyecto destinado al fracaso, y fracasó”.

“La investigación era sobre los usuarios de Espadas Sagradas. Buscan personas como Irina y yo para sincronizarse con las mismas”.

Yuuto miró a Xenovia por eso último, que volvió a hablar.

“Este incidente también se convirtió en uno de los peores casos en nuestro entorno y la gente se sintió disgustada al respecto. La persona a cargo de ese proyecto en ese momento se dice que tienen un problema con sus creencias. Así que fue acusado de herejía. Ahora es de esas personas en el lado ángeles caídos”.

Kiba entrecerró los ojos levemente, al igual que Naruto y Koneko.

“¿Del lado de los ángeles caídos? ¿Cuál es el nombre de esa persona? “

“Valper Galilei. El hombre que se llama el “Arzobispo Genocida”.

Los ojos de Kiba tenía el color de una nueva determinación. El hecho de saber quién era su blanco fue un gran paso para él.

“Entonces parece que tengo que compartir información también. El otro día fui atacado por una persona que tenía una Excalibur. En ese momento, él mató a un sacerdote. El que fue asesinado era probablemente de su organización”.

Yuuto guardó silencio unos segundos.

“Freed Sellzen. Ese es su nombre”.

Xenovia e Irina pusieron rostros totalmente serios.

“Así que el… El ex exorcista del Vaticano. El genio que se convirtió en un exorcista a la edad de 13 años. Tenía un montón de grandes logros por su continua eliminación de demonios y bestias místicas”.

“Pero se le fue de las manos. Incluso mató a sus aliados. Freed no tenía ninguna creencia hacia nuestro Dios desde el principio. Lo único que tenía era el instinto y la intención de matar a los monstruos. Y una obsesión anormal por las batallas. Era cuestión de tiempo que fuera acusado de herejía”.

Xenovia tenía una mirada de odio por eso.

……

Unos minutos después, ambas dejaron su número a Naruto, que también dejó el suyo a ambas.

Era el líder de ese pequeño grupo, después de todo.

Agradecieron por la comida y se fueron a quién sabe donde, dejando a Naruto y el grupo solos, con la mesera trayendo una pizza familiar y una hamburguesa doble para Naruto.

Yuuto pidió una hamburguesa para el, y cuando la mesera se fue, el rubio miró a Naruto, que comía la pizza tranquilamente.

“¿Por qué hacer esto, Naruto?”

La voz de Yuuto salió baja, peor tanto el pelinegro como Saji y Koneko lo oyeron.

“Eres mi alumno y mi amigo, rubio estúpido. Además, causarías más problemas de los que hay, no solo a Rías y a mí, sino a todos. Piensa en la tristeza que generaría que te metas en un lío de tal calibre”.

Yuuto no parecía convencido del todo.

“Yuuto-senpai… Me sentiría sola si senpai desaparece”.

Koneko puso una cara triste.

“Yo te ayudaré… Por eso, por favor, no te vayas”.

Las palabras de Koneko fueron acompañadas por una mirada triste, como un gato mojado bajo la lluvia.

Naruto miró con un rostro divertido como Yuuto parecía preocupado, antes de sonreír.

“Me doy por vencido… No creí que la cara del Gato con Botas funcionaría en mi”.

Koneko sonrió, antes de moverse nuevamente y sentarse sobre el regazo de Naruto.

Saji no dijo nada por eso, solo vió curioso.

“Disculpa, Kiba, pero no entiendo que relación hay entre ti y la Excalibur…”

Naruto puso un rostro en blanco, antes de sonreír al notar la expresión de Yuuto.

“Cierto… Hablemos un poco”.

El proyecto que la Iglesia Católica planeó en secreto.

Proyecto Espada Sagrada.

La prueba para hacer que un montón de personas puedan utilizar espadas sagradas se llevaba a cabo en un determinado instituto. Había niños y niñas que tenían talento en el uso de espadas y poseedores de Sacred Gear. Día tras día, se les sometía a través de experimentos inhumanos.

Estaban siendo experimentados y tenían su libertad arrebatada. Ellos no fueron tratados como seres humanos y se ignoraron sus vidas. Pero tenían un sueño. Para sobrevivir tenían su esperanza.

Se vieron obligados a creer que fueron amados por Dios, y ellos estaban a la espera de que “ese día” estaba por venir. Ellos creían que iban a convertirse en seres especiales.

Creían que podrían convertirse en personas que podían usar espadas sagradas. Pero el resultado fue el descarte.

Kiba y sus compañeros no podían usar las espadas sagradas.

“Todo el mundo murió. Fueron asesinados. Asesinados por los que sirven a Dios. Nadie nos salvó. El hecho de que no podíamos utilizar las espadas sagradas. Otros niños y niñas fueron sometidos a gas venenoso. Pusieron gas venenoso en nosotros mientras decían “Amén”. Vomitaron sangre y sufrieron en el suelo. Aun así, estábamos buscando la ayuda de Dios”.

Kiba de alguna manera logró escapar del laboratorio, pero el gas venenoso ya le había infectado. Aparte de ciertas personas, los sujetos que tenían capacidades inferiores fueron eliminados antes porque no eran necesarios.

Kiba, quien logró escapar, se topó con Rias, quien fue a visitar Italia, él se estaba muriendo.

Y ahora está aquí.

“Yo quiero vengar el lamento de mis compañeros. No… yo no quiero hacer que sus muertes sean en vano. Tengo que seguir viviendo en su lugar, y tengo que demostrar que soy más fuerte que Excalibur”.

Naruto y Koneko se mantuvieron serios, sin dejar de comer debido a que ya conocían la historia de Kiba.

Saji, sin embargo…

Snif~ Increíble…”

Estaba llorando en voz alta. Había muchas lágrimas cayendo de sus ojos.

Saji tomó la mano de Yuuto y habló.

“¡Debió haber sido horrible! ¡Debió haber sido doloroso! ¡Maldita sea! ¡No hay ningún Dios ni esperanza en este mundo! ¡En este momento siento respeto por ti! ¡Sí, es una historia horrible! ¡Ya entiendo por qué tienes un resentimiento contra las personas de la iglesia y Excalibur!”

La pasión con la que Saji estaba hablando hizo incomodar un poco a Koneko, que se escondió en el pecho de Naruto, que acarició levemente su cabeza.

No ignoró los leves ronroneos de la misma, a comparación de Yuuto y Saji.

“Si te digo la verdad, no me agradabas antes porque eras un chico guapo... ¡Pero ahora es diferente! ¡Tengo más razones para ayudar! ¡Estoy dispuesto a recibir el castigo de Kaichou! ¡Pero antes de eso tenemos que destruir la Excalibur! ¡También voy a trabajar duro! ¡También tienes que vivir! ¡Nunca traiciones a Rias-senpai quien te salvó!”

Yuuto sólo se rió, entre agradecido e incómodo debido al agarre de Saji en su mano y las lágrimas del mismo.

…..

[Hogar de Naruto – Noche]

Naruto estaba sentado en el techo de su casa, viendo el cielo nocturno con serenidad.

Koneko estaba recostada contra el, sentada en su regazo. Tenía sus rasgos Nekomata fuera, ya que estaba en su lugar seguro.

Ninguno dijo nada. El silencio entre ambos era cómodo, soportable.

Naruto miró de reojo a su derecha, sintiendo que algo se acercaba. Más bien, alguien. Levantó su mano izquierda y empezó a acariciar el cabello de Koneko, que cerró los ojos.

Koneko estaba demasiado relajada, sintiendo la mano de Naruto acariciar su cabello.

“Moou~, me ganaste, Shirone-nya~”.

Koneko abrió sus ojos levemente, viendo una pelinegra de ojos avellana acercarse. La misma tiene rasgos Nekomata como ella, pero de color negro.

Kuroka Hellcat miró a su hermana con una sonrisa, antes de mirar a Naruto y hacer un puchero.

“Dejaste el equipo y viniste a seducir a mi hermana cuando me tienes a mi nya~”.

Naruto miró a Kuroka y alzó una ceja, antes de sonreír levemente, con diversión.

Koneko miró con el ceño fruncido a su hermana por ese comentario.

“Koneko es más soportable que tú”.

Kuroka abrió la boca, viendo a su hermana menor reírse de ella. Amplió levemente sus ojos, antes de suspirar y bajar sus orejas.

Se levantó y miró tanto a Naruto como Koneko con desafío y seriedad.

“Entonces, tengamos un trío ahora nya~”.

Koneko se despegó levemente del pecho de Naruto, viendo a la pelinegra con incredulidad.

Naruto guardó silencio en una situación así, por primera vez en su vida, y miró a Koneko, luego a Kuroka, y así sucesivamente.

“Las dejaré hablar de esto…”

Koneko asintió, dándole las gracias por lo bajo mientras se levantaba y dejaba que Naruto baje de un salto del techo.

Ambas hermanas se pararon frente a frente, viéndose con seriedad.

¿Quién puede hablar del amor… Y defenderlo? Levante la mano por favor~~

Kuroka y Koneko ignoraron el canto de Naruto, proveniente del mismo recostado en la cama de su habitación.

Hoy era uno de esos días donde Rías y Akeno se juntaban con Sona y Tsubaki a hablar de ciertas cosas respecto al territorio, y tanto Asía como Afrodita fueron a pasear por la ciudad junto a Aika Kiryuu.

“Supongo… Que quieres saber cuando pasó”.

Kuroka asintió. Ambas se sentaron, con la pelinegra creando una barrera alrededor de ellas para que no la escuchen.

Koneko respiró profundamente, antes de ver a su hermana a los ojos.

“Naru me entrenó a mí y a Yuuto, para el Rating Game contra un combo doble de KFC y su grupo”.

Kuroka asintió con una sonrisa. Era un buen apodo para los Phoenix, sin duda.

Sin embargo, le preocupó profundamente lo del entrenamiento.

¿Por qué?

Porque ella lo pasó.

“En un momento… Conecté con la mente y el alma de el… Pude ver toda su vida, sentir todo lo que el sintió, que sufrió, que gozo… Bueno, me salté algunas partes que te involucran”.

Kuroka se rió tapando su boca con su mano, sonrojándose levemente. Koneko miró con un leve sonrojo a su hermana, que sabía claramente a que se refería.

“Me di cuenta que, a pesar de que cumple su rol como Pecado de la Lujuria, en verdad es muy amable. Ha ayudado a mucha gente, ha tratado con cortesía, respeto y consideración a la gente que lo necesitaba…”

Kuroka sonrió levemente, sin ningún tipo de diversión. Era una sonrisa feliz.

Llena de felicidad por su hermana.

“Escucha atentamente, es paciente y comprensivo en situaciones difíciles… No ha desvalorado a nadie sin razón, como he visto que trataba a gente… En verdad asquerosa”.

Koneko no sintió la necesidad de meter lo que ocurrió con las dos exorcistas, puesto que estaba defendiendo a Asia.

Una sola acción no ocultaba las demás, al menos en este caso.

“Ha ayudado a Akeno con su problema, ayudó a Rías-buchou con el matrimonio, está ayudando a Yuuto-senpai y a Asía, y… Me ayudó a superar mi miedo, sin pedir nada a cambio”.

Nuevamente, Koneko saltó el hecho de que Rías básicamente manipuló la situación para que Naruto los ayude, aunque más allá del entrenamiento fue innecesario, porque no peleó.

Estaba segura que Naruto los habría entrenado, incluso si no hacían eso.

Kuroka notó las mejillas sonrojadas, la sonrisa suave pero verdadera, y el brillo amoroso en sus ojos.

“Mi corazón late con fuerza cuando estoy con el… Su presencia me relaja, y a la vez me hace sentir segura. Siempre sonríe como si todo fuera divertido, y me mira como si fuera especial. Me da mimos y dulces cuando me siento algo triste, me abraza…”

Kuroka guardó silencio, sin quitar su sonrisa al oír a su hermana pequeña hablar del hombre que la conquistó sin querer.

Después de todo, ella también tenía su historia con el pelinegro.

“Incluso me dijo que esperaría que esté lista para eso…Creo que me estoy enamorando de el…”

Kuroka sonrió, tomando los hombros de su hermana menor para verla con suavidad.

Koneko la miró con curiosidad.

“Entonces, ¿Tendremos un trío o no?”

Koneko puso un rostro en blanco, haciendo sonreír torpemente a Kuroka.

“Nee-sama pervertida…”

Kuroka bajó la barrera a su alrededor, levantándose del techo junto a Koneko, con ambas sacudiendo su ropa.

Tal vez~… Mi futuro está en sus manos~… Y si acaso es un pecado, ¿Qué le voy a hacer?~… Ah, cierto que soy uno”.

Ambas hermanas bajaron por una escalera hacía dentro de la casa, que estaba en una habitación vacía. Koneko, una vez ambas bajaron, miró como la escalera subía, y se cerraba en el techo, y no parecía que la misma este ahí.

Kuroka miró eso curiosa, antes de seguir a Koneko hacía una habitación, que abrió y entró, viendo a Naruto estar recostado en su cama con el celular en la mano.

El Asmodeus miró a Koneko subir a la cama, por lo que dejó el celular y se sentó, viendo a la pequeña Nekomata sentarse en su regazo.

Kuroka se sentó en el borde de la cama, viendo como su hermana tragaba un poco de saliva, pero no quitó su mirada determinada de sus ojos, mientras veía fijamente a Naruto, que estaba sereno y curioso.

“Estoy lista…”

Naruto sonrió. Movió suavemente sus manos, subiéndolas por las piernas de Koneko, hasta posarlas en la cintura pequeña de la misma. La peliblanca abrazó el cuello de Naruto cuando el mismo se empezó a acercar, girando levemente su rostro.

Mmhf~

Koneko gimió levemente cuando Naruto profundizo el beso, metiendo su lengua en su boca. Su cuerpo se relajó totalmente, y empezó a suspirar profundamente por la nariz cuando las manos de Naruto recorrieron su espalda cubierta por el uniforme, su cintura, su trasero, su espalda baja, sus muslos, y luego subieron por el mismo camino hasta sus senos.

“No me dejen de lado Nyan~”

Kuroka fue atraída por Naruto hacía el con un brazo, que la rodeó por la cintura cuando rompió el beso con Koneko y la besó a ella, que sin dudar un segundo profundizo el beso, haciéndolo totalmente húmedo y sexual, incluso sonando algunos sonidos similares a chasquidos.

El cuerpo de la pelinegra se sintió flácido, y Koneko notó eso, así como ella sentía su cuerpo totalmente relajado y excitado a la vez.

Kuroka rompió el beso, viendo a Naruto mover un poco a Koneko para poder besarla en el cuello y usar su mano para acariciar sus pequeños senos, y con su otra mano atraerla a Kuroka hacia su lado, acariciando su cuerpo con una mano en sus puntos sensibles.

Manos y dedos ágiles, lengua ágil, todo totalmente ágil…

….

¿Dudas?

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