Por desgracia me perdí el desayuno en la casa de los Wells, habría pagado por ver las reacciones de los señores Wells, en especial la de Missy, debí pedirle a Addison que lo grabara.
Fui a mi casa temprano y e hice una copia de los planos de la construcción con una fotocopiadora que Eliza arreglo para nosotros. Me fui de la casa sin saludar a nadie.
No me di cuenta de que día era hasta que la directora lo anunció en los altoparlantes "Es día de elecciones".
Olvide por completo que se suponía que debía apoyar a mi hermano ese día. Pero el deber con mi manada me llamó.
Mientras buscaba a los lobos me cruce con los Acey's.
- Quiero que sepas, Win - dijo la rubia - que ahora que voy a ser capitana puedes olvidarte de tu uniforme diferente, y de ser parte del equipo en general.
Fruncí el ceño.
- Si mal no recuerdo, y se que no lo hago, Bucky dijo que Addison sería la nueva capitana, y lo dijo en tu cara, así que me pregunto si estas sorda. - dije con poca paciencia porque me estaba retrasando.
- Ella renunció. Dijo que animar no es lo que... ¡lo que desea!
- ¿Quién no quiere animar?
- Solo los raros.
- O sea yo.
- Exacto.
- ¿Me están diciendo que Addison, la que hace piruetas desde que puede caminar, ahora no quiere ser una animadora?
- Llegó con un look rebelde y actúa como una rebelde, igual que tú, siempre fuiste diferente, pero no como los zombies, diferente hasta de lo diferente e igualmente rebelde.
- Como un lobo - susurré.
- ¿Qué? - preguntó la rubia.
- Nada, no cuenten conmigo en los ensayos. - dije mientras me iba.
- Son unas raras, ambas.
- No sabes cuanto.
Ese día decidí dejar de esconderme, dejé de lado mi ropa usualmente soft grunge, y tome la ropa que llevaba al bosque, no solo Addi tendría un cambio de look hoy. Mis jeans rasgados, mi camiseta violeta oscura, mis borcegos, una chaqueta de cuero, mis collares, la piedra lunar y el que compartía con Wyatt, un brazalete tenía el dije del lobo que tenía con Willa, Winter y Wyatt. Me puse después de un tiempo mis aros y argollas, mi favorito uno negro con una estrella que recordaba a la piedra lunar.
Me sentía tan bien, tan libre como solo podía serlo en el bosque.
Al fin llegué a donde estaba reunida la manada. Wyatt estaba tratando de explicar una estrategia para sabotear la demolición. Al verme llegar y analizar mi apariencia sonrió y yo supe que le gustaba verme así, real.
Siguió explicando su plan y cuando finalizó Willa habló.
- Es mi responsabilidad ver por la seguridad de todos. ¡Harán lo que yo diga!
Todos los lobos asintieron, incluyéndome sin poder evitarlo. Hasta Wyatt se encogió un poco después de que ella elevara la voz, después de todo, hermana o no, era su alfa. Wyatt solo bajo la cabeza y asintió.
- Es un buen plan, Willa.
- ¿Cuál plan? - la peliblanca llegó con su nuevo estilo lobuno, si bien no le quedaba mal, tampoco se le veía... natural.
- Buscaremos la piedra lunar. Es secreto no se lo digas a nadie. - contestó Winter simpática. Willa la miró incrédula, Wyatt prácticamente resignado y yo solo sonreí. Winter se dio cuenta de que habló de más y se dio unos golpecitos en la cabeza mientras repetía - ¡Loba tonta! ¡Loba tonta!
La miré con algo de pena preguntándome cuántas veces se había dicho eso a sí misma.
- ¿Van a buscar la piedra lunar ahora? - preguntó Addi.
- La destruirá la detonación. - dijo Wyatt algo agotado. El plan que había estado explicando lo diseñamos anoche, nos quedamos hasta tarde para hacerlo y Willa lo descartó como si nada, a veces podía molestarme eso de ella, pero no podía culparla, no en estas circunstancias.. Ella sentía su puesto amenazado por Addison, ella había cargado con la manada desde hace más de un año y ahora una humana salida de la nada se llevaría todo el crédito, para colmo seguramente la querrían como su alfa. Sin embargo, no me gustaba la forma en la que degradaba a Wyatt, su beta, a quién se supone que debería escuchar. Pero no podía tener esa conversación con ella en ese momento.
- ¡Dejen que me una a ustedes! - pidió Addison. - ¡Estoy lista para ser lobo!
La manada, incluyendo a Winter y Wyatt se veían felices, no me molestó, no después de haber hablado las cosas con Wyatt, simplemente me crucé de brazos a mirar como ocurrían los hechos.
- Si es que eres una. - señaló Willa.
Addison abrió presurosa el cofre que contenía el collar de la gran alfa.
- No está. - dijo mostrándose sorprendida y asustada. Yo lo sentí como un golpe, no era eso lo que creí que ocurriría.
- ¿La perdiste? - preguntó Winter casi dolida. Addison la miró sin saber qué responder.
- ¿Sabes lo valioso que es un collar de piedra lunar? - dijo Willa - Si en verdad quería ser loba, - se dirigió a su manada. - si en verdad fuera la gran alfa... no habría sido tan descuidada. - yo sabía que el tono agresivo en su voz era realmente dolor y culpa porque ella le había entregado el collar.
- No, no sé como es que... - trató de explicarse.
- ¡Aléjate de nuestros asuntos! - finalizó Willa marchándose.
Entonces miré a Wyatt, todo este tiempo estuvo como congelado, decepcionado, culpable.
No podía creer lo que oía y veía. Lo había perdido. El collar destinado a la Gran Alfa. Y yo fui el que sugirió dárselo. Sabía que Willa se sentía culpable, pero la verdadera culpa era mía. Yo creí en esa estúpida leyenda y mi fascinación por ellas me llevó a ser descuidado. Solo desperté de mi trance cuando Win tocó mi hombro y con una mirada suave me guió con el resto de la manada. Dejamos a Addison sola sin mediar palabra.
Me dirigí a la salida casi en piloto automático (termino que aprendí de Win una noche en la que estuvo hablando con esa clase de tecnicismos pues estuvo con Eliza por la tarde). Y entonces Win se detuvo.
- ¿Qué pasa? - pregunté preocupado.
- Hoy son las elecciones.
- ¿Y? - dijo Winter, a la que ya habíamos alcanzado y que se había contagiado del mal humor de Willa.
- Bueno yo... prometí acompañarlo.
- ¿Realmente crees que le importa? - dijo Willa. - Mientras Addison este ahí no te notara, no lo hizo después del golpe de ayer ¿no es así? Los sanadores tuvieron que curarte un corte en tu costado. - ella volteo la mirada cuando la mire sorprendido pues no me lo había comentado, sentí la tensión aparecer en mi cuerpo.
- A mí me importa. Es mi palabra y debo cumplirla. "Un lobo vale lo que vale su palabra". Él alfa nos enseñó eso.
Willa miró hacia otro lado gruñendo.
- Ve. - le dije y ella me miró los ojos, confundida y esperanzada. Sabía que no dejaría a la manada si Willa o yo no lo autorizábamos.
- ¿Wyatt qué haces? - me preguntó mi hermana incrédula.
- Lo correcto. Ve. - Win me abrazó por el cuello, dejó un beso en mi mejilla y salió corriendo hacia el salón.
Willa me miró y sentí que por primera vez en mucho tiempo mi hermana me respetaba otra vez.
- Vamos. - dijo a la manada - ¡Y espero verte allá! - le gritó a Win que seguramente la escuchó con su audición de lobo.
Nosotros nos dirigimos a la antigua Planta de Seabrooke.
Este zombie ha resucitado después de un tiempo, es que con 5 horas diarias de sueño era algo difícil. Perdonen la acualización tardía, el colegio me consume tiempo y años de vida, pero sus comentarios me alegran el día, así que muchas gracias y sigan comentando porque me gusta leerlos.
En fin, estamos llegando al tramo final de esta historia, yo lo sé ustedes lo saben así que en el próximo capitulo Flesh and Bones.
Nos leemos, Rain.