Leves gruñidos de enfado se escuchaban en la sala de su hogar. JeongHan salía de la cocina con galletas recién horneadas mientras se dirigía al sofá. JunHui salía con cajas llenas de decoraciones navideñas. WonWoo era el encargado de acomodar todo, incluyendo lo que iba en partes altas de su hogar, por tal razón llegaba a sacar quejidos al no alcanzar el lugar que quería.
—Podrían ayudarme con esto, ¿Saben? — habló WonWoo mientras sacaba más adornos de las cajas.
—Lo lamento, Wonu, no puedo dejar las galletas así nada más. Aun necesitan ciertas cosas para que sepan perfectas— gritó JeongHan desde la cocina.
JunHui se acercó a WonWoo, tomando más adornos de la caja.
—Creo que está era la última, yo te ayudaré— el rubio sonrió.
JeongHan seguía en la cocina, haciendo que sus galletas supieran lo mejor posible, sin poner atención a todo lo que estaba pasando en la sala.
JunHui acomodaba cada cosa que encontraba en mal lugar, tomando ciertas cosas de los muebles para reemplazarlas con más adornos navideños, siendo observado por WonWoo, quien había dejado de trabajar cuando vió a JunHui sonreírle de esa manera.
El rubio giró para ver al menor, dándose cuenta que este no había avanzado en nada. Logrando ver un leve sonrojo en sus mejillas, JunHui volvió a sonreírle. WonWoo desvió la mirada avergonzado, dispuesto a seguir trabajando.
El celular de JeongHan comenzó a sonar. JeongHan vió quien era el que le llamaba, tomando su celular y contestando, saliendo de la cocina y de paso de la casa, todo para simplemente hablar.
Ambos chicos dentro lo vieron confundido, dejando ese extraño momento pasar, decidieron seguir acomodando las cosas.
—Oye, WonWoo, ¿Qué te gustaría para navidad? — preguntó JunHui mirando de reojo al menor.
—No lo sé, supongo que... ¿Un piano?
—Oh vamos, no tengo tanto dinero como para cómprate un piano— el mayor hizo un puchero, haciendo al pelinegro reír.
—No quiero que me compres nada, bobo.
—Pero quiero hacerlo, es navidad.
—Tal vez puedas tomar ese "regalo" y convertirlo en algo más.
—¿A qué te refieres? — JunHui había dejado los adornos para ponerle completa atención al menor.
—Digo que los regalos no siempre tienen que ser cosas materiales.
El mayor pensó por un momento.
—¿O sea que puedo hacer otra cosa por ti? ¿Lo contarás como regalo? — el pelinegro asintió—. Bien, ¿Y qué quieres que haga?
¿Un beso? Eso sería un lindo regalo.
WonWoo sacudió su cabeza, ¿Qué estaba pensando?
—Un abrazo, ¿Qué te parece? — el rubio sonrió, acercándose al menor para envolverlo en sus brazos.
Segundos pasaron, segundos en los que WonWoo se mantuvo quieto, quieto en ese tierno y cálido abrazo que el mayor le estaba dando. Para WonWoo esos segundos ya eran suficientes, trató de alejarse pero no lo logró, JunHui seguía apretando el cuerpo del menor, no quería separarse.
Unos segundos más hasta que sintió al mayor clavar su mirada en él, subiendo una mano hasta tomar el mentón del pelinegro. WonWoo alzó la vista, notando como el rostro de JunHui estaba a sólo cortos centímetros del suyo, después menos, y ahora casi a nada de besarse.
JunHui siguió acercándose y acercándose hasta que-
WonWoo despertó. Completamente agitado y sudando, ¿un buen sueño o una simple pesadilla?
Su celular comenzó a sonar, alarmándolo inmediatamente, JeongHan le estaba marcando, WonWoo aceptó la llamada, acercando su celular al oído para oír la voz del contrario.
—¿Wonu? Hola, oye... JunHui no quiere pasar la navidad con su familia y me preguntó si podía quedarse en mi casa, yo acepté ya que, como tú sabrás, no tengo ningún pariente en Corea— una triste risa se escuchó—. Y queríamos ver si te nos querías unir, ¿Qué te parece?
WonWoo se mantuvo en silencio.
—Claro, me uno— WonWoo colgó.