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Duff los recibió con una sonrisa ladina y aires de superioridad con toda intención de irritar al pelinegro, lográndolo exitosamente.
Luego de un rodeo de ojos y un saludo amable por parte de Slash, Duff los dirigió dentro de la casa donde se oía música y gente conversando. El ambiente lucía muy atrayente y Slash terminó sorprendido por aquello. No se esperaba que Axl fuese tan buen dueño de casa y lograra mantener una fiesta entretenida.
一¡Slash, Izzy! 一apareció Steven con una sonrisa一 ¿Qué tal, chicos? ¿Quieren tomar algo?
Los dos asintieron, siguiendo a Adler que iba hacia una mesita con todo el alcohol disponible para ellos.
一El padre de Nikki es catador internacional de diferentes bebidas, así que él se encarga de traernos mucha más variedad.
一Así veo, ¡Slash, tienen gin!
一Y hay Red Bull en la nevera por si quieren tropical gin 一agregó Mckagan.
Izzy soltó un gritito, fascinado.
Mientras Duff se las hacia de barman y les preparaba sus bebidas, los ojos de Slash buscaron por todo el lugar al irritable chico con quien tanto discutía.
一Está afuera 一le dijo Steven, como si le hubiera leído la mente.
一¿Qué? ¿Quién? 一se hizo el desentendido.
一Sabes perfectamente quien 一respondió él, largándose de allí con una sonrisa burlesca. Slash lo vió acercarse a un grupo de muchachos.
Volteó hacia sus amigos intentando distraerse de ese extraño sentimiento que se instaló en su garganta, pero sorprendentemente los mayores ya estaban hablando coquetamente entre sí mientras Duff le daba de probar de distintos vasos, riéndose de las muecas que hacía Izzy.
Que rapidez.
Con un suspiro salió de ahí, esperando que al menos esos dos lograran algo esa noche.
Sin pensarlo mucho, se dirigió al patio, buscando al pelirrojo para ir a molestarlo o lo que sea. Y allí estaba él, riendo con un grupo de chicos los cuales lo rodeaban y le alentaban a que se lanzara a la piscina.
Axl comenzó a desvestirse, dispuesto a cumplir el reto.
一¡Axl! 一gritó Slash, lo había notado algo pasado de copas y quería asegurarse que no hiciera alguna idiotez.
Porque aunque lo detestara, no deseaba lidiar con un cadaver esa noche.
El nombrado se dio vuelta, observándolo con un sentimiento que Hudson no supo distinguir.
Axl le susurró algo al oído a Vince y comenzó a caminar hasta él. Se veía tan solo un poquito ebrio.
Slash apretó sus labios, con repentino nerviosismo.
一Hudson...
一Rose...
一¿Y los chicos?
一Steven no lo sé, Duff está con Izzy y no quise interrumpirlos.
一¿Y por qué llegas tan tarde?
Uh.
Su corazón se sintió extraño, y el ruloso se molestó consigo mismo por aquello.
一Porque quería 一mentira, Izzy se demoraba demasiado planchándose el cabello一. ¿Acaso me extrañabas, gatito?
Axl rodó los ojos.
一Eres un idiota.
一No más que tú.
一Alto con sus discusiones, amores 一dice Steven, llegando repentinamente一. Stephanie nos está llamando para jugar, ¿vamos?
Los otros dos asienten y siguen al rubio dentro de la casa.
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一¿Y sigues odiándome tanto?
一¿Me odias tú acaso?
Los dos estaban ebrios, en su propio mundo, se coqueteaban descaradamente pareciendo olvidar el fastidio que sentían por el otro.
一No lo sé, ¿me odias tú?
一Tal vez, depende del día y de lo idiota que estés.
一Oye, nunca estoy idiota.
一Claro que sí, Duff 一Izzy rió notando como Mckagan rodaba los ojos.
一Bueno, pero estás loco por este idiota 一se atrevió a decir, confiado gracias al alcohol en su sistema.
一¿Disculpa? 一Izzy lo miró indignado一 Ni en tus sueños. El único loco aquí eres tú por mí, cielo.
一Oh, Izzy, no podría negarte eso...
La sonrisa que escapó de los labios del pelinegro solo le dieron más esperanzas a Duff.
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