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El parapeto como había llamado el chico de antes era una trampa mortal, casi preferiría enfrentarme a Voldemort.
Esta prueba era para convertirse en jinetes lo cuál me parece una tontería, aunque no tenía más remedio que hacerla más que nada, porque sería sospechoso sí de repente desaparezco o me tirará desde un primer momento y apareciera vivo otro día. No me apetece volver a ser el centro de atención de una nueva comunidad ¿mágica?.
Ya estaba apunto de cruzar el parachoques....parapeto y para poner un poco de drama a la situación actual y aligerar el ambiente, invoque de mi "bolsillo " unos auriculares del mundo muggles que producían toda la clase de música, esta vez eran canciones rockeras como Queen.
Y con eso empecé a caminar dirección al parapeto, comencé a tararear acompañado de pasos seguros pero rápidos con ambos brazos extendidos, para estar en equilibrio y evitar caerme por donde había ido el chico de antes.
Al estar por la mitad no pude evitar mirar hacia atrás, donde vi a un chico yendo agresivamente hacia otro que posteriormente tiro al vacío mientras, el otro chico grito por última vez, luego miró directamente a mis ojos sus ojos eran de un color castaño oscuro a los que me recordaron a Riddle.
-Sigues tú, chico bonito- dijo con una sonrisa un tanto preocupante.
Espera Espera Espera Espera ESPERA
¡¿Cómo que chico bonito?!
Lo retiró no me recuerda a Riddle me recuerda a una versión peor de Malfoy mezclado con Lockhart, pero con el pelo castaño.
Aceleré el paso donde evite mirar para atrás, y al mirar delante vi que la chica con pelo plateado tenía literalmente a un chico cogido por los huevo, parecía que le estaba amenazando. Por suerte, el chico no le hizo nada solo le susurró algo al oído y siguió su camino, en cuanto a la chica podía distinguir el miedo en sus rostro.
Aún podía escuchar la risa siniestra del que me perseguía, podía escuchar sus pisadas más cerca de mí por lo que, empecé a correr con una velocidad que haría orgulloso a Wood. Me quedaba menos para terminar esta prueba infernal, cuando sentí una mano rodear mi muñeca para soltarme hice una voltereta hacia delante, utilizando como impulso las piernas para poder zafarme de su mano y poder llegar al final del parapeto de un solo salto, ya que quedaba solamenteun metro.
Gracias a Merlín, que funcionó aunque no tengo ni idea de como lo hice ni sé si puedo repetirlo algún día.
Cuando me giré a hacerle frente al chico, ya no estaba detrás mío lo único que se vio de él fue una bota en el sitio que me encontraba segundos antes.
Miré a los lados pero no lo vi, me interrumpió una voz femenina preguntando mi nombre, pero por la conmoción no lo escuché hasta la segunda vez.
-Nombre, cadete- dijo con un tono molesto.
Volví a decir mi nombre como lo he estado haciendo varias veces, la chica que me preguntó el nombre asintió, pero segundos después levantó rápidamente la cabeza y me miró de arriba a abajo y así sucesivamente.
No pensé mucho en ello y me fui de allí hacia una zona que se reunían varias personas (cadetes), todavía podía seguir sintiendo su mirada.
Llegué a un patio comprable con una parte del campo de Quidditch, aunque tiene forma de una gota angular rodeada por una murralla exterior, con pasillos de piedra. El edificio poseía cuatro pisos que se podían observar los niveles, además de mezclarse con la montaña, espero que haya unos dormitorios asignados como en Hogwarts.
Se notaba que tenía todo lo necesario que tendría una escuela, seguramente poseía una biblioteca o un comedor.
Me puse junto a un chico con pecas que me recordaba a Ron, mirando hacia el muro exterior, justo al lado derecho del parapeto se encontraban personas con ropa militares con distintos medallones o insignias.
Habíamos estado de pie durante varias horas sin que los otros miembros militares, se movieran ni dijeran nada hasta que llegó el último nuevo recluta (jinete) al patio. Apareció el chico onix que tenía un aire que le hacía destacar entre todos lo demás, su aura me recordaba a sombras bailando alrededor de la superficie, también se movía elegantemente y letal como algunos Slytherins.
Muchos empezaron a murmurar las palabras "marca", "reliquia" y un nombre "Melgren".
Una voz masculina empezó diciendo:
Trescientos dos de vosotros habéis sobrevivido al parapeto para convertiros en cadetes el día de hoy- dijo con una sonrisa de político señalandonos al mismo tiempo.-Buen trabajo. Sesenta y nueve no lo han logrado. -
Dejo un momento de silencio lo que puso un tanto dramático el discurso.
De repente gritó - Como dice el Código, ¡ahora comenzará lo difícil!- Y no pude evitar que una sonrisa apareciera en mi rostro, ante el pensamiento de que fuera más difícil que enfrentarte a animales fantásticas en clasificando XXXXX y señores oscuros homicidas o mejor todavía las clases del segundo año. Pero, hay que admitir que este hombre sabe hacer que su voz llegué a todas partes. -Vuestros superiores os pondrán a prueba, vuestros compañeros os cazaran y vuestros instintos os guiarán. Si sobrevivís a la Trilla, y si sois elegidos, seréis jinetes. Y ya veremos entonces cuántos de vosotros lograéis graduaros.-
Así que he acabado, donde las serpientes serían mejores compañeros que esta gente, por Merlín, donde me he metido. Y encima dice si sobrevivís pues nada toca soportar otro año mortal.
Siguió hablando el mismo señor de antes. -Los instructores os enseñarán- dijo señalando a los que serían los profesores. - Vosotros decidiréis cuánto queréis aprender.- Nos apunta con el dedo.- La disciplina os corresponde a las unidades, y vuestro líder de ala tiene la última palabra. Si yo tengo que meterme....- Apareció una sonrisa siniestra pero no comparable a la de Voldy, llenándole la cara.- No querréis que me meta.-
Después dice como de forma automática y repetitiva lo siguiente. >>>Dicho esto, os dejo en manos de vuestros líderes de ala¿El mejor consejo que os puedo dar? No os muráis.- Al terminar de hablar se bajo acompañado de otra persona, dejando sólo a un grupo de chicos que tendrían cerca de los veinte años en ese escenario de piedra.
Uno se los jinetes sin un paso adelante, era una mujer morena con hombros anchos y una muecavde desdén y llevaba un uniforme con picos dorados que brillaban ante la luz del sol.
- Soy Nyra, líder mayor del cuadrante y jefa del Ala Uno. Líderes de sección y de pelotón, ocupad vuestros lugares. -
Alguien me dio un golpe en el hombro y otro me empujó, acercándome así a la chica plateada, Violet Sorrengail y a la otra chica de pelo oscuro. Para escuchar como Sorrengail le decía a la otra algo muy interesante y útil.-Secciones y pelotones, tienes tres pelotonos en cada sección y tres secciones en cada una de las cuatro alas.- dijo.
La otra chica le contestó con un gracias.
Y yo seguía sin entender absolutamente nada.
-¡Primer Pelotón!¡Sección Garra!¡Ala Uno!- grita la misma chica de antes, el hombre que estaba cerca del escenario levantó la mano.- Cadetes, cuando digan vuestro nombre, formaos detrás de vuestros líderes de pelotón- instruye Nyra.
La chica que me había preguntado antes mi nombre empezó a recitar nombres, ahora que me fijaba era pelirroja y tenía en la cintura una ballesta. Uno por uno los cadetes van yendo hacia sus puesto, cada pelotón tenía dieciséis miembros y no pude volver a comparar esto con la selección del sombrero del primer año.
Van diciendo varias secciones que no estaba prestando mucha atención hasta que vi que las dos de enfrente mío las llamaron al Ala Dos, mientras yo iba al Ala Cuatro. Vi a nuestro líder de pelotón con una especie de tatuaje/ quemadura con unas estrellas.
Hacia un calor abrasador, lo bueno que gracias al encantamiento que puse en la ropa pude estar a gusto.
Segundos después, alguien da una orden para que nos diéramos la vuelta ante el.....¿escenario?¿piedra?, el chico de antes estaba mirando hacia el Ala Dos, el se giré hacia el que creo que es el líder del Ala y al cabo de un rato Nyra anuncia que el líder de pelotón Dain Aetos y su pelotón se intercambian con el de una tal Aura Beinhaven.
Nyra y el chico onix asienten entre sí en mutuo respecto y el chico da un paso al frente.
-Ahora sois cadetes.- dijo el chico onix con el mismo efecto que el que aconsejo/amenazó- Mirada a vuestro pelotón. Estas son las únicas personas que el Código garantiza que no os matarán. Pero que ellas no pueden acabar con vuestras vidas no significa que otras no lo vayan hacer. ¿Queréis un dragón? Ganáoslo.-
La mayoría estaba vitoreando, menos dos personas una que odia a los marcados y el otro que considera esto un genocidio y una forma de acabar con vidas sin sentido.
-Y apuesto a que os creéis los mejores en este momentos, ¿verdad primerizos?-
Vitorearon más fuerte.
-¡Os creéis invencibles después de lo del parapeto, ¿no?!- grita.- ¡Pensar que sois intocables!¡ Estáis en el camino para ser parte de la élite!¡De los pocos!¡De los elegidos!
Los vítores se amplificaron más, pero se escucho un sonido de batir el aire.
Se acercaban dragones que no podían compararse con ninguno otro de Londres mágico, aunque lo único que no me gusta es que vengan unos ochos dragones a gran velocidad hacia nosotros, en el último segundo azotan el aire con sus grandes alas, creando unos aleteos que formaron un viento poderoso que podía tumbar ha alguien. Estas bestia aterrizan en el muro semicircular exterior. Las escamas de las bestias voladoras vibraba en cada movimiento y sus grasas afiladas como cuchillos estaban a cada lado del borde del muro.
No podía evitar sentir una sensación de paz al ver a los dragones sabiendo que hay una mínima posibilidad de volver a mi hogar y tener algo de similitud con mi mundo.
Algunos de los cadetes gritaron de terror ante estas magníficas bestias, por supuesto la gente quiere ser jinetes hasta que los ven cerca.
El dragón más cerca de nosotros es uno azul marino con brillantes cuernos azules que se elevab sobre su cabeza en un arco y una sensación de legalidad, y sus alas tenías picos. Su cola es igual de peligrosa que todo lo demás. En resumen todos pueden matarnos a todos si quisieran.
Un trozo de muro cayó antes las patas de los dragones que aterrizó en el patio. Hay tres dragones de distintos tonos de rojo, dos verdes, uno marrón, uno naranja y el azul marino, parecían que estaban juzgandonos.
La pregunta que tengo en mente es ¿cómo quieren que nos subamos a estas criaturas? SI PUEDEN SER DEL MISMO TAMAÑO QUE UNA CASA.
Un cadete se escapa corriendo y gritando hacia la torre de piedra que estaba detrás de nosotros. Todos nos volvemos para ver como huye a toda velocidad en dirección a la enorme puerta de arco central. Tenía una palabras grabadas que ponían: UN DRAGÓN SIN SU JINETE ES UNA TRAGEDIA. UN JINETE SIN SU DRAGÓN ES JINETE MUERTO.
No podía entender esto, los dragones son tan sentimentales o los jinetes son los sentimentales, seguramente más lo segundo.
El dragón rojo de la derecha abre su boca, monstrabdo unos dientes enormes, sobre su lengua corre fuego que sale dispersado las llamas hacia el cadete que corrió.
Antes de llegar a la sombra de la torre fue convertido en cenizas, sumando uno más a la lista de muertos.
Se oyen más gritos a mi alrededor, yo seguí mirando entre las cenizas y las palabras grabadas de la puerta.
El dragón azul seguí mirando en mi dirección o era en la de Sorrengail con sus desconfiados ojos dorados que parecía estar viendo hasta mi alma, sabría que tengo una varita en mi muñeca que si quisiera podría irme en cualquier momento y nunca ser encontrado o podía sentir mi magia.
No iba a correr, necesitaba respuesta y una parte de mi sentía que este era el lugar correcto en el que estar, aunque solo quisiera volver con Mione y Ron. Vi a Sorrengail enderezar sus hombros y levantar la cara haciendo que el dragón parpadeara y mirara para otro lado, que curioso.
-¡¿Alguien más quiere cambiar de opinión?!- grita el chico onix, necesito ponerle ya un nombre, observando con la misma mirada calculadora que el dragón detrás suyo- ¿Nadie? Excelente. Más o menos la mitad de vosotros habrá muerto antes del próximo verano.- Todos nos quedamos en silencio menos algunos sollozos, porque es lo más aconsejable que decir, después de ver como muere alguien calcinado por primera vez. - Un tercio de vosotros morirá al año siguiente, y lo mismo en el último año. Aquí nadie le importa quien es vuestra mami o vuestro papi. Hasta el segundo hijo del rey Tauri murió en la Trilla. Así que decidme ahora: ¿todavía os sentís invencibles por haber entrado en el Cuadrante de Jinentes?¿Intocables?¿De la élite?
Nadie vitoreaba ni celebraba, cosa que me tranquiliza al saber que estoy rodeada de gente mayormente cuerda.
Hay otro ráfaga de llamas, pero era todo lo contrario a lo anterior, era una exhalación de los dragones que no causaban daños solamenteun poco de viento caliente, sin embargo no pude evitar tensar todo mi cuerpo.
El objetivo de esta gente era implantar miedo o asustar a los nuevos y lo habían conseguido.
-Porque para ellos no sois intocables ni especiales. El chico señala hacia el dragón azul marino, él se inclina levemente hacia delante, como si fuera a contarnos el mayor secreto jamás guardado. Nos mira a Sorrengail y a mí intercalando su mirada entre nosotros. -Para ellos no sois más que presas.-
Sin duda alguna este año iba a ser el más interesante de todos y el más letal.
Continuará....
Intentaré respectar conversaciones y echos de la historia original de Rebecca Yarros.
Os quiero avisar que el siguiente capítulo va a ser más largo de lo que creía
Espero que os haya gustado :)