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Jungkook observó a Jimin mientras subía lentamente las escaleras que llevaban a la terraza del colegio. No había sido un día fácil; las miradas y los susurros en los pasillos se habían vuelto insoportables. Todos hablaban de como Jungkook y Jimin hace días atrás habían besado a las porristas más lindas del colegio en una fiesta de disfraces. De hecho, hasta se expandía el absurdo rumor de que esas porristas eran sus nuevas novias, rumor completamente alejado de la realidad. Jimin, siempre tan sereno, parecía no verse afectado por el peso de las miradas y los chismes pero Jungkook sabía que él también llevaba una carga pesada. Con el corazón latiendo desbocado, decidió seguirlo.
Cuando llegó a la terraza, el sol comenzaba a posicionarse exactamente encima de ellos. Jimin estaba allí, de espaldas, mirando el horizonte. Jungkook tragó saliva y avanzó, sus pasos resonando levemente en el suelo de la terraza.
Jimin escucho los pasos detrás suyo. Al girarse, se encontró cara a cara con Jungkook, su novio secreto, quien se había acercado haciéndose notar. La sorpresa lo golpeó primero, seguida rápidamente por una oleada de emociones. Hacía semanas que Jungkook se había alejado sin darle ninguna explicación, y Jimin había pasado días preguntándose qué había hecho mal, por qué Jungkook lo había dejado de repente.
-Jungkook, ¿qué haces aquí? -preguntó Jimin, su voz traicionando la mezcla de sorpresa y enojo que sentía.
Jungkook bajó la mirada, incapaz de sostener la intensidad de la mirada de Jimin. -Necesitaba hablar contigo, Jimin.
Jimin cruzó los brazos sobre el pecho, tratando de mantener la calma. -¿Hablar? -repitió, sintiendo cómo la rabia empezaba a burbujear en su interior. -¿Después de todo este tiempo, ahora decides que quieres hablar?
Jungkook dio un paso hacia él, pero Jimin levantó una mano, deteniéndolo. -No, Jungkook. No puedes aparecer y desaparecer de mi vida cuando te plazca. Estoy harto de que juegues con mis sentimientos. Si tienes algo que decir, dilo ahora
Jungkook abrió la boca para hablar, pero las palabras no salieron. Había ensayado este momento una y otra vez en su cabeza antes de acercarse, pero ahora que estaba frente a Jimin, todo parecía desmoronarse. Sentía un nudo en la garganta que le impedía respirar con normalidad.
-Jimin, yo... -empezó Jungkook, pero su voz se quebró. Se llevó una mano al rostro, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir.
Jimin dio un paso hacia él, preocupado. -Jungkook, ¿qué ocurre? ¿Por qué estás así?
-No puedo... no puedo seguir con esto -logró decir Jungkook entre sollozos. Sentía que todo el peso del mundo recaía sobre sus hombros. Sus padres, sus amigos, la sociedad en general, todos parecían estar en contra de lo que sentía por Jimin. -Nosotros... esto... es muy difícil, Jimin. Tengo miedo, te lo dije antes. Tengo miedo de lo que dirán, de lo que harán, así que no puedo seguir, lo siento.
Jimin trago en seco y lo fulminó rapidame con la mirada. Y con un esfuerzo descomunal hizo fuerza para no soltar las lágrimas que ya habían invadido sus ojos.
-Eres una mierda, pero está bien.
Jungkook tragó saliva, sintiéndose pequeño bajo la mirada furiosa de Jimin, así que agachó la cabeza como un cachorro regañado. -Lo siento, Jimin. De verdad. No quería lastimarte, pero tengo miedo. Miedo de lo que la gente diría, de lo que mis padres harían si descubrieran lo nuestro.
Jimin se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Jungkook. Luego, dio un paso más y lo tomó de la mano. -Jungkook, mírame.
Con lágrimas corriendo por sus mejillas, Jungkook alzó la mirada y se encontró con la mirada de Jimin llena de tristeza y enojo pero menos punzante y más suave.
-Te amo tanto que duele, Jungkook, pero está bien. - confiesa Jimin dejando las lágrimas correr por su mejilla -Estaba dispuesto a todo por ti, pero está claro que era el único y me destroza saberlo, pero una vez más está bien. Terminemos.
Jungkook rompió a llorar con más fuerza, aferrándose a la mano de Jimin como si su vida dependiera de ello. -Yo también te amo, Jimin. Te amo tanto que duele. Pero no soy lo suficientemente fuerte para enfrentar todo esto.
-¡Te prometí que iba a estar a tu lado! Te dije que no tenías que hacerlo solo, que estábamos juntos en esto.
-Pero tengo miedo, Jimin. Es más fuerte que yo. Es más fuerte que yo. Lo siento. Lo siento.
-¿Y crees que yo no tengo miedo? -exclama Jimin soltando sus manos -Pero a pesar de todo, nunca pensé en alejarme de ti sin una explicación. Nunca te hice sentir que no me importabas.
Jungkook sintió un nudo en la garganta, luchando por encontrar las palabras correctas. -Lo siento por eso, tendría que haber hablado contigo en vez de sólo alejarme pero estaba muy asustado. Yo, escuché a unas chicas hablar sobre como nosotros parecíamos muy cercanos y me asusté, ellas parecían...
Jimin dejó escapar un suspiro, bajando la mirada momentáneamente antes de volver a levantarla. -Jungkook, el amor no debería ser algo que nos dé miedo. No debería hacernos sentir así. Si no estamos juntos en esto, si no podemos apoyarnos mutuamente, entonces no deberíamos seguir. Esto se termina aquí.
-¿Seguiremos siendo amigos?
-No. No podría. Lo mejor será que nos alejemos completamente.
Jungkook sintió cómo su corazón se rompía ante las palabras de Jimin. -Por favor, no digas eso. No quiero perderte completamente.
-Jungkook no soportaría ser tu amigo con todo lo vivido y los sentimientos que me haces sentir.
Y Jungkook comenzó a desesperarse.
-¿Por qué me haces esto?
-Nos estoy haciendo un bien.
-¡Dios! Jimin, ¿Por qué tuvimos que llegar a este punto? ¿Por qué? - dice Jungkook lleno de frustración y dolor.
-Perdon por enamorarme. - susurró Jimin y frunció el ceño.
Ambos se quedaron en silencio. Jimin sabía que tenía que tomar una decisión. ¿Amigos o nada? Era difícil y aunque su corazón anhelaba quedarse, su mente le decía que debía protegerse.
-Hablemos claro, Jungkook. Necesitamos decidir si estamos dispuestos a enfrentar esto o no, quiero decir, a seguir siendo amigos pero soportar lo que conlleva o si es mejor seguir caminos separados -dijo Jimin finalmente, su voz firme aunque llena de tristeza.
Jungkook asintió lentamente, sabiendo que el futuro de su relación dependía de esa conversación.
-No quiero perderte.
-¿Estás dispuesto a soportar verme con otra persona si llegara a suceder que de pronto quiera salir con alguien más?
Silencio. Jungkook no había pensado en eso. Jimin con otra persona nunca había pasado por su cabeza y tan sólo imaginarlo con alguien más de forma romántica le revolvía el estómago.
Cuando vio a Jimin besar a una chica en la fiesta de disfraces casi perdió el eje, más no se puso celoso, ¿Pero qué si Jimin decidía salir con un chico y besarlo frente a sus ojos? Eso lo volvería loco y ahora lo sabía. Ver a Jimin con una chica era diferente a verlo con un chico. La ficha le había caído tarde pero ahora entendía aquello.
-Supongo.
-¿Supones? No puedes decirme eso. Si vamos a seguir siendo amigos no puedes hacerme escenas de celos, ni oponerte a nada, tendrás que soportarlo.
Jimin no había salido del clóset públicamente, así que probablemente nunca lo vería saliendo ni besándose con un chico, sin embargo, ¿Y si de pronto sucedía lo impensado, él podría manejarlo? Jungkook no lo sabía y eso le estaba costando una respuesta concreta.
-¿Y?
-Tal vez.
-Se acabó. - finalmente sentencia Jimin -No seremos amigos, esto se termina aquí.
Jimin abandonó la terraza con el corazón pesado y los ojos llenos de lágrimas. Cada paso que daba se sentía como un adiós definitivo, no sólo a su relación secreta con Jungkook, sino también a la amistad que alguna vez había sido su refugio. Mientras se alejaba, su mente repetía las palabras que había pronunciado minutos antes, y el dolor de la decisión lo envolvía por completo.
Al llegar al pie de las escaleras, se detuvo un momento, permitiéndose una última mirada hacia la terraza donde había dejado a Jungkook. Aunque sabía que era lo correcto, no podía evitar sentir que una parte de él se quedaba atrás.
Jungkook, por su parte, permaneció en la terraza, inmóvil, como si el peso de lo que acababa de suceder lo hubiera anclado al suelo. Había perdido a Jimin, la persona que amaba más que a nada en el mundo, y todo porque no había sido lo suficientemente valiente como para enfrentar sus miedos.
Cada recuerdo de su tiempo juntos pasaba por su mente como una película dolorosa: los momentos de felicidad, las confidencias compartidas, los sueños de un futuro juntos. Ahora todo eso se desvanecía, reemplazado por una realidad sombría y solitaria.
-Jimin... -murmuró, su voz quebrándose mientras las lágrimas finalmente comenzaban a caer. Había tenido la oportunidad de luchar por su amor, de ser valiente y enfrentar el mundo por Jimin, pero había fallado.
Se dejó caer de rodillas, incapaz de soportar el dolor que sentía. La pérdida era abrumadora, un vacío inmenso que amenazaba con consumirlo. Había sido cobarde, y esa cobardía le había costado lo más preciado que tenía.
El cielo, antes pintado con tonos cálidos, ahora se volvía gris, reflejando el estado de ánimo de Jungkook. Estaba completamente destrozado, con el corazón hecho pedazos y sin saber cómo podría seguir adelante sin Jimin a su lado.
Mientras el color grisáceo por un clima nublado comenzaban a envolver la terraza, Jungkook permaneció allí, solo, con el eco de sus propios sollozos y el recuerdo del amor que había perdido por no haber sido lo suficientemente valiente como para luchar por él.
"¿Por qué duele tanto? Después de todo, ¿No es esto lo que quería?" Pensó Jungkook fugazmente.
Sería difícil pero tendrían que acostumbrarse a no tenerse de ninguna manera, ni amistosa, ni romántica. Era lo mejor para los dos, Jimin sabía que había hecho lo correcto.
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