Besó su mejilla y terminó por abrochar el suéter verde sobre la camiseta blanca que Felix llevaba.
—Bebé.
Felix alzó la mirada y la concentró en Hyunjin que tenía las cejas ligeramente juntas.
—¿Ah?
—Te pregunté si ya estás bien, te noto distraído, ¿Te estás sintiendo mal otra vez?— Preguntó preocupado. —Puedo traer a Minho para que te revise...
Felix negó, poniendo sus pequeñas manos sobre las suyas. —No, solo tengo hambre, necesito comer por tres, ¿Lo olvidas?
Hyunjin asintió y besó su frente esta vez. —Entiendo, entonces bajemos.
Habían subido a su habitación pues Felix había sufrido un pequeño mareo aunque ahora ya estaba bien.
Mientras ellos estaban arriba, en el primer piso seguian charlando y comiendo dulces con suave música ¿Quiénes estaban? Los mismos invitados que en la reunión hecha en el cumpleaños de Hyunjin, aunque ahora no celebraban un cumpleaños, si no una reunión para darle regalos a las bebés que pronto nacerian.
Llegaron a la parte de abajo, más específicamente a la sala.
—¿Ya estás mejor?— Se acercó Hae-sook para preguntar.
—Si, si, solo fue un mareo.— Asintió.
Tzuyu también se acercó con una mirada preocupada y lo tomó del brazo para sonreírle. Felix le devolvió el gesto.
—Estoy bien, debe ser porque falta muy poco para el parto.— Hizo un puchero.
Seungmin tambien se acercó a ellos, y colocó una mano en el hombro de Hyunjin.
—Iré a la cocina, Tzuyu ¿Te traigo algo?— Su mujer asintió con la cabeza.
—Perfecto.
Sonrió.
—Bebé, ¿Te preparo un sándwich?— Le preguntó Hwang a Felix.
—Si, por favor.
Hyunjin asintió mientras el doncel se iba con ambas mujeres a la sala. Seungmin se giró a verlo.
—Hablemos mientras vamos a la cocina.— El oji verde asintió.
Caminaron a la cocina. Al parecer la cocina es el lugar favorito para las conversaciones, pensó Hyunjin pues ahí también tuvo una conversación con su hermana, y ahora tendría otra con Seung. El rubio tomó un vaso de vidrio y le sirvió el agua, mientras Hyunjin sacaba el poco pan que tenían guardado y un par de ingredientes más.
—Amigo, sabes disimular muy bien.— Dijo con una sonrisa divertida cuando Hwang lo miró. —iYo en tu lugar estaría muerto de nervios!— Dijo exagerando.
Hyunjin rodó los ojos cuando entendió a qué se debía el entusiasmo de su amigo. El rubio lo miraba esperando que hablara.
—Claro que estoy nervioso, digo... Se que Felix me ama, y yo lo amo, tendremos en brazos a nuestras hijas dentro de poco, pero aún así, quizás es repentino para él.
—Lo has pensado durante semanas, Hyun. Al fin te decidiste y debes tener confianza en ello.— Se acercó para palmear su espalda. —Todo saldrá bien, estoy seguro que él aceptará.
Hyunjin metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y suspiró sintiendo el objeto.
—Si.— Relajó los hombros mientras cortaba un tomate en rodajas.
Seungmin bajó la mirada y por unos momentos se quedó viendo la preparación del sándwich. Luego dirigió su vista al de ojos verdes cuando recordó un tema.
—Hey, ¿Qué tal les fue con la venta de postres? En el tercer día no pude ir.
—No hacia falta, ayudaste mucho en el segundo día, compraste un pastel entero.— Le sonrió. —Ah, nos fue muy bien la verdad, todos querian apoyar a mi madre... Recaudamos la mayoría del monto para el último pago, lo demás lo pagué vendiendo la televisión de la sala.
Alzo un poco las cejas. Seungmin sonrió sin enseñar los dientes.
—Tu mamá se merece todo eso.
—Claro que se lo merece... Cuando se lo contamos ella se emocionó mucho, Iloró mucho y nos agradeció mucho.— Bromeó un poco recordando el emotivo momento con su madre en el hospital.
—Lo imagino.— Le dio unas palmadas amistosas al hombro de su amigo cuando notó sus ojos llorosos.
Aún se le hacía un tanto extraño ver esa faceta más expresiva de Hyunjin. Cuando eran amigos en la universidad Hyunjin era un hombre reservado y frío, casi sin amigos, viviendo por sus estudios y su madre... pero desde de conoció a Felix es como si fuera alguien más divertido, más alegre y sonriente.
Hyunjin también lo sentía así.
Es como si su mundo gris hubiera sido pintado con miles de colores. Cada color como una nueva emoción. Su amor con Felix le dio un nuevo sentido a su vida.
Hyunjin carraspeó un poco. —Bueno, ¿Entonces que hiciste con tanto pastel?
Cambió de tema, ignorando el hecho de que casi suelta un par de lágrimas. Seungmin lo entendió y le siguió la conversación.
—Lógicamente Tzuyu y yo no lo comimos todo, invité el pastel a mi papá y a su familia.— Dijo con desinterés.
Hyunjin paró sus acciones y volteo su rostro para verlo.
—Oh... ¿Cómo te va con tu padre?
El alto y elegante rubio rascó su nuca. —Trabajar con él no está tan mal como creí.
Seungmin había renunciado a la empresa de su madre, pues ya no se sentía cómodo estando con ella. De alguna forma se enteró su padre y le ofreció un puesto de trabajo en su negocio a lo que él aceptó. No habría aceptado si no fuera porque Hyunjin le aconsejó intentarlo, y si no le gustaba podía renunciar, así que aceptó.
—¿Conociste a...?
—Sí. Parece un buen hombre, al menos lo que puedo ver, aunque según mi madre fue una serpiente que se metió en su matrimonio con mi padre. No lo sé, puede que lo sea, puede que no... Tzuyu dijo que no le tome importancia a esas cosas.— Alzó los hombros mientras cruzaba sus brazos.
—Tzuyu tiene razón. ¿Y conociste a tus hermanas?
—Son adolescentes, muy lindas, se acercaron a mí para conversar y así.— Miró sus uñas con desinterés.
—Al menos eres bienvenido ahí. Quizás te quedas más tiempo del que piensas.— Dijo untando mayonesa en el segundo sandwich. Faltaba uno más.
—Quizás, tú lo has dicho... En fin, ¿Hyunjin?
Lo llamó. El oji-verde lo miró.
—¿Se lo dirás hoy?
El hombre hizo una mueca. —Puede que sí, dependiendo. O puede que espere un poco más.
—¿Un poco más? No lo creo, Hyunjin, tus hijas nacerán el sábado, iYa estamos martes!
—Ah... Lo sé, lo sé, solo estoy un poco nervioso, no quiero estresarlo o molestarlo estando tan cerca del parto.
Seungmin le dedicó una mirada amable y se giró para tomar el vaso de la mesa.
—Está bien, no te molestaré más con el tema, vayamos a la sala.
—Están preciosos... Muchas gracias, Tae.
Minho sonreía orgulloso, él tenía un buen gusto en la ropa y sabía que no fallaría en la elección de ropa para bebés.
Hyunjin lo miró y le sonrió sinceramente. —Gracias.
Él no creía que estarían en esa situación. Recibiendo un regalo para sus hijas de parte de la antigua pareja de Felix.
Aunque sinceramente no tenía problema alguno con ello, es más, empezaba a tenerle confianza al Doctor.
Minho y Felix tuvieron algo, ambos quedaron como buenos amigos, así como él y Seungmin. En su caso, ambos estuvieron juntos sí, pero el menor solo sentía un gusto por el mayor, más Minho sentía algo más. Esa fue la diferencia entre Felix y el doctor.
En cambio, en el caso de Seungmin y Hyunjin, ambos solo estuvieron confundidos. Quizás hubo un gusto, pero parecía más una amistad que una relación amorosa en sí.
En ambos casos pareciera que Felix y Hyunjin estuvieron destinados a enamorarse del otro por primera vez.
Para pintar la vida del otro con distintos colores.
—Wow, Suzy, está precioso...— Felix inspeccionó con asombro el cochecito doble frente a él.
Suzy sonreía feliz porque su regalo fue bien recibido. Sus ojos eran verdes como los de Hyunjin, y su elegante vestir la hacían ver madura y hermosa. Minho se le quedó mirando un momento hasta que desvío la mirada cuando ella también lo miró.
—iMi turno!— Exclamó Seungmin.
De la nada Hyunjin tenía cinco grandes paquetes de pañales para recién nacidos encima suyo, obstruyendo su vista.
Las tías sentadas el otro lado de la sala rieron por la escena. Tzuyu se sentó al lado de Felix y dejó una linda pero gran pañalera rosada con estampados de mariposas y flores.
El oji-dorado abrió la pañalera y se encontró con biberones, chupones, dos cajas de pañitos húmedos, cremas, latas de fórmula de leche materna, talcos, champús para recién nacidos y algunas cositas más. La pañalera estaba repleta de productos para bebés. —Quisimos darles algo que ayudara al cuidado de las niñas.— Dijo Seungmin. —Cuando fuimos a la tienda planeábamos comprar juguetes y conjuntos de ropa, pero al ver los precios de todos estos productos que son esenciales para los recién nacidos y sabiendo que a ustedes les serviría más esto que un par de juguetes, decidimos comprar un poco de todo.
Sonrió un poco hacia la pareja, Tzuyu asintió a sus palabras. Movió sus manos hacia Seungmin quién asintió.
—Tzuyu dice que, como sus padrinos, les iremos apoyando en todo el transcurso de su crecimiento.
El menor asintió muy feliz. —Son tan considerados, muchas gracias.— Agradeció tomando la mano de la chica y luego mirando hacia el rubio.
—En verdad, gracias.— Dijo Hyunjin.
Les dieron todo lo esencial para las bebés, aunque no duraría mucho las pañales, lo demás sí y estaban muy agradecidos. Se imaginaban comprar todas esas cosas al doble, estaba preocupado, pero Seungmin y Tzuyu les habían quitado parte de ese peso. Al menos ya no se preocuparían tanto el primer mes.
Tzuyu dejó un besito en la mejilla de Felix y se levantó para tomar asiento al lado de su hombre rubio. Hwang entrelazó su mano con la de Felix y sonrieron hacia los invitados.
—Esto no era tan necesario, ustedes nos han ayudado mucho... Gracias, a todos.— Dijo sinceramente Felix.
Ellos no planeaban eso, pero tenían tan buenos amigos que les insistieron en ayudarlos.
La reunión terminó pocas horas después, tanto Hyunjin como Felix estaban cansados así que subieron a su habitación para dormir de una vez.
Se lo pediré después, aún hay tiempo, pensó Hyunjin mientras besaba la mejilla de Felix.
Se quedaron dormidos, juntos uno al otro.
El frío que hacía fuera se la casa no era nada para ellos en ese momento, sus corazones estaban cálidos y pintados de miles de colores.