La Intrusa en el Dormitorio
Era una noche tranquila en alguna Haus de tripleS. Después de un largo día de ensayos, todas las chicas estaban listas para relajarse en la sala. Soomin y Yeonji estaban acurrucadas en el sillón, hablando sobre la serie que estaban viendo. Nakyoung, kaede, Soah, Kotone y yubin estaban sentadas en él suelo, disfrutando de un raro momento de calma.
De repente, un chillido rompió la tranquilidad de la noche. “¡Una cucaracha!” gritó Soah, señalando frenéticamente hacia una esquina del dormitorio.
Todas se levantaron de un salto. Nakyoung, la mayor del grupo, trató de mantener la calma. “No entremos en pánico. Solo es una cucaracha”, dijo, aunque su voz traicionaba un ligero temblor.
Yeonji, que estaba más cerca de la puerta, corrió y la abrió de par en par. “¡Hay que sacarla de aquí!” exclamó, su rostro pálido.
Soomin tomó una almohada y, armada con valentía, se acercó lentamente a la cucaracha. “Voy a intentar guiarla hacia la puerta”, dijo, aunque la cucaracha parecía tener otros planes y se movió rápidamente en dirección opuesta.
Kotone, que estaba de pie en una silla, observaba todo con ojos abiertos. “¡No dejes que venga hacia acá!” gritó, con las manos sobre la cabeza.
Yubin, decidida a ser la heroína de la noche, buscó una escoba. “¡Déjenme a mí!” dijo, tratando de alcanzar a la cucaracha, pero la cucaracha se escabulló debajo de una cama, desatando más gritos.
Kaede abrió una ventana. “Tal vez si creamos una salida, se irá por su cuenta”, sugirió, tratando de mantener la calma en medio del caos.
En medio del alboroto, la cucaracha decidió aparecer en el centro de la habitación, causando que todas las chicas corrieran en diferentes direcciones, gritando y riendo histéricamente al mismo tiempo.
Finalmente, Soomin logró atrapar la cucaracha bajo una taza. “¡La tengo!” exclamó, levantando la taza con cuidado.
Nakyoung se acercó con un pedazo de cartón y, trabajando en equipo, lograron llevar la cucaracha hasta la ventana y liberarla al exterior. Todas suspiraron de alivio y comenzaron a reírse de la situación.
“¡Qué valiente eres, Unnie!” dijo Yeonji, abrazándola.
“Sí, pero espero que la próxima vez sea otro insecto menos aterrador”, bromeó Soomin.
Nakyoung, mirando a su alrededor, dijo con una sonrisa: “Bueno, chicas, ahora que hemos sobrevivido a esta noche, creo que podemos enfrentar cualquier cosa”.
Las chicas se rieron y, después de asegurarse de que no había más cucarachas a la vista, despidieron irse a sus camas, listas para una noche de descanso bien merecido.