El mundo tal como lo conocíamos había desaparecido por completo.
La guerra había destruido todo lo que habíamos construido.
Dejando solo ruinas y desolación.
Kim Seokjin era un joven omega, solo y asustado, enfrentándose a un mundo cruel.
Para un mundo sin esperanza, el destino no era más que un cuento de niños.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, la vida le vuelve a poner lo que una vez le quitó.
¿Destino o supervivencia? ¿Supervivencia o suerte?
Es difícil respirar cuando lo único que hay en el aire son las partículas de polvo de los viejos edificios cayendo a pedazos.