Para Khalizy las cosas pasaron lento y rápido.
Lento, porque cada momento que pasaba con Thorin parecía que el tiempo se detenía. Desde que empezaron su cortejo, Khalizy pasaba todos los días por la forja en donde trabajaba en algunos de sus proyectos y se quedaba unos minutos o algunas horas antes de partir a su hogar.
Del mismo modo, Thorin pasaba por la sala de curación en la cual Khalizy trabajaba día por medio. Al principio llegó con alguna escusa, preguntando sobre el funcionamiento de alguna hierba para los cólicos de su hermana. Pero al final terminó llegando sin ninguna escusa y disfrutando del tiempo que tenía ella libre hasta que llegaba algún paciente.
(Claramente Dis no lo amenazó para que dejarse de usarla de escusa).
Las cosas pasaron rápido también. Como los rumores. En un pueblo con criaturas aladas, los chismes vuelan por los aires hasta cualquier persona, ya sea un jinete o enano.
Esto fue algo extraño. Ninguno de los dos quería ocultar lo que tenían pero tampoco lo gritaban a los 7 vientos... aún. Pero era incómodo para Khalizy cuando algún paciente insinuaba sobre una relación entre ella y alguien sin un Avis.
Thorin padecio lo mismo, pero lo suyo fue más complicado a los ojos de Khalizy. Él era un rey, exiliado pero rey, los enanos no estaban convencidos de que su rey salga con una jinete de Avis. Algunos se calmaron al saber que Khalizy tenía un abuelo enano, pero a otros no le gustó pues consideraban que su rey se debía casar con una enana de alta cuna.
— ¿Alta cuna? —. Khalizy preguntó con un nudo en la garganta.— Enanas puras? Pensé que a los enanos no les importaba de donde venía su amado si era, valga la redundancia, su amado o indicado... o así me lo hizo ver mi abuelo.
Khalizy se dejó caer sobre la camilla, limpiando su delantal de algunas hojas secas.
Estaban en el pequeño consultorio. Un día de trabajo de Khalizy en el cual Thorin paso a última hora para estar con ella y ponerse al día.
El enano que estaba a unos pasos de ella, se acercó a paso rápido. Una expresión molesta ocupó su rostro mientras tomaba el rostro de la pelirroja ente sus manos.
— Para los reyes es distinto... fueron muy pocos los que encontraron a su único... mis padres no se amaban pero podían ser amigos —. Guardó silencio, sus pulgares acariciando los pómulos de Khalizy con delicadeza.— De todos modos no voy a dejarte.
Se inclino y justo sus labios con los de ella, para luego juntar sus frente, donde los ojos marrones y azules se encontraron por un segundo.
Con un suspiro ella solo cerro los ojos, disfrutando de la compañía. Quien diría que el enano malhumorado sería así de afectuoso.
— Creo que son un poco exagerados —. Susurró cuando Thorin se separo unos sentimetros de ella, dejando un suspiro entre ambos.
Thorin frunció el ceño.— Los enanos o los jinetes?
— Ambos —se rio— Thorin, nisiquiera confirmamos nada y medio pueblo (por no decir todo) ya lo sabe o lo sospecha.
— ¿Te molesta que lo sepan? —habló en un tono controlado, rozando su frente con la de ella. Manteniendo los ojos abiertos. Azules contra marrones.
— No... no me molesta eso. Solo... me preocupa que puedan darte problemas a ti con tu posición... ¿que pasa si te dicen algo?
Thorin negó con la cabeza, estirando su mano para acariciar el cabello pelirrojo recogido en una trenza. Aún no le había terminado la cuenta de cortejo... solo le faltaba una gema, la esmeralda. Una joya de idéntico color a los ojos del avis de su amada.
— No me harán nada. Soy consiente de las limitaciones —. Se separo para mirar a la pelirroja— Pero las enfrentaremos cuando estemos ahí... todavía te tengo que dar la cuenta de cortejo.
— Pero pensé que las dagas y las galletas eran aceptar el cortejo.
— Si. Pero ahora quiero una cuenta que indique te estoy cortejando...
Khalizy sonrio, pues era una sensación bonita saber que podría tener este tipo de conexión con alguien.
Thorin siguió hablando, tomando su mano distraidamente.— Dis dijo que vengas a cenar mañana. Quiere intentar cocinar cerdo asado...
Había un tono dudoso en el tono del enano.— ¿Quieres que vaya temprano para ayudarla? —pregunto amable, Dis era una muchacha entusiasma dispuesta a aprender, y como todo aprendiz necesita de alguien que los guíe. En este caso en el arte de la comida.
— Sería una vendicion... también hable con tu abuelo, sobre como manejar el cortejo con tus padres.
Ella asintió, mientras los ojos de Thorin estaban entre sus manos entrelazadas; los de ella estaban en las cuentas de sus trenzas.
— Mis padres no son las personas más ligadas a lo tradicional. Sabes que mi madre se escapo de su casa para poder estar con mi padre. Pero solo pidió que vengas a cenar cuando formalices completamente el cortejo con una cuenta.
— ¿Como sabe tu madre de la cuenta?
— Mi papá tiene lo suficiente de cultura enana y él la cortejo con una cuenta también. No sé qué le explicó, pero ella entendió que con una cuenta se da a entender que esto va de verdad.
— ¿Por qué no sería de verdad?
Una voz masculina, ajena a ellos llego hasta sus oidos — Solo busca proteger a nuestra hija —. Krack estaba en la puerta con los brazos cruzados, mirando directamente a la pareja frente a él.— La gente habla mucho, más de lo que conviene, y Evaly no está feliz de escuchar como su hija es "usada" por un enano.
El hombre le resto importancia, pero no dejó de mirar serio a la pareja principalmenteal enano.
— Papá-.
Khalizy había empezado a hablar, molesta por la abrupta sinceridad de su padre (la cual no fue pedida), pero fue interrumpida por Thorin. Él había dado un paso al frente, buscando hablar seriamente con su padre.
— Le puedo asegurar señor Febris que no estoy usando a su hija. No me considero ese tipo de personas que juegan con los demás — la seriedad corria por sus palabras, un tono que Khalizy lo escucho usar una vez para dar órdenes en la forja de su abuelo.— Tengo la intensión de formalizar todo con su hija, y estoy haciendo una cuenta para demostrarlo.
Esto sorprendió a Krack, él hombre quedó con las cejas levantadas por un segundo para luego recomponerse.
— A los enanos no le va a gustar. Ustedes son muy conservadores.
— En los últimos años, con más matrimonios entre jinetes y enanos hizo que las cosas se tranquilicen. Se dictaron leyes a favor de los "matrimonios mixtos" y sus hijos.
Eso fue verdad. Antes si un enano se casaba con alguien fuera de la raza, su esposa o esposo no heredará ningún tipo de tierras del marido, los niños tampoco. Eso fue lo que había sufrido Karlen, todo lo que tenía lo perdió, hasta su apellido.
Tuvo que tomar el apellido de su mujer y empezar a crear sus propias cosas, pues no heredaria nada de sus padres... quienes lo repudiaron, ante la locura de su hijo.
La expresión de Krack seguía sería, solo sus ojos se suavizaron al ver a su hija detrás de enano.— Pero tu eres un rey. Estuve leyendo y no hay ningún registro de reyes casados con no enanas. Que pasara con mi hija, la dejaras por una enana cuando las costumbres no-.
Khalizy sabía a donde podía terminar esto, así que lo detuvo todo antes de que se expanda a una compensación incomoda que ni ella ni Thorin tuvieron aún.
— Creo que quedó claro el punto, Pa —ella hablo tranquila mientras se bajaba de la camilla y caminaba hacia él.— Espérame afuera, son mis asuntos.
El hombre mayor miró a su hija antes de irse por la puerta.
Thorin y Khalizy volvieron a estar solos.
— Lo siento —. Se disculpo por la actitud de tu padre.
— No lo hagas, se preocupa por ti y tu poción cuando seas mi esposa, es comprensible.
Ella asintió levemente, agradecida de que su enano entienda la situación de su padre.
— Aparte eres su única hija, es un milagro que no esté quemado o en el estómago de su Avis.
Eso solo saco una carcajada de la joven.
(...)
La noche estaba tranquila, el aire cálido hacia que muchas personas pasarán la noche afuera de sus porches, cenando o haciendo sobremesa.
En la casa de Thorin no fue distinto. Habían terminado de comer y los hermanos Durin y Khalizy se encontraban sentados en los escalones de piedra bajo el porche.
Los dos mayores tenían un vaso de cerveza mientras que la más joven tenía agua como bebida. Los tres habían decidido moverse después de una deliciosa cena realizada por Dis... con ayuda de Khalizy quien llego un poco antes por petición de Thorin.
Dis estaba un escalón por debajo de ellos, mirando su bebida con el ceño fruncido.
— Sabes, la otra vez un enano pidió si podía salir con él —ella hablo, mirando directamente a Khalizy en vez de su hermano.
Khalizy que se encontraba apoyada contra Thorin, se enderezó rápidamente. Mientras que el enano a su lado se ahogo con la cerveza.
— ¿De enserió? —Expresó Khalizy con una sonrisa, muy al contrario de su pareja que parecía haber tragado un limón.
— Si. Pero le dije que no —. Dis ignoro el suspiro de su hermano.
—¿Por que? Si se puede saber, creo que estas en edad de tener tus primeros novios —Khalizy preguntó, ignorando del mismo modo a Thorin quien la miró con una ceja levantada.
— Me encantaría que mi hermano piense igual, pero cree que soy muy joven para tener novio.
— ¿¡Por qué!? Nunca entendí los celos de los hermanos, por suerte soy hija única.
Una mirada de complicidad de poso en ambas mujeres.
Thorin decidió interrumpir la conversación antes de que sea una revuelta en su contra.
— Dis mañana tienes clases con Balin, así que es momento de ir a la cama —habló serio, con un tono que no dejaba protestar a nadie.
Pero Dis no era nadie, era su hermana menor que simplemente se levantó poniendo los ojos en blanco y retirándose a su habitación. Sin antes decir que mañana se vería con un muchacho después de la lección.
Thorin solo puso los ojos en blanco mientras pasaba su mano por la cintura de Khalizy y la acercaba a él.
— ¿Sabes? vas a tener que perseguir a varios enanos con tu hacha cuando tu hermana deje de ser una niña—Khalizy comentó con una sonrisa disfrutando de la expresión de disgusto en el rostro de su enano.
Thorin solo soltó una queja silenciosa antes de inclinarse hacia ella y besarle, para evitar que siga hablando del tema.
La pelirroja se sorprendió por los repentinos labios, pero no se molesto en alejarlo. Prefiriendo tener los brazos de Thorin alrededor suyo.
— Esto no funciona mucho tiempo... —. Murmuró cuando se separo de él, dejando los labios de ambos libres. Khalizy decidió usarlo para hablar pero Thorin tenía otros planes cuando se inclino y empezó a rozar sus labios por su mejilla hasta su cuello.
Khalizy odiaba admitirlo pero eso sí que servía para cayarla. Pero en su defensa, sus labios y barba callarian a cualquier mujer completamente cuerda.
Estiro su mano para enredarla entre los cabellos oscuros de Thorin, principalmente los de su nuca que varias veces hacían que Thorin pierda un poco de su autocontrol.
Se tuvo que morder el labio cuando sintió que los labios de Thorin bajaban hasta su escote, deteniéndose justo encima de sus pechos.
Bajo la mirada, tratando de saber que haría Thorin. Pues se había quedado quieto, mirando serio la zona que acababa de besar.
— ¿Thorin? —pregunto levemente, pensando si lo había molestado de algún modo.
— Tengo un regalo para ti.
Los ojos marrones de la joven se iluminaron con intriga bajo la luz de la luna.
— ¿Se puede saber que es? —. Pregunto, acomodándose para quedar trante a frente con Thorin.
Ella pudo notar un poco de inquietud en él, mientras buscaba algo en su bolsillo y sacaba una pequeña caja. Muy parecida a la que le regalo anterior mente pero más pequeña.
Thorin tomó una profunda respiración antes de hablar.— ¿Sabes el significado de las cuentas para nosotros? —murmuró mientras levantaba la tapa que la caja y revelaba una cuenta plateada con una esmeralda y el grabado de una pluma.
Khalizy se quedó en silencio, embellecida por la cuenta que tenía Thorin frente a ella. Pero se forzó a tratar de responder su pregunta en vez de parecer un pez fuera del agua.
— No, creo que no —logró soltar mientras guiaba a sus ojos hasta él.
— Si tu lo aceptas, significa una unión. No solo para nosotros y nuestros parientes, sino también para Mahal.
Había escuchando cuando era niña a Mahal, su padre cada tanto lo decía cuando estaba sorprendido pero su abuelo era quien más lo decía a favor de su cultura enana.
Thorin siguió hablando.— Significa para él que finalmente encontramos a nuestra mitad de la cual fuimos separados cuando éramos roca a modelar... aunque debo decir que mi mitad debía ser un pedazo de lava, ardiente como tú.
Khalizy se rio levemente.— Que buena suerte para ti, Thorin. Muy pocos tienen el placer de estar cerca de la lava tan candente y no quemarce —bromeo aunque el comentario fue para despejar un poco su mente y no ser una persona muda y sonrojada. — Y si lo acepto. Acepto ser tu mitad ante tu pueblo, el mío y Mahal.
Ella pudo notar como el cuerpo de Thorin se relajaba ante su aceptación, sonriendo casi timido. Le hizo una pequeña seña para que ella se de media vuelta y dejar su cabello a su disposición.
Pudo sentir como Thorin soltaba su cabello de su peinado semi recogido y empezaba a trabajar en sus mechones con con cuidado de no darle ningún tirón. Estuvo unos minutos tenzando unos mechones de su cabello fogoso para instalar la cuenta, aunque Khalizy creía que también estaba pasando los dedos por su cabello por gusto que por otra cosa.
— Listo.
La mano de Thorin tomó la de ella y la guio desde el costado de su cien hasta su cuello, siguiendo el rastro de la trenza que ahora decoraba su cabellera.
— Oh —murmuró al notar lo intrincada que era, notando como varios mechones se entrecruzadan entre otros y así sucesivamente.— Tienes buena mano para los peinados —sonrio, girandose hacia él.— Podría pedirte que me hagas varios peinados.
Thorin sonrio, sus ojos recorriendo el cabello de su amada hasta su rostro.— Para tu fortuna, podría hacerte los peinados él resto de nuestra vida. —bromeo mientras la atraía hacia él.
— Mm, eso parece un buen trato —. Sonrio mientras pasaba sus manos por su cuello.— Yo cocino y tu me peinas.
Él se inclino hacia ella.— Te construyo cualquier cosa que quieras y tu me curas de cualquier lastimadura que tenga.
Ella contuvo una risa apretando sus labios.— Te llevó a volar.
Él se estremecio un poco por la idea.— Te llevo a pasear en cabrá por las montañas
Se acerco mas a él.—Me dan miedo las cabras.
— No deberías, ellas no te pueden quitar la cabeza con su picó
Puso los ojos en blanco para luego inclinarse y besarle.— Las cabras te empujan y te caes de la montaña.
Thorin respondió con su propio beso.— Un Avis te puede tirar de su montura y caer a gran altura.
—Solo los débiles mueren de caída.
El enano se aparto para mirarla con una ceja levantada, no creyendo las palabras de la joven. Ella simplemente negó antes de tomar au rostro entre sus manos.
— Nunca dudes de las capacidades de un jinete... al fin y al cabo tus hijos serán mitad jinete y mitad enanos.
— No sé si eso será bueno o malo.
Ella de encogió de hombros.— En el mejor de los casos, bueno.
Thorin negó ante sus palabras antes de acomodarse contra la roca del barandal y llevar a Khalizy para que quede contra su pecho.
Aguardaron en silencio por un largo rato, ella jugaba alegre con su nueva trenza de cortejo mientras Thorin miraba a la lejania. Mas alla de las fronteras de Niravis, a una montaña solitaria que Khalizy nunca llegaría a conocer.
— Hablaré con el consejo, modificaremos las reglas... —habló llamando la atención de la pelirroja.— Tu serás la primera reina de Erebor no enana cuando recupere mi reino. Nadie se podrá oponer a mi dictamen como rey.
La cabeza de la pelirroja se inclino levemente para mirarlo. Esperaba que sus ojos azules estén en ella pero miraban hacia otro lugar muy lejano, casi invisible para sus ojos.
A pesar de su postura relajada, pudo notar un peso sobre su mirada. Un peso que le exigía más de lo que él podría dar ahora.
— Tus palabras son muy dulces y se agradecen —ella se separo de él, colocándose entre sus piernas a la altura de sus ojos.— Pero quiero que sepas que la corona es lo que menos me importa. Lo que quiero es lo que esta de bajo de ella —sus manos se extendieron a tocar las cienes de Thorin.— El noble enano que haría todo por su familia y pueblo. Pero que debería recordar que no puede solo.
Él tomó sus manos y las beso.— No estoy solo no?
— No, si no eres terco, solo no estas.
— Me pides mucho —bromeo.
— Pequeños sacrificios amor.