El pueblo ya se había acostumbrado a mi presencia así que ya nadie me miraba de forma extraña o criticándome.
Fuimos a la cafetería de Luke para desayunar, Lorelai nunca cocianaba y teníamos que estar comiendo todo el tiempo con el.
Al entrar nos sentamos en la misma mesa de siempre y Lorelai se paró para ir a la barra.
Iba a comenzar una conversación con Rory hasta que Jess apareció bajando las escaleras y yendo a la barra. En pocos segundos también llegó la chica rubia, fue directamente hacia Jess y sin decir ninguna palabra, solo lo beso.
- ¿Te duele algo?.- preguntó Rory.
- ¿Qué?.- volvi a mirarla.
- Tienes tu mano en tu estómago, tu ceño fruncido y estoy segura de que no escuchaste nada de lo que dije.
- Perdón.
Ella volteó al mismo lugar al que yo estaba mirando e hizo la misma ceña que yo.
- No entiendo como puede estar con ella.
- ¿La conoces?.
- Iba en mi escuela, su calificación más alta es una C+.
- Siento que me dará gripa, odio estar resfriada.- llegó Lorelai sentándose enfrente de mi.
- Si, eso ya lo se.- respondió Rory.
- Cualquiera puede tener gripa.
- Claro que todos pueden.
- Me gustaría tener una enfermedad buena, algo diferente, que impresione. Solo una vez quisiera decir "si, no me siento bien. Mi pierna está poseída".
- Esa es la razón por la cual solo puedes pedir una vez un té.
- Que horrible.- hable yo.
- ¿No te gusta el té?.
- No, solo es una bolsita que saca hierbas.
- El café es mucho mejor.
Luke llegó a nuestra mesa dejando dos platos para Lorelai y Rory, y solo una taza de café para mi.
- Hotcakes, un huevo estrellado con tocino, sopa de pollo con fideos, una orden de puré de papá y tres cafés.
- Gracias, Luke.- respondimos las tres.
- ¿Como va la gripa?.
- Va bien.
- ¿Va mejor?.
- Va bien.- repitió mirándolo.
- Es el tercer día que pides sopa de desayuno.
- Gracias por recordármelo.
- ¿Sabes que te ayuda a curarte?.
- ¿Tantas preguntas a temprana hora?.
- Un sistema inmune sano.
- ¿Que es lo que dijo?.- me preguntó y yo la miré confundida.
- Ah...
- Estudiaras medicina, debes saberlo.
- Estudiare Cardiología.
- Entonces no deberías tomar café, mejor tráele sopa a ella o hazle miles de preguntas sobre el por qué quiere estudiar esa carrera.- sonrió volviendo a mirar a Luke.
- Te traeré hotcakes.- me miro.
- No.- dije de inmediato.
- Ese sería un buen desayuno.
- Pero tiene 227 calorías.
- ¿Cuentas las calorías de toda tu comida?.- preguntó Rory.
- ¿Es malo?.
- Te obsesionaras.
- Estoy bien con el café
- Arruinas tu cerebro con tanto café.
- Aún recuerdo mi nombre, creo que mi cerebro esta bien.
- Bien, pero mañana si te daré un desayuno.- comenzó a alejarse.
Jess habló por unos segundos con su novia y luego ambos salieron de la cafetería.
- Creo que es la primera conversación que han tenido con más de cinco palabras.
- Un verdadero duelo de la mente.
Rory terminó su café y Lane entró a la cafetería.
- No me odien pero ya desayuné.- se paró a lado de Rory.
- Esa si es una oración completa.- ella me miró confundida y Lorelai sonrió.
- ¿Que?.
- No lo arruines.
- Ya nos vamos.- se paró de su asiento.
- ¿Tan pronto?.
- Tenemos planes.
- Esta bien, yo iré al hotel.
- Te veré en la comida.
- Aqui estaré.
Rory salió de cafetería y Lorelai comenzó a sacar zanahorias de su sopa.
- ¿Quieres hablar sobre lo que pasó en la cena?.
- No, estoy bien.
- Sabes que no fue tu culpa, ¿verdad?.
- No... Emily tenía razón, si fue mi culpa, Tristan siempre fue muy bueno y yo lo traté como basura.
- Tal vez tenías razones para hacerlo.
- No las tenía, pero tampoco fue tu culpa lo que pasó con Christopher.
- De hecho si fue mi culpa creer que Christopher por fin estaría listo para formar una familia.
- Luke no es mala idea.
- Luke es solo mi amigo.
- Si, claro, y la Reina de corazones es la hermana de la reina blanca.
- Si son hermanas.
- Eso no dijo Lewis Carrol.- me paré de mi asiento y tomé mi bolso.
- ¿Ya te vas?.
- Si, necesito comprar unos libros.
- Esta bien, deje una llave debajo del tapete.
- No tienes tapete.
- Eso lo hace más divertido.
- Le pediré su llave a Rory.
- ¿Y que pasará con la llave?.
- Estará bien debajo del tapete.- sonreí y salí de la cafetería.
Intenté dirgirme a la librería pero me distraje con un carro que estaba enfrente de la librería. Es un carro ya un poco viejo y con la pintura desgastada. Se ve como los carros abandonados que cuestan menos de 500 dólares. Me acerqué a él y me encontré con Jess y su tonta rubia, ambos se besaban y ninguno se dio cuenta que yo estaba parada enfrente de ellos. Jess estaba encima de ella, tenía una mano en su espalda y la otra no distingi en donde estaba.
Me aleje inmediatamente de ellos, ¿como se atrevían a hacer eso enfrente de todos? Cualquier persona de este pueblo podría verlos, aunque pensándolo bien, nadie le prestaría atención a ese carro y muy seguramente ninguno podría hacerlo en sus casas.
Honestamente la chica no se veía tan mal, lo único que nos diferenciaba era que yo estoy obsesionada con mis notas y ella no. Ella realmente es linda y podría decir que incluso más linda que yo, probablemente más segura de si misma y probablemente no contaba las calorías de cada estúpido bocado que comía.
Me metí a la librería intentando olvidarme de la escena que había visto, aunque eso sería más difícil de lo que pensé.
- Hola, Leigh.- Taylor se puso enfrente de mi.
- Hola, Taylor.
- Me preguntaba cuánto tiempo estarás aquí.
- No mucho, ¿por qué?.
- Solo me lo preguntaba. Se que tú eres buena amiga de Luke y Jess, que por cierto eso si es sorprendente.
- No soy amiga de Jess.
- Siempre los veía juntos.
- Si, bueno, eso era antes.
- ¿Antes de que?.
- De nada.
- Bueno, seré directo.
- ¿Que ocurre?.
- Luke siempre estaciona su camioneta afuera de su cafetería y nunca permite que el festival pase por su calle y ya que tú eres amiga de él, pensaba que podrías decirle que la quite.
- No le pediré eso.
- ¿Por qué? Todos merecen ver un poco del festival.
- El festival ya terminó y a él no le gusta.
- Solo debe mover su camioneta.
- No creo que tenga otro lugar en donde ponerla.
- ¿Que hay de tu casa?.
- ¿Mi casa?.- sonreí burlona.- ¿Quieres que Luke meta su camioneta a mi casa?.
- No es mala idea.
- Esta a dos horas de aquí.
- Tu ya formas parte de este pueblo, deber hacerlo por las personas que lo habitan.
- Puedes pedírselo a Lorelai.
- Lorelai nunca a hecho nada de lo que le he pedido.
- Pideselo a Luke.
- Se vuelve loco cuando le habló de festivales.
- ¿Jess?.
- ¿Alguna vez has visto que Jess haga algo por el pueblo?.
- Taylor, yo no puedo hacerlo.
- Solo será por unos días.
- Si, pero no me quiero meter en esto. Pídeselo a Rory, ella nunca dice que "no".
Taylor suspiró y me miró decepcionado.
- Esta bien, ten un buen día.
- Gracias.- pase a un lado de él.
Sabía que su "ten un buen día" no lo decía en serio, pero el hecho de que se decepcione ya no es nada nuevo.
- Al menos dime que lo tendrás en cuenta.- gritó detrás de mi.
- ¿Que?.- me volteé para verlo.
- El festival, vendrás, ¿no?.
- Lo tomare en cuenta.- el sonrió y se alejó.
Detrás de él vi como la puerta del carro se abría y la chica salía de él acomodando su pantalón. Jess fue con ella y la beso, ella sonrió y se alejó de él yéndose a una tienda. Al voltear a ver a Jess me di cuenta que el ya me miraba y sonreía mientras lo hacía. Deje de mirarlo y volví a meterme a la librería.
Fui viendo los libros buscando el que quería, aquí habían muchos libros clásicos, pero ya todos los tenía.
Tomé un libro de Gabriel García Márquez y fui para pagarlo. Dentro de esta librería había una muy pequeña cafeteria así que me quedaría aquí el resto del día.
Confundida le di el libro a Kirk.
- ¿No se supone que trabajas para Taylor?.
- Tengo 90 trabajos.
- ¿Que?.- sonreí divertida.
- Por cierto, mi turno terminó.- metió el libro a una bolsa y yo le pague.
- ¿Ahora a donde irás?.
- La cafetería.
- ¿Luke's?.
- No, el nunca me dejó trabajar con el.
- Me preguntó por qué.
- Dice que soy muy infantil y que asustaría a los clientes.
- Estoy segura que podrías reemplazar a Jess.
- Me golpearía si eso pasará.
- No creo que quiera tanto su trabajo.- tomé la bolsa y comencé a dirigirme a la cafetería.
Me sente cerca de una ventana y saque el libro de la bolsa.
- ¿Cien años de soledad? ¿Tanto extrañas a Tristan?.
Yo baje el libro intentando mirarlo sin mirar... eso.
- No te acerques si no te has lavado tus manos.
- Sirvo comida, Leigh. Mis manos siempre están limpias.- tomo el libro de mis piernas y comenzó a revisarlo.
Yo intenté arrebatárselo pero el lo mantenía lejos de mi.
- Shhh. Estamos en una librería.- me miro serio.
Yo deje de intentar quitarle el libro y después de unos segundos, volvió a mirarme.
- ¿Por qué preguntaste si me había lavado mis manos?.
- No lo se, tu dime.
- ¿Sigues enojada? Creí que ya lo habíamos arreglado.
- Yo también lo creí.
- ¿Cuantas personalidades tuyas me faltan por conocer?.
- No has conocido ninguna.
- Aún no has contestado lo de las manos.
- ¿El brazier rosa en tu carro lo explica?.
- ¿Como sabes eso?.
- Olvídalo.- le arrebate el libro e intenté volver a leerlo.
- El que tú ya no tengas novio no significa que yo tampoco deba tener.
- ¿Eres gay?.
- Shane y yo no somos nada serio.
- Gracias por la información, ¿puedo saber cómo lo haces?.
- ¿Hacer que?.
- Hablarme, fingir que eres mi amigo y al día siguiente acostarte con ella.
- "Ella" tiene nombre.
- No me aprendo los nombres de personas insignificantes.
- Pero si te aprendiste el mío, eso si me halaga.
- ¿Tú rubia ya te aburrió o por qué estás aquí?.
- Su descanso terminó y me divierte hablar contigo.
- Sabes que ella no se parece en nada a mi, ¿verdad?.
- Eso es lo que me gusta de ella.
Sentí como mi cuerpo comenzaba a tensarse, el realmente sabía como hacerme sentir así y no era una sensación que me gustara. Me hacía querer golpearlo.
Deje de mirarlo y tomé la bolsa. Me levante de mi asiento y comencé a alejarme de él pero el nuevamente me siguió.
- ¿Que harás hoy?.
- No te importa.
- Cada día eres más mal educada.
- ¿De quien crees que lo aprendí?.- sonreí volviendo a mirarlo.
Ambos salimos de la librería y comenzamos a caminar por el pueblo.
- Recordando lo que me dijiste anoche, deberías de hacer algo con esa chica, es tan patética que sería muy fácil.
- ¿No sabes callarte?.
- Intentó ayudarte, Paris no merece ser la marioneta de nadie, aunque sería muy divertido verlo.
- Ayer estaba desconsolada y tú me ayudaste, es todo, ¿entendiste? No recuerdo lo que dije y tampcoo el por qué lo dije.
- Tranquila, puedo resumírtelo, excepto la parte de tu madre, siento que podría aparecerse de la nada.
Su teléfono comenzó a sonar y el dejó de hablar para ver de quien se trataba.
- Crei que no tenías teléfono.
- No es mío.
- ¿Es de tu amada novia?.
- No.
Vi a Rory correr hacia nosotros, se veía agitada y un poco roja.
- Necesito que vengas, Lane acaba de ponerse algún tinte morado pensando que se quitaba con agua, pero no se quita y si su madre la ve se volverá loca.
- Adios, Jess. No sabes cuanto me alegro volver a hablarte.
- Se que si te alegro.
Deje de mirarlo y me acerqué con Rory.
- ¿Que fue eso?.
- Nada.
- ¿Estas molesta con el?.
- No, solo bromeaba.
- Ya has bromeado demasiado.
- ¿Que ocurrió con Lane?.
- Esta en una banda y creyó que pintarse el pelo la haría verse más ruda.
- ¿Funciono?.
- No se ve mal.
- ¿Como pudiste pintárselo en tan poco tiempo?.
- La madre de Lane es muy sobre protectora, ambas aprendimos a hacer las cosas rápido.
Rory abrió la puerta y subimos las escaleras.
- ¡Lane! ¡Leigh está aquí!.
- ¡Es perfecto! ¡Me encanta!.- gritó detrás de la puerta.
- ¡Deja de admirarte y sal de ahí!.
La puerta se abrió y ella comenzó a salir con una sonrisa. Su cabello no solo estaba morado, también brilloso, su sonrisa se borró al ver mi rostro.
- Quedó horrible, ¿verdad?.
- Ah... no, tiene el estilo del... rock.
- Mientes.
- No.- respondi de inmediato intentando quitar mi cara.- Solo me sorprendiste.
Nos fuimos a su cuarto y se escuchó la puerta abrirse.
- Esa debe ser tu mamá.- habló Rory.
Al escuchar eso, su rostro comenzó a ponerse un poco pálido y miró a un punto fijo.
- ¿Lane?.
- ¿Estas bien?.
- Lane, te pusiste pálida, ¿que sucede?.- se acercó a ella.
- No puedo hacerlo.- volvió a reaccionar.
- ¿Hacer que?.
- Teñirme.
- Ya lo hiciste.
- Esto va a matarla.
- ¿Matarla? No, solo la sorprenderá.
- La impresión va a matarla y luego va a matarme.- corrió a cerrar la puerta.- Tenemos que revertirlo.
- ¿Revertirlo?.
- Revertirlo, negro, de inmediato.- se acercó a mi.- Debes ayudarme.
- ¿Como? Aún no llega mi carta de Hogwarts.
- No bromees ahora, debes ayudarme.
- Lane, cálmate.
- Tu también debes ayudarme, debes distraerla mientras Leigh va por el tinte negro.
- Eso es una locura, Lane.
- Rory tu la conoces, sabes como distraerla.
- Tendré que bajar para ir por el tinte.
- No, debes salir por la ventana.
- ¿Como lo haré?.
- Es fácil, corre, corre.
Yo asentí con la cabeza y me acerqué a la ventana. Un árbol estaba estrellaba contra ella así que tendría que subirme al árbol y luego saltar.
- Leigh, apresúrate.
- Ya voy.
Salí de la ventana e intenté subirme al árbol, el árbol temblaba por mi peso y habían muchas probabilidades de que se rompiera. Intenté irme al centro como pude y al llegar a una altura considerable salte.
Corrí a la primera tintorería más cercana y entre.
Suspire para calmarme y cuando abrí los ojos me encontré con Shane hablando por teléfono.
Sentí un leve coraje en el pecho pero intenté ignorarlo, me concentré en buscar algún tinte que se pareciera al color de Lane.
- Solo se que no lo tengo, así que debe estar en tu casa. No lo estás buscando, estás viendo televisión. Olvídalo, voy a comprarme otro. ¿Y... que haremos esta noche?. No quiero ir a comer, he comido como cerdo, me siento obesada. Claro que es una palabra, yo la dije, así se inventan, alguien las dice y los demás la repiten. Eres un idiota a veces, yo no te trato así.
Tomé el tinte y me acerqué a ella para pagarlo.
- Diculpa.- hable en un tono firme.
Ella miró el tinte y lo tomó.
- Diculpa.- volvi a repetir.
- Si, salgo a la misma hora de siempre.
- Te estoy hablando.
- ¿Si?.- por fin me miró.
- No tengo el mismo tiempo que tú.
- Aguarda un segundo.- colgó el teléfono.
- ¿Va a ser todo?.- señaló el tiente.
- Si, solo eso.- le deje el dinero en el cristal y ella lo tomó.
Ella miró su máquina y comenzó a cobrarlo.
- Me está creciendo barba.
- ¿Cual es tu problema?.
- ¿Cual es mi problema?.- repetí en un tono sarcástico.- Soy una clienta, tengo prisa y tú trabajo es atenderme.
- Te estoy atendiendo.
- Si, después de tomarte tu tiempo en el teléfono y estoy segura que no era una llamada de negocios.
Ella metió el tinte a una bolsa y me dio el cambio.
- Que súper estupidez.
- Si, exacto. El nivel de este pésimo servicio es así, "una súper estupidez".
- Que tengas un lindo día.- respondió con una sonrisa que por cierto, no podría ser más fingida.
- Si, gracias, también a ti. Y por cierto, "obesada" no es una palabra, puede ser "obesa" "inflamada" o "estúpida", pero "obesada", no.- sonrei de la misma manera que ella y tomé la bolsa alejandome.
- Gracias, eres fascinante.
- Para ti como se hace un hielo puede ser fascinante.- abrí la puerta y salí.
Aún seguía sintiendo ese leve coraje, pero era más importante teñirle el pelo a Lane.
Tomé la bolsa con mi boca y comencé a subir el árbol, era más fácil subirlo que bajarlo. Toque la ventana y Lane la abrió apresurada.
- Corre, corre.- me dio la mano para meterme más rápido.
Quite la bolsa de mi boca y ella abrió la puerta. Yo la seguí y nos metimos en el baño.
- ¿Sabes teñir el cabello?.
- Un poco.
- ¿Debo asustarme?.
- No, lo haré lo mejor y lo más rápido posible.
Saque las cosas de la bolsa y comencé a prepararlas según las instrucciones.
- Tu cabello es muy lindo.
- Gracias.- sonreí poniéndome los guantes que venían incluidos.- Tu cabello también lo era, y mejorara con esto.
- Estoy segura que tú madre no te mataría por teniñerte el pelo de morado.
- De hecho me quitaría de su herencia.
- No lo creo, tienes una vida perfecta.
- No lo veo así.- comencé a ponerle el tinte en su cabello.
- ¿Como no? Puedes ir a cualquier universidad, eres muy inteligente, estoy segura que tienes muchos amigos y también que has tenido muchos novios.
- Solo he tenido un novio.
- No te creo.
- Bueno, si he estado con más chicos pero no han sido mis novios, y solo tengo tres amigas.
- Rory dijo que muchas chicas quieren ser tus amigas.
- Supongo que te mintió.
- Hasta los chicos de mi escuela creen que eres linda.
- No los conozco.
- Cuando veo tu vida me doy cuenta que la mía es terrible.
- Tu vida no está mal.
- Mi madre me odia y estoy obligada a casarme.
- Mi madre si me odia, la tuya solo quiere cuidarte.
- No conoces a la señora Kim.
- No, pero se que si te quiere.
- Bueno, hablemos del chico rubio que trajiste el otro día, todas las chicas estaban celosas y estoy segura que los chicos también. Tú vida es completamente perfecta.
- Mentiría si dijera que Tristan no es lindo, pero si puedo decir que mi vida no es para nada perfecta.
- ¿Que tiene de malo?.
- Si comienzo, no podré parar.- sonrei.
- Ve, hasta hoyuelos tienes en tus mejillas.
- Lane, tu vida esta bien, créeme que no quieres tener mi vida.
- ¿Que pasaría si la tuviera?.
- Bueno, tendrías que hacer todo lo que te pidan tus padres, siempre poner una linda sonrisa en tu rostro para que no parezcas malcriada, destacar en tus clases, tendrás que asistir a muchas juntas aburridas de gente estúpidamente millonaria y muchas cosas más que si te las digo te aburriré.
- Lo dices solo para no sentirme así.
- Lo digo en serio, nada en mi vida esta bien, al contrario tú si tienes una madre quien te pone atención y le importas.
- A tú madre también le importas.
- Deberas ir a una cena con Rory para que te des cuenta de lo que pasa en mi vida, ¿por qué crees que Lorelai huyo?.
- Crei que huyó por estar embarazada.
- No fue por eso.
- ¿Sabes por qué?.
- No me gusta contar cosas de otras personas.
Para ser sincera me incomodaba que dijeran esas cosas de mi, yo siempre me he sentido como una basura y cuando llega una persona y me dice ese tipo de cosas, solo me hace sentir peor.
- ¿Jess te gusta?.
Otro tema del cual no quiero hablar.
- ¿No te interesan más las estrellas?.
- Creo que tú si le gustas a él.
- Sigues equivocada.
- No, habló en serio, ¿por qué crees que de todas las chicas escogió a una rubia?.
- Tal vez solo le gusta.
- Esa chica no tiene nada de bueno.
- Es delgada.
- Tu igual.
- No es cierto, peso 45 kilos.
- Eres un esqueleto.
- No lo soy, soy como una ballena.
- Eres hermosa y esa chica solo es una rubia tonta.
Termine con su cabello y según las instrucciones seguía ponerle una bolsa en su cabello y esperar unos minutos.
- Jess solo está con ella porque finge que eres tú.
- Lo único que tengo en común con ella es el pelo y el sabe perfectamente que no nos parecemos en nada.
- Solo se cansó de esperarte.
- No se de que hablas.
- Lo escuche hablando con Luke.
- ¿Como los escuchaste?.
- Subí a su casa para pedirle empleo, pero antes de entrar escuche su platica con el.
- ¿Mencionó mi nombre?.
- No, pero se que hablaba de ti.
- Tal vez fue un mal entendido.
- Tu le gustas.
- Eso no es verdad.
- El creyó que nunca terminarías con tu novio así que busco a alguien quien se pareciera a ti.
- Dejemos de hablar de esto, ¿si?.
- Esta bien.
Se quedó callada por unos minutos y ya era el momento de enjuagar su cabello.
- ¿Crees que le pueda gustar a alguien de tu escuela?.
- Si, si quieres podrías venir conmigo a una fiesta y averiguarlo, pero debes saber que nadie de ahí busca algo serio.
- Lo tomare en cuenta.
Ambas seguimos hablando, pero ahora solo de bandas o de cosas en común.
Termine de enjuagar y secar su cabello. Ambas salimos del baño y bajamos las escaleras, Rory tomaba algo de una taza, se veía cansada de hablar, cuando nos miró sonrió, pero la señora Kim no hizo lo mismo.
- ¿Quien es ella, Lane?.
- La hermana de Lorelai, mamá.
- ¿Que haced tú aquí?.- me señaló.
Hablaba con un acento raro y me mirada de manera confundida.
- Vine a prestarle un libro a su hija.
- ¿Cual?.
- ¿Uno cristiano? Bueno, debo irme, pero fue un placer conocerla señora Kim.
Ella me miró asintiendo y yo salí de la casa. Rory y Lane salieron detrás de mi, pero se tardaron unos segundos más.
- Eso fue increíble, por cierto, le caíste bien.
- Gracias.
- Estoy muy cansada.- se quejó Rory.
- Creo que fue una acción de independencia demasiado drástica.
- Quizás, pero no creo que todo esté perdido.- conteste.
- ¿Por qué?.
- Técnicamente tienes teñido el cabello.
- Eso es verdad.
- Si.
- Me teñí de mi color natural, pero sigue siendo teñido.
- No hay ningún mechón de tu color en tu cabeza.
- Podríamos considerarlo una victoria.
- Por supuesto, es otra victoria.
- ¿Por qué nos detenemos?.- las miré y luego ellas miraron al frente.
Jess caminaba junto con Shane, ninguno se tomaba de la mano y tampoco hablaban. Ambos me miraron, ella de mala manera y el sin ninguna expresión. Pasaron a lado de mi y la chica me empujó un poco.
- Es un bichó raro.- le susurro a Jess.
El se volteó para verme pero no contesto, solo siguieron caminando.
- ¿Que fue eso?.
- Un día largo.- conteste suspirando.
- ¿Tu cabello es más negro?.- preguntó Lorelai llegando con nosotras.
- Mejor no lo hubieras mencionado.
- No se nota mucho con la luz suave.
- ¿Que paso?.
- Me teñí el cabello.
- ¿Que?.
- Y me lo volví a teñir en el mismo día, pero por treinta minutos me vi así.- sacó una polaroid.
- Wow, te ves genial, estás loca.- sonrió.
- Siempre tendré la foto.- sonrió y luego quitó su sonrisa.- Guárdala, por favor.
- Claro.
- Tengo que irme.
- Adios.- ella regresó y Lorelai nos miró.
- Saliste temprano.
- Si, bueno, no había mucho que hacer.
- ¿Que haremos?.
- ¿Puedo irme a casa?.
- ¿No comerás primero?.
- No, ya comí en la cafetería.
- Esta bien.
- Las veo después.
- Adios.
Yo sonreí y me aleje de ellas.
No me gustaba estar así con Jess, me sentía rara siendo así con el y no era algo que quisiera que durara para toda la vida.
Pero aunque quisiera que esto terminara, jamás le pediría perdón, así como el tampoco lo hará.
La otra semana tenía que ir a la casa de los Huntzberger y muy seguramente habrían chicos de mi edad y que Emily aceptaría. Enamorarme de alguno de ellos sería lo más fácil.
Estuve pensando toda una noche en Jess, probablemente el solo me agrade y lo confunda con gustar. Debo dejar de ser tan infantil y dejar de pelear con el, aunque eso si será difícil.
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Se que a muchas personas no les gusta mucho que los personajes tarden tanto en estar juntos, pero prometo que haré esta etapa lo más corta posible.
Aún habrán capítulos en los que no habra mucha platica con Jess y se que eso podría parecer un poco aburrido, pero intentaré que sean muy cortos o las platicas muy largas.
Prometo que será así por lo menos tres capítulos más, también intentaré subir capítulos más seguidos.
Los quiero y espero que les esté agrandando mucho la historia. Aún falta mucho que contar.