Taehyung se despertó al siguiente día con un dolor de cabeza infernal. La alarma no dejaba de sonar y él tenía muchas ganas de golpear algo por haberlo despertado de su maravilloso sueño.
Abrió sus ojos mirando alrededor sólo para percatarse de que se encontraba solo en su habitación. Sin embargo, aquella esencia delataba que lo que había ocurrido en la madrugada, no había sido producto de su imaginación. Aquel omega había estado en su habitación, lo había abrazado y consolado cuando él lo necesitó.
Definitivamente estaba avergonzado, pero más allá de eso, estaba agradecido.
Con pereza se levantó de la cama porque sabía que tenía que preparar el desayuno y luego llevar a su hijo a la escuela. Al tomar su teléfono para ver la hora, pudo notar un vaso con agua junto a una pequeña tableta.
Ni siquiera dudó en tomarla.
El omega la había dejado para él.
Taehyung finalmente se levantó listo para ir a darse una ducha y ver si de esa manera su cansancio y dolor de cabeza disminuían, pero fuera de eso se sentía bien.
Esperaba mantener ese humor por unas cuantas horas más.
Luego de darse una ducha, tomó uno de sus trajes, aquellos que nunca faltaban en su día a día. Se podría decir que tenía una ligera obsesión con ese conjunto de vestir, pues incluso para las salidas casuales, un traje parecía la mejor opción para él.
Incluso recuerda una vez que junto a sus hyungs decidieron hacer carne asada y Taehyung llegó de lo más normal con pantalones de vestir, un saco y sus infaltables botas negras. Los comentarios de Seokjin donde aseguraba que tenía un alma vieja jamás faltaron y Namjoon siempre estaba de acuerdo con el mayor.
Pero sí, el alfa consideraba que tenía un alma vieja. Todo lo que tuviera que ver con décadas pasadas para él era una maravilla. Desde las películas en blanco y negro hasta la música resonando en su viejo toca discos. Le gustaba buscar cassettes y coleccionarlos. En el despacho que tenía en casa se había encargado de hacer una biblioteca de un tamaño considerable para llenarla de libros con diversas temáticas, y diferentes autores. En los últimos tiempos se había interesado en la poesía , por eso ahora un espacio en aquel gran estante estaba repleto de libros con poemas.
A veces, cuando tenía tiempo en las noches, Taehyung se devoraba libros enteros imaginándose junto a alguien a quien le pudiera dedicar aquellos mágicos versos donde el amor parecía ser un paraíso.
Porque sí, Taehyung era un romántico empedernido. De aquellos que escriben lindas cartas a puño y letra; que dedican canciones y adoran mimar a la persona por la cual su corazón late diariamente.
Pero el alfa no tenía a esa persona.
Taehyung había perdido a esa persona a la que le entregó su amor incondicional y que hasta el día de hoy le era fiel hasta con el alma.
Ahora sólo se dedicaba a criar y sacar adelante al único pedacito que había nacido de aquella maravillosa historia de amor.
Suspiró.
El alfa entró a la cocina dispuesto a sacar la comida que haría para el desayuno hasta que encontró una nota en el refrigerador que lo hizo sonreír como tonto.
"Taehyung-ssi, te quedaste dormido y ya no había nadie quien cerrara la puerta. Salí por la puerta trasera, no olvides ir a cerrarla cuando despiertes.
Ten un lindo día y cuídate.
-Jungkook."
La caligrafía era un poco desordenada y pudo notar que seguramente el omega seguía dormido cuando le escribió esa nota. Eso le hizo preguntarse a qué hora se habrá ido de su casa. ¿Fue luego de que se quedó dormido? Taehyung realmente esperaba que Jungkook se encontrara bien.
Unas pisadas lo hicieron darse la vuelta y rápidamente se encontró con la mirada de su cachorro.
El pequeño Minseo lo miró por unos segundos para después correr hasta su cuerpo y abrazarlo fuertemente por sus piernas.
"Perdón, papá, perdón" el niño soltó un sollozo apretando con fuerza el pantalón de vestir de Taehyung y llenándolo de sus pequeñas lágrimas.
El alfa sonrió poquito y se inclinó para poder cargar a su cachorro entre sus brazos. Lo apretó a su pecho dejando que el pequeño se aferrara a su cuello buscando aquel aroma que lo hacía sentir paz. Minseo hundió su nariz en aquel acaramelado cuello, inhalando el suave aroma a café y canela que tanto amaba, el que lo había acompañado desde que era tan solo un bebé.
Lo cierto es que el pequeño Kim había pasado toda la noche anterior llorando porque sentía que había sido un mal hijo al discutir con su padre de esa manera, nunca le había gritado como lo hizo el día anterior y por un momento llegó a pensar que su padre lo abandonaría por grosero.
Él amaba a su padre con todo su ser e incluso su lobito se había deprimido al no recibir su beso de buenas noches, ni su leída de cuentos, ni su taza con leche tibia que no quedaba como la de su hyung, pero que de igual forma su papá le hacía con mucho amor.
Minseo no quería perder nada de eso y cuando despertó, tuvo miedo por un momento de estar solo en aquella gran casa. Tenía muy claro que le faltaba su madre, pero no quería que su padre, con el que había crecido, también lo dejara.
"Tranquilo, aquí estoy, amor" susurró Taehyung, dándole palmaditas en la espalda y acariciando su cabello con tanta delicadeza como si se tratara del pétalo de una flor.
"No me dejes, por favor" pidió abrazándolo con más fuerza como si quisiera fusionarse con el cuerpo de su padre. Buscando aquella calidez que sólo él podía brindarle. "N-no quiero perderte, papá"
Taehyung ciertamente no entendía la actitud del menor, pero lo único que podía hacer era soltar sus feromonas para calmar y apaciguar el malestar de su bebé.
Sin embargo, Minseo decía aquellas cosas por algo.
El pequeño Kim se había despertado en la madrugada al escuchar voces, y claramente su curiosidad no lo dejó volver a dormir. Por eso salió de su habitación a hurtadillas para perseguir aquel sonido que tanto llamó su atención.
Grande sorpresa se llevó cuando vio a su hyung junto a su padre en la cama del alfa y lo primero que pensó fue: por eso olía rico. El pasillo estaba impregnado del dulce aroma de su hyung y la fuerte esencia de su padre junto a algo más que no sabía describir.
Cuando se acercó a la puerta con la intención de escuchar, quedó paralizado ante las palabras de su padre.
Él jamás, jamás de los jamases cambiaría a su padre.
"Claro que no, mi amor. ¿Cómo te voy a dejar si tú eres mi vida entera, mh?" no tardó en llenar la carita hinchada del menor con miles de besos para hacerlo sonreír. "Yo siempre voy a estar aquí, contigo. Cuidándote y amándote con todo mi corazón" besó su frente y frotó su nariz con la del cachorro, inhalando su suave olorcito a limón que tanto le gustaba. "Perdoname también a mi por alterarme, ¿sí?" el cachorro asintió con una pequeña sonrisa y el alfa finalmente lo bajó de sus brazos.
"Papá, ¿le puedes poner vainilla a mi café con leche?" preguntó el cachorro ya sentado en la mesa mientras esperaba su desayuno.
Taehyung lo miró con el ceño ligeramente fruncido, pero terminó asintiendo.
"¿Probando nuevos sabores?" preguntó el mayor mientras deslizaba el plato de comida hacia el niño.
"Algo así" respondió soltando una risita que para Taehyung fue encantadora.
Amaba cuando ambos se encontraban bien y disfrutaban el uno del otro.
Por momentos así era que Taehyung se mantenía fuerte y con una sonrisa en el rostro.
Cómo amaba a su pequeño cachorro.
-
"Al parecer los inversionistas de Japón ya tiene una respuesta final a la propuesta que le hicimos la semana pasada" comentó Namjoon mientras ambos se dirigían a la sala principal.
"¿Al fin se decidieron los viejos? No pienso volver a viajar para que vuelvan a postergar su respuesta, hyung" respondió con firmeza el alfa menor porque ya estaba harto de la situación. "Si realmente quieren hacer el negocio, que lo demuestren"
"Eso espero" asintió el mayor. "De todas formas no te diré nada hasta que ellos mismos confirmen. Les daré una advertencia por si deciden volver a cambiar su respuesta al final"
"Si eso pasa, me iré de la sala y cerraré cualquier contacto con ellos"
El par de alfas entraron a la sala donde ya lo estaban esperando.
"Hasta que al fin te veo la cara, Kim Taehyung"
Seojoon se acercó al alfa y abrazó mientras alborotaba su perfecto y bien peinado cabello.
Oh, cómo amaba molestarlo.
"¡Hyung!" se quejó el menor, alejándose para poder arreglar lo que el mayor había hecho. "Ya lo enredaste todo" bufó con un puchero formándose en su labios.
"Ay, es que eres una masita. ¿Acaso eres el mismo alfa intimidante del que todos hablan?" preguntó alzando una de sus cejas para después reír. "No lo creo"
"Yah, deja de molestarme" golpeó su hombro y el mayor sólo rió.
Namjoon suspiró, acostumbrado al trato que ambos se tenían y que a veces le colmaban la paciencia.
"¿Acaso piensan comenzar sin mí?"
Los tres alfas miraron hacía la puerta, encontrándose con la persona que faltaba en la sala.
"Wooshik hyung, llega tarde otra vez" señaló el menor de todos en lo que tomaban asiento en la gran mesa.
"Más vale tarde que nunca"
"Graciosito, así mismo haré cuando toque pagarte" dijo Seojoon soltando un bufido y los otros dos sólo rieron.
Así era todo el tiempo las reuniones en el trabajo de Taehyung. ¿Pero qué se podía esperar cuando ponías a cuatro alfas en una misma sala?
De hecho, esa era una conversación normal entre ellos. Había días más pesados donde incluso llegaban a gruñirse si se molestaban de más.
Pero Taehyung los amaba.
A Wooshik y Seojoon los conoció en un concierto al que había asistido junto a su hyung. Los cuatro hicieron click y rápidamente organizaron una reunión al acabar el evento para conocerse mejor. Eso fue justo después que Namjoon y Taehyung habían empezado a promocionar su nueva empresa. Casi de inmediato el par de alfas se vieron interesados en participar y poco tiempo después terminaron siendo socios.
Su relación con ellos no era tan estrecha como la que mantenía con el alfa Kim que era su fiel amigo y confidente, pero sabía que ante cualquier circunstancia, ellos estarían ahí para él y ya había pasado una vez.
"Te ves radiante" comentó el mayor de todos acariciando su barbilla. "¿Algo para contar?"
"Eres un chismoso" aseguró Taehyung pateándolo por debajo de la mesa.
"Lo aprendí de Wooshik, qué te puedo decir"
"¡Mentiroso!" se quejó el involucrado golpeándole el hombro. "Pero concuerdo, ¿pasó algo?"
"No puede ser" dijo Namjoon riendo mientras negaba.
"Ayer Minseo y yo discutimos"
Los tres alfas jadean sorprendidos y acercan sus sillas a la del pelinegro.
"¿Está bien? ¿están bien?"
"Sí hyung, fue algo del momento. Pero nunca había pasado algo así de grave y realmente me asusté. P-pensé que ya no me quería" confesó Taehyung, viéndose vulnerable ante los ojos de sus amigos más cercanos.
Pero no le importaba.
Aquellos tres chicos conocían su vida al derecho y al revés, por eso mismo se mostraron preocupados al escuchar la noticia. Sabían lo frágil que era Taehyung cuando se trataba de su familia, específicamente el pequeño Minseo.
"Me alegra que estén bien, Tae. Sabes que cualquier cosa, aquí estamos" Seojoon le sonrió y palmeó suavemente su espalda como muestra de apoyo.
Los otros dos no se quedaron atrás diciéndole lo mismo.
"Bien, a lo que vinimos" Wooshik sacó su tablet y todos volvieron a sus posiciones rápidamente. "¿Cómo va el itinerario?"
"Lleno, como siempre" respondió Taehyung riendo. "Tan solo para el mes que viene están programados tres lanzamientos de tres grupos diferentes. La promoción y publicidad ya está cubierta por un mes, al igual que la participación de dichos grupos en programas de televisión" el alfa mordió su labio mientras leía el resumen de todo lo que se tenía planeado. "Los videos principales estarán listos dos semanas antes de su publicación"
"Excelente" dijo Seojoon. "¿Qué hay del nuevo grupo que está por debutar?"
"Sigue mostrando buenos resultados. Son realmente buenos y talentosos" puntuó Namjoon pasándole una tablet al mayor con un video del grupo.
Seojoon los observó con detenimiento y quedó deleitado con la grabación.
"Son magníficos"
"Como todo lo que hacemos" Wooshik le guiñó un ojo el mayor puso los ojos en blanco. "¿Cómo van los inversionistas de Japón?"
"Ni se lo recuerdes, Taehyung los quiere estrangular a todos" el alfa suspiró y los otros dos miraron al mencionado.
"Son insoportables. Deberíamos tener a alguien que se encargue de estas cosas. ¿Por qué nos seguimos encargando de todo?"
"No es fácil conseguir gente de confianza, Taehyung-ssi. Prefiero desvelarme por revisar que todo esté bien, que desvelarme porque alguien nos esté robando"
Y es que sí, a pesar de llevar ocho años dentro del negocio, los alfas usaban un personal muy reducido y especializado en el área administrativa para evitar fraudes o robos que pudieran desestabilizarlos. Pero a veces para Taehyung era muy pesado tener que estar viendo área por área para que todo marchara bien y que los jefes estuvieran realizando bien su trabajo.
"Así es, deja de quejarte, berrinchudo" Namjoon le dio un zape en la cabeza y Tae se quejó con un pequeño grito. "Hasta omega pareces" bromeó el mayor ante la delicadeza del alfa.
"Cállate, hyung"
"Señor Kim"
Oh.
Todos rápidamente voltearon a la puerta al escuchar aquel llamado y fue Taehyung quien se puso de pie luego de hacerle una seña a sus amigos de que estaría afuera.
"Taemin-ssi, buen día" saludó el alfa con una sonrisa a su fiel secretario.
El dulce aroma de las uvas llegó a su nariz y suspiró gustoso ante el olor.
"Lamento interrumpirlo, Señor Kim" se disculpó el omega con una reverencia y después lo miró. "Venía a decirle que su madre estuvo llamando toda la mañana y desde entonces no ha dejado de insistir"
"No le contestes, bloqueala si es posible"
"Lo he hecho como diez veces y siempre busca la manera de volver a llamar" suspiró el omega con cansancio.
"Entonces sólo ignorala"
"De acuerdo" asintió el chico haciendo una anotación en su teléfono.
"También le informo que le ha llegado una invitación al evento de danza que se llevará a cabo dentro de unos meses en el teatro de Seúl. Debe confirmar su asistencia"
"Está bien" dijo, mirando al omega escribir velozmente sobre la tablet. "¿Se pueden llevar acompañantes?"
"Mínimo uno y máximo tres"
"Excelente"
"Mh, por último, la editorial de la revista Vogue se ha querido comunicar con usted porque quiere que forme parte de la portada del mes de abril"
"Muchas noticias, ¿me he perdido de algo?" preguntó confundido.
"Bueno, es uno de los hombres más influyentes dentro de la economía coreana y de los más...atractivos también" el omega no pudo evitar sonrojarse ante lo dicho y esperó no haber sido demasiado atrevido con ese comentario.
"Eres muy lindo, Taemin-ssi" soltó el alfa con una sonrisa y dio un par de palmaditas en su cabeza. "Diles que me pondré en contacto con ellos después. ¿Es todo?"
El omega asintió y Taehyung suspiró.
"Que bueno porque aún no es ni mediodía. ¿Podrías hacerme un favor?"
"Por supuesto que sí, señor Kim"
Taehyung sonrió y pensó en lo afortunado que era por poder pedir ese tipo de ayuda sin verse mal.
-
El par de niños caminaban por el patio de la escuela con la cabeza gacha y una mueca triste en sus caritas. Ambos habían hablado y ninguno tuvo la suerte de obtener el permiso. De paso se habían peleado con sus padres por lo mismo.
¿Por qué era esa situación tan similar para ambos?
A pesar de que contaban con padres diferentes, obtuvieron el mismo resultado como si se tratara de uno mismo.
"Yo aún no le hablo a mi papá" dijo la pequeña Chaeyoung con sus mejillas infladas.
"Isa, no seas así con Jungkook hyung. Debe estar muy triste porque no le hablas" contestó el menor mientras se acomodaban en una de las bancas vacías para conversar.
"Pues muy triste no está porque ayer salió con sus amigos y volvió tarde" su pequeña naricita estaba arrugada y su amigo rió. "¿Por qué te ríes?"
"Por nada"
Pero Minseo sí se reía por algo. Recordó que el padre de la omega había estado con el suyo aquella madrugada y él estaba más que feliz, pero ese sería su pequeño secreto.
"De todas maneras, deberías disculparte" sugirió el alfa mientras abría su pequeño envase que contenía trocitos de manzana picada.
"No, él fue muy feo conmigo" se cruzó de brazos y un puchero se formó en sus labios.
"Isa, no está bien que peleemos con nuestros padres. Hyung siempre te consiente y es muy lindo contigo" el menor le ofreció de sus trocitos de manzana y ella aceptó.
"Tu no lo has visto cuando anda de amargado. Lo dices porque Tae oppa no te regaña como mi papá a mí. Oppa es un buen papá"
"Hyung también lo es, no seas exagerada"
La pequeña soltó un quejido porque su amigo no estaba de acuerdo con ella. Él no conocía a su padre cuando estaba de mal humor, sólo cuando era lindo y cariñoso.
"Yo sí quiero ir a ese viaje" dijo ella bajito y Minseo suspiró.
"Yo también, pero papá dijo que no así que no tengo la autorización firmada"
"Tampoco yo, aunque..."
Chaeyoung se quedó pensando en algo que pudiera servirles y tal vez lo que se le ocurrió no era bueno Y tampoco legal.
Definitivamente no lo era.
"Tengo una idea. ¿Quieres intentarlo?"
Minseo la miró por unos segundos y terminó asintiendo con una sonrisa.
Chaeyoung le hizo una seña para que lo siguiera y el menor enseguida lo hizo. Ambos llegaron al salón y fue la cachorra Jeon que comenzó a registrar su mochila en busca de algo que el menor desconocía.
"¿Qué buscas, noona?"
"Busca en tu mochila algún papel que tu papá haya firmado"
El alfita abrió sus ojos sorprendido porque sabía para qué quería la cachorra hacer eso.
Aún así, también se puso a buscar y después de varios minutos de ardua búsqueda. Ambos encontraron uno de los papeles que mandaban de la escuela con la firma de ambos padres plasmadas al final de la hoja.
"¡Lo tenemos!" chilló emocionada la pequeña, tomó su lapicera y un cuaderno para luego hacerle una seña al alfa. "Trae tu hoja del permiso"
Y con eso ambos abandonaron el salón.
Pasaron las horas y el par de niños sentían que iban a perder la cabeza de tanto intentar aquellas firmas tan extrañas.
"Mi papá tuvo que hacer esto con las patas. ¿De dónde la sacó?"
Minseo rió no estando muy lejos de encontrarse en la misma situación.
"Mi papá como que se puso muy creativo e hizo puros garabatos. ¿Es esto una flor?"
La omega se acercó a los garabatos de su amigo e hizo una mueca.
"Nuestros papás no estaban en sus cinco sentidos cuando decidieron hacer esto" Chaeyoung suspiró, tomándose un descanso.
"Quizá deberíamos rendirnos y sólo venir a clases"
"¡No!" chilló la niña. "Tenemos que ir, Seo. Quiero ir a ver el jardín y darle de comer a los patos y, y ver muchas flores bonitas" un puchero se formó en sus labios y Minseo supo que también era un alfa débil.
"Está bien, sigamos intentando"
Pasaron horas y ya casi llegaba la hora de la salida. Aquello niños no habían dejado de intentar ni siquiera en horario de clases, pues hacían todo a escondidas de su maestra. Además, tenían el tiempo contado porque ese era el último día que tenían para entregar la autorización.
Y lo lograron.
Después de mucho tiempo, pero lo hicieron.
Las firmas eran casi iguales, aunque en ciertas partes las curvas eran diferentes al igual que las líneas. Pero podían pasar desapercibidas.
Los niños se acercaron a la maestra y entregaron sus hojas con una gran sonrisa.
"Oh, ¿sí los dejaron, pequeños?" dijo la maestra tomando las hojas y viendo las firmas que adornaban el final de la hoja.
"Así es, maestra" contestó la omega con una gran sonrisa.
"Entonces nos vemos mañana"
Chaeyoung y Minseo se abrazaron con fuerza al haberlo logrado.
El alfita no estaba muy de acuerdo con su amiga, pero jamás la dejaría sola.
Él sentía que debía cuidarla.
-
Por fin era viernes con sabor a sábado.
O al menos así pensaba Jungkook que deseaba con todo su ser que esa semana llegará a su fin. Sobre todo porque la relación con Chaeyoung no había mejorado para nada.
La pequeña lo ignoraba completamente y sólo se iba con sus padres cuando llegaban a la cafetería y cuando se iba a la academia también decidía irse con ellos, dejando a un Jungkook solo y abandonado.
Realmente estaba harto de la situación y era por eso que su madre ahora se encontraba con él para que juntos buscarán una solución.
"Es que no entiendo qué le dijiste para que tomara esa actitud, Jungkook" dijo la mujer suspirando. "Los omegas en esta familia siempre han sido los más duros y orgullosos"
"Pues quizá salimos a ti, madre" comentó, rodando sus ojos.
"Já, ya quisieran ustedes parecerse a mi"
Definitivamente se parecían a ella porque su padre y Jihyo eran demasiado nobles y melosos. Los de carácter fuerte eran Minyoung, Sana y Jungkook. Ahora se les sumaba la pequeña Chaeyoung.
"Pero entonces, ¿qué le dijiste para que ahora te ignore como si fueras la peste?" la mayor le pasó una taza la cual contenía café y el omega sonrió.
"Gracias" dijo para después darle un sorbo a la bebida y suspiró con gusto. "Sólo estábamos hablando y dijo que tenía que decirme algo, pero yo estaba trabajando y le pregunté que qué quería"
La señora Jeon lo miró incrédula y aclaró su garganta.
"¿Le dijiste que qué quería cuando solo necesitaba hablar contigo?"
"Pues sí, estaba ocupado y se puso a pelear porque no la miraba a los ojos y blah blah blah. Berrinches de cachorros"
"Berrinches que todavía me haces tú" aseguró la señora, dándole un zape a su hijo.
"¡Mamá!"
"Y todavía te atreves a decir que es berrinche de cachorros" bufó, rodando sus ojos. "Discúlpate con ella cuando regrese, eso es lo que está esperando"
"¿Y yo por qué? Ella fue la que se exaltó toda y hasta dijo que Mingyu si le daría permiso. ¿Ese tonto qué punto toca en el tema? Vive conmigo, no con él" se quejó el omega, cruzándose de brazos al pensar en las palabras de su hija.
Todavía seguía muy sentido por la mención de aquel alfa.
"No seas orgulloso, es una niña y a veces no sabe medir sus palabras"
¿Por qué sentía que ya había tenido esa conversación?
"Pero no por eso voy a dejar que haga conmigo lo que quiera. He intentado hablar con ella más de una vez y sólo me voltea la cara, así no se resuelven las cosas"
"Ah, es como revivir esos momentos donde me peleaba con el pequeño Jungkook y Jichul siempre quería darte la razón porque estabas pequeño" recordó la omega con nostalgia y acarició la mejilla de su hijo.
"Entonces, ¿por qué no estás de mi lado?" inquirió con el ceño fruncido.
"Porque eres el mayor y debes iniciar el diálogo, abordar directamente el tema. No puedes rebajarte a la actitud de una niña de seis años sólo porque te hirió el orgullo, cariño. Así no son las cosas" la mujer lo tomó por las mejillas y besó su frente. "Eso siempre me lo dijo tu padre y supongo que sirvió porque de lo contrario aún no me hablaría por no comprarte aquel juguete de Iron Man"
Jungkook se sonrojó y ladeó su cabeza, avergonzado.
"Ay mamá, ya soy otra persona. Superalo"
"Entonces demuéstralo"
El omega asintió, besó y abrazó a su madre para después retirarse de aquella sala junto a su preciada taza de café.
A veces olvidaba que todo el peso de la crianza de su hija caía sobre él. Escuchar que su padre fue una pieza fundamental para su desarrollo lo dejó algo decaído porque su pequeña Chaeyoung no contaba con otra figura paterna o materna fuera de su círculo familiar.
Le fue imposible no recordar la situación en la que había encontrado a Taehyung-ssi. ¿Estaría pasando por algo similar que lo hizo llegar a ese punto? Porque él salió con sus amigos para olvidar ese problema, en cambio aquel alfa bebió solo para ahogar sus penas.
¿Había diferencias?
Un poco.
Aún recordaba cómo había despertado aquella mañana con su nariz escondida en la nuca del mayor y como dicha posición lo espantó en demasía. Aunque sería una mentira decir que no se quedó unos minutitos ahí deleitándose con el exquisito aroma que desprendía aquel alfa.
Jungkook sentía que se iba a babear.
Pero tenía claro que eso estaba mal porque era una zona muy íntima que cada individuo -usualmente- le destinaba a sus parejas, como un privilegio.
Y ahí estaba él aprovechándose de la situación porque el alfa dormía como un tronco.
El omega ni recordaba en qué momento se había dormido, pero sí recuerda cómo despertó poco antes de las cinco de la mañana y se fue de aquella casa como almas que lleva el diablo.
Aunque claramente tomó precauciones. No era un descuidado.
"¿En qué tanto piensas, Jungkook-ah? Me dio intriga verte perdido mirando hacia el horizonte"
El omega miró los ojitos curioso de su mejor amigo y soltó una risita.
"No pasa nada, Yuggy"
"¿Sigues peleado con tu cachorra?" preguntó recargándose en el estante y recibiendo un asentimiento de parte de su amigo. "Ah, que rápido crecen los renacuajos"
"Aún recuerdo cuando estaba chiquita y su naricita parecía un botoncito y-"
El omega dejó de hablar cuando sintió su voz quebrarse y sus ojos llenarse de lágrimas que no pasaron desapercibidas por el menor.
"Oh, Jungkookie, no llores" de inmediato el alfa lo atrajo a sus brazos dejando salir aquel peculiar aroma a naranja que lo caracterizaba. "Todo va a estar bien, ya verás"
"C-creo que soy un mal padre, Yuggy" susurró el pelinegro contra su hombro sin poder retener sus lágrimas y apretando el cuerpo del menor con fuerza.
"Diosa luna, claro que no. Eres el padre más fuerte y valiente de todos" aseguró el alfa mientras acariciaba su cabello con delicadeza. "Te has encargado de ella por tu cuenta con una que otra ayuda por parte de tu familia y nosotros. ¿Cómo vas a decir eso, mh? no digas tonterías" lo tomó por las mejillas y con sus pulgares limpió aquellas lágrimas que mojaban su bello rostro. "No quiero que estés triste, no quiero que huela a omega triste y mucho menos que ese omega seas tú" se inclinó un poco y dejó un besito en su frente. "¿Quieres que te acompañe a buscarla? Ya casi es la hora"
Jungkook giró su cabeza hacía el reloj en la pared e hizo una mueca porque, en efecto, ya casi era la hora de salida.
"No, yo iré. No te preocupes" contestó con su voz mormada y le regaló una sonrisa. "Gracias, Yuggy"
"De nada, hyung" el alfa le guiñó un ojo y el omega negó soltando una risita.
Ese alfa jamás le decía hyung y ahora lo soltaba como si fuera algo de todos los días.
Tonto Yugyeom.
-
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Durante todo el camino a la escuela de Chaeyoung, Jungkook se sintió ansioso, angustiado. No entendía porqué tenía esa sensación en el pecho desde que salió de la cafetería. Sólo tenía ganas de ir por su hija y luego irse a su casa a descansar por el resto del día esperando por la Diosa que esa sensación se esfumara de su pecho.
Cuando llegó a la escuela, se bajó del auto viendo como ya varios padres estaban llevándose a sus hijos. Incluso se veía un poco vacía la escuela, lo cual le pareció extraño.
Se dispuso a caminar a la entrada hasta que se detuvo porque a su nariz llegó aquel peculiar olor que tanto le gustaba.
Movió su cabeza en busca de aquella persona hasta que la encontró y corrió hacia ella.
"¡Taehyung-ssi!"
El alfa detuvo su caminar al escuchar su nombre y a los pocos segundos ya tenía de frente a aquel omega que había estado ocupando parte de sus pensamientos durante los últimos días.
"Jungkook, que bueno verte" saludó el mayor con una sonrisa. Una que se medio borró al ver que los ojitos del omega estaban un poco hinchados. "¿Está todo bien?"
"También me alegra verte, y sí, todo está bien" se apresuró a decir lo último evitando contar la parte donde lleva toda la semana estresado y que lloró minutos antes de venir por su hija. "Sólo vengo por mi renacuajo"
Ambos rieron y Jungkook quedó encantado con el sonido de la risa del alfa.
Qué no le encantaba a él.
"Pensé que vendrías más tarde, con eso de que llegaban una hora después del horario de salida"
¿Eh?
"¿Cómo así? ¿hubo un cambio de horario?" preguntó bastante confundido.
"No, no, me refiero a que como hoy es el día de la excursión y los que asistieron llegarían una hora después. Minseo me dijo que le habías dado permiso a Isa"
"¿Qué?" respondió el omega con sorpresa. "Y-yo no le di permiso, pero ella me dijo que tú le habías dado permiso a Minseo"
El alfa se le quedó viendo por unos segundos que parecieron horas. Ambos tenían el mismo presentimiento de que algo no estaba bien y tenían que averiguar qué era.
La ansiedad de Jungkook no se hizo esperar y el cambio en su olor fue percibido por el mayor que quiso acercarse pero rápidamente declinó en su cabeza dicho movimiento.
"Bien, entonces si ninguno tuvo el permiso, tienen que estar adentro. Vamos"
El menor sólo asintió incapaz de articular alguna palabra y siguió al alfa.
Llegando a la entrada se dieron cuenta de que no había más niños y eso fue confirmado por la portera del instituto.
"Los niños que asistieron a clases normales ya fueron despachados, señores. Sólo queda esperar a los que vienen de la excursión"
"P-pero mi hija no tenía permiso de ir. ¿Dónde está?" respondió el omega nervioso al borde de una crisis.
"Lo mismo pasa con mi hijo" dijo el alfa.
"Si los dejaron aquí, deben estar aquí" la señora sacó una carpeta llena de papeles y miró al par. "Dentro de la escuela no queda ningún niño. Díganme sus nombre para ver si están aquí"
"Jeon Chaeyoung"
"Kim Minseo"
La señora asintió buscando entre los papeles y segundos después le mostró dos hojas al par enfrente de ella.
"Aquí dice que están autorizados"
Taehyung tomó ambas hojas en sus manos y le pasó una a Jungkook que rápidamente vio un intento de su firma. Lo mismo pasó con el alfa.
"¿Dónde están? Yo iré a buscarlos" le habló a la señora, sintiéndose más desesperado con la situación.
"Deben estar en camino, no se preocupen"
Jungkook seguía en shock porque no podía creer que su hija realmente haya desobedecido su orden y haya optado por falsificar su firma para llevarle la contraria.
Simplemente no podía.
Fueron las lágrimas en el rostro del omega que hicieron que Taehyung se preocupara de sobre manera, haciéndosele imposible ignorar el malestar ajeno.
"Tranquilo Jungkook, hablaremos con ellos de esto" dijo acercándose para tomarlo por los hombros. "N-no llores, no me gusta verte llorar" murmuró sin apartar su mirada de aquel rostro que lucía sumamente triste.
"N-no puedo creerlo, yo-"
El sonido del teléfono fue lo que lo interrumpió y aquella portera no tardó en contestarlo. En cuestión de segundos el semblante de la beta cambió por completo tornándose pálido y preocupado, su mirada cayendo inmediatamente sobre el par que había ido por sus hijos.
"Hubo un accidente"
Sólo esas palabras bastaron para que Jungkook y Taehyung sintieran que el mundo se les vino encima.
-A