INTRODUCCIÓN:
PARTE DE LA IDEA DE ESTA HISTORIA ES DE LA SECCIÓN “LA HISTORIA LA PIDES TÚ”, DEL GRUPO DE FACEBOOK “LA HISTORIA LA ESCRIBES TÚ”. DAMOS LOS CRÉDITOS CORRESPONDIENTES A JUANA VÁZQUEZ Y A MARGOTH NAVARRO QUIENES DIERON LA IDEA.
MATRIMONIO POR ACCIDENTE
CAPÍTULO 1
Dos personas estaban durmiendo en distintos puntos de la ciudad de Bogotá. Sin imaginárselo ambos estaban teniendo el mismo sueño, por decirlo de alguna manera, porque lo que para Beatriz Pinzón era un dulce sueño con su amor platónico, para Armando Mendoza era una pesadilla. El sueño era simple, ellos dos iban corriendo por un parque y luego ella tenía un patito en la mano.
Ella siguió durmiendo plácidamente, mientras él se despertó muy asustado. Al rato, se asomó una sonrisa en su cara, imaginándose que explicación le hubiera tenido que dar a Marcela por esa situación. ¡Qué cruz! Seguramente le habría pedido muchas explicaciones. Por lo menos, tuvo dos dedos de frente para suspender el casamiento, no sabía cómo algún día pudo imaginar una vida con ella. Ya llevaban seis meses de separación y estaba disfrutando de su soltería, aunque en las últimas semanas, las noches de cacería lo aburrían y la soledad tenía su peso.
Al otro día, a media mañana, iban a viajar a Nueva York para cerrar un trato con los del Fashion Group. Los dos llegaron a la empresa con sus maletas para ultimar los detalles.
Betty, muy eficiente, revisaba los contratos, mientras Armando realizaba unas llamadas. Un poco más tarde, Betty pasa por el escritorio de Sandra para una consulta de trabajo. Ella y Mariana estaban teniendo la siguiente conversación.
Sandra: —Dígame, Mariana ¿Qué significa soñar con enanos desnudos?
Mariana: —No lo sé, Sandra, yo solo sé interpretar sueños normales.
Sandra: —Sí, como no, a ver, entonces intérprete un sueño de Betty.
Mariana: —Cuéntenos Betty, ¿soñó algo interesante anoche?
Betty: —Fíjese que sí. —Con ojos soñadores— soñé que estaba en un parque, corriendo junto a un triple papito, pero lo más extraño fue que tenía un patito en mis manos.
Armando estaba en el pasillo ultimando detalles con Mario, pero a la vez concentrado en la conversación de las secretarias.
Sandra: —¿Un pato? ¿En serio?, después soy yo la de los sueños extraños. A ver si tiene interpretación ese sueño.
Mariana: —De hecho lo tiene, el pato es un embarazo y el triple papito es el papá.
Armando escucha y se atraganta.
Las secretarias lo ignoran y siguen en lo suyo.
Betty: —jojojó, ¿Un hijo yo? Si soy una solterona.
Patricia: —Y se va a morir solterona —metiendo veneno.
Betty: —Prefiero morir solterona y no vivir con un matrimonio fracasado. Permiso, tengo que preparar mi viaje.
Al rato emprenden el viaje hacia Nueva York. El vuelo tuvo un retraso, por lo que estaban llegando con el tiempo justo a la reunión.
Cuando terminaron de realizar los exhaustivos trámites en el aeropuerto, que les llevó más tiempo de lo habitual, estaban tan apurados que Armando tomó los dos pasaportes y los metió en el bolsillo de su saco. Ella lo miró atentamente con cara seria.
Armando: —Descuide Betty, se lo devuelvo luego, lo cuido con mi vida.
Pese al tráfico infernal, llegaron a tiempo a las oficinas de Fashion Group. Los esperaban los ejecutivos Gabriela Garza y Kenneth Johnson. Como siempre, el equipo de Ecomoda fue muy eficiente y llegaron a un excelente acuerdo para ambas partes.
Los representantes de Ecomoda, estaban agotados y pensaban ir al hotel a descansar, pero los ejecutivos del Fashion Group, tenían otros planes.
Kenneth: —Armando, Betty, los queremos invitar a festejar el negocio en Las Vegas.
Armando: —No hace falta, no queremos causarles molestias.
Gabriela: —Por supuesto que no es una molestia. Este viaje lo teníamos programado para un negocio que tenemos que cerrar mañana, pero lo adelantamos para divertirnos. Es más, un avión privado nos está esperando.
Aunque tenía ganas de descansar, Betty sabía que en los negocios, una invitación así no se puede rechazar.
Betty: —Por supuesto que iremos con mucho gusto.
Armando la quería matar. Los ejecutivos del Fashion Group, se fueron a ultimar unos detalles del viaje dejándolos solos.
Armando: —¿Pero acaso está loca Betty, por qué aceptó el viaje?, estoy molido.
Betty: —Porque estamos negociando con ellos y era descortés rechazar la invitación.
Armando: —Tiene razón.
El viaje por lo menos fue entretenido, la mexicana y el americano eran personas muy agradables y divertidos. Se hospedaron en un lujoso hotel de la ciudad, llegaron casi al anochecer, sólo les dio tiempo de instalarse, luego bajaron al casino a divertirse con sus anfitriones.
Los ejecutivos de Ecomoda estaban en una mesa bebiendo, si hubiera sido por ellos, se hubieran quedado en las habitaciones descansando, estaban bebiendo y pasándola bien, pero sus caras de cansancio hicieron que los del Fashion Group malinterpretaran las cosas y pensaran que estaban aburridos.
Gabriela: —Cómo que los colombianos están muy amargados.
Kenneth: —Tengo una idea. ¿Qué tal si los ayudamos un poco con nuestro ingrediente de la alegría?
Gabriela: —¿Lo ponemos en las bebidas?
Kenneth: —Cómo siempre.
Los ejecutivos del Fashion Group, llevan una botella de champagne abierta, según ellos para festejar el cierre del negocio, por supuesto, ellos aceptaron y bebieron. No pasaron muchos minutos para que su actitud cambiara totalmente, pasaron de un rictus serio, a un semblante totalmente alegre y despreocupado.
Betty, al rato se desinhibió completamente y salió a la pista a bailar sola (imagínense como cuando bailaba como la pupuchurra). A Armando le pareció divertido y decidió seguirla.
Armando: —¿Cómo que está bailando muy sensual, no? No vaya a ser cosa que conozca a un tinieblo americano y me deje botada la empresa.
Betty: —jojojó, no se preocupe, doctor. ¿Acaso no conoce la frase que dice “lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas”? Además, se olvida de que yo soy la solterona de Ecomoda.
Armando: —Me parece que le dolió lo que le dijo patico hoy. ¿No era qué prefería ser una solterona a cargar con un matrimonio fracasado?
Betty: —¿Cómo que usted es muy chismoso, no? Es una verdad a medias, no quisiera cargar con un matrimonio fracasado, pero tampoco quiero tener de por vida el mote de solterona.
Armando: —Yo no sé cómo le va a hacer, desde mi punto de vista, todo matrimonio está condenado a fracasar.
Betty: —Todos, menos un matrimonio por un día en Las Vegas. Es más, me casaría con el primer idiota que se me cruce, con tal de evitar el mote de solterona.
Armando: —Siendo así, yo le hago el favor, además, le demostraría a mi papá que el matrimonio no va a hacerme madurar. —Armando se arrodilla en la pista—. Betty, mi Betty ¿Se casaría conmigo por un día en Las Vegas?
Los del Fashion miraban anonadados los resultados de su broma, nunca se les cruzó por la cabeza en lo que iba a derivar. Aun así decidieron divertirse y continuar con la pesada broma.
Gabriela: —Felicitaciones.
Kenneth: —Si quieren podemos ser sus testigos.
Armando: —Sería un honor para nosotros.
El hotel era tan grande que había varias capillas. Finalmente se decidieron por una donde permitían disfrazarse, Betty eligió a Marilyn Monroe y Armando a Elvis Presley. Lo más gracioso fue que quien los casaría, era el mismísimo Frank Sinatra, claro que era un excelente imitador que también cantaba divino, porque incluso les dedicó “ My way” luego de la ceremonia.
Con la documentación no tuvieron mayores problemas, porque Armando llevaba el saco que tuvo puesto todo el día y allí estaban los pasaportes.
Frank: —Beatriz “Marilyn” Pinzón, ¿quiere como esposo a Armando “Elvis” Mendoza?
Betty: —Si, quiero, aunque ni el jopo le tape la frente. Jojojó.
Armando: —¡Respete!
Frank: —Armando “Elvis” Mendoza, ¿quiere como esposa a Beatriz “Marilyn” Pinzón?
Armando: —Sí, quiero, aunque tengamos muchos hijos feos.
Todos se ríen.
Frank: —Con el poder que me confiere el estado de Nevada, los declaro marido y mujer. El novio puede besar a la novia.
Por un minuto el momento se enterneció, era su primer beso, no fue ni apasionado ni casto, más bien fue, como dulce. La tomó en sus brazos y le dio un tierno beso en los labios.
Luego de un pequeño festejo y de tomarse fotos en la capilla, volvieron al casino y siguieron bebiendo y bailando. En la pista, los besos y los abrazos se volvían cada vez más apasionados.
Por fin llegó la hora de irse a descansar, Armando acompañó a Betty a su habitación. Ella pensó que se iría, pero él entró a la habitación con ella.
Betty:—¿Qué hace doctor?
Armando: —Consumar nuestro matrimonio.
Armando la toma en sus brazos y la lleva a la cama.
CONTINUARÁ….
HISTORIA DE ALEJANDRA GOMEZ Y CHESITA SU MERCED.(CARO_LINA)
EDICIÓN DE MARCELA QUINTEROS.
PORTADA DE ALEJANDRA GOMEZ.