Llegó el tan esperado día, hoy Harry Potter entraría a estudiar a la gran Escuela de magia y hechicería, Hogwarts. Sirius le dijo que lo llevaría a la estación para despedirlo, Harry le prometió que le escribiría todas las semanas y si era posible, todos los días. Harry alistó una noche antes su maleta, llevaba su uniforme que le recordaba al día en que conoció al chico rubio, desde ese día Harry se preguntaba si lo encontraría en Hogwarts, tal vez podrían ser amigos y estar en la misma casa. Sirius siempre le hablo de como sus padres eran de Gryffindor, que era la mejor casa, él esperaba estar en esa también. Empacó sus libros, intentó leerlos para estar al tanto de este nuevo mundo, pero no entendió mucho. Llevaba su lechuza, Hedwig, que fue un regalo especial de su padrino.
Sirius y Harry salieron de la Mansión Prince, iba a extrañar estar todos los días con su padrino en esta casa, no quería que su padrino se quedara solo, el señor Snape nunca estaba aquí, solo lo había visto un par de veces y otras lo escuchaba hablando con su padrino en su despacho.
Recuerda la charla que tuvo con el señor Snape una noche antes.
— Escucha Potter, en Hogwarts, deberás de actuar como si no me conocieras, tú y yo nunca nos hemos visto, es más, yo te odio y tú me tendrás que odiar también
— ¿Por qué Señor?
— Si eres lo suficientemente listo, lo entenderás, y si no, no me importa
— Entiendo Señor
— Bien... te trataré mal, así que no te lo tomes personal — dicho esto Severus se fue, sin despedirse. El señor Snape es una persona muy extraña y misteriosa, Harry no sabe si logrará comprenderlo un día.
»»——⍟——««
Al llegar a la estación del tren, Harry buscaba el andén nueve y tres cuartos, por más que miraba a todos lados, no lo encontraba.
— Sirius, ¿dónde está el andén nueve y tres cuartos?
— No está a la vista de los Muggles, ven, es por este lado — Sirius agarra de la mano a Harry y lo lleva enfrente de una pared — Harry, tienes que correr hacia esta pared, te llevará al andén nueve y tres cuartos.
Harry lo mira extrañado, pero... ¿Qué era normal en la vida de Harry?
Agarró sus cosas y corrió hacia la pared, atravesándola, Sirius fue el siguiente en pasar. Y ahí estaba, el Expreso de Hogwarts, varias familias despedían a sus hijos, unos reían y otros lloraban, Harry estaba entre las dos.
— Bien Harry, llegó el momento de despedirnos — habló Sirius con tristeza
— ¿Estarás bien Sirius? Te quedarás solo
— No te preocupes por mí, estaré bien, y me tienes que enviar cartas — le da una sonrisa tranquilizadora
— Lo prometo, te escribiré hoy una — dijo Harry lleno de emoción
— Es una promesa — Sirius atrajo a Harry hacia él y le dio un fuerte abrazo, seguido de un beso en la frente — Cuídate
— Igual Sirius
Los dos se despidieron y Harry entró al tren, buscando un compartimiento vacío para poder sentarse durante toda la trayectoria del tren. No le fue difícil encontrar uno y se instaló en el. Al poco tiempo, un niño pelirrojo abrió la puerta de su compartimiento.
— Eh... ¿Disculpa, te importaría si me siento aquí? El tren está lleno
— Para nada, puedes sentarte — el pelirrojo asintió en agradecimiento y entró
—Soy Ron, Ron Weasley — se presenta
— Y yo Harry, Harry Potter — Harry le sonrió
Ron abrió los ojos llenos de sorpresa, abriendo y cerrando la boca sin poder decir palabra — eres... Tienes... la cicatriz
Sirius ya le había explicado a Harry porque él era tan importante en este mundo, así que no le pareció tan extraño la reacción de Ron — Sí, la tengo — se levanta el cabello y le muestra su frente.
Woah... — dice Ron con asombro. Harry y Ron empezaron a conocerse, Ron contaba anécdotas de momentos con sus hermanos mayores, Harry compro dulces para los dos.
— Mira, esta es mi mascota, Scabbers, antes era de mi hermano Percy, pero me la dejó a mí — Ron le entra su mascota a Harry para que la acaricie
Harry toma a la rata, y la sostiene frente a su rostro, a simple vista parece una rata común, pero había algo desagradable en ella, ¿una rata puede hacer expresiones? Porque Harry puede jurar que mira un nerviosismo en sus ojos. La rata se empieza a retorcer en las manos de Harry y salta hacia los brazos de Ron. — Parece que es tímida
La puerta del compartimiento se abrió dejando ver a una niña de cabello esponjado color marrón, la atención de Harry y Ron fue hacia ella.
— Un niño llamado Neville perdió su sapo, ¿lo han visto? —
Harry y Ron negaron con la cabeza. La niña se quedó viendo a Harry por un momento, como si lo estuviera analizando. Ella se acerca y se sienta enfrente de ellos.
— Tú eres Harry Potter — dice con asombro — Yo soy Hermione Granger — Voltea a ver a Ron que tenía la boca llena de un pastel — ¿Y tú eres?
— Ron Weasley — dice con la boca llena, a Hermione le pareció un acto grosero — ... Un placer... Será mejor que se pongan sus túnicas, vamos a llegar pronto — Hermione se levanta y sale del compartimiento
— ¿No crees que es extraña?
Harry solo se encoge de hombre, restándole importancia.
El tren empieza a parar y todos los alumnos se preparan para bajar y ser guiados hasta el castillo. Un mago medio gigante llamado Hagrid, estaba reuniendo a todos los de primer año para llevarlos hacia las lanchas. Los alumnos empezaron a subir por pequeños grupos, durante el viaje en lancha, admiraban lo grande y hermoso que era el castillo por fuera.
Llegaron al castillo y empiezan a bajar para conocer los adentros de Hogwarts. Todo el grupo iba caminando junto para no perderse. Subieron unas gradas donde se encontraba una bruja con túnica y sombre puntiagudo, todos pararon al verla.
— Bienvenidos a Hogwarts, en unos momentos se unirán a los demás alumnos, pero antes serán seleccionados a diferentes casas que son Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin, mientras estudien aquí, las personas de estas casas serán como su familia. Tenemos un sistema de puntos, si tienen logros ganarán puntos, pero si hacen travesuras estos se restarán, al final del año la casa con más puntos ganará la copa de las Casas — la bruja mayor les da una última mirada a todos los estudiantes nuevos — la ceremonia comenzará en unos momentos, esperen aquí
Dicho esto, ella se va, dejando a todos los alumnos hablando entre ellos, llenos de emoción y expectativas.
—Así que es cierto — se escucha que alguien habla — Lo que decían en el tren
Harry reconoció esta voz, era como la del niño bonito que conoció en Madame Malkin, Harry voltea a verlo llenó de emoción, al ver una cara conocida.
— Harry Potter ha llegado a Hogwarts — al escuchar el nombre, todos empiezan a murmurar sobre Harry.
Harry ve como el niño bonito se acerca a él, lo que pone un poco nervioso a Harry.
— Te presento a Crabbe y Goyle — lo mira directamente a los ojos — y yo soy Malfoy, Draco Malfoy
— Pfff — se escucha la risa de Ron al escuchar su nombre, Draco lo voltea a ver seriamente
— ¿Crees que mi nombre es gracioso? No tengo que preguntar el tuyo — dice con una sonrisa arrogante mirando a Ron de abajo hacia arriba — Pelirrojo y esas túnicas... Debes ser un Weasley
Harry vio como Draco Malfoy le daba una última mirada antes de darle la espalda, decepcionado de no poder hablarle, pero... por lo menos, ya sabía el nombre de Harry.
— No te hubieras reído — le dice en voz baja a Ron
— Es un Malfoy, no importa — dice Ron sin darle importancia
— ¿Eso que significa? — Ron no le pudo contestar, porque llegó la bruja que les había hablado antes
— Estamos listos, síganme
El grupo de primer año entra al gran comedor, todos los alumnos de los otros años voltean a verlos. El gran comedor tenía un cielo nocturno y velas que flotaban, todo era tan irreal y precioso. Un hombre bastante mayor, con barba y pelo blanco, que llevaba túnicas, estaba sentado en medio de la mesa y a sus lados otros adultos, parecían los profesores.
— El profesor Dumbledor quiere decir unas palabras
El hombre mayor se levantó y viendo a los de primer año, dijo — Niños, bienvenidos, espero Hogwarts sea un lugar agradable para ustedes, tenemos algunas reglas importantes... el bosque oscuro está prohibido, y nuestro celador, el señor Filch, nos recuerda que el tercer piso del lado derecho está prohibido, si van a ese lado, pueden morir de una forma dolorosa... gracias
El profesor Dumbledore se sienta, dejando a los de primer año con miedo.
— Muy bien, empezaremos con la selección, cuando diga sus nombres pasarán enfrente y les pondré el sombrero seleccionador, quién decidirá su casa... Hermione Granger
Hermione pasa y se sienta en una silla para que le coloquen el sombrero
— Mmm... veo... claro... ¡Gryffinfor! — dice el sombrero y todos los Gryffindor aplauden
— El siguiente, Draco Malfoy
Harry ve a Malfoy caminar con seguridad y una elegancia que podría jurar que era de la realeza. Malfoy se sentó y ni un segundo pasó cuando el sombrero lo selecciono a Slytherin, con una sonrisa orgullosa se fue a su mesa.
— De ahí salieron todos los magos oscuros que se desvían del camino del bien — le dice Ron a Harry en voz baja
Harry entiende a que se refiere Ron y ve de reojo a Malfoy... no le parece una mala persona... es más, Harry siente una curiosidad enorme por él
— Ron Weasley... — llaman a Ron y el se sienta en la silla — Ah... otro Weasley... ya sé qué hacer contigo... ¡Gryffindor! — Ron va a la mesa aliviado
— El siguiente, Harry Potter
Todos esperan ansiosos por ver qué casa ganará a Harry Potter.