Max
Antes le pertenecía a la nada, pero ahora le pertenezco a un par de ojos marrones. Emma lo es todo, creí que era una exageracion pensar que una persona podia cambiar el mundo de otra con solo una sonrisa, bueno. Ella cambió mi mundo con solo mirarme
Estoy seguro que si el tiempo regresará me enamoraría de ella, una y otra vez. Me enamoré de Emma el mismo día en que la conocí, no fue al instante, debo admitir, pero no pasó mucho tiempo para que su sonrisa se volviera mi dueña
Alguna vez pensé que nunca confiaría en alguien más, pensé que mi capacidad de amar se había roto. Solo pensé, porque caminaría a su lado con los ojos cerrados, porque ahora estoy enamorado.
Max
*inserta foto del amanecer*
Hay tantas cosas maravillosas en este mundo, primero tú y después este amanecer
Le mando el mensaje antes de guardar mi móvil
—Wow, siendo sincero no creí que fuese a resultar —me dice Robert apareciendo tras de mí
—Todo esta yendo bien, el único problema es que esta yendo demasiado lento, y tiempo es lo que menos tengo —menciono
—Deberías hablar con Emma sobre…eso
—Te recuerdo que fue la misma Sara que me pidió que no le dijera nada. Si ella me lo dijo es por algo —lo miro de reojo
—Bueno…aún tienen dos meses —Robert palmea mi hombro adelantándose.
El resto del día pasa como los demás, trabajo con los chicos como de costumbre, hasta que el reloj marca las seis de la tarde.
Si por Fabricio fuera me obligaría a entrenar día y noche.
Reviso mi celular y el único mensaje que encuentro de Emma me alarma
Pequeña
Llámame cuando termines de entrenar
Le marco enseguida, ella tarda en contestar, pero lo hace
—Emma, ¿qué sucede? ¿Te encuentras bien? —pregunto al instante
—Estoy bien Max —responde rápido—, tengo algo que decirte, y no creo que sea necesario que vengas a la residencia
Frunzo el ceño
—¿De qué se trata? —le pregunto
—…creo que…deberíamos terminar con esto —suelta en un susurro
—¿Qué?
Mi corazón retumba en mis oídos
—Me he encontrado varias veces a Harry en la universidad y no ha intentado acercarse, seguramente Catherine tampoco intentará acercarse a ti. Fuera de eso…las cosas no van muy bien…creo que ya no es necesario…
—¿Qué insinúas Emma?
—…deberíamos de dejar de…fingir
—¿Fingir qué? Maldita sea, no hemos fingido nada Emma —digo con la respiración hecha un desastre
—Ves, esto te está confundiendo Max. Estoy bien estando sola, me encanta estar sola, te lo dije. Yo no quiero…
—Mientes…
—No, tú te engañas
—Emma…me has hecho saber de mil maneras diferentes que me quieres cerca, debemos de hablar, ¿Qué pasó? Ayer estábamos bien
—Probablemente mañana estemos peor. Ya no quiero seguir con esto Max, no tengo ganas de verte, solo…terminemos
—Es difícil renunciar a lo que realmente quieres Emma, yo te…
—No Max, te aseguro que estaremos mejor así, cada quien por su lado
—¿De qué intentas huir? Lo que sientes por mí no desaparecerá con esto
—No sabes qué es lo que siento por ti
—No puedes hacer esto así Emma —digo desesperado
—Es mejor así Max, te lo aseguro. En verdad lamento ser tan difícil, lamento ser yo a quien elegiste. Adiós
—No te atrevas a colgar…—cuelga—, mierda, Emma
En eso miro como Robert pasa a mi lado
—¿Iras a ver a Sara? —le pregunto apresurado
—Sí, ¿por qué? —me pregunta confundido
—Puedes…preguntarle si sucede algo con Emma
—¿Ella esta bien?
—No lo sé, ¿de acuerdo? Pero no quiere verme.
—Bien, yo te mantengo al tanto —dice antes de salir
***
—Quizás como dijo Robert, solo esta abrumada, dale tiempo —me dice Thomas intentando animarme
—Espera a que Robert te diga lo que averiguó y entonces empiezas a sacar conclusiones Max —habla mi mamá a través de la pantalla de la laptop
—Es que no tiene que decirme nada, yo sé lo que está pasando. Ella sabe que me interesa, y quiere alejarme como lo hace con todas las personas que la quieren
—Pero, ¿por qué? —pregunta Thomas confundido
—Porque cree erróneamente que no se merece que alguien la quiera —suelto un suspiro—, si me pide que me aleje de ella, ¿qué hago mamá? —le pregunto desesperado
—¿Tú qué harías cariño? ¿Dejarías ir algo que quieres?
Niego
—¿Pero que hago si es lo que ella quiere?
—¿Tú crees que ella te quiere?
—No lo sé, pero sí sé que siente algo por mí, por eso también está asustada, cree que voy a lastimarla
—Entonces demuéstrale que no lo harás, nunca has sido fácil de doblegar Max, ¿lo harás con ella?
—No.
—El miedo nos hace actuar de diferente manera, pero tú eres más valiente, demuéstrale que puede confiar en ti
—Lo haré —le aseguro—, vuelve a la cama mamá, gracias
—Descansa cariño, descansa Thomas
—¡Descansa mami! —grita el escandaloso
—Te amo —me dice antes de colgar
Me recuesto sobre el sofá mirando el techo
—¿Y si voy a verla?
—No —se opone Thomas enseguida—, dale esta noche para que descanse. Vas todos los días, por eso la abrumas tanto
Volteo a verlo con mala cara
—Sabes que no hablo en serio —se rectifica—, pero deja que está noche piense en lo que quiere, además ni siquiera ha vuelto Robert. Tranquilízate
Me pongo de pie sin decir nada. Thomas no ha hecho nada como para que me desahogue con él
Max
Es muy injusto lo que estas haciendo Emma
No hay respuesta.
&
Muevo mis dedos sobre mi sien de forma circular intentando aliviar ese dolorcito de cabeza que no me ha dejado desde hace horas, no sé si es porqué no he dormido bien, o por tanto pensar en que hacer para que Emma cambie de opinión.
Miro como Thomas y Robert pasan frente a mí, caminando de un lado a otro, no sé ni qué estan haciendo. Por alguna razón no me han dejado solo, no sé si agradecerles o sacarlos a patadas de mi departamento
La puerta suena y Robert va a abrir
—Nada que un buen té no resuelva —dice Thomas poniendo en mis manos una taza de té
—No necesito un té, necesito ver a Emma —dejo la taza sobre la mesa
Robert y Sara se acercan al sofa
—¿Cómo estás? —me pregunta Sara sentándose a mi lado
—Podría estar mejor
Sin ganas de hablar me pongo de pie. Con la intención se encerrarme en mi habitación
No puedo esperar más, necesito verla y arreglar todo este embrollo
—Lo siento Max, sé que no está haciendo las cosas bien, y ella también lo sabe, te lo aseguro —me dice Sara antes de dar un paso—. Pero es mi amiga, y no quiero que pienses que es una mala persona, porque no lo es
—Sé que no lo es —bajo la mirada hacia ella
—Está aterrada, y tú lo sabes. Seguramente te lo ha repetido muchas veces. ¿Sabes? Ella es muy cerrada con todos, pero cuando alguien está interesado en ella románticamente, empieza a soltar todo lo que esconde, porque creé que eso los asustará, y lo logró con algunos idiotas. Por eso ahora, ella creé que sus sentimientos son un arma peligrosa. Y tú le generas muchos sentimientos Max, y eso la abruma, y la asusta, porque nadie la ha hecho sentir tanto como tú.
—Nunca…nunca la lastimaría —me lanzo de vuelta sobre el sofá
—Te aseguro que Emma es de las mejores personas que existen en este mundo. Siempre soy yo la que comete errores, o tal vez Sofía, pero no Emma, ella anticipa todo lo que puede salir mal antes que suceda, y es que a veces ni siquiera suceden esas cosas que tanto miedo le dan. Todos cometemos errores, y ahora es el turno de Emma.
《Ella te quiere Max, y si se entera que te estoy diciendo esto va a matarme, pero al menos quiero que sepas que si te está alejando no es porque no te quiera. Es todo lo contrario, pero le da miedo que no pueda controlar sus sentimientos, lo que ella no acaba de entender, es que los sentimientos no necesitan control, solo tiene que soltarlos, y dejarlos ser. Sé que la quieres pero necesita tiempo Max》
—Pero, ¿tiempo para qué?
—Para que se de cuenta que se equivocó
Como si el no verla fuera tan fácil
&
Le doy un sorbo a la taza de café en mis manos
Estoy en la cafetería que Emma frecuenta, y no voy a negar que tengo la esperanza que ella se aparezca por aquí
Dejo la desagradable taza de café sobre la mesa, y solo me dispongo a ver a las personas que pasan frente a mí
Ninguna de esas personas se parece a ella, en ninguna de ellas encuentro ese singular brillo de sus ojos marrones, o su suave y seductor pelo, tampoco su manera tan belicosa de mirarme.
La extraño demasiado. ¿Por qué cuando todo empieza marchar bien, ella da un paso atrás?
Creo que amar a alguien no es complicado, creo que lo complicado es dejar de amar a esa persona, y todos los obstáculos que se presentan al intentar amarla. El amor no es solo para valientes, también lo es para obstinados como yo, lo que no sé es, si eso es bueno o malo
Max(nota de voz) 0:21
Antes pensaba que quien te deja no te ama, pero ahora creo entender y prefiero pensar, que, quien te deja es porque no sabe como amarte, que se aleje no quiere decir que te ame menos, sino, que no sabe como expresarte su amor. Al menos eso me gusta pensar de ti.
A veces solo hay que seguir pensando en la mujer que amas y destrozarte la cabeza y el corazón.
—Que gran sorpresa
Subo mis ojos a la mujer frente a mí cuando habla
—Catherine —digo mirándola
—¿Puedo acompañarte?
—Si es lo que quieres
Ella saca la silla frente a mí y se sienta
—¿Y esa cara? —me pregunta con una sonrisa
Sí, probablemente Emma tiene razón, quizás con Catherine todo hubiese sido más fácil, a ella le intereso, y en algún punto ella también me interesó. Si tan solo sus ojos verdes, cambiaran por unos marrones, si su pelo castaño se volviera más obscuro…maldita sea, ¿qué estoy pensando?
—Es la única que tengo —respondo con normalidad
—¿Esperas a Emma? —ladea su cabeza mirándome con más atención
Sí, la espero, aunque sé que no vendrá
—No
Catherine alza las cejas y frunce los labios, como si no se sorprendiera
—Ella es así —menciona—, con Harry solo salió dos veces, que yo sepa, y con Matías solo una vez, y algunas veces que se veían en la universidad. Pero, Emma es así, no le gusta…—lo piensa—, darle tiempo a otra persona
—Creo que prefiere la comodidad de su cuarto, que esto —respondo
—Pero cuando alguien te interesa, lo único que quieres es pasar tiempo con esa persona, ¿no?
—La vida no debe de girar entorno a una sola persona —protesto
—Eso deja de importarte cuando amas a esa persona
Sus malditas palabras se clavan en mi corazón como puñaladas
Suelto un suspiro mirándola
—Emma y yo ya no estamos juntos
Ella abre los ojos de par en par
—Eso sí que es una buena noticia —sonríe—, te dije que no durarían. Nunca nadie lo hace con Emma. Creo que con el único que duró fue Harry y ni siquiera fueron novios
—¿Por qué dices eso?
—¿Lo de Harry?
—No —niego—, ¿por qué dices que nadie dura con ella?
—Porque dicen que Emma es muy…complicada, si todos decimos blanco, ella dice negro. Emma es la menos interesada en sus propias relaciones, evade a toda costa a los chicos interesados en ella —dice mirándome—, pero su soledad es su problema. Así que deja de mirarme como si yo fuera la causante de todas sus desgracias
Parpadeo apartando mis ojos de ella
—Que Emma tenga ideas diferentes no quiere decir que sea complicada, y que no quiera estar cerca de esos chicos, solo puede significar que ellos no merecen su cercanía.
Catherine bufa con mala cara
—¿Nos podemos seguir viendo? —me pregunta deslizando sus manos hacia las mías sobre la mesa
—No Catherine, no quiero que malinterpretes todo esto —alejo mis manos antes que pueda tocarlas
—Pero ya no estas con Emma —alega
—Que ya no estemos juntos, no quiere decir que ya no sienta nada por ella —le aclaro
—En cuatro días mi amiga hará una fiesta en su casa —menciona, tecleando algo en su móvil, y al instante me llega un mensaje—, puedes ir a distraerte
—Creo que no debería…
—Tal vez asista Emma, si es que sus amigas la convecencen —dice poniéndose de pie—, nos vemos Max
Miro como se aleja y reviso mi móvil. Un mensaje con la dirección de su amiga, me recibe
¿Para qué esperar a esa fiesta para verla? Es muy probable que ni siquiera vaya.
Me pongo de pie, y me dirijo con urgencia a mi auto
Necesito que me diga en la cara que no me quiere
Tengo un objetivo en esta vida, y es que Emma se de cuenta lo impresionante que es, que cualquier persona podría amarla. No seré una más de las personas que la han hecho sentir reemplazable.
Bajo del auto con la intención de ir directamente a su cuarto, pero a unos metros de las gradas me detengo al ver como ella baja las gradas completamente distraída, guarda algo en su bolsa y no se ha percatado de mi presencia.
Acomoda su suéter y eleva la mirada. Emma se pasma al verme, entreabre los labios sin dar un paso más.
—Emma —digo acercándome
Ella ni siquiera ha escuchado mi voz y ya ha empezado a subir las gradas a toda velocidad.
Corro tras ella, casi se me sale el corazón al ver como tropieza subiendo un escalón, pero no se detiene.
—¡Emma!
Saca sus llaves velozmente y abre la puerta, al instante que intenta cerrarla la detengo con mi cuerpo.
—¿Qué haces aquí Max? —me pregunta retrocediendo—. Vete —dice enseguida.
—¿Qué fue eso? —pregunto molesto por su falta de cuidado—. ¿Ahora huirás de mí, como si fuese un peligro? Tu mayor peligro, eres tú, ¿Cómo se te ocurre saber las gradas de esa forma? —la reprendo
Ella niega con desconcierto.
—¿Qué haces aquí Max? —vuelve a preguntar ignorando lo que dije antes
—¿Si me escuchaste? —le pregunto ofuscado por su terquedad
—Sí, te escuché, ahora responde —exige molesta.
—¿Tú qué crees? —la miro con los ojos entrecerrados, ante su pregunta obvia—. Estoy aquí por ti.
Cada que doy un paso más cerca de Emma, ella retrocede dos.
—Te pedí que dejaras de buscarme. Creí que respetarías mi decisión —me recrimina
—¿Recuerdas la primera línea de mi lista? —por su cara, deduzco que no—. Siempre me negare cuando intentes alejarme. Siempre.
—No te comportes como un niño Max. No quiero verte, entiende. Ya no somos nada —masculla
—No, no lo puedo entender. Emma estábamos bien. Tú eres quien te comportas como una niña, los problemas se solucionan hablando. ¿Qué hice mal? —me acerco cada vez más a ella
—Nada…nada Max —dice esta vez mas calmada—. No hiciste nada malo, es…es todo lo que me haces sentir siempre. —siembra sus ojos en los míos
Como extrañaba mirarla
Aun cuando me esta diciendo que no quiere verme más, disfruto verla
—Pero lo único que he hecho es tratar de hacerte sentir cómoda, conmigo
—Pues no lo lograste, y no es tu culpa —repite—, ahora quiero que te vayas —murmura
—No Emma, Eso no es lo que quieres. Tú me quieres a mí, quieres que esté cerca, pero te asusta, lo entiendo, te prometo que te entiendo, y alejarme no eliminará tus sentimientos —le ruego con la mirada
—Tú no sabes lo que quiero Max —sacude la cabeza negando con los ojos cristalizados
—Lo sé —remarco—. Porque es lo mismo que yo quiero, nos quiero juntos. Somos una vez en la vida Emma, por favor, no dejes que lo nuestro no pueda ser en esta —intento tomar sus manos, pero ella se aleja bruscamente.
—Y yo no quiero que estés aquí —espeta—, vete Max, olvidemos ese estupido noviazgo, hagamos como si nunca paso nada.
—¡Emma! —digo desesperado—. No des por perdido todo al primer problema. Por favor, sentir es obligación si estás viva.
—Sé que estoy viva, no necesito esos sentimientos extras…
—Evitar tus sentimientos solo te hará sentir peor, si lo que sientes es demasiado, entonces vive demasiado, y enfréntalo con la misma fuerza. Los sentimientos no son malos —digo tratando que entienda mis palabras—. Sé que tienes miedo y que no quieres sentir dolor pero eso es parte de la vida
—¡Max ya! ¡Por favor ya! Es mi puta vida, es mi puto problema lo que pase en ella
—Pues ahora es mi problema porque te quiero en mi vida. ¡Amo tu maldito caos! ¡Amo tus inmensos sentimientos! ¡Amo todo lo que intentas eliminar! Yo te…
—¡No Max! ¡No! —niega frenéticamente
—¡Sí Emma! ¡Te amo maldita necia! ¡Te amo!
—No puedes amar esta mierda —masculla señalándose—, nada está bien conmigo —empieza a empujarme—, voy a lastimarte
—Emma —intento detenerla y al instante se aleja
—¿A quién le gustan las cosas rotas Max? —pregunta a punto de llorar—, yo no…yo no sé en qué momento me volví añicos
—No estas rota Emma…
—¿No ves lo que soy? Todos esos amores fallidos no se han ido porque sean unos cobardes, se van porque la cobarde soy yo. Porque me aterra amar y que alguien me ame. ¿Por qué? No lo sé, solo siento que soy la peor persona del mundo y que ellos se darán cuenta en algún momento, entonces solo adelanto su partida.
Emma se rompe en llanto cubriendo su rostro con sus manos
Paso mis manos por mi cara sin saber como actuar correctamente
Me atrevo a acercarme un poco más y poner mis manos sobre sus hombros temblorosos
—Emma —susurro buscando su rostro
—Me guardé tanto esperando a la persona correcta…que ahora ya no puedo distinguir quién es quién —murmura negándose a verme—. Tengo tanto miedo Max, miedo a terminar sola por esperar a esa persona, miedo a dejarla pasar sin darme cuenta…tengo miedo a mis sentimientos, porque ya no sé qué es lo qué siento, tengo miedo de mí misma…yo, tengo miedo de lastimarte —aparta un poco sus manos y me mira—. Solo vete —susurra—. Yo puedo sobrevivir sola, lo he hecho desde hace mucho tiempo. Tú también puedes hacerlo.
—Te equivocas Emma, ahora que te conozco no puedo imaginarme sin ti. No quiero irme —digo mirándola
—¿Tú no estás harto de mí? Pues yo sí —aparta sus manos por completo—, estoy harta de esta mierda que invade mi cabeza, quiero paz Max, y tú solo provocas un lío en mí cabeza y en mi corazón. Quiero que se detenga —gimotea—. No me gusta esto.
—Yo puedo hacer que se detenga —acaricia sus mejillas húmedas
—No —niega—. Tú lo provocas. Pienso Max y no me gusta, porque pienso demás. No estoy acostumbrada a sentirme así. Tienes razón, no me han querido bien, pero yo tampoco sé amar de la forma correcta.
—A mí no me importa Emma, ámame de todas las formas incorrectas posibles, solo quiero estar contigo, no importa que tan difícil sea. Mi corazón te pertenece, rómpelo, destrúyelo, o amalo, solo quédate con él —le suplico acunando su rostro en mis manos
—Nunca seré lo suficientemente buena para ti —sus ojos marrones brillan por las lágrimas que retiene
—Emma —digo con aflicción apoyando mi frente con la suya—. Eres todo —murmuro con un nudo en la garganta—, ¿lo escuchas? TODO para mí.
—¿Entonces por que me siento como si fuera nada? —susurra
—Te daría cada pedazo de mi corazón para reparar el tuyo —siento como las lagrimas se deslizan por mis mejillas y al instante sus manos posarse sobre estas mismas
—No llores
—Entonces deja de llorar tú
—No quiero lastimarte Max y es lo que estoy haciendo. Lo siento mucho, Pero no me siento capaz de estar con alguien, de amar a alguien. Si tan solo pudiera hacer las cosas diferente…
—No podemos volver al pasado, o estancarnos en el presente, solo queda seguir, Emma, seguir. Sigue conmigo
—No quiero —siento como aleja sus manos de mi rostro—. No quiero Max. Me da miedo ser vulnerable, y contigo…—me mura con sus ojos rojos—, podrías lograr cualquier cosa de mí Max —murmura—, Odio este sentimiento de vulnerabilidad que me invade cuando estás conmigo. Por favor ya vete
—Eso pasa cuando quieres a alguien, tienes miedo a lo que puede pasar —apreto su rostro en mis manos—. Mierda. Yo sé que me quieres, no me digas eso.
—Tenias razón Max, sí estaba cuidando tu corazón. No quiero que te sientas como yo me siento —digo entre lágrimas
—No me importa, lastímame si quieres, rompe mi corazón Emma, de igual forma lo harás si me alejas.
—Esto no se trata de ti Max, soy yo la que no está hecha para otros, no estoy hecha para que me quieran, yo no puedo querer, no sé hacerlo
—Podemos aprender juntos Emma
—¡No Max!
—Ya sé que no puedes creer que alguien te quiera, pero yo lo hago. Desde la primera vez que te ví, prendiste algo dentro de mí que creí se había apagado para siempre, para mí nunca ha sido una farsa Emma, no fingí nada de lo que hice. El amor es incierto, funciona de raras maneras, y sí, duele Emma y este es el ejemplo perfecto del porqué. Confía en mí, no voy a lastimarte
—Confío en ti —me asegura—. Pero no confío en mí, estoy mal Max y no quiero que mis problemas te afecten.
—Yo también tengo problemas Emma, y te aseguro que no se interpondrán entre tú y yo.
—Esto va más alla del amor Max, no quiero arrastrarte conmigo a mi inestable mundo.
—Yo amo ese mundo. Nunca te cambiaría nada, me encantas tal cual eres.
Sus hombros suben y bajan con frenesí, por el llanto que intenta controlar
—Tu no lo conoces, estoy dañada y…no entiendo porqué estoy tan mal. Estoy harta de no sé suficiente para nadie, ni siquiera para mí
—Siempre has sido suficiente Emma —toco sus manos
—Prefiero estar sola Max —aleja sus manos—. Estaremos mejor así, lejos.
—No hables por mí —niego—. Desde que nos conocimos lo has hecho, has intentado elegir por mí, crees pensar por mí, crees saber lo que es mejor para los dos, pero ni siquiera sabes que hacer contigo.
Al darme cuenta mi mejilla ya arde, y Emma mueve su mano adolorida. Me acaba de dar una bofetada
Ella me mira pasmada mientras sobo mi mejilla
—Me la merecía —susurro—. Eso no quita que tenga razón, crees saber que es lo correcto, pero te equivocas Emma. La solución nunca será ignorar tus problemas, o esquivar el dolor. El dolor es parte de la vida, es necesario para aprender.
—Adiós Max —Emma retrocede
¿No hay nada más qué pueda hacer, de verdad?
¿Esto se acaba así?
¿Qué hago ahora con todo esto que siento por ella?
Lo miro por última vez tragándome mis palabras. Ella sigue en el mismo lugar, mirándome, esperando que me de la vuelta y me vaya. Apreto mis labios y suelto un suspiro
—Siempre será un buen momento para ser feliz —susurro acercándome, Emma se mantiene en el mismo lugar—, cuando digas que nadie puede quererte, entonces recuerda que eres una mentirosa, porque que yo podría darte mi vida si así lo quisieras. Que yo sí te amo —digo antes de besar su frente
Mis pulgares recorren sus mejillas que se vuelven a humedecer por sus lágrimas
—Supongo que el problema nunca han sido los demás, siempre ha sido mi cabeza, siempre lo he sido yo. Porque nunca he sido nada de lo que crees Max, no soy fuerte, no soy interesante, solo soy una chica con absurdos miedos, solo soy un completo caos…todo lo que tú no quieres —susurra
—Deja de poner palabras en mi boca, te lo suplico —murmuro contra su cabeza
—Siempre he deseado que alguien me vea y piense que soy lo más impresionante que ha visto en su vida, pero no soy impresionante y parezco ser invisible en este mundo
—Yo te veo, siempre te he visto, no hay otra cosa que vea más que a ti
Emma pone sus manos sobre las mías, y las aleja de su rostro con lentitud
—Adiós Max —repite en un susurro, mirándome con los ojos llenos de lagrimas
Suelto un fuerte suspiro sin quitarle la mirada de encima
No quiero irme.
—Deja de llorar o no me iré —paso mis nudillos por sus mejillas
Emma pasa con rapidez las mangas de su suéter por su rostro limpiando bruscamente sus lágrimas
No solo limpia sus lágrimas, también me deja claro que ahora me debo de ir
—La vida no se trata de entender todo Emma, se trata de vivir todo aunque no entiendas nada
Siento como el aire se escapa de mis pulmones cuando retrocedo hacia la puerta
¿Cómo se va de un lugar en donde te quieres quedar?
Mis esperanzas de que me pida que me quede se esfuman junto con su mirada cuando me da la espalda mientras abro la puerta
—Hasta pronto Emma
Cierro la puerta.