Aunque Bradley detestaba admitirlo, la ausencia de Max generaba en el una profunda ansiedad debido a las constantes preguntas sin respuesta inundando su cabeza.
No descansaba bien, el tiempo que pasaba se le hacía eterno y sus hobbies quedaban en segundo plano desde hacía ya varios días.
Al menos hasta que vio el auto de Goofy ingresar al campus.
En cuanto la silueta de Max apareció en su campo visual, decidió que no esperaría ni un minuto más para por fin confrontar al menor.
Ingreso al edificio procurando no ser visto por nadie y se escondió ágilmente cuando vió a Goofy salir de la habitación de Max. Era el momento perfecto para charlar con el pues sabía que PJ y Bobby no se encontrarían con el pelinegro en ese momento.
Lo tendría completamente solo para él.
Tocó insistente la puerta de la habitación hasta que la misma fue abierta por el menor, sus nervios se dispararon en aquel momento pero Cremanata era un experto en ocultarlos. Ensanchó su sonrisa adoptando una pose despreocupada.
-Max, que bueno verte-
-Bradley-
Max sintió su corazón palpitar con fuerza dentro de su pecho, tenía tantas ganas de ver al castaño pero no esperaba verlo en la puerta de su habitación tan pronto.
Se mantuvo inmóvil durante varios segundos escuchando únicamente su respiración, se sentía estúpido al tener una reacción tan infantil en plena universidad.
-Y bien novato, ¿Me dejaras pasar?- pregunto Cremanata.
-Oh claro, sigue- Max se apartó permitiendo el ingreso del castaño, seguido de esto, cerró la misma tras de si mirando atentamente el pomo de la puerta intentando recobrar valentia para girarse y enfrentar la charla que se avecinaba.
No sabía si era debido al cóctel de medicamentos que tomó en la mañana o los nervios de verse en aquella situación pero su estómago se revolvía cada segundo amenazando con vomitar.
-¿Está interesante la puerta?-
-Eh no, no- respondió el pelinegro dando la vuelta, camino despacio hacia el castaño manteniendo la distancia -¿Vienes a hablar de lo que pasó?-
-Algo así- Cremanata veía sus uñas con total interés, levantó la mirada y enseguida frunció el ceño -¿Ocurre algo? Te ves terrible-
-No no, yo estaba durmiendo- rasco su nuca -hace unos días me resfríe y recién me estoy recuperando-
-Entonces ¿Esa es la razón por la que has estado evitandome?-
-¿Qué? Claro que no, yo...-
-Mira, seré directo- interrumpió el castaño adoptando una posición firme frente al pelinegro para iniciar con su acusación ya planeada para aquel momento -ya fue suficiente de huir de lo que ocurrió, ya no somos niños y debemos afrontar nuestras acciones- cruzó sus brazos sobre su pecho endureciendo la mirada -tú me besaste-
Max quedó perplejo ante las palabras de Bradley ¿Acaso está intentando echarle la culpa de lo que ocurrió? Eso no lo permitiría.
-¿Disculpa? Tu me besaste primero- mascullo a la defensiva, el castaño soltó un bufido.
-¡Yo estaba borracho! Mis acciones no deberían ser válidas en ese estado- rodó los ojos -¿Por qué no me detuviste?-
-Te recuerdo que estábamos en una fiesta ¿No es un lugar normal para besarse?- se defendió aumentando ligeramente el tono de su voz.
Bradley sonrió irónico desviando la mirada hacia un costado, masajeo su sien pensando en su próximo movimiento. Haría todo para provocar a Max.
-¿Así que para ti es normal besar a tus amigos borrachos solo porque están en una fiesta?-
-¿Qué? Eso no se acerca a lo que yo dije- Max empezaba a sentir la molestia incrementar poco a poco en su cuerpo.
-¿Sabes? Besarme estando borracho se podría considerar un abuso-
-Bradley ¿Te estás escuchando? Te recuerdo que tampoco hiciste nada por detenerme- se defendió.
Cremanata resopló molesto, definitivamente no llegaría a nada a la defensiva así que decidió seguir con el siguiente plan, atacar.
-Max, Max, Max- sacudió su cabeza en desaprobación - creo que un niño como tu tiene mucho por aprender-
-No soy un niño, en unos meses cumpliré 19-
-Shh, los adultos están hablando- silenció colocando un dedo en el borde de los labios del menor, dió un par de pasos lentos analizando con la mirada al pelinegro -dime Max, ¿Acaso estás experimentando?-
-¿Experimentando? No entiendo a qué te refieres- comento levantando una ceja totalmente confundido.
-¿Alguna vez saliste con un hombre?- Cremanata inició una lenta caminata al rededor del pelinegro analizando cada movimiento que daba.
-Eh, no-
-¿Qué te hace creer que eso es lo que te gusta?-
-...- Max se quedó en silencio sin saber que responder ante la pregunta, aunque le molestaba la forma en la que Bradley inicio su cuestionario, ciertamente no tenía una explicación, simplemente sabía que le gustó besar a un hombre.
-¿No te gustan solo las mujeres?-
-Creo que solo yo puedo cuestionarme eso, ¿No crees?- dijo molesto volteando para enfrentar al castaño atrás de él -además, ¿Por qué tanto interés? Si me gustan los hombres o las mujeres ese es mi problema, no el tuyo-
Bradley detuvo su caminar soltando una carcajada cínica mientras miraba atentamente sus perfectas uñas de las manos como si fuera lo más interesante del mundo.
-¿Crees que es solo tu problema?- preguntó sin levantar la mirada.
-Claro que si lo es-
-Maxxie- susurro acercándose peligrosamente al rostro del pelinegro con una sonrisa socarrona -me estás involucrando en esto- chasqueo la lengua -creeme novato, no vas a poder acabar conmigo si eso es lo que pretendes-
-¿Qué? Claro que no...-
-Lo que más me gusta es ganar, no dejaré que me derrotes- interrumpió el castaño cruzando sus brazos.
-No es lo que quiero...-
-Max, creeme que tengo mucha experiencia con chicos como tú ¿No quieres derrotarme? Está bien, te creo, pero dime- volvió a interrumpir caminando por la habitación con la mirada acusatoria -¿Por qué de pronto el interés en mí?-
-Yo quiero...-
-No seré parte de tu jueguito así que te doy está única oportunidad para decirme lo que realmente estás tramando -
Goof soltó un bufido frustrado por las acusaciones que estaba recibiendo, se apresuró a tomar al castaño de los hombros deteniendo su caminar por la habitación mirándolo fijamente a los ojos.
-¡Bradley!- levantó la voz dejando perplejo al castaño frente a él -No estoy experimentando, no quiero jugar contigo ni derrotarte. Lo que siento es sincero-
-Lo que...¿Sientes?-
-En realidad me gustas- murmuró dando un par de pasos hacia atrás desviando la mirada avergonzado por su confesión-descubrí que me gustas demasiado y no era capaz de admitirlo pero después de besarte yo...- suspiro -estoy seguro de lo que siento-
Bradley se mantuvo en silencio durante varios segundos sintiendo una corriente eléctrica recorrer su espina dorsal tras escuchar aquellas palabras, realmente no esperaba sacar la verdad en Max tan rápido así que no tenía idea de cómo reaccionar.
-Eso es estupendo-
-¿Estupendo? - Goof soltó el aire que retenía momentos atrás indignado -¿Solo eso dirás?-
-¿Qué más quieres que diga?-
-No lo sé, tal vez- colocó el dedo índice en su barbilla fingiendo pensar ante la expectante mirada de Cremanata -¿Sientes lo mismo que yo?-
Bradley carcajeo relajando su postura, le resultaba realmente divertido ver la molestia en el menor. Colocó una mano en el hombro de Max dando suaves palmadas amistosas en el mismo.
-Olvídalo novato, no me escucharás decir esas cursilerías-
-Eres un imbecil- masculló dando un manotazo al brazo de Cremanata para caminar al otro lado de la habitación.
¿Que le costaba decir una simple oración? Detestaba cuando sacaba su arrogancia a relucir; mucho más cuando se encontraban hablando de algo tan serio como lo hacían en ese momento.
Bradley carcajeo nuevamente acercándose al pelinegro con pasos decididos, tomo del brazo al menor volteandolo de un movimiento brusco para enseguida tomar su cintura con firmeza. Max sintió su estómago revolverse en cuanto el rostro del castaño se acercó a el de manera peligrosa, sentía que en cualquier momento iba a vomitar debido a los nervios que subieron nuevamente por todo su cuerpo.
Cremanata conecto su intensa mirada con la de Goof tomando el tiempo necesario para detallar con la mirada cada pequeña reacción que el contrario presentaba, su sonrisa aumento en cuanto sintió el cuerpo del menor temblar bajo su agarre. Era hora de dar el siguiente paso.
-¿Por qué quieres escucharlo si te lo puedo demostrar?- susurró con voz ronca.
El cuerpo de Max se estremeció sintiendo la tibia respiración de Bradley sobre su rostro, su pecho subía y bajaba de forma acelerada demostrando el ansioso deseo envolver su cuerpo.
Segundos después, Bradley beso suavemente los labios de Max.
El calor que emanaba el cuerpo de ambos se extendía por cada rincón de la habitación.
Los labios resecos del pelinegro volvían loco a Bradley y no estaba dispuesto a separarse de ellos. Movía sus labios en una perfecta danza de dominancia mientras recorría cada espacio de la boca del contrario con su lengua.
Agarro con una mano la despeinada cabellera del menor para presionarla con más fuerza a si mismo mientras su otra mano bajaba para situarse a la cintura dando suaves caricias a su piel.
Max sentía cada fibra de su cuerpo temblar, sentía los músculos alrededor de su cintura estremeserse ante el delicado toque del castaño. Subió sus propias manos para sostener con suavidad las mejillas del contrario.
Aquel beso se sentía demasiado irreal, como un romance de película.
Pero esto no es una película.
Sin previo aviso, las manos de Max bajaron por el cuerpo de Cremanata para dar un gran apretón en su trasero lo cual subió la intensidad del beso de inmediato.
Las hormonas de ambos muchachos se dispararon y empezaron con un violento pero placentero beso, Bradley mordió con fuerza el labio inferior de Max sacando un gemido del menor.
Bradley Cremanata III podía ser de todo pero nunca dejaría que alguien lo domine, mucho menos un novato como Max.
Tomo al pelinegro de los hombros y lo lanzo a la cama más cercana, rápidamente subió a horcajadas de Max y lo analizó con la mirada unos segundos antes de atacar nuevamente sus labios.
Max se dejó llevar.
Bradley se separó durante unos segundos, tomo la camisa de tirantes de Max y la alzó pasandola por su cabeza para lanzarla a alguna zona de la habitación dejando al pelinegro con el torso desnudo. Beso nuevamente los labios de su compañero y bajo hacia el cuello escuchando con agrado los suspiros que soltaba el menor.
Max se recargo y tomo el borde del suéter de Cremanata para retirarlo, pero, fue detenido de inmediato por este.
-Hey...-
-Tienes mucho que aprender novato- susurro Cremanata con voz ronca -déjame enseñarte primero-
Bradley tomo con una mano los antebrazos de Max llevandolas sobre sobre su cabeza y presionandolos con fuerza contra el colchón dejando a Goof totalmente inmóvil. Continuo besando el cuello del pelinegro mientras succionaba la zona sacando suaves gemidos de Max.
Se sento sobre la cadera de Max sintiendo la presión en los pantalones del mismo, sonrió satisfecho mirando el rostro ruborizado del menor.
-No pensé que te podía calentar tan fácilmente Max-
-No es así- protesto Goof desviando la mirada, se sentía vulnerable frente al ex Gamma en ese momento.
-¿No?- Bradley movió su cadera en círculos causando una suave fricción en la zona, Max no pudo contenerse y soltó un sonoro gemido en cuanto una corriente eléctrica sacudió su pelvis -¿Que me dices ahora?-
Max mordió su lengua avergonzado mirando al mayor sobre el, intento zafarse pero el agarre de Bradley era bastante fuerte. Cremanata no espero más tiempo y bajo su rostro hacia el torso del pelinegro para seguir su camino de besos húmedos.
Con su mano libre se sintió en total libertad para acariciar la zona, presto especial atención a las hendiduras en el abdomen ligeramente marcado del menor producto de sus constantes entrenamientos. Las yemas de sus dedos acariciaban la suave piel de Goof.
Bradley sabia lo que hacía y su intención era volver loco a Max así como el se sintió toda la semana pasada.
Bajo sus besos por la clavícula de Max y se detuvo en sus pectorales, admiro la vista durante unos segundos mientras subía su mano, con su dedo índice jugueteo con el pezón derecho sacando más suspiros del menor.
-No es justo- logró reclamar Max con la voz entrecortada, pequeñas gotas de sudor bajaban por su frente y su corazón palpitaba frenético dentro de su pecho. Bradley sonrió sosteniendo su mirada divertida.
-¿Porque no?-
-Quiero sentirte- susurro Max.
-¿Disculpa? No logré escuchar- canturreo con diversión. Claro que escucho pero le resultaba realmente exitante escuchar al menor suplicar bajo el.
La vista para Bradley no podía ser mejor, Max totalmente sonrojado y vulnerable ante el suplicando por tocarlo. Su sonrisa socarrona se amplió expectante por escuchar nuevamente al novato.
-Quiero...- Max volteo su rostro totalmente avergonzado -Tambien quiero sentirte- soltó el aire en cuanto Bradley movió nuevamente su cadera sobre el -por favor...-
-Me encanta que supliques-
La arrogancia de Bradley no podía pasar desapercibida y menos en esa situación, soltó las manos de Goof dejándolo en totalmente libertad.
Max no espero más y se sentó tomando al castaño de la cintura, introdujo sus manos bajo la camisa del mayor y con manos temblorosas acaricio la suave piel bajo sus dedos.
Beso con desesperación los carnosos labios del castaño recorriendo con su lengua cada centímetro dentro de la boca del mayor. Sin esperar más tiempo, tomo el borde del suéter y lo retiro con rapidez lanzandolo al piso.
Bradley disfrutaba del toque de Max sobre su piel. Su sonrisa se extendía con cada movimiento torpe que el menor realizaba demostrando su inexperiencia con un hombre.
Goof desabotono la camisa de Bradley dejándola media abierta y enseguida bajo sus besos saboreando el camino hasta el cuello. El castaño acariciaba el cabello del menor sintiendo pequeñas chispas estallar con cada roce que tenían.
Los toques de Max eran desesperados y frenéticos, manoseaba descaradamente cada zona del torso de Bradley mientras llenaba de besos y mordidas el cuello del mismo. Cremanata sonreía con diversión viendo el comportamiento de Goof.
Igual que un adolecente, pensó.
Minutos después, empujó al pelinegro contra la cama inmovilizandolo por completo nuevamente.
-Novato debes controlarte- se burló viendo el deseo en los ojos de Max -solo nos estamos besando y mira como estás-
Bradley movió su cadera frotando su cuerpo contra el del menor sacando una ola de suspiros a este. Goof mordió su labio inferior tratando de controlar los sonidos que se escapaban de su boca para no parecer desesperado.
No pensaba humillarse frente a Cremanata.
Quería ser el quien tome el mando y vea a Bradley vulnerable bajo el, quería ser el quien tome el cuerpo del contrario y lo haga estremeserse bajo su tacto pero en ese momento estaba sometido y le era casi imposible zafarse del agarre de Cremanata.
¿Quien lo pensaría? Bradley era más fuerte que Max y solo se dió cuenta en un momento tan íntimo como el que estaban compartiendo.
Cremanata retiro su propia camisa con la mano libre sin dejar de moverse sobre Max quedando con el torso desnudo, su pantalón empezaba a fastidiar y su entrepierna clamaba por ser liberada.
Soltó durante un momento a Max para bajar sus besos por el torso del pelinegro dejando un camino húmedo. Goof aprovechó el momento acariciando suavemente los brazos del castaño mientras soltaba suaves suspiros.
Se recargó nuevamente con la intención de somenter al castaño pero enseguida fue detenido por el mismo.
-Novato, ¿Cuál es el apuro?- pregunto sosteniendo sus brazos mientras tomaba la camisa que minutos atrás se retiró -no creas que dejaré que me domines, aún soy tu tutor ¿No? Solo dejame enseñarte algunas cosas-
La voz profunda de Bradley causaba un pequeño escalofrío recorrer la espina dorsal del menor, sentía como si las palabras fueran pequeñas gotas de placer que envolvían su cuerpo.
Cremanata uso su camisa para atar las manos de Max dejándolo totalmente fuera de la batalla, el menor protesto pero enseguida fue silenciado por el fugaz beso que el mayor depósito en sus labios.
Bradley continuo con el camino de besos por el torso del pelinegro mientras jugueteaba con el elástico de sus pantalones.
Max no podía evitar soltar sonoros suspiros por la ola de nuevas sensaciones que experimentaba en aquel momento.
El ojiazul no espero más tiempo y bajo la prenda inferior del pelinegro dejando expuesta su virilidad, Max soltó un pequeño grito de sorpresa ante la repentina acción.
Cremanata mantuvo su mirada en el miembro frente a el y la tomo entre sus manos, con agilidad dio suaves movimientos sincronizados sacando suaves gemidos de la boca de Goof.
-Brad...-susurró mareado por la ola de placer.
Bradley sonrió satisfecho, beso desesperado los labios de Max sin dejar de estimular la virilidad del menor antes de bajar su rostro nuevamente hacia su cadera.
Miró ansioso el miembro entre sus manos y lo introdujo a su boca en un rápido movimiento, lamió cada centímetro del mismo disfrutando del dulce sonido de placer proveniente de la boca del pelinegro.
Masajeo con sus manos la parte baja del miembro mientras saboreaba la punta y cuerpo del mismo. Max sentía el éxtasis subir por cada rincón de su cuerpo y las gotas de sudor bajar lentamente por su frente.
Relamió sus labios resecos arqueando ligeramente su espalda mientras sostenía con dificultad la tela que inmovilizaba sus manos.
Nunca, ni en sus más locos sueños imaginó tener a Bradley entre sus piernas pero, a decir verdad, realmente lo estaba disfrutando.
Cada sensación en su cuerpo era demasiado embriagante.
No bastó esperar demasiado para que su cuerpo llegue directo al climax liberandose por completo dentro de la boca del castaño el cual bebió el líquido hasta la última gota.
Max respiraba con dificultad en cuanto terminó, sentía su cuerpo satisfecho ante el placer que experimento segundos atrás. Bradley subió por su torso con una enorme sonrisa y beso suavemente los labios del menor.
Max quiso continuar con el beso pero enseguida un agotamiento abrumador lo envolvió, intento mantenerse despierto pero bastaron un par de segundos para quedar dormido dejándolo fuera de combate.
-¿Max?- pregunto Cremanata extrañado en cuanto el pelinegro no correspondió al beso, levantó la mirada encontrando a Goof dormido -¿Es enserio?-
Soltó un bufido sacudiendo el cuerpo del menor.
-¿Realmente te dormiste?- pregunto molesto sin recibir respuesta alguna -eres un completo imbécil-
Se lanzo a un lado del menor y miro el techo de la habitación, no pudo evitar sonreír ante lo ocurrido. Sintió su corazón palpitar con fuerza en cuanto recordó la confesión.
Él le gustaba, realmente le gustaba a Max.
Aunque demostraba una actitud defensiva, las palabras de Goof ingresaron con intensidad en su corazón. Era difícil ser correspondido por un hombre ya que por lo general sus parejas buscaban únicamente algo de una sola noche pero con Max sentía que por fin tendría algo mucho más profundo.
Suspiro feliz con la calidez del sentimiento.
-¡Maxxie, ya regresé!-
El aire escapó de los pulmones de Bradley en cuanto escucho la icónica voz de Goofy tras la puerta, el pomo de la misma se movió frenéticamente. Agradecía internamente que el novato colocará seguro.
-¡Señor Goof! ¿Que lo trae por aquí?- definitivamente esa era la voz de Bobby.
Bradley salto de la cama con rapidez, desató las manos de Max y se colocó su camisa con manos temblorosas.
-¡Oh PJ, Bobby, que bueno verlos ajio!- escuchó la tenue conversación suplicando que duré el tiempo suficiente antes de ser descubierto dentro de la habitación -vine a dejar a Maxxie hace un rato, ahora debe estar dormido porque no me abre-
-No se preocupe, aquí tengo las llaves- Cremanata juro vengarse en algún momento de PJ.
Acomodó con dificultad la ropa de Max y lo arropó, abotono su arrugada camisa y busco con la mirada algún método de escape.
La ventana.
Agradeció internamente en cuanto escucho las llaves de PJ caer en el piso seguido de una maldición, eso le daría unos segundos más.
Tomo una gran bocanada de aire y abrió la ventana para mirar cuánto tendría que bajar. Tres pisos para ser exactos.
Claramente ese no era momento para pensar en su intenso miedo a las alturas.
Una gran ventaja era que la ventana daba a una zona poco transitada en el campus, con la respiración acelerada y las manos sudorosas salió de la habitación y comenzó a bajar por el edificio sosteniéndose de pequeños ladrillos salientes de la estructura con algo de dificultad.
Juro para si mismo que sería la primera y última vez que haría algo tan estúpido como eso.
Segundos después de su salida, la puerta de la habitación por fin se abrió.
-¡Max, mi amigo por fin regresa-aste!- grito eufórico Bobby ingresando a la habitación, miro el cuerpo inmóvil del pelinegro en la cama -este como que ya se murió-
-¡Cállate Bobby!- regaño PJ dando un zape al pelirrojo.
Goofy carcajeo dejando en el escritorio la funda de la farmacia.
-Esta tomando medicamentos bastante fuertes ajio- el mayor acaricio con cariño la cabellera de su hijo y cubrió totalmente el cuerpo semidesnudo -seguramente en un par de horas despertará-
-¿No sé te hace extraño que esté sin cami-isa?-susurró Bobby a su amigo.
-Tan extraño como tú con una novia-
El pelirrojo miró indignado a su amigo sosteniendo su corazón con una mano.
-Bueno chicos, creo que es hora de irme- comentó Goofy caminado a la salida -vendre en una semana. Por favor, cuiden de mi Maxxie ¿Si?-
-Claro que si señor Goof, eso haremos-
Tras compartir un par de palabras más, Goofy se retiró para regresar a su hogar. Camino por el pasillo de las habitaciones tarareando una canción y salió del edificio chocando con un agitado ex Gamma.
-Fijate por dónde... ¡Señor Goof!-
-Bradley Cremanata- susurró el mayor viendo de arriba a abajo al muchacho -¿Cómo has estado muchacho?-
Goofy podía ser de todo, pero definitivamente no era un hombre rencoroso.
-Eh bien, bien- carcajeo el castaño colocando una mano en su nuca -yo, bueno eh...-
-¿Ocurre algo?-
La preocupación en los ojos del adulto era evidente, Bradley demostraba una actitud totalmente desconocida para el. Estaba nervioso.
Su cabello revuelto, camisa mal abotonada y totalmente arrugada, un par de rasguños en sus manos y gotas de sudor bajando por su frente. No sé parecía en nada al elegante compañero de fraternidad que tuvo meses atrás.
Enseguida, el recuerdo de la conversación con su hijo llegó a su mente. Tomo de los hombros al chico buscando algún rasguño o golpe en su rostro.
-Bradley ¿Acaso te peleaste?-
-¿Qué? No, no para nada-
-¿Te golpearon?-
Cremanata se soltó del agarre de Goofy de forma brusca.
-Claro que no, lo siento señor Goof pero debo irme-
Sin previo aviso, el castaño continuo su camino dejando a Goofy desconcertado. Sentía una abrumadora culpa subir por su abdomen imaginando que nuevamente el muchacho estaba siendo acosado y el no fue capaz de ayudarlo.
Soltó un suspiro siguiendo su camino al auto, en cuanto visite a su hijo hablaría con el sobre lo ocurrido para tratar de buscar una solución.
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¡Y aquí un nuevo capítulo!
¿Que les pareció el cap?
Me encanta leer sus comentarios, me animan demasiado a seguir adelante con la historia.
Agradezco mucho su apoyo 🫶.
¿Les gustó como se abordo el capítulo?
¡Los leo!