Despues de escapar de Merlín se detuvieron en medio del jardin de la escuela para recuperar el aire de haber corrido por tanto. Ben sentia la adrenalina correr por sus venas, nunca habia escapado asi de alguien. Ni cuando Chad avento a su padre de las escaleras y se echo toda la culpa para salvar a sus amigos.
- ¡Eso fue increible!.- dijo Harry.- ¿quien era ese hombre?
- Ese era el director Merlín, se encargo de que nuestros padres siguieran su destino.- río.- No me habia reido asi desde que Chad avento a su papá de las escaleras para ver si podia volar como tu padre.
- ¿Qué? Ese rubio es más tonto de lo que crei, aunque debo decir que es lindo verlo haciendo berrinches.
Ben mordio sus labios en un gesto incomodo y celoso. Chad era su mejor amigo, Harry era libre de elegir a quien quisiera, pero no podia simplemente dejarlo pasar.
- Chad es un gran amigo mio, aunque su actitud a veces no es la mejor... la relacion con su madre siempre fue algo complicada.- dijo con tristeza.- Aunque podria decir lo mismo de mi.- susurro.
Escucharon el timbre y los pasillos rapidamente se llenaron de estudiantes. Muchos con ropas coloridas y tiaras distinguiendo que eran de la realeza, pero no encontraba a ningun villano ni a sus padres. Se preguntaba ¿cómo era su padre de joven?
- ¡Ustedes dos, quietos!.- grito el director acercandose.- ¡Ya me canse que siempre hagan lo mismo! Si siguen asi los enviare a una isla como castigo ¿entendieron?.- se coloco sus lentes y se dio cuenta espantado que habia regañado a otras personas.- ¡Oh, no puede ser! Lo lamento mucho jovencitos, los confundí con dos alumnos identicos a ustedes ¿de donde vienen? ¿son parientes de alguien aqui?
Ben iba a contestar, pero Harry se le adelanto.
- Somos estudiantes de tierras muy, pero muy lejanas.- sonrio.- Él es mi buen amigo Ben y yo soy Harry.
Ben entró en pánico por decir sus nombres reales, pero el director obviamente no pensaria que eran del futuro asi que los invito a seguirlo para que conocieran la fabulosa preparatoria Merlín. Se calmó un poco cuando Harry le tomo la mano siguiendo muy entusiasmado al director, el toque de su mano era tan lindo que nisiquiera imagino si a Harry le gustaba Chad, él iba a disfrutar lo que pudiera.
Les dio recorrido hasta un salón lleno de pociones donde encontro al responsable de la broma. Morgie estaba en las mesas de al fondo jugando con una rosa entre sus manos, al lado de él su mejor amigo Garfio usaba sus dos manos porque el rubio no le ayudaba por estar cone sa "cosa".
- Ugh ¿En serio? Solo estas perdiendo el tiempo con esa cosa.- rodó los ojos vertiendo frascos al caldero.- Deberias regresarla antes que Merlin se de cuenta.
- Mm lo hare en la noche cuando todos esten dormidos, y no es una "cosa" James, es realmente bonita.
- No jueges ¿acaso te gusta Adam?.- bromeó.- ¿que? ¿quieres descubrir el porque le dicen Bestia~?
- ¡Por supuesto que no! ¡que asco, no! Le dicen Bestia porque es un salvaje, además de seguro esta contando los días para ser el rey y casarse con la perfecta Bella.- su sonrisa ahora estaba afligida.- Jamás veria la maldad como algo atractivo y Merlín no lo permitiria porque somos malvados.
James dejo de sonreir y arreglo el cabello de Morgie mientras sonreia.
- Ay Morgie, no te pongas triste por un bobo. Y si no te gusta pues que se pudra.- miro que Merlín venia hacia ellos y le arrebato la rosa metiendola bajo su casaca.- Ay viene ese gordo, ponte a hacer algo rapido ¡Director Merlín!.- saludo sonriendo.- Que bien le queda el verde, eh.
- No estoy para juegos, jóvenes. Despues de clase quiero hablar con ustedes, por ahora.- mostró a Harry y Ben.- Tenemos dos alumnos que estaran hoy con nosotros, sus nombres son Ben y Harry, niños, ellos son estudiantes que llegaron apenas y bueno dado a que seguramente saben que tienen un castigo pendiente. Tendran que ser sus guias por la escuela.
- ¿Qué? Pero directooor, eso no es justo.
- No me hablen a mi de lo que es justo, le mostraran el lugar y estaran en sus clases para cumplir consu castigo ¡Ah! y por las barbas de mi abuelo sean amables con ellos ¿quedo claro?.- a duras penas asintieron.- Bien, no me hagan enojar.- sin más se retiro dejando a los nuevos con los villanos.
El pirata miro a Harry más de lo que debia, le parecia un chico muy atractivo, pero algo dentro de él decia que estaba mal. Sonrio extendiendo su mano que no tenia el garfio para estrechar sus manos.
- Bueno.. ¿ahora que?.- pregunto Harry.
- Me llamo James Hook, proximo rey de los mares.- presumio.- ¿Tú..? ¿nos conociamos antes? Ah, tengo que decirlo me encanta tu estilo.
- Gracias, fue heredado de mi madre.. Ah, bueno es que e-ella tenia un gusto excesivo por la ropa pirata.
- No puedo culparla, ese es el estilo que me gusta.
Ben estaba en silencio asi que Morgie le dio un empujon en el hombro para que reaccionara.
- ¿Y tú? ¿por que tienes esa cara de espanto? ¿Que tienes miedo que te mordamos?
- No, n-no claro que no. Yo solo...
- Calma niño lindo, solo necesitas algo de.. verde.- con su magia hizo que la ropa de Ben se tornara más obscura y ese nuevo estilo al príncipe le pareció increíble.
- Está increíble, gracias.. ¿Eh?
- Morgie LeFay, hijo de Morgana.- sonrió y Ben le imitó. Esos ojos parecían dos esmeraldas como la joya que traía consigo.
- Benjamin, o bueno, solo Ben está bien.
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Mientras en otro lado, El Espejo no tenia las mejores visiones ahora hace poco habia visto a su Morgie de adulto muy asustado usando su magia para protegerse de otro ente que no alcanzo a distinguir. Pero lo que más le sorprendio fue ver el prominente vientre de su hijo. Luego de ahi vio la horrible cara de Rumpelstiltskin carcajear en la oscuridad ¿qué es lo que habia pasado antes?
En otro mundo, cuando la Reina de Corazones fue malvada habia un detalle que ni Red ni Chloe tomaron en cuenta cuando saltaron en el tiempo y era que Bella no era la madre de Ben sino su majestad el rey Morgie de Beast. Adam y Morgie habian logrado tener su propia familia en un reino que pasaria a manos de su hijo en cuanto cumpliera la mayoria de edad, ahora era solo un principe muy apuesto y de un gran corazón.
Asimismo Peter y Garfio habian deshecho sus supuestas "rivalidades" para vivir en Nunca Jamás como una familia ahora con su coqueto y travieso piratita que aprendió a volar antes de a caminar.
Todo era perfecto. Pero...
Hace mucho tiempo atrás, Bestia tomó la precipitada decision de buscar a Rumpelstiltskin para pedirle un hechizo de amor. Era joven, muy idiota y estaba desesperado, queria que el villano estuviera con él y lo lograria de cualquier manera asi sea usando un hechizo. Pero lo que le pidio Rumplentinski a cambio fue devastador.
- Te dare el hechizo que quieres, ese chico caera encantado contigo. Sin embargo, a cambio deberas darme algo lo suficientemente bueno para arriesgarme a combatir la magia de Morgana.
- ¿Qué es lo que quieres? Te dare lo que sea.
- Esto es algo que todavia no tienes, pero que con el tiempo eventualmente pasara claro, si ambos lo deseean.- Adam fruncio el ceño confundido.- Lo que quiero de ti.. es tu primer hijo.
Al principio dudo, bastante, pero era imposible asi que el estafador solo estaba buscando algo que nunca sucederia. Sin más acepto.
Pero para su buena suerte no necesito el hechizo y se sintio la peor persona al ver que intento hechizar a un estudiante por su misma codicia. Misma que le dio la maldicion de volverse una bestia hasta que el beso del verdadero amor lo salvara. Fue entonces que el hechizo fue roto y lo oculto permenentemente de todos. Con el tiempo lo que tanto deseo se cumplio, fue coronado rey y ahora su adorable esposo cargaba con una aún más adorable pancita de embarazo.
Gracias a su magia podian tener una familia, el bebé que crecia dentro del ex villano fue una verdadera novedad que sacudio a todo el reino de Auradon. Algunos reinos temian que lo que crecia dentro de Morgie era un adefecio, algo horrible, un mal porque los buenos y los malos no deben mezclarse lo que desato la ira del Rey y casi corta su proteccion con reinos como el de Aladdin y Jazmín.
Fue entonces que días antes del nacimiento Rumplentinski llego al castillo convencido que no regresaria a casa solo.
Era una tarde tranquila, Morgie estaba en una mecedora acariciando su enorme vientre donde estaba el bebé que él estaba seguro seria un varón. Entonces una rafaga de viento oscuro atraveso la sala, las luces parpadearon y Rumplentinski aparecio con una sonrisa siniestra en los labios.
Morgie se levanto cubriendo por instinto su vientre y miro como la sonrisa del hombrecillo se hizo más grande al verlo.
- Veo que el tiempo ha pasado majestad. Mis más sinceras felicitaciones por su boda, fue tan bello ver como un villano es coronado rey.
Camino hacia él, pero antes de acercarse Adam entro a la sala haciendo un fuerte ruido cuando las puertas chocaron las paredes. Rapidamente se puso delante de su esposo cubriendolo.
- Ah, la bella pareja real y su.. futuro heredero ¿no es adorable?
- No tienes nada que hacer aqui Rumplentinski.
- Te equivocas mi amado rey, tengo un importante asunto. Vengo a recordarte el pequeño acuerdo que hicimos hace tiempo. Adam ¿acaso ya lo olvidaste?
- ¿De que esta hablando, Adam?
Pregunto el rubio confundido, pero su esposo no sabia que responder. No queria que Morgie se enterara, no de esta manera.
- No.. no ahora. No asi.
Morgie sintio un leve dolor en su vientre, el bebé habia pateado y podia sentir su miedo.
- Adam dime de que esta hablando.
- Oh, no te preocupes querido Morgie. Tu esposo solo estaba tan desesperado por tu amor que vino a mi en busca de un.. pequeño empujon. Un hechizo de amor para ser precisos.- dijo con burla feliz de ver a desesperacion en los ojos del rey.
- ¿Qué? ¿ibas a..?
- Morgie, por favor escuchame.. Yo.. estaba tan enamorado de ti, tan deseperado.. Pensé que nunca me amarias, que eras inalcanzable. Fui un tonto al acudir a él, pero al final nunca usé el hechizo.. No lo necesitaba.
Sin embargo, las palabras parecieron afectar más al villano. Se alejo un paso atras con ambas manos en la boca, miro hacia su vientre y sintio asco de que todo fuera una ilusion. No podia creer lo que estaba escuchando. Todo lo que habian construido se habia roto en mil pedazos.
- ¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste siquiera pensar en manipularme asi?
- Amor, jamás usé el hechizo debes creerme ¡realmente te amo!
- Eso es cierto, querido. El hechizo jamás fue lanzado, pero el simple hecho de que lo deseaste.. eso ya lo dice todo, ¿no crees?
- ¡CALLATE! Morgie, por favor ¡te amo! Te amé desde el principio. Fui debil, pero nunca quise lastimarte ni usar ese hechizo. Lo rompi incluso antes de que pudieras sentir algo. Todo lo que hemos contruido es verdad, lo juro.- se coloco de rodillas tomando su mano, pero el hechizero la quito con dolor. Intento tocar su vientre y este le golpeo las manos.
- ¡No me toques! ¡eres un mounstruo! ¿¡cómo pudiste usar un hechizo para que me fijara en ti!? ¡Te odi..! ¡Aghh!
- Mi émeraude, escúchame. Nunca usé el hechizo. Rumplentinski me lo dio, pero nunca lo usé. Al final... no lo necesitaba. Tú me amaste por lo que soy, y eso fue lo que me hizo darme cuenta de lo estúpido que había sido al pensar que un hechizo resolvería algo.
- Parece que tienen cosas que hablar.- dijo el enano.- Pero tengo que recordarte que tu Adam no solo queria tu amor. No, tambien me prometio algo mucho más valioso a cambio de mi ayuda.
- ¡NO ESO JAMAS!.- grito Adam y sus garras empezaban a aparecer.- ¡No te lo llevaras!
- Inevitablemente sucedera, un trato es un trato majestad y usted.. me prometio algo. Algo...- miro a Morgie, directo a su vientre.- Que va a nacer muy pronto.
Morgie retrocedio abrazando su vientre negando una y mil veces mientras sus ojos se llenaban de lagimas. Su respiracion se acelero cuando se daba cuenta de que era lo que venia a reclamar el hechizero.
- Adam.. ¿que fue lo que hiciste?
- Yo... le prometi nuestro primer hijo. Pensé que nunca lo necesitaria porque nunca use el hechizo, pero..
- ¿¡Prometiste a nuestro hijo a un mounstruo como él!? ¿¡Cómo pudiste!? ¡Este bebé es todo para nosotros, PARA MI!
- Es mejor que no te encariñes con él, ese bebé es mio por derecho.
- ¡Jamás!.- grito despertando su magia, pero se abstuvo para no alterarse.- ¡Lo que hayas hecho con Adam no lo tiene que pagar mi hijo!
- Él es parte del trato. Yo vine para avisarles, estoy siendo muy benevolente al hacerlo.- se acercó desafiante.- Él te quería a ti y yo quiero lo que llevas en el vientre.
El dolor en los ojos de Morgie, la amenaza de perder a su hijo, y la risa burlona de Rumplentinski comenzaron a encender una llama dentro de Adam. Su piel comenzó a estremecerse, sus músculos a tensarse, y un rugido bajo salió de su garganta.
- Ah ¡la bestia está de vuelta! Esto se está poniendo interesante...
Sus manos se transformaron en garras, y sus ojos azules se volvieron feroces, llenos de la misma bestialidad que había creído controlar. La Bestia dentro de él estaba despertando nuevamente, más furiosa y decidida que nunca.
Morgie retrocedió hasta que su espalda choco contra la pared, estaba muy asustado. Nunca había visto a Adam de esa manera, y aunque sabía que Adam jamás se atreveria a ponerle una mano encima ver ese lado de su esposo casi convertido en una bestia lo aterrorizaba.
Rumplentinski miro como la Bestia le miraba con un profundo odio y titubeo desapareciendo de ahi, prometiendo que regresaria muy pronto por el contrato.
Cuando se fue un silencio se instalo en la sala solo se escuchaban los jadeo entrecortados de la Bestia y los sollozos de su esposo fueron lo que le devolvieron a la realidad volviendo a su forma humana. Miro hacia su esposo que le veia con un autentico repudio.
- Amor calma. No permitiré que nada malo les suceda.. ¿Amor?
- Cállate. No quiero escuchar nada de lo que digas.- soltó con amargura.- No puedo seguir con esto.
Antes de que Morgie abandonará la sala, Bestia habló.
- Sé que lo arruiné, Morgie. Te fallé. Y no hay nada que pueda decir para cambiar lo que hice. Pero te juro que no dejaré que te pase nada a ti o a nuestro bebé. Lucharé contra lo que sea por ti.
Sus palabras no mentían, es solo su esposo que ya no podía creerle.
- Eres todo para mi. No quiero perderte...
- ¿Y qué pasa con el bebé? ¿Este niño que llevo dentro es producto de un hechizo tambien? ¿Es todo una mentira? No puedo creer que resultaste ser una verdadera bestia.
Sin más abandono la sala dejando a su esposo herido, pero más herido estaba su corazón y le lastimaba saber que ese sentimiento podía sentirlo su bebé.
Bestia trato de seguirlo, pero la magia verde que conocía muy bien lo mantenía alejado de su portador.
- ¡No! Morgie, por favor jamás te utilizaria de esa forma ¡Por favor, espera! ¡AMOR!.. N-No p-por favor.. ¿Qué es lo que he hecho?
El tiempo paso demasiado rápido, Adam recuperó un poco la confianza de su esposo y Morgie tenía mucho más miedo que alegría cuando la fecha del nacimiento se acercaba.
Finalmente ese día llegó y lo que pasó después marcaría por completo la historia de Auradon.
La primera línea de tiempo fue alterada por Morgie Le Fay.
Lo habia planeado a solas solo en caso de que su magia no fuera suficiente para protegerlos de Rumplentinski y fue en un momento desesperado por salvar a su hijo que tomó el libro de cuentos para romperlo lo que altero la linea de tiempo por primera vez. El libro le ofrecio la oportunidad de salvar a su hijo de ese monstruo, pero a cambio vivirá alejado de él para siempre dejando que Ben existiera en otro mundo con alguien más para llamarla "mamá".
Y que no solo su vida sería arruinada, sus amigos tambien sufririan las consecuencias, su mejor amigo iba a separarse de su familia. James jamás se lo perdonaría.
Se lamento tanto que apenas pudo ver la carita de su bebé recién nacido, una tierna carita que esperaba ver en otra vida. La acaricio con amor delineando sus suaves y rosadas mejillas, tal vez er pronto para saberlo, pero le habria encantado que se pareciera a su padre.
Fue entonces cuando escucho la voz de Rumplentinski buscandolo a lo lejos, en la vida iba a permitir ese mounstruo le ponga una mano encima a su Benjamin y fue asi que lo recosto a un lado del libro cerniendose sobre él mientras las rafagas de viento volaban a su alrededor para darle más tiempo de despedirse.
La manito de Ben que estaba hecha puñito se abrio para sujetar un dedo de su madre con sus diminutos dedos. Morgie ahogo un sollozo abrazandolo por ultima vez con el corazon destrozado de separarse de su pequeño e indefenso bebé. Pero sabia que tenia que hacerlo, aún si Ben no lo recordaba él siemrpe seria su mamá.
- Mi a-amor.. lo siento tanto.- sollozo.- No puedo dejar que te aleje de mi, recuerdame siempre Benjamin. Recuerda siempre a mamá, te amo tanto mi bebé.. te encontraré en otra vida.
Le dio un último beso de despedida, escuchaba la risa malvada a lo lejos así que no perdió más el tiempo lamentándose y acepto.
Rumplentinski estaba furioso de haber perdido su oportunidad de tener la corona de Auradon.
Había roto la línea temporal dejándolo vagar por mucho tiempo en un vacío hasta que otro príncipe Adam llegará a pedir un deseo.
Y lamentablemente, se cometió el mismo error.
Tal vez por ello las miradas y sonrisas que a veces comparten se sientan tan cercanas, ellos ya se habían amado en otro universo.
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