Capítulo 68
—¡Ahhhhhh!—
Los gritos de la gente resonaron cuando una montaña rusa giró rápidamente por la vía.
Con la velocidad llevada por el viento, era tan intenso que apenas podían abrir los ojos. Sin recuperar el aliento, el carrito dio una vuelta de 360 grados desde la parte trasera. Bajo el vasto cielo, los pasajeros gritaban, con voces desgarradoras, mientras el carro ascendía y descendía en una sucesión incesante. Tras varios giros en forma de 8 y un infinito, finalmente regresaron lentamente al punto de partida.
Al bajar, las personas que un segundo antes gritaban como si estuvieran siendo perseguidas, ahora reían alegremente.
—Ling Yu, Ling Yu, ¡qué divertido! —exclamó Shen Shulin, emocionado, mientras se aferraba al brazo de Luo Lingyu y se dirigía hacia la salida—. ¿Podemos hacer fila otra vez?
—Hmm... —respondió Luo Lingyu de manera casual, sin afirmar ni negar, y en lugar de eso, sacó la guía turística y le señaló otro lugar—. Allí hay un martillo de estrellas, ¿no quieres probarlo?
Shen Shulin, al escuchar esto, se sintió intrigado y corrió a ver la foto—. ¡Sí, sí!
Shen Shuqing, que caminaba detrás de ellos, permanecía en silencio. Luo Lingyu se dio la vuelta y, sonriendo, preguntó—: ¿Qué tal, Shen Dong?
A diferencia de Shen Shulin, quien gritó en la montaña rusa como si estuviera al borde de la locura, Shen Shuqing estaba en completo silencio, como si no existiera. Si no hubiera sido porque Luo Lingyu echó un vistazo casual y vio que sus ojos estaban cerrados, la boca apretada y las manos aferradas al barandal con los nudillos blanqueados y las venas del dorso de la mano marcadas, habría pensado que el Alpha se veía tan tranquilo como siempre.
Decidió bromear, acercándose a él y poniéndole un brazo sobre los hombros—: No temas, estoy aquí, tu hermano te protege. —Le revolvió el cabello como si fuera un niño. Shen Shulin, al ver el gesto de Luo Lingyu, se sorprendió un poco.
Pero Shen Shuqing le lanzó una mirada a Luo Lingyu, con una expresión de indiferencia, sin decir nada. En el siguiente segundo, su boca se abrió y vomitó.
—¡¿Qué?!—
...
—¡Ja, ja, ja! —Luo Lingyu se reía sin compasión mientras llamaba para que le trajeran medicinas para el estómago de la familia Shen—. Sí, sí... ese empaque, en el tercer cajón de abajo. Bien, ¿cuánto tardará en llegar?
Recibió la respuesta, colgó el teléfono y miró a los otros dos. Afortunadamente, Shen Shuqing vomitó al lado de la carretera, cerca de un basurero. Shen Shulin lo sostenía, dándole palmaditas en la espalda para ayudarle a recuperarse. Su rostro estaba lleno de preocupación, lo que seguramente le había hecho perder el ánimo para divertirse.
Sin embargo, después de un rato, se rió—: Hermano, hermano... —le ofreció una botella de agua a Shen Shuqing, pero este la apartó y continuó sosteniéndose del barandal de la basura.
—...
Shen Shuqing vomitó un rato más y luego se detuvo. La gente de la familia Shen llegó. Le ayudaron a enjuagarse la boca y tomar la medicina, mientras el mayordomo Zhou miraba a Luo Lingyu con una expresión de reproche. Luo Lingyu se rascó la nuca, un poco avergonzado por lo sucedido.
Shen Shuqing bebió agua tibia con la medicina, se limpió y se sentó erguido en un banco al lado del camino, cerró los ojos para recuperarse y les dijo: —Pueden seguir jugando. No se preocupen por mí.
Mientras hablaba, se quitó rápidamente la chaqueta que tenía manchada y la arrojó a la bolsa de papel que le ofrecía el mayordomo Zhou, sin mirarla.
Aparte de que su voz sonaba un poco ronca, su tono era sereno y tranquilo.
Sin embargo, Shen Shulin no podía actuar de esa manera, se sentó a su lado y lo abrazó—: No, no, hermano, tú no te sientes bien, así que no jugaré.
Luo Lingyu también se sentó al otro lado y lo rodeó con los brazos—: Está bien, está bien, esta vez fue culpa del hermano... —por "hermano" se refería a sí mismo—. Hoy regresamos a casa, la próxima vez que haya oportunidad, ¡te invitaré a jugar videojuegos!
Mientras decía esto, no pudo contener la risa. Shen Shulin se miró a los ojos con él y, de repente, se rieron, abrazando a Shen Shuqing, quien lucía inexpresivo entre ellos. La escena era, sin duda, extraña.
El mayordomo Zhou se quedó de pie a un lado, observando sin inmutarse.
Shen Shuqing, atrapado entre ambos, de repente se levantó y comenzó a caminar sin decir una palabra. Luo Lingyu y Shen Shulin pensaron que iba al estacionamiento, pero su dirección no era esa. Después de caminar un rato, lo vieron detenerse en la entrada de la montaña rusa donde habían estado antes, mirando un momento cómo el carrito pasaba zumbando, y luego continuó caminando. Se detuvo nuevamente frente a otra atracción, miró un rato y siguió adelante. En cada atracción, solo se detenía a mirar, sin entrar. Caminando y deteniéndose, parecía que estaba paseando por un parque en lugar de un parque de diversiones.
Shen Shuqing llegó a la entrada de una atracción llamada "Barco Pirata" y se detuvo de nuevo. Miró las advertencias al lado y luego observó el aspecto de la atracción. Cuando todos pensaron que iba a moverse hacia el siguiente lugar, Shen Shuqing se volvió hacia Shen Shulin y Luo Lingyu—: Entren, jueguen aquí.
Shen Shulin abrazó su brazo—: ¿Y tú, hermano?
Shen Shuqing respondió—: Yo los esperaré aquí.
Su expresión no mostraba desagrado ni enojo, solo una simple y tranquila declaración.
Luo Lingyu, al mirar su rostro sereno, no sabía por qué, percibió que en su interior había un deseo de participar, pero no se atrevía a hacerlo. Se sintió divertido; en este momento, realmente lo encontraba algo adorable—: Vamos entonces, —le puso el brazo sobre los hombros y, sin presionarlo, sonrió—: Esta vez los llevaré a montar un... teleférico.
Él dijo que era un paseo turístico, y así fue. Sin embargo, había bastante gente en la fila de la noria. Eran en su mayoría parejas, o familias enteras, cada uno con uno de los hijos de la mano, mientras los pequeños gritaban y pedían helados. Al mirar hacia atrás, se veía a tres hombres grandes, seguidos de dos hombres vestidos de negro. El mayordomo Zhou, al ver la noria, se sintió aliviado y, con buen sentido, llevó a los demás a salir de la fila, sin acompañarlos.
Cuando llegó su turno, también había otra familia detrás de ellos. Así, la cabina para cuatro personas se llenó con tres, y se cerró la puerta, comenzando a elevarse lentamente.
El paisaje urbano poco a poco se desplegaba ante sus ojos.
Luo Lingyu señalaba por la ventana y decía a los dos: "Miren, la vista de la capital."
La familia Shen tenía un helicóptero, así que Shen Shulin ya había visto este tipo de paisaje innumerables veces, pero aún así hizo un esfuerzo y exclamó: "¡Increíble!"
"¡Ja, ja!" Luo Lingyu se rió de él, sacudiendo la cabeza. Luego se volvió hacia Shen Shuqi y le preguntó: "¿Con esta altura, Shen, te sientes bien?"
Shen Shuqi le lanzó una mirada, pero no respondió. En los ojos de Luo Lingyu, eso se asemejaba a algún tipo de gran felino que había dejado de estar desgreñado, aunque aún le quedaban algunos pelos fuera de lugar. "Creo que, dado que tu familia ya tiene un helicóptero," dijo Luo Lingyu riendo, "¿no deberías temerle a una montaña rusa?"
Shen Shulin corrió y lo abrazó por la cintura: "¡Yo no tengo miedo!" Luo Lingyu le dio un beso.
Shen Shuqi los miró una vez más: "... No es lo mismo."
Luo Lingyu se sentó a su lado y lo abrazó por los hombros: "¿Qué no es lo mismo?"
Shen Shuqi señaló su mejilla.
Luo Lingyu soltó una gran carcajada y le dio un beso en la mejilla. En ese momento, Shen Shulin se lanzó para que su hermano también lo besara. Shen Shuqi, por supuesto, cumplió con su petición y, tras besar a cada uno, Shen Shulin, jadeando, sonrojado, dijo: "Hermano, hermano... hermano... creo que... me estoy excitando..."
Su inhibidor había dejado de funcionar, y el denso aroma a feromonas de Omega rápidamente llenó toda la cabina de la noria.
Era un dulce y fragante aroma, como el de un durazno maduro, mezclado con una suave crema de helado, creando una mousse de fruta que hacía que se te hiciera la boca agua al solo olerlo.
— Nunca esperó que sucediera un imprevisto como este en un parque de atracciones.
Casi se quedó atónito.
Shen Shuqi, rápido de reflejos, le quitó la chaqueta y la envolvió alrededor de Shen Shulin, cubriendo completamente al Omega. "¿Llevaste perfume inhibidor?"
Luo Lingyu respondió: "No." Se acercó a la ventana y vio que ya habían pasado el punto más alto. "Faltan tres minutos para llegar." Luego agregó: "El señor Zhou seguramente trajo algunos." Se refería al mayordomo Zhou, a quien solía llamar cortésmente.
Shen Shuqi asintió y no dijo nada más.
Estos tres minutos pasaron para Luo Lingyu como si fueran años. En un espacio tan pequeño, no solo se tenía que lidiar con la excitación del Omega, sino que las feromonas de Alpha de Shen Shuqi también se volvieron más agresivas. La temperatura en el aire aumentaba, y Luo Lingyu observaba en los ojos de Shen Shuqi una mirada que ya no escondía su deseo, con sus pupilas casi en forma de hendidura y un brillo feroz. "¿Acabas de decir que no es lo mismo?" Luo Lingyu preguntó rápidamente, intentando desviar su atención. "¿Por qué no quieres montar la montaña rusa?"
El gemido de Shen Shulin se filtró entre sus ropas.
"... Con el primero, puedo controlarlo, pero con el segundo, no puedo." Shen Shuqi respondió rápidamente justo cuando la cabina llegaba a su destino. Cuando el personal abrió la puerta, él tomó en brazos al Omega y salió corriendo.
A Shen Shulin le encantaba el desafío, buscaba la emoción, así que podía lanzarse a probar cualquier cosa, porque siempre había alguien que lo respaldaba. Él era el que debía mantenerse firme al final, porque tras él estaba el abismo.
Pero eso no era necesario explicárselo a Luo Lingyu. Shen Shuqi se dirigió rápidamente hacia el mayordomo Zhou y los demás que esperaban fuera de la fila. Sin necesidad de decir nada, todos tenían experiencia en eso. Mientras corrían, comenzaron a rociar a Shen Shulin de arriba a abajo, incluso la chaqueta que le puso, con el perfume inhibidor.
Un Alpha soltero, con los ojos enrojecidos, siguió hasta el estacionamiento. Cuando aún no había encontrado su objetivo, sus coches ya estaban en marcha. Uno de ellos conducía su coche, el otro conducía el de Luo Lingyu, siguiéndolos. Las ventanas estaban bien cerradas, y Luo Lingyu se sentó en el asiento trasero. El aroma de feromonas de Beta era demasiado tenue, y en este estallido de excitación Omega, casi no tenía efecto para disuadir a otros Alphas. Shen Shuqi se inclinó y besó a Shen Shulin, dejando una marca temporal solo con el olor, y luego le dijo a Luo Lingyu: "Ven aquí."
El Beta se sentó junto a la otra puerta y, al oírlo, miró al mayordomo Zhou, que estaba concentrado en conducir: "... Ten paciencia."
Shen Shuqi no perdió tiempo hablando con él, lo agarró de un tirón, tiró de su cuello y le dio un mordisco fuerte en el área de la glándula del cuello.
"—!"
Los colmillos rompieron la piel, inyectando algo, y una intensa sensación de ardor se extendió por la parte posterior de su cabeza. Luo Lingyu, sin poder controlarse, levantó la cabeza. Shen Shuqi soltó el mordisco, abrazando fuertemente a Shen Shulin con una mano y sosteniendo su cuello con la otra, lamiendo su lóbulo de la oreja. En ese breve momento, en un tono que solo ellos podían escuchar, dijo con una voz profunda y sombría: "No podrás escapar... pequeña esposa."