Van de regreso a casa, están en el avión de Red Bull que es accesible para ambos, están distantes. La carrera fue mal para ellos, Max tuvo un accidente a mitad de carrera y el auto de Checo tuvo unas fallas casi al final, quedando décimo en la carrera, no han sido los mejores días para ellos. Sergio nota a Max muy cansado, estresado y frustrado, le preocupa que haya algo más con ellos.
—Max —no recibió respuesta de inmediato, solo lo veía concentrado en su celular. —... Max, Max, por favor—
—¿Qué? —Lo miró molesto, Checo se puso de pie y caminó para sentarse enfrente de él.
—No me hablarás así jamás, aunque estés enojado o molesto con el mundo, yo no te hecho nada, ¿entendido? —Max asintió lentamente y luego soltó un suspiro.
—Lo siento, solo estoy frustrado—
—No eres el único, Max, yo también —Claro que sienten la presión sobre ellos, pero seguramente Max la tiene al doble, Max es el piloto número uno de Red Bull, así que para él, no ganar es completamente un problema.
—Esto se está yendo a la mierda y no sabemos porque es, quiero simplemente tirar todo y renunciar —Checo tocó la mano de Max y él igual lo miró.
—Pero no lo harás—
—No lo haré, solo creo que me estoy cansando un poco —Sergio se levantó de su asiento y fue al lado del neerlandés, lo abrazó y acarició su cabeza.
—Lo sé, amor, lo sé, cariño... vamos a ir a casa y al llegar, vas a tomar un baño, te preparé algo muy rico y luego dormiremos juntos, ¿está bien? —Max lo miró y asintió levemente, se dejó abrazar por él y ambos quedaron acurrucados ahí. La cabeza de Max solo daba vueltas, esperaba poder salir adelante con Sergio.