ɴᴏ ᴍᴇ ɪᴍᴘᴏʀᴛᴀ ᴇꜱᴘᴇʀᴀʀ ᴜɴ ᴘᴏᴄᴏ ᴍÁꜱ ᴘᴏʀ ᴛᴜ ʀᴇɢʀᴇꜱᴏ
Recuerdo que se me había vuelto un hábito pasar por lugares donde siempre estabas cuando todavia estabas en la aldea. Ese día se hacían seis años desde que te habías ido, Naruto había crecido mucho estaba a unos meses de graduarse de la academia, se metía en problemas cada dos por tres así que siempre estaba en la oficina hokage siendo regañado por el tercero.
Habíamos perdido comunicación hacía cuatro años, recuerdo que lo último que supe de ti con exactitud fue después de la masacre del clan Uchiha causada por un mismo miembro de este último. La carta decía:
"El Tercero quiere que me desvíe un poco de mi misión principal y averigüe el paradero de Uchiha Itachi, escuche de una organización conformada por ninjas renegados, creo que el niño Uchiha ahora hace parte de esa organización pero no tengo nada confirmado."
Después de eso las cartas que enviabas se volvieron menos frecuentes y más cortas incluso recuerdo una que solo decía "Todo va bien".
Ese día, mientras caminaba por la aldea, el Tercer Hokage mandó a llamarme. Al principio pensé que se trataba de otra misión, pero lo que me dijo me tomó por sorpresa.
—Kakashi —comenzó el Hokage, su voz grave y calmada como siempre—. Hemos decidido enviar a alguien a buscar a Jin. Ahora mismo lo mejor para la aldea es su regreso, es de los ninjas más talentosos.
Mi cuerpo se tensó. No había pensado que el Hokage tomara una medida tan directa para traerte de vuelta, pero al mismo tiempo, una parte de mí se sintió aliviada. La idea de que pronto podría ver te, después de todos estos años de silencio, era un pensamiento que no había permitido florecer en mi mente hasta ahora.
—¿Sabes quién ha sido enviado? —pregunté, manteniendo mi tono lo más neutro posible, aunque dentro de mí la inquietud comenzaba a crecer.
—Enviamos a un mensajero de confianza. Jin es importante para la aldea, y no queremos forzarla, pero es crucial que vuelva lo más rápido posible—respondió el Hokage mientras encendía su pipa, sus ojos observándome con una mezcla de sabiduría y precaución.
Asentí, aunque las palabras no terminaban de asentarse en mi mente. Me despedí del Hokage y salí de su oficina, la brisa fresca golpeando mi rostro mientras caminaba sin rumbo fijo, como si mis pies me llevaran automáticamente hacia uno de los lugares que solíamos visitar juntos.
Mientras caminaba, escuché el suave aleteo de un ave. Al principio no le di mucha importancia, pero cuando vi sus plumas rojas y amarillas, mi corazón dio un vuelco. Era el mismo ave que siempre traía tus cartas. Aceleré el paso hasta que el ave aterrizó cerca de mí, una carta sujeta a su pata.
Rápidamente la tomé, reconociendo tu letra en el pergamino. Lo abrí, y lo primero que vi fue tu nombre en la parte superior, seguido de las palabras que tanto había esperado leer.
"Kakashi, me han informado que enviaron a alguien a buscarme. No te preocupes, ya voy en camino, pero aún tengo algunos asuntos que resolver antes de poder regresar. Estaré en la aldea a tiempo para los Exámenes Chunin."
Recuerdo que mi corazón latió nervioso, después de leer la carta, no me importaba esperar un poco más si era por ti.