─¿Y? ─Cerrando la puerta detrás suyo, Yeonjun pregunta.
Soobin se desploma en la muy familiar cama, un recuerdo de aquella vez en la que fueron interrumpidos antes de casi besarse por primera vez. Todo sigue igual, es fácil asumir que es una habitación de invitados con lo poco personalizada que se ve.
No parece haber respuesta por su parte y Yeonjun se acomoda a su lado como puede, pellizcándole el abdomen en búsqueda de atención. La obtiene cuando Soobin se exalta ante el toque. ─Lindo, ¿me escuchás?
─... Tenés razón ─murmura, manos cubriendo su rostro y un largo suspiro de exasperación saliendo de sus labios─, tengo celos.
─¿De Saerom?
─Sí- no- de todo, en realidad. De Saerom; de hace rato, en tu pieza, vos diciendo que sos igual de virgen que yo- cuando sé que estuviste con otras chicas, ¡y eso me vuelve loco, porque te quiero solo para mí!
─Me tenés solo para vos ─Yeonjun juega con el cabello de la nuca de Soobin, la voz baja haciéndolo estremecer─. Soy solo tuyo, Bin. No hay nadie más para mí.
─¿Qué pasaría si te cansás de mi inexperiencia? ¿Si no soy lo que esperás... en ese aspecto?
─Nunca me voy a cansar, Binnie. No soy el Adonis que pensás que soy, no tengo mucha experiencia. Nunca, eh, fui yo quien daba el sexo oral y solía ser únicamente eso a lo que llegábamos. Me gusta probar cosas nuevas con vos, es bonito contigo.
Soobin abre sus manos, dejando ver sus ojos. ─¿Nunca tuviste...?
Los gestos que hace con las manos hacen que Yeonjun largue una carcajada.
─No, tonto, nunca. No quería hacerlo con alguien con quien me arrepentiría. ─Ante el silencio de Soobin, Yeonjun agrega─: Sé que nunca me voy a arrepentir si es con vos.
Soobin exhala con fuerza, abalanzándose sobre el cuerpo de su novio.
─¿Por qué sos tan perfecto? ─pregunta, antes de atrapar sus labios en un largo beso. Yeonjun lo sostiene de la cintura para que no apoye todo el peso sobre él. Soobin es desesperado con sus besos, dejando de lado sus labios para concentrarse en marcar todo su cuello y clavículas con chupones.
Todo aquel acto parece una eternidad cuando él se pone cada vez más caliente y lo calurosa que es la habitación con las ventanas cerradas no lo ayuda.
Hecho un desastre y sin aire en los pulmones, Soobin toma el coraje de preguntar:
─¿Te la puedo chupar?
─Soo, no tengo condones, voy a ensuciar todo si ─Yeonjun se detiene sobre sus propias palabras cuando siente como Soobin se baja de la cama y se arrodilla sobre el frío suelo de madera. Lo mira desde abajo, con la cara apoyada en su muslo.
─Por favor, me voy a asegurar de que no sea así. Si lo trago no va a haber ningún lío, Junnie.
Yeonjun traga saliva, sin saber cómo responderle. Como contenerse, más bien, con Soobin viéndose como un maldito snack entre sus piernas y rogándole poder brindarle atención.
─No- es que- nu-nunca hiciste esto, Bin ─el mayor tropieza por sobre sus palabras y lo que dice parece más una afirmación que una pregunta, completamente seguro sobre la nula experiencia de su pareja. Desabrocha el cinturón y baja el cierre con duda, viendo como Soobin se acomoda entre sus piernas con una mirada expectante.
─Será mi primera vez, entonces. ─En cuanto Yeonjun baja los bóxers lo suficiente como para liberar su erección, Soobin mueve una mano a la base del falo y otra a su muslo─. Solo guíame un poco, ¿sí?
Soobin empieza con ligeros (y torpes) besos en la punta de la cabeza y, poco a poco, lamidas sobre esta. Le da paso entre sus labios, encerrando el glande en su boca. Comenzó a chupar, moviendo su cabeza de atrás para adelante en busca de que todo quepa en lo profundo de su garganta. Eventualmente, Yeonjun enreda sus dedos entre las hebras del oscuro cabello de Soobin, empujando con ligereza su cabeza. Soobin lo observa desde abajo, con una mirada fija - casi romántica, y Yeonjun solo le sonríe.
Los gemidos bajos y la respiración entrecortada de Yeonjun lo incitan a seguir, a buscar que su novio llegue al clímax.
Soobin presiona sus piernas entre sí, buscando algo de alivio entre la fricción de sus pantalones contra la tela de su ropa interior. Se empuja hacia adelante inconscientemente, tomando más de lo que tenía planeado en su boca y haciendo que la cabeza del pene golpee la parte de atrás de su garganta.
Se ve que Yeonjun lo disfruta, porque antes de que Soobin pueda retroceder todo el interior de su boca es llenado por blancas tiras de semen caliente. Avergonzado, Yeonjun quiere retirarse de su boca, pero Soobin lo detiene e intenta tragar lo mayor posible.
En ese momento, se escucha como alguien se tropieza sobre la puerta y luego la abre. Frente a ellos, un confuso Beomgyu los mira con la boca abierta. Yeonjun está agradecido de que solo se puede ver la espalda de Soobin y no todo lo que estaba haciendo.
Junto a un grito que quiere interpretar como un perdón, Beomgyu cierra la puerta de un portazo.
Soobin limpia los restos de semen de su boca con el dorso de la mano. Ríe, como si Yeonjun no estuviera totalmente mortificado (y, a su vez, todavía en un estado extraño por haberse corrido) con lo que acababa de pasar. ─A la próxima, compremos preservativos.
( . . . )