Narrador Omnisciente.
Ocho días para el torneo de Cell.
El día era bello, el cielo estaba despejado y el sol brillaba con intensidad, el viento era cálido y todo podía ser perfecto si tan solo no hubiera tanto ruido de fondo.
Las personas seguían empeñadas en huir, todos se iban a refugiar a las provincias creyendo que ahí Cell no los buscaría, pero estaban equivocados.
Cell los buscaría hasta el fin del mundo si era necesario.
Todo parecía malo sin embargo en la casa de los dueños de la corporación Cápsula era un día cualquiera lo cual sorprendió al joven Son quien recién llegaba a la mansión.
Sus pies tocaron el suelo del jardín y miro a ambos lados en búsqueda de alguien familiar.
—¿Gohan?.
Su rostro fue a la derecha en donde se encontró a la madre de Bulma, aquella mujer rubia y siempre sonriente se acercó a él.
—Hola señora buenos días.
—¿En verdad eres Gohan?, cielos has crecido demasiado— ella lo miró desde todos los ángulos posibles.—ahora eres mucho más apuesto— agregó con un toque coqueto haciendo sonrojar al menor.
—Gracias... Señora ¿sabe si Ren está?— intento cambiar el rumbo de la conversación.
—Oh si, la vía en la mañana entrar a esa cápsula de gravedad.
Gohan miro hacia donde había señalado la mujer, a unos metros de ellos se encontraba aquella habitación.
—¿Tardará mucho en salir?.
—No lo sé, no ha salido de ahí desde que desperto.
La mirada ahora azulada de Gohan regreso a la cápsula, sus cejas se fruncieron en señal de preocupación.
Por otra parte el sudor escurría de la frente de Ren hasta llegar a su barbilla para después caer al suelo y desvanecerse ahí, tenía algunos cabellos estaban pegados a su rostro y cuello, y podía sentir como todo su cuerpo quemaba y ardía ante la presion que aquella cámara ejercía sobre ella.
Intento regular su respiración al mismo tiempo que trataba de controlar su Ki, estar en su fase de supersaiyajin le estaba quitando más energía y agilidad de la que había imaginado pero debía intentar lo que Kakaroto y Gohan habían hecho.
Tomo un profundo respiro y resignada continuo con su entrenamiento.
. . .
Pasaban de las dos de la tarde y Ren recién venía saliendo de la cámara de gravedad, estaba molida lo único que quería era tomar un baño y recostarse un rato para después comer un buen plato de arroz y quizás algo de pollo.
Paso una toalla por su rostro e hizo su cabello hacia atrás.
Para su mala suerte sus planes no saldrían como ella quería, apenas iba a la mitad del jardín cuando una silueta bastante conocida se levantó del pasto a unos metros de ella.
—¿Gohan?— comenzó a caminar más rápido hacia donde estaba el susodicho.—¿Que haces aquí?— pregunto una vez que estuvo delante de él.
—Queria verte— contesto sin rodeos y por alguna razón que la pelinegra desconocía aquellas dos palabras causaron una sensación extraña en su interior.
Ella suspiro. . .
—¿Tu madre sabe que estás aquí?.
—Algo así..—titubeo.—le dije que quería meditar.
—¿Meditar?.
—No se me ocurrió otra cosa para poder salirme de casa.
—Eso es nuevo— Ren tomo su vaso con juego y le dió un trago, ambos estaban en el desayunador del jardín delantero.
—¿A qué te refieres?— pregunto él.
—A mentir, según Bulma y todos los que te conocen tú eres un niño bueno y mentir no es de niños buenos— respondió con gracia.
Gohan sonrió débilmente, hubo unos minutos de silencio entre ambos donde solo se quedaron a ver el solitario jardín.
—Ayer dijiste que ya no entrenarias, pero hoy estuviste casi toda la mañana y tarde haciéndolo ¿Todo está bien?.
Ren lo miro de reojo.
—Tambien lucias decaída ayer, incluso ahora lo estás y por lo poco que pude ver tú y Vegeta están enojados. ¿Puedo saber el porque?.
La pelinegra exhaló débilmente y bajo un poco su mirada, guardo silencio unos minutos.
—Ren...
—Todos tienen miedo— murmuro ella interrumpiendolo, alzó su rostro y mirada observando como varios aviones pasan sobre ellos.—¿Esto es lo que sentían los habitantes de los planetas que Frezeer nos ordenaba conquistar?— pregunto, el chico de ahora cabello rubio se mantuvo en silencio.—crei que él había muerto.
—¿Él? ¿Te refieres a Freezer?.
—Todo fue nuestra culpa, pudimos acabar con él antes, pudimos proteger mejor a Dieciocho o quizás pudimos haber detenido a Vegeta antes de que él interfiera y decidiera seguirle el juego a Cell. ¿Cómo no se me ocurrió pensar en que Vegeta se cegaría por su ego?, esa debía de ser nuestra oportunidad para demostrar nuestra fuerza.
—No Ren te equivocas, nada de esto fue su culpa— Gohan trato de darle animos.—hicieron todo lo que pudieron...
—Pudimos hacer más...
Sus ojos se abrieron levemente, miro hacia abajo dándose cuenta que sobre su mano derecha habia otra mano, era cálida y algo aspera.
Miro hacia la derecha en donde se encontró con los ojos azules de Gohan, él le regaló un sutil sonrisa sus dedos le dieron un ligero apreton a su mano.
—No pienses en eso, olvídalo.
—Pero...
—Aunque te culpes no cambiarás nada— él la interrumpió.—solo te mortificaras más y opino que lo que menos necesitamos ahora es tener más preocupaciones encima, con el torneo de Cell es más que suficiente.
—¿Y entonces que hago?.
—Lo que dijiste en el templo. Disfruta de nuestros días de paz.
—¿Y como hago eso?. Bulma y su padre están muy ocupados tratando de reparar a Dieciséis, Trunks quiere estar con Vegeta y yo a él no lo quiero ver, y por último está la mamá de Bulma con ella es extraño convivir es muy distraída y habla de cosas que no entiendo del todo.
—En ese caso, pasa tus días con nosotros.
. . .
Su empatía podía ser su punto débil pero también era lo que lo hacía fuerte.
Siempre fue alguien solitario pues el vivir en medio de una montaña y sin contacto con otros niños o incluso personas que no fueran sus padres y abuelo lo hacían sentir decaído.
Constantemente sentía que jamás encajaría con los niños de su edad pues él tampoco tenía una vida muy normal del todo.
Fue secuestrado, su padre murió, volvió a ser secuestrado y obligado a entrenar y sobrevivir para poder pelear con dos seres despiadados, vio morir a los amigos de su padre frente a sus ojos.
Tuvo que ir a un extraño viaje a un planeta con la esperanza de poder traer devuelta a sus amigos ahí volvió a pelear.
Su padre estuvo ausente un año de su vida fue en ese entonces que tuvo un maestro abusivo.
Cuando su padre regresa un misterioso chico aparece y con él llega la noticia de que próximamente aparecerán dos enemigos bastante poderosos.
Su padre enferma gravemente del corazón y esos enemigos atacan.
Él jamás sería un chico normal y eso le asustaba pues sabía que siendo así jamás tendría un amigo, dicho pensamiento lo hicieron desear por mucho tiempo el tener uno.
Quizás si antes hubiera tenido la oportunidad de pedir un deseo con las esferas del dragón pediría poder tener a alguien con quién pasar sus días, alguien con quién jugar y mostrarle todo lo que le gustaba y hacía feliz.
Por suerte no tuvo que usar aquel deseo pues si lo hubiera hecho quizás jamás habría conocido a Ren.
Ella era la primera niña de su edad que conocía y trataba, y era un fortuna saber que ella también era una saiyajin pues de algún modo podrían entenderse.
Era curioso como después de aquel viaje de Namekusei las cosas cambiarán tanto, paso de tenerle miedo, un poco de coraje y querer estar lo más lejos de ella por lo explosiva que era. A estar ahora acostado a un lado de ella en el pasto de la montaña, cerca del río. Ahora ya no le tenía miedo ni coraje sino que sentía un aprecio algo difícil de explicar.
Le generaba curiosidad, ella aún seguía siendo un misterio pues no conocía nada de su vida anterior a ese día que se vieron por primera vez en Namekusei y él moría por saber todo de ella.
Sin embargo aquella curiosidad podía esperar pues ahora ambos miraban el cielo bajo el cantar de las aves, no tenían que decir nada pues estar así era bastante cómodo.
Justo ahora lo único que importaba era que los dos disfrutarán de esa tranquilidad y paz que se les podía arrebatar en cualquier momento como siempre les había pasado.
Y dicho y hecho, aquella tranquilidad se esfumó cuando el grito agudo y de dolor de Goku hizo eco en el lugar.
Los dos niños se sentaron de inmediato en el pasto y miraron a la izquierda encontrándose con la imagen del mayor de los Son sobándose la frente y a un Krillin bastante confundido.
—¿Por qué me aventaste eso?— pregunto indignado el pelipalmera.—que este transformado en supersaiyajin no significa que sea inmune a los golpes, Krillin.
—Yo.. yo lo siento— se disculpo el calvo mientras que Ren aguantaba la risa.
Gohan sonrió y deseo tener una camara para poder tomar una foto de aquel momento, pero si era sincero consigo mismo lo que mas quería era tomar un foto de la manera en la que Ren luchaba por contener su risa ya que el verla reir o sonreir no era algo muy común.
Quizás para la próxima podría hacerlo.
. . .
—¿Y como te fue en la habitación del tiempo? ¿Fue difícil ese año?.
Gohan apartó la mirada del libro que leía y la enfoco en la niña a unos metros de él, ella estaba mirando por la ventana de su habitación. Habían regresado del lago hace una hora y después de tomar un "pequeño" refrigerio ahora ambos se encontraban en la habitación del menor con la puerta abierta claro porque Milk se rehusaba a que esa "niña rebelde" como solía llamarla estuviera a sola con la puerta cerrada con su adorable Gohan.
—Supongo que me fue bien, siendo sincero no noto ningún cambio significativo en mi solo que ahora soy más alto y estoy mas fornido— contesto el rubio.—y fue un año tedioso, no veía la hora de poder salir de ahí, extrañaba la comida de mi mamá.
Ren soltó una pequeña risa burlona ante el último comentario del Son.—Eres un consentido y un niño de mami.
Gohan se sonrojo y bajo la mirada apenado por las palabras de la pelinegra quien sonrió con diversión.
—Solo un poco— susurro avergonzado.
Ren nego con la cabeza y se apartó de la ventana para sentarse sobre la cama del chico, la habitación estaba bastante limpia y ordenada, había algunos poster "educativos" pegados en las paredes y varios libros pero no había tantos juguetes como debería.
—¿A ti como te fue?— la voz de Gohan la hizo regresar a mirarlo, ahora él se había dado la vuelta y la estaba mirando dejando de lado su tarea.
—Los primeros tres meses fueron pésimos, Vegeta decía que podía entrenar solo y de vez en cuando nos pedía "ayuda" para combatir y que pudiera medir sus poderes pero era bastante duro sobre todo con Trunks quien quiso acercarse a él pero no resultaba tan bien, ya para el quinto mes como que se resigno a tenernos ahí así que empezó a incluirnos en sus entrenamientos, también me resulto tediosa esa habitación sobretodo porque no sabía lo que estaba pasando aca afuera.
—¿Y que hiciste los primeros tres meses?.
—Pues medite, intenté hacer ejercicio y practique nuevas tácticas pero en lo que más me enfoque y esforcé fue en mi velocidad, pensé en que quizás siendo más rápida podría ser capaz de causar más daño con mis ataques. Ya sabes darles menor tiempo para que se ropongan de un golpe.
—Esa es una idea bastante ingeniosa y suena increíble— comento con una sonrisa, se veía emocionado por mi idea.—¿Lo conseguiste?.
—Creo que si, pero no fue suficiente. Trunks y Vegeta siempre lograban ganarme aunque creo que si lograba herirlos de una manera "grave". ¿Y el entrenamiento con tu padre fue más educativo que el mío?.
—Supongo que si, mi papá solo decía que debía aprender a controlar mi Ki y mi temperamento— bajo su rostro solo un poco.—pero la verdad es que siento que no aprendí nada, ni siquiera siento que incremente mi fuerza me enferme varias veces, no era capaz de seguirle el ritmo a mi padre y eso me frustra pues siento que solo seré un estorbo.
—En ese caso seremos dos.
Gohan alzó su mirada encontrándose con los ojos negros de Ren, aquel comentario le causo un poco de escalofríos pues ella jamás sería capaz de decir algo así. Siempre fue alguien muy egocéntrica cuando se trataba de su nivel de pelea y fuerza.
Desde que la conocia ella vivía confiando en si misma y el oírla de ese modo tan "pesimista" solo lo hizo asustarse, quizás si era el fin del mundo.
. . .
El sol comenzaba a ocultarse entre las montañas, era hora de irse.
Krillin y Ren se encontraban en la puerta de la casa Son despidiéndose de la familia y avisando que quizás mañana volverían temprano para pasar nuevamente el día juntos.
Ren y Krillin emprendiendo su vuelo acompañándose hasta donde les fuera posible pues él amigo de Kakaroto debía regresar a Kame House y ella a la casa Briff.
—Ren— Krillin la llamo y ella lo miró de reojo.—ahora que estamos solos me gustaría pedirte disculpas por todo lo ocurrido.
—¿Qué?— pregunto ella deteniendo su vuelo y girandose a verlo, él imitó su acción.—¿Disculpas, por qué?.
Ambos estaban de frente y el cielo se pintaba de rosa y morado.
—Yo.. yo debi acabar con número Dieciocho, debí haber presionado ese botón y no jugar al héroe.
—¿De que botón hablas?.
El calvo tomo un profundo y largo respiro para después exhalar.
—Bulma logro construir un control de autodestrucción con los planos que Trunks y yo sacamos del laboratorio de ese loco, ella me lo confío a mi para que yo acabará con Diecisiete y Dieciocho.
Ren abrió sus ojos con sorpresa.
—Solo debía estar a un kilómetro de ellos para que funcionará, no fui tan rápido y para cuando llegue a dónde estaban Cell ya había absorbido a Diecisiete pero aún así podía había una esperanza. Aún podía matar a Dieciocho y lograr detener a Cell pero.. pero ¡No puede!.
—Krillin.. eres un...
—En verdad lo siento, por mi tonta idea e ilusión ocasione que una tragedia se creará y como siempre los menos responsables son los que tienen que solucionarlo— interrumpió él.—siento haber causado tu discusión con Vegeta y Trunks, si lo hubiera destruido nada de eso habría pasado.
La expresión severa que se había formado en el rostro de la niña se suavizó al oír el tono de arrepentimiento en la voz del hombre delante de ella.
Era la primera vez que alguien se disculpaba de manera sincera con ella y eso hizo que su corazón se hablandsrs un poco, el coraje que comenzaba a sentir se esfumó rápidamente pues no podía culpar del todo a Krillin.
—¿Por qué?— murmuro ganándose la atención de él.—¿Por qué deciste dejarla vivir y querer ayudarla a escapar?.
—Porque ella también merece tener una segunda oportunidad— respondió alzando su rostro.—es extraño de explicar, incluso para mí sigue siendo confuso pero desde el primer momento que los ví algo dentro de mi me dijo que ellos no eran tan malvados como Trunks los describió, Ren ellos tenian tu edad y la de Gohan cuando ese lunatico de Gero comenzó a experimentar con ellos.
La pelinegra mordió el interior de su mejilla al oír las últimas palabras de Krillin.
—Ellos jamás decidieron convertirse en lo que eran, también estaban aterrados de ver de lo que era capaz este Cell, simplemente no pude hacerlo pues apesar de todo Dieciocho en el fondo era inocente de todo, ella no tuvo la culpa de que un loco la convirtiera en un máquina de asesinar ni tampoco de ser parte crucial para que otra máquina de asesinar se convirtiera en un ser imparable.
Ren apartó su mirada de Krillin y la enfoco en el suelo.
—Tienes razón— susurro después de unos segundos en silencio.
Las palabras de él le habían hecho pensar en algo, más bien recordarlo o quizas imaginado.
—Lamento que tú y tu hermano estén molestos.
Ella sonrió débilmente pues él era el segundo en "reconocer" que para ella a pesar de todo Vegeta siempre sería su familia.
La primera había sido Bulma.
—No te preocupes por eso, Vegeta es un idiota y a veces se me olvida lo grande que puede llegar a ser su idiotez. Lo que tú quisiste hacer fue un gesto muy ¿Lindo? Supongo, así que no puedo enojarme, mi hermano y yo hablaremos cuando todo esto termine pero por lo mientras no quiero verlo.
Krillin suspiro, a lo mejor las cosas no habían terminado como él esperaba pero al menos ya no sentía el sentimiento de culpa.
—Espero que todo vuelva a la normalidad entre ustedes, no quiero ser egoísta pero si queremos vencer a Cell vamos a necesitar de toda su fuerza. Ustedes los Saiyajin's parecen ser lo únicos capaces de vencer a cualquier enemigo.
. . .
La noche ya había caído por completo cuando Ren llegó a su "hogar", en cuanto sus pies tocaron el pasto del jardin trasero se ato su cabello en una coleta alta y camino a la puerta trasera la cual daba directo a la cocina.
—Buenas noches señorita Ren— saludaron al unisono los empleados que se encontraban en la habitación, ella solo los saludo moviendo su mano de un lado a otro.
—¿Va a acompañar a los señores a cenar?— pregunto una de las empleadas.
—¿Está mi hermano en la mesa?.
—No, el señor Vegeta ha estado ausente todo él día.
—En ese caso, si. Prepárense un lugar en la mesa.
Con eso dicho salió de la cocina y se dirigió al baño de invitados en dónde solo se lavo las manos.
—Ren, ¿A qué hora llegaste?— pregunto la madre de Bulma una vez que la pelinegra se sentó en la mesa.
—¿A dónde fuiste?— ahora pregunto Bulma con un tono molesto.
—Fui a casa de Gohan, me invitó a pasar unos días con él y su familia— contesto la menor sin importancia.
—Asi que eso de que Goku luce bastante confiado es cierto, en verdad descansará seis días— la ojiazul dejo sus cubiertos de lado y suspiro.—¿Deberíamos preocuparnos? Él nunca habia actúado así— pregunto.
—No yo creo que no— respondió la menor metiendo un trozo de carne a su boca.—el debe de tener un plan o al menos eso es lo que cree Gohan— dijo después de masticar y pasar su bocado.
—Pues en verdad lo espero, no quiero que mi pequeño Trunks viva en un infierno, tampoco quiero que ustedes mueran y no quiero morir joven— comento Bulma con preocupación.
Después de esa pequeña plática decidieron dejar ese tema y mejor enfocarse en otras cosas más "relajantes" como hablar sobre su avance en la reparación de número Diecinueve la cena transcurrió con normalidad y para cuando terminaron cada quien se fue hacer cosas distintas.
—Dieciseispidió que lo fueras a ver, está en el laboratorio.
En cuanto Ren abrió la puerta del laboratorio el androide se puso de pie.
Ambos se miraron unos segundos.
—Que bueno que veniste— él fue el primero en hablar.
—¿Ocurre algo?— pregunto ella de manera dudosa.
—No, no es nada grave. Solo quería saber si podrías llevarme al invernadero— respondió de manera amable y tímida el androide.
Ren sonrió sutilmente.
—¿Por qué no le dijiste a Bulma o a uno de sus padres que te trajera?— pregunto ella.
Ambos ya estaban dentro del invernadero y se encontraban sentados sobre el fresco y recién cortado pasto mirando una "cascada" pequeña y artificial que tenia el lugar.
—Pense que quizás ellos no entenderían lo que yo sentía al estar aquí y creo que tú eres la única que me entiende.
La pelinegra se giro a verla.
—En mi base de datos tengo información de todos ustedes, tengo desde datos muy importantes y valiosos hasta los más simples y curiosos, él Doctor Gero creía que te gustaba la vida silvestre de este planeta pues en el tiempo que te estuvo vigilando se dió cuenta de que disfrutabas mucho de ir a lugares abiertos y con naturaleza. A mí también me gusta, me gustan mucho los animales.
—Si son lindos— añadió la niña, apartó la mirada de él y la fijo en sus alrededores.—pero a mi me gustan más las plantas.
Ahora quien sonrió fue el androide.
—Cuando todo esto termine te llevaré a la montaña Paoz.
—¿A dónde vive Son Goku? ¿Para que? ¿Me ayudarás con mi misión y me ayudarás a matarlo?.
—¿¡Que!? ¡No, no! No te ayudaré a eso— se apresuró a responder ella mientras lo miraba de manera extraña.—él es el padre de Gohan.
—¿Y eso que?.
—¿Cómo que y eso que?. Él, Gohan creo que es mi amigo el primero que tengo además él.. no merece ese dolor— murmuro.—ya ha pasado suficiente...
Trago el nudo que se le había formado al imaginarse la reacción del Son ante la muerte de su padre, quizás sería parecía a la que ella tuvo cuando Frezeer mató a su hermano.
Era la primera vez que demostraba abiertamente su sentido de compasión.
—Ademas eso de matar seres vivos ya no lo hago.
Un silencio sepulcral inundó el lugar, Dieciseis no supo que decir ante el último dato que soltó la pelinegra por su parte Ren suspiro.
—La razón por la que te llevaría a la montaña Paoz es porque ahí hay muchos animales, oh bueno eso me dijo Gohan y también hay muchas plantas y árboles enormes— dijo la pelinegra cambiando de tema.
—Si, eso me encantaría.
—Si lo supuse, pero ahora que se que tú "objetivo" de matar a Kakaroto sigue en pie..— hizo una mueca de duda.—no lo se, no me das tanta confianza.
El androide contuvo una risa ingenua para después volver al silencio. Se quedaron un buen rato los dos disfrutando del aire fresco que se mezclaba con el dulzor de las plantas y flores.
Cuando el reloj marco las doce Dieciséis regreso al laboratorio mientras que Ren subís a su habitación para descansar, en cuanto estuvo dentro de su cama cerro sus ojos por unos minutos y pensó en todo lo que había hecho en el día y también pensó en todo lo que había recordardo.
Pero específicamente su cabeza le dió vueltas solo a una cosa.
“ Eso de matar seres vivos ya no lo hago..."
La razón por la que le gustaban tanto las plantas ya fueran de la tierra o incluso de cualquier otro planeta al que fuera era porque sentía que a ellas genuinamente jamás quiso dañar, se sentía en paz con ellas ya que como no tenían conciencia no podrian juzgarla como cualquier otro ser lo haria.
Aunque de eso ya hubiera pasado mucho tiempo, debes en cuando aquellos recuerdos de ella siendo despiadada y poniendo en práctica todo lo que los soldados de Frezeer y él le enseñaron venían a su mente pero hasta hace dos años aquellos recuerdos venían con mayor frecuencia y la atormentaban un poco.
Después de pasar unos minutos pensando y recordando todo lo que había hecho antes de tener una "vida humana" sucumbió ante su profundo y pesado sueño.
Hasta la mañana siguiente en dónde una llama la obligo a ponerse de pie.
—Señorita Ren tiene una llamada.
—¿Quien molesta tan temprano?— pregunto molesta y aún con la voz ronca por estar recién despertada.
—Es de la casa Son, él joven Gohan quiere hablar con usted .
Ante la respuesta de la chica de servicio Ren despertó en su totalidad, de inmediato se levantó de su cama y comenzó a aclarar su garganta para después hacerle una seña a la chica de que le diera el teléfono.
—¿Bueno?.
—Hola, Ren ¿Te desperté?— la voz del niño era bastante animada y natural asiendo alución a que él estaba despierta desde temprano.
—No, para nada. Acabo de terminar mi caminata matutina— ella lo intento disimular su recién despertar.
—¿Caminata matutina?.
—Ocurre algo— pregunto avergozmaba y molesta porque podría ser descubierta en su mentira.
—Eh.. en realidad no, solo te llamaba para invitarte a venir conmigo a caminar por la montaña y recolectar insectos.
—¿Recolectar insectos?— frunció sus cejas no muy convencida.
—Si, aunque lo dudes es bastante divertido hacerlo, ¿Quieres acompañarme?.
—¿A qué hora sería?
—Al medio día, si quieres puedo ir por ti...
Mientras los dos menores continuaban su plática, en la sala de la casa una mujer se encontraba sentada en uno de los sillones escuchando por el teléfono de aquella habitación todo lo que el otro par hablaba.
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Hey, hey, hey.
¿Cómo han estado? , ¿Que tal su semana?
Espero que se encuentren bien, como ven aquí les traigo la actualización de esta semana un poquito atrasa pero bueno más vale tarde que nunca.
¿Que tal les gustó el capítulo?
Quizás le dedique uno o dos capitulos más a los días de descanso de Ren y Gohan antes del torneo de Cell aún no lo sé, lo único que tengo claro es que mi cabeza ya se imagino un sin fin de ideas para la próxima saga.
Así que atentos 😉.
Está vez no tengo mucho que decir pues ya es algo tarde y yo mañana entro temprano a trabajar así que sin más que decir yo me despido no sin antes decirles que ¡Wow! No me creo que en menos de dos semanas pasamos de 10k. De ledios a casi 13k., estoy muy contenta con saber que les está gustando esta historia.
Así que por favor no olviden dejar su voto y algún comentario que eso me haría muy feliz.
Nos leemos en el próximo capítulo.
Bye.
Lex 🐉