En el reflejo de mi mirada

Capítulo 16

Estábamos ahí uno en frente del otro en mitad de un desafortunado encuentro entre dos reinos. Collin era tan diferente a antes le sentía más maduro y con más seguridad. Se acerco a mí, me cogió de las manos, me miro a los ojos y me susurro "todo saldrá bien". Seguía sin estar segura si él era el Collin de siempre pero no me importaba, el estaba ahí, junto a mí y era lo único que me importaba. Sabía que llegaba la ahora, yo era la elegida, yo tenía que decidir quién gobernaría el reino, y lo tenía claro. Santana sabía perfectamente que ella no iba a ser elegida y para ella, Collin, era demasiado crio para gobernar, no sabia que pensamientos horribles cruzarían enla cabeza de Santana, pero algo tramaba dado que no le quitaba ojo a Collin, mientras tanto Filip intento aprovechar la ocasión para poner fin al asunto y matar a Santana, era algo que no entraba en los planes de ninguno de los hermanos, pero Filip estaba demasiado obsesionado con el poder que ya no veía a Santana como una hermana, sino como su enemiga mortal. - Tammy debes irte - me dijo Collin. - Jamás, yo quiero ayudar y solo no vas a poder - le respondí, elno me hizo caso me dio un empujón hacia una de las puertas del palacio, es increíble que alguien tan pequeño tuviera tanta fuerza, intenté levantarme pero el golpe me destrozo la pierna izquierda, por más que intentaba levantarme no podía. Cuando había perdido todo tipo de esperanza, un ser del reino intento ayudarme, no podía ver quién era, solo tenía ojos para ver un gran a masacre de cuerpos muertos a mi alrededor y de otros que seguían luchando por dar su vida alreino. Antes de salir por la puerta logre ver como Filip saco una navaja, seguramente quiso aprovechar el desconcierto de Santana al ver que su hermano pequeño estaba junto a ellos luchando. Collin se dio cuenta de la locura que iba a hacer su hermano y antes de que la navaja llegara al cuello de Santana él se interpuso entre sus hermanos, atravesando su nuca, dejándole totalmente inválido. Grite, pero nadie me escucho, me sentía invisible ahora que había perdido a Collin.