Charles y yo nos quedamos paralizados. ¿Nosotros eramos los demonios? No entiendo.
-Quiere decir que, ¿Nosotros somos los demonios?-Pregunte, sumamente angustiada.
-No, ustedes no lo son. Es algo normal en las personas, la gente tiene maldad en su cuerpo, y es algo que nosotros sentimos a diario. Pero en ustedes, tienen algo mas fuerte.
-Beth, usted sabe lo que he pasado y lo que he hecho. La maldad es parte de mi.-Dice Charles.
-No Charles. La maldad es parte de todos, solo que, en ustedes, la maldad es mas fuerte, ¿me entienden?
-No.-Digo.
-Yo si lo entiendo.-Dice Charles- No son a los demonios a los que debemos temer, si no a nosotros mismos, Victoria, somo parte del mal ahora.-Concluye Charles.
-Es decir que...
-Que un demonio se ha penetrado en ustedes.-Dice Beth.
Me quedo estupefacta. ¿Un demonio dentro de mi? Mierda, mierda, mierda.
-¿Eso en que nos afecta?-Pregunto.
-Ustedes dos son fuertes, no les afectara. En cambio, los ayudara. Entrar a la casa del demonio sera mas fácil para ustedes...
-¿Cuando iremos?-Pregunto, exhausta.
-El próximo jueves.-Comenta Charles.-Tengo ese día libre.
-Me parece bien.-Digo.
-Bien.-Finaliza Charles.
De repente, un chico con cabello largo, ojos azules, y piel clara entra a la habitación.
-Yo los puedo guiar, cruzar el laberinto no es nada fácil, yo lo se de memoria.-Comenta el chico.
-¡Patrick! Te dije que no salieras de tu habitación...-Exclama beth.
-Mama, puedo ayudar.
Cuando oí la palabra mama, la idea de que el hubiera sido mi hermano me dio escalofríos.
Maldice Beth.
-Esta bien, puedes ayudarlos.-Concluye.
-No volveré a esa casa.-Le comento a Beth.
-Puedes quedarte en mi casa.-Se ofrece Charles.-Es grande y cómoda.
Pienso dos veces antes de responder. Era quedarse en una casa donde habitan demonios o quedarse en la casa del chico suicida.
-Acepto.-Finalizo.
Paso por mi casa, lo mas rápido para empacar ropa y lo necesario para una estancia en la casa de Charles. Cuando ya empaque, salgo y nos dijimos a su casa.
Cuando entramos, me quede sorprendida. Tenia escaleras gigante de mármol, con lamparas elegantes y alfombras por todos lados. En la estancia, tenia una chimenea, con una televisión plasma, y sillones color beish. Era muy hermosa, no me lo había imaginado así.
-Muy normal para un chico suicida, eh.-Comenta Charles.
-Algo.-Respondo.-Llamare a Brian, para que me recogía aquí.
-Adelante.-Dice, sonriendo.-La habitación de huéspedes esta arriba, la segunda puerta, y mis padres están de vacaciones por un mes, así que no te preocupes por dejar limpio.
-Muchas gracias Charles, no sabes cuanto te lo agradezco.
Le llame a Brian, y acordamos que me recojeria aquí. Después les deje un mensaje a mis padres.
Mama, papa, me quedare por un tiempo en la casa de una amiga, ustedes sabrán por que... Ya no puedo mas en esa casa. Lo lamento.
Acto seguido, me fui a maquillar de nuevo, y arreglarme. Brian toco el timbre, y yo lo recibí.
-Hola.-Dice, sonriendo.
-Hola.-Le respondo, devolviendole la sonrisa.
Me sujeta la mano, y me dirige al carro.
Una vez dentro, me pregunta que hacia en el casa del chico suicida.
-Su mama maquilla muy bien, así que vine con ella a que me arreglara.-Le mentí.
-Pues, mis respetos para esa señora.
Me sonroje.- Lo tome como un cumplido para mi.
Llegamos a un lugar increíble. Era el restauran "Trees and stars" El lugar estaba repleto de arboles co luces, de ahí el nombre.
Habia mesas de mármol, para solo dos personas. En todas, había una señora y un señor, excepto en una. Habia dos hombres, era una pareja homosexual. El mesero nos llevo a nuestra mesa, estaba justo a un lado de la pareja homosexual.
-Que incomodo, ¿no?.-Dice Brian.
-¿Hablas de los homosexuales de un lado?-Pregunto.
-No, es decir, es nuestra primera cita.-Sonríe- Y estoy muy feliz de eso.
-Yo igual Brian.
-Me gustas, Victoria. Lo que siento por ti es algo que nunca sentí... Eres especial para mi. Te amo y nunca lo dejaría de hacer.
Me ruborizo.
-Brian... Tu también me gustas.
-Victoria... ¿Quisieras ser mi novia?.-Pregunta Brian.
No sabia que decir... Sus palabras eran... Mágicas.
-Si... ¡Si!-Respondo, emocionada.
Brian se para de su asiento, se acerca a mi, me toma del cuello, y lentamente, sus labios se acercan a los míos... Siento su aliento... Y su piel, tan suave... Sus labios tocan los míos, y siento como si un fuego artificial saliera de mi.... Era hermoso. Sus labios eran suaves, y tan perfectos. Me agarraba la espalda, y la acariciaba con sus sueves dedos, y yo le acariciaba su cabello... Fue hermoso. Se aleja de mi.
-Te amo.-Me dice.
-Yo... -Antes de que pudiera terminar la frase, la pareja homosexual se ha convertido en un par de demonios. Tienen la cara tan horripilante, algo tan horrible nunca antes visto. Sofoque un grito ahogado, y camine hacia atras.
-¿Que te pasa?-Pregunta Brian, preocupado.
Los demonios asoman sus cabezas por los hombros de Brian y empiezo a llorar.
-¡Brian!-Grito.
En ese momento, la luz se apaga, y en el techo se oyen pisadas.
-¿Brian?-Pregunto, murmurando. La gente esta gritando.-¿Donde estas?
No responde, se ha ido. Cuando me vuelvo, veo que la luz de la cocina ha vuelto. Una señal, tal vez ahí esta. Me dirgia despacio hacia el lugar, evitando a la gente que corría y gritaba asustada. Cunado llegue, no veía a Brian. No había nada, era un espacio en blanco, completamente vació. De repente, la entrada se volvió parte del muro. Ya no había salida.
-¿Brian?.-Grite, un eco alzo mi voz.
-¿Brian?.-Volví a gritar, y otra vez apareció el eco.
Una imagen de mi madre y mi padre aparecieron... Estaban asustados, en la casa. Gritaban mi nombre, y lloraban.
Empece a chillar.
-¡¿Que estas haciendo con ellos?!.-Grite, a lo que sea que este haciendo esto.
Después apareció la imagen de Brian, estaba en un cuarto oscuro, pidiendo ayuda a gritos, y llorando igual.
-¡Para!.-Gritaba y lloraba-¡Para ya! ¡Déjalos, ellos no han echo nada!
-Tu provocaste esto...-Apareció el demonio, el de la cara roja, con lineas negras, y pesuñas, era... horripilante.-¿Quieres seguir jugando a las escondidas, Victoria?, podemos seguir haciéndolo.
Antes de que pudiera responder, una voz en mi cabeza me decía que no era real. Gritaba, angustiado. Era Charles. <Tienes que superarlo, no es real, ellos te metieron en esto>
-No, eres, real.-Le grite.
-Soy mas real de lo que tu crees, Victoria.
-¡No! ¡No lo eres!
-Retame...
En ese momento, desperté, me encontraba en una esquina del restauran , gritando y llorando.
-¡Victoria, salgamos de aqui!.- Apenas pude ver la cara de Charles, mi ojos apenas se abrían.
Brian estaba ayudando a Charles, a cargarme y sacarme de aquí.
Cuando estábamos a punto de salir, la puerta principal de cero de golpe, me precipite, ellos me querían matar, ya.
-Tenemos que sacarla de aquí, esta débil, así es mas fácil para ellos matarla.-Dice Charles.
-Pero, ¿Quien quiere matarla?- Pregunta Brian.
-Una, larga, historia.-Respondí, jadeando.
-No hables, gastaras mas energía.-Me regaña Charles.
Mis pies se arrastraban , mientras Brian y Charles me apoyaban en sus hombros. Corríamos a encontrar una salida, cuando de pronto, un demonio negro, con cuernos y alas aparece encima de nosotros, en el techo.
-Nocturnus, a, um.-Dice el demonio, y se abalanza sobre nosotros.
Salgo disparada, mientras el demonio pelea contra Charles. Mi vista se hacia menor, y me sentía mas débil... Y vi a otro, en el muro, saco sus dientes largos, estaba preparado para matarme... Pero Brian me levanta, y me saca del lugar, por la puerta trasera.
Me empezaba a sentir mejor, y ya podía estar de pie.
-Brian.... gracias.- Le digo, y lo beso.-Dejamos a Charles adentro, debemos de...
-Yo iré por el, tu quédate aquí.- Me interrumpe.
Antes de que se aleje, lo jalo del brazo.
-Cuídate.-Le murmuro.
Me besa, y luego entra.
Estaba sola, en el callejón. Una niña apareció, tenia el cabello echo un desastre, y no se podía ver la cara, la oscuridad le cubría todo. Ya no sabia que esperar...
-¿Hola?-Pregunto, asustada.
-Uno, dos...-Empieza a contar la niña.
-Eh, ¿Hola?-Vuelvo a preguntar, ya lista para correr.
-Tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve...
La niña para en nueve. Ahora esta mas cerca, y puedo ver su cara.
No tiene ojos, tiene sangre por todos lados, y tiene a un oso de peluche en su mano.
Cuando la luz da a su cara, su pequeña cara se convierte en un monstruo, ahora tiene uñas largas, con unos grandes ojos llenos de sangre. Empiezo a chillar, y en ese momento, Charles y Brian salen.
La niña se va. ¿Que mierda fue eso?
-¿Que paso?.-Pregunta Brian, angustiado.
-Nada.-Respondo-Solo me preocupe por ustedes.
Llegamos a la casa de Charles.
-Esto... Hace mucho que no lo sentía.-Digo.
-Es miedo.-Dice Charles.-Las ventajas de ser bienvenida a la oscuridad.
-¿Como que bienvenida a la oscuridad?.-Pregunta Brian, sentado en el sillón, a un lado mio.
-Cuando descubre que no solo hay algo bueno en este mundo, Brian.-Responde.