Marzo, 2016
CAMILLE
<<—Lo que escucharan a continuación son extractos de los videos que fueron recopilados de las torturas que eran trasmitidas por la dark web; por obvias razones no serán trasmitidos; sin embargo, he de confesar que tuve el desagrado de verlos y son verdaderamente desgarradores. Vamos con los audios.>>
Se oye la voz de un hombre preguntando por como desea que se inicie la tortura y conteste una distorsionada, en algunos audios se escuchan hasta llantos de bebés y en otros son animales.
Los vellos se me erizan, la imaginación vuela y aunque no deseo los ojos se me llenan de lágrimas, pero evito soltarlas al ver a Sophia afectada.
—Camille... — el lugar se impregna de su llanto — ¿Cómo pueden...
—No lo han hecho, escuchaste a Alek. No creamos en nada.
—¿Por qué se los llevaron? ¿Por qué estaban sus nombres?
—Se va a solucionar, no debes de creer en nada de esta tontería.
—¿Tan enamorada estas del señor Harford?
—Deja de decirle señor y no, no es estar enamorada, sé quién es él.
—Dijiste que no lo reconocías.
—Sus actitudes, pero como persona estoy segura de que jamás haría cosas así.
Me hace una seña para que me calle, sube el volumen al televisor.
Canal por canal empieza a desplegar la misma información.
"El magnate Aleksandr Harford socio de la mafia griega"
"Harford y sus amigos más cercanos, detenidos por innumerables delitos"
<<Las empresas Harford a nivel mundial están pasando por una auditoria exhaustiva, incluyendo a los familiares como toda empresa que tenga lazo con Aleksandr Harford. Uno se los más sonados es Vicent Civanelli que también es nombrado en la famosa lista, he de recalcar que Civanelli es uno de los hombres más importantes del círculo de Harford ya que compartieron sus días en la universidad y sabemos que en algún momento este par se había metido en problemas, nada serios... Lamentable el tercero sale mal; Zev Woodgate, entre estos dos parecía ser el centrado y de buen corazón. Las apariencias engañas, la fabrica de adonis Harford al parecer entrara en decadencia.>>
Hasta programas de farándula se suma a esto, con la diferencia que recalcan que ahora es donde se verá a los verdaderos amigos de estos ...
<<Estamos en las instalaciones donde se lleva a cabo el interrogatorio a Aleksandr Harford junto a su amigo y socio Zev. A las afueras se puede ver mucho revuelo exigiendo que los liberen.>>
<< —Anthoune puedes confirmarnos lo que nos ha llegado de información.
-Creo que es lo más ha llamado la atención, pero te dejare hacer la pregunta.
-¿Es cierto que una mujer fue a exigir que la dejen ver al señor Harford?
-Estas en lo correcto, Caroline. — se ríe — Tengo que comentar que esta diligencia esta siendo muy particular y aquí les va el contexto.
-Siento que esto nos va a interesar.
-Es la única detención donde ves que los implicados llegan en sus propios deportivos, escoltados por sus hombres y los hombres del FBI; sobre todo esta el hecho que fueron dirigidos al condado de Nueva York.
-Es algo que se está comentando mucho, Anthoune.
-Pues también están en la oficina del alto mando dando su declaración, estamos hablando que no se está actuando a ley.
-¿Todo esto que tiene que ver con la mujer de incognito?
-Bueno, ahora tengo que recalcar que son tres las mujeres que se han aparecido. Las hermanas Scovanov y la señorita misteriosa.
-Sabemos que las hermanas son muy cercanas a ellos, ahí no hay nada extraño.
-Lo raro es que, a los calificados como detenidos, se les pregunta si quieren recibirlas o no, en este caso el señor Harford en concreto se negó a verla y pidió que se marchara.
-¿Será que solo es alguien del momento que se ha tomado atribuciones que no debe?
-A mi parecer, así es.
-Esto es muy extraño, empiezo a creer que no son detenidos.
-Hasta el momento se les ha calificado así, pero no puedo confirmar nada aún. Lo que si puedo corroborar es que ellos no desean ver absolutamente a nadie y al parecer eso incluye a las familias, que solo se parecieron por un breve lapso y se marcharon sin dar ninguna declaración. Algo que no pasó desapercibido fue que Irina Harford a la señorita de incognito la miró de pies a cabeza, al parecer estamos hablando de alguien no bien vista.>>
El llanto de Sophia va menguando, su rostro se transforma y su postura se corrige.
—¿Las Scovanov son esas tipas exuberantes de la fiesta de Keyrah? — asiento —¿Qué tienen que ver ellas?
—Son sus amigas y al parecer muy cercanas.
—Por favor, Camille. — me fulmina con la mirada — tu escuchaste como se refería la pelirroja al señor Aleksandr — ruedo los ojos, que incomodo que le diga señor cuando se que puede tutearlo — y la otra cuervo le estaba pasando la mano por toda la espalda a Zev.
—Es solo su amiga, nosotras somos igual con Charles y Clement.
—Cuando nos enteremos que no son solo amigas, quiero ver tu cara.
—Cassandra dijo que era la mejor amiga de Alek.
—¿Le crees?
—Pues fue a verlo, me imagino que sí.
—¡Eso! — su cambio me sobresalta — Cámbiate, Pride.
—No nos van a recibir.
—Eso lo veremos, pero mínimo sabrán que estuvimos para ellos.
—No quiero pasar vergüenza sola. Zev te dejará entrar, pero Alek...
—Zev no me contestó; sin embargo, Harford tomó la llamada sin importar que sabía lo que estaba por suceder.
—Sophia, siempre que sigo lo que dices...
—No siempre sale bien, pero creamos recuerdos y alguna anécdota.
—Esto es algo serio.
—Y nos necesitan, pueden estar asustados.
—Los has visto, la cara de Alek es una roca sin gestos y Zev está preocupado, pero sabe que todo va a salir bien.
—Cam, no me dejes sola en esto.
Ni siquiera sé cómo siempre me convence o, mejor dicho, no se para que me hago la difícil, si quiero hacerlo.
Aquí estamos las dos, llamando la atención. Las cámaras se alocan cuando estacionamos, no sabemos de dónde salen, pero Gibson y Muley nos abren las puertas.
Toma mi mano y respira hondo — Poderosas — recalca Sophia con los nervios de punta — solo espero no caerme.
—Talón, punta y siempre derecha — digo sonriendo para que se relaje — y sin llorar Sophia, estamos acá para apoyar, no para darles problemas.
Asiente saliendo.
—Señorita Pride — Gibson me abre paso, tengo a Sophia con Muley siguiéndome, el flash de cada cámara parece querer cegarnos.
—¿Dónde está?
—Lo siento señorita, pero no sé si es buena idea que hayan venido. Las cosas se podrán feas y pueden ponerse en peligro.
—¿Peligro? — entramos al edificio — ¿Qué peligro?
—Camille — Muley se acerca — es mejor que no hagan preguntas, quédense un momento porque ya han llamado la atención. Cuando salgan habrá escoltas para ustedes.
—¿Qué está pasando, Muley? — Sophia pasa la mirada entre estos dos — Cualquiera de los dos conteste, pero con la verdad — Exijo.
—No estamos permitidos...
—Lo pregunté, ahora no me culpen por nada — giro dirigiéndome al primer ser que se me cruza, los escucho maldecir y el repique de los tacones de Sophia seguirme.
—Buenas noches, estamos buscando a Aleksandr Harford y a Zev Woodgate.
—Buenas noches. Me pueden brindar su nombre y sus identificaciones — le brindo lo que me pide — le voy a ser honesto, es como la persona numero nueve que viene a verlos.
—Pues dígale que Camille Pride esta aquí junto a Sophia Parker.
—¿Parentesco? — me brinda una tablet para firmar mi ingreso.
—Somos las prometidas — volteo a verla, no solo yo... Gibson y Muley cierran los ojos, todo indica que esta situación no es como la pensamos.
ALEKSANDR
—Muestra el traslado de cien kilos de cocaína de alta pureza — deja los papeles a mi lado y pausa el video de las cámaras del alrededor — el almacenamiento se hace en uno de los hangares de Harford en el lado norte de la ciudad.
—Hace dos años que fueron vendidos — miro la hora —¿Hay algo de este interrogatorio que valga la pena el estar desperdiciando mi tiempo?
—¿Te parece poco la trata de blancas?
—Pueden revisar todos mis ingresos, todo está bancarizado, los reportes de ingresos, egresos y cada movimiento, cada impuesto pagado. No saco nada con estar repartiendo mujeres a hombres que no saben cómo conseguirse una. No sirvo a inútiles.
—Sabemos que no tienes una relación, tendría sentido que estes visitando las casas sexuales de Hipston y por lo tanto en la lista de clientes VIP.
Me arreglo los gemelos — ¿Tengo rostro de necesitar pagar para obtener atención femenina?
—Te daré un tiempo para que piense y medites. — se para frustrado — Después de esto, será tu última oportunidad.
[...]
<<Mujeres desnudas maniatadas y golpeadas esperando su turno, las tienen amordazadas, lloran y ahogan sus gritos.
Toman a una le colocan unas cuerdas en las cuatro extremidades colgándola con las piernas abiertas.
—Tu presa, participante dos. — le quita la mordaza — ¿La reconoces?
—Sí — la voz distorsionada se escucha.
—¿Cómo quiere empezar? — se enfoca una mesa con instrumentos de tortura.
—Treinta latigazos — el verdugo toma un látigo negro — No, el látigo que tiene garras.
Empieza con cada golpe desgarrándole la piel, los gritos ensordecen, suplica piedad.
La voz distorsionada va contando uno a uno los golpes.
—Treinta — la siguiente mesa que le muestra lleva arcos con flechas, le explica que algunas tienen venenos, alucinógenos o sustancias que producen dolor, al igual que los arpones — ¿Qué tanto daño quieres causar?
Aquella voz se ríe — Quiero que sufra — toma las fechas que causan dolor — lanza las flecas con los ojos cerrados — el tipo hace lo que pide; dos de las flechas fallan y las otras tres se incrustan en la piel, dos en la pierna y una en abdomen — arráncale una a una — se vuelve a reír.
Lo siguiente es expandir su cuerpo, halan de cada extremidad hasta rompérselas, le cortan la lengua y le quitan un ojo, la desollan cuando está agonizando para tirare alcohol y así prenderle fuego.>>
—No veo que te haya causado algo el video.
—¿Debería sentir algo a aparte de repulsión? — me analiza — ¿Deseas que llore?
—Harford deja de jugar conmigo — golpea el escritorio.
—Es perturbador ¿Qué quieres escuchar?
—Concluyo que estas familiarizado con estos espectáculos. Tu comportamiento me lo dice.
—Es la primera vez que lo veo, pero en películas, he visto de todo. ¿Te gusta el cine gore? — juego con él — Yo soy más de acción.
— Sé la clase de persona que eres, por lo mismo te estoy dando la oportunidad de decir la verdad.
—Si lo sabes ¿Por qué estoy aquí?
—Harford...
—Nos han traído a la oficina del Condado — me recuesto en la silla — tú y yo sabemos que esto esta siendo una pantomima. Dime — veo que traga lento — quien esta moviendo este jodido circo.
—No es ningún circo y estas con las horas contadas — saco mi billetera y el teléfono dejándolo sobre el escritorio — empieza por aquí si quieres encontrar algo. — lo toma dudoso — primero, si esto fuera de verdad me hubieran quitado todo, eso incluye incautar todas mis propiedades y cerrar mis cuentas; segundo, si quieren hacer una auditoria, no van solo a mi oficina, se desplazan a lo largo del edificio; tercero, creo que esta es la más obvia... no estaría en las oficinas del condado, cuarta; no han dejado entrar a mis abogados y quinta, para ser del FBI estas nervioso al punto que me incomodas.
—Deja de hacerte el listo conmigo, Harford — me muestra su arma colgada al lateral de las correas de bajo del brazo — Vamos, cuéntame como hacías las transacciones para que torturen a las personas que no te servían.
—¿Estas afirmando? — niego mirando una vez más mi reloj — esto es una difamación. Cargos muy serios podría presentar.
—Me han llegado historias perturbadoras de ti y a lo que te dedicabas con tus amiguitos.
—¿Pruebas? — me paro — Vamos a colaborar entre nosotros y salir rápido de esto.
—Cierra la boca y siéntate — saca su arma — no me hagas usarla.
—¿Por qué te pones paranoico?
—No estoy jugando, Harford — me apunta — ¡Por un carajo, siéntate!
—Te voy a decir lo que creo.
—¡Siéntate!
—Como decía — me acerco hasta que su arma se posa en mi pecho — tenemos a una pequeña sanguijuela que quiere verme caer y como no sabe cómo hacerlo, manchar mi imagen ha sido su plan, usando a sus títeres — aligera el agarre de su arma — los títeres son ustedes, por si no se entendió. Ahora la pregunta es cómo es que ustedes pueden hacer algo asi ¿Los está extorsionando con algo? — baja su arma — Son una entidad federal, eso quiere decir que la orden va de muy arriba — vuelvo a sentarme — Así que... dime ¿Quién es y qué busca?
—Muy lindo tu discurso, pero fallaste en todo.
—Hay dos opciones. Tacharé a O'Doner, así que me queda Nehls ¿A quién están sirviendo?
—Yo soy el que hace las preguntas — el temblor de sus manos las oculta cruzando los brazos — Confiesa de una puta vez.
—No tengo nada que confesar.
—Tenemos datos que has estado haciendo de las tuyas el mes pasado — vuelve a pasar cambia de hojas de la carpeta que tiene — ¿Por qué no estabas yendo a trabajar? ¿Nadie te vio esas fechas?
—¿Estas enterado que soy dueño de Harford Holding? — me burlo — Eso hace que pueda hacer lo que se me dé la gana. Puedes preguntar a mis empleados o revisar las cámaras.
—Tengo entendido que jamás pierdes, pero porque coaccionas a las personas, manipulas para salirte con la tuya.
—De eso también pediré pruebas — busco algo que lo identifique, no me acuerdo de su nombre — ¿Cuál era tu nombre?
—No somos amigos. No me tutees.
—Claro que no lo somos, pero si tu lo haces, yo igual — tomo mis pertenencias — ustedes saben perfectamente que ni por asomo he compartido oxigeno con Hipston.
Toma su teléfono y hace el ademan de leer, pretende sonreír — Tu amigo acaba de confesar. Te ofrezco lo mismo que a él, resguardo en prisión y aligerar la condena.
—¿Sabes por qué Zev es mi socio? — no contesta — No solo por la amistad de años; es porque tenemos las mismas reglas de vida. La primera es no meterse en mierda que involucre el trabajo del otro.
—Gracioso, porque acaba de confesar que los días que no has estado en el trabajo...
—Hasta para mentir hay que tener cerebro — me acomodo el traje, guardo mi teléfono y billetera —lo que tengan que hablar que sea con pruebas y con mis abogados — me paro dirigiéndome a la puerta.
—¡Quieto! — vuelve apuntarme con el arma, lo miro de soslayo y continuo — ¡Quieto, Harford! No hagas que use mi arma.
—Dispara, pero a matar, porque vivo y herido no te voy a agradar. — tomo el pomo de la puerta abriendo paso a las dos personas que están paradas. El uniformado tiene la mano en alto, al parecer estaba por tocar, detrás de él va Pride ¿Qué mierda hace aquí? No lo sé... el peligro que al que se está exponiendo no lo tomando en cuenta o es ignorarte de lo que esto significa.
—Regresa a tu asiento, Harford. — no deja de apuntar — ¡Se acabó tu puto juego!
—¡Agente Jackson!¡Baje el arma! — Camille lo fulminan; sin embargo, me abraza y no pienso, simplemente la rodeo para protegerla.
—Manos a mi pecho, ardillita — susurro y aunque no entiende deja de rodearme el torso, haciendo lo que le pido — Sexto — mencionando la última razón, en el proceso lo analizo, está desesperado, nervioso y asustado, en cualquier momento podría actuar — y sobre todo por lo que no te tomo en serio — levanta su rostro, sus ojos avellana me miran asustados, se hunde en mi pecho — no ha sido grabada la intervención.
—¡Harford! — esta alterando y perdiendo los papeles, se acerca tanto como puede.
—O'Doner está aquí — comento, él traga saliva — dale explicaciones a tu superior y cuando acabes con él, estoy dispuesto a escucharte... Ya sabes mis preguntas.
—¡¿Qué mierda esta pasando acá?! — O'Doner aparece con varios agentes junto a Zev y de la mano lleva a la amiga castaña de Pride. O'Doner mira a su agente con el arma desfundada, toma la suya al igual que sus hombres — ¡Jackson, entrega tu placa y tu arma!
[...]
El maldito circo creado ahora era investigado, detenciones, destituciones y degradaciones, todo en menos de una hora. Haciendo su mejor intento de que la prensa no se entere todo fue en vano, se había triplicado entre la prensa nacional y la extranjera, como tampoco no falto los que quisieron pagar por las declaraciones en exclusiva, cosa que era inútil.
Efectivamente los nombres de Zev, Vicent y el mío se encuentran en una lista, pero no de participantes... éramos los prospectos de usuarios que buscaban para las casas de apuestas y servicios sexuales que tenía Uzziel.
Como también no se había emitido ningún tipo de orden de detención, lo que se había hecho era parte del plan de Nels para capturar a todos los implicados y saltándose todo lo que era el proceso, su decisión fue tomar la batuta de un caso que no estaba en sus manos, pero si habían pedido su colaboración.
Con lo sucedido el interrogatorio y toma de declaración, había involucrado a Pride por andar donde no debía a la hora que debía estar descansado y ahí estábamos... esperando que termine de hablar con O'Doner después de haber brindado su declaración.
—Señor — el uniformado que había acompañado a Camille se me acercaba — disculpe, su prometida se olvidó su identificación — escucho la palabra y se me escapa una sonrisa. Mentirosa Pride actuando a su gusto. Tomo la identificación y la observo, se ve muy diferente, aquí también se ve demacrada comparado a lo que es en este momento.
Zev se acerca cansado.
— Espero que la porquería de Nels lo destituyan también — mira a mi "prometida" hablar con O'Doner — Tu pecadito está siendo conquistada.
La risa tonta de Parker llega a mí — Siempre le pasa lo mismo a Camille — estos se miran con cierta complicidad.
—Sería bueno que se de la oportunidad de conocer a nuevas personas — lo miro de soslayo a Zev — ¿Alek no tienes amigos para presentarle? Aunque O'Doner es un buen partido.
—Buen partido mis pelotas — paso entre ellos rompiendo su ridículo lazo que tienen tomándose de la mano — maldito imbécil.
Me acerco a ellos algo tosco, pero mi necesidad de que noten mi presencia como mi incomodidad no me permite ser recatado.
— Nena — la tomo de la cintura y planto mis labios en los suyos. El chillido ahogado de su amiga llega a mis oídos como la risa estúpida de Woodgate — ¿Necesitas algo más O'Doner? — se ve incomodo, las mejillas de Pride están color carmesí y aunque no le ha agradado como he hecho las cosas por la mirada que me brinda, no contradice, no se aleja; contrario a esto, levanta una mano acariciándome el rostro y me limpia el rastro de su labial.
—Harford, no sabia que tenías un amorío. Serás la comidilla.
—Cariño — le tomo la mano — no te presente a O'Doner, un viejo conocido. O'Doner, te presento a mi prometida — los ojos de Camille se abren, me aprieta la mano y parece estallar en vergüenza.
—Vaya Harford, te tiraron la soga directo al cuello — repara en ella de pies a cabeza — aunque te comprende. Me imagino que felicitaciones.
—Nos vamos, debes estar cansada — asiente.
—Fue agradable conocerlo, agente O'Doner.
—Agradable para mí, Camille — toma su mano y aunque no quisiera la mandíbula se me tensa — Te estaré viendo para las siguientes diligencias, me haré cargo personalmente — me estira la mano — espero solucionar este inconveniente.
—Debes hacerlo. Nuestros abogados a partir de ahora se harán cargo.
—Darme las gracias no te quita poder, Harford.
—Agradecerte seria admitir que las cosas las has hecho bien, pero los dos sabemos que estas siendo un incompetente. Esto no tenía que suceder.
—Te deberían pagar por ser déspota, creo que eso incrementaría tus ingresos.
—Lo tomaré así cuando reciba la reparación civil del FBI y pediré algunas cabezas.
Tomo la mano de Pride conduciéndola hacia la salida, su amiga y mi socio nos siguen los pasos. Gibson junto a Muley van por delante, deben asegurarse de que ningún periodista estorbe.
—Hemos dejado el Bentley al otro lado — comenta cohibida — Quizá nosotras podemos ir por allá, llamaremos la atención y así pueden irse tranquilos.
—Tu vehículo ya está en tu edificio — continúa su paso.
—Pero si yo tengo la llave.
—Métodos Harford, no los cuestiones, solo aceptamos — Zev le indica rebazandonos saliendo primero con Sophia, es hasta ese momento que reparó en el atuendo de ambas, no solo Pride se le ocurre colocarse una gabardina negra con tacones y los labios pintados de rojo, también la desatinada de su amiga lleva un abrigo rojo, los tacones y los labios del mismo color.
—Señor — Gibson nos interrumpe el paso — Esperen un momento. Despejaremos la zona.
Giro mirando a Camille.
—¿Qué demonios estabas pensando al venir aquí? ¿Sabes lo que has hecho?
—Solo queríamos apoyarlos — comenta a mis espaldas Sophia.
—Imagino que fue tu idea, Parker.
—Fue de las dos — me interrumpe Camille — pero parece que hemos cometido el peor error, por querer saber que están bien.
—Ni se te ocurra querer pelear, Pride.
—Ese eres tú.
—Camille, Sophia... — Zev toma la palabra — aunque nos ha gustado su gesto, lo que han hecho es peligroso.
—¿Por qué es peligroso? Esto ha sido un error ¿No?
—Este circo no es lo que parece, no hay errores de este calibre en el FBI.
—¿Qué quieres decir Zev?
—Nada en concreto, pero debemos tener cuidado, por lo menos hasta saber quien es el interesado en todo esto.
—Y la tontería de ser nuestras prometidas — me mira dolida cruzando los brazos ¿por qué todo lo que digo la daña? — es como indicar a donde atacar.
—Solo fue para que nos dejen verlos, nadie lo tomará en serio.
—Si lo harán, ellos toman todo a su favor.
—¿Quiénes ellos?
—Los que tienen la facilidad de armar todo esto.
—Pride, Muley regresara contigo hasta nuevo aviso.
—No quiero nada de eso y ya lo hemos hablado.
—Pride, estás enojada y lo entiendo — quisiera no confirmar que soy un hijo de puta que la ha cagado con ella — pero esto es diferente, no tiene que ver con nuestras discusiones, es tu seguridad.
—Te lo dije — por segundos miramos Zev y Sophia.
—Estaban peleados.
—Retírense — ordeno a los dos y al cuerpo de Gibson que se queda en el umbral. Acatan al instante la orden, aunque Parker por un momento se niega, Zev la jala para que continue su camino.
—Pride...
—Estoy disgustada y dolida — confiesa — lo que paso ese día me ha dejado claro que no debemos vernos, que es mejor que ninguno este enterado de otro... debemos volver a los seis años de ignorancia.
—No, no es cierto. No hubieras venido si eso es lo que en verdad desearías.
—Que haya venido... no cambia nada — el temple frío que adopta me golpea directo en el pecho.
—Ya lo has hecho y las consecuencias ahora son mi responsabilidad.
—¿Sabes lo que es responsabilidad? Déjalo, Gahel. No te necesito. Pude sola, puedo y podré.
—Como lo dudo, me haré cargo.
—No te atrevas, no más. Tienes que alejarte.
—Señor, necesitamos salir de aquí — Gibson trata de disimular, pero se que ha escuchado — O'Doner esta por salir, se volverá un caos.
El trayecto lo hacemos en silencio, Zev se fue con Sophia antes que nosotros saliéramos.
Tiene la ventana abierta, el cabello le ondea por fuera, el frio me cala las manos, pero a ella parece no importarle la temperatura. No importa cuantas veces le haya dicho que cierre la ventana, me ignoró y en el momento que quise cerrarla, pidió que parara que se iba caminando. Demoniacamente caprichosa.
Doy vueltas a la manzana para que Gibson y Muley revisen la casa de ella, constatando que todo esté en condiciones; apenas llega el mensaje voy hasta la puerta de su edificio.
—Gracias y que te vaya bien — trata de sonreír, quiero salir para abrirle la puerta —no te molestes, no es necesario — me lo impide, ella sola abre la puerta, antes de bajar sin mirarme continúa hablando — igual si necesitas algo o puedo ayudar, lo hare con gusto. No prometo alejarme de tu familia, pero haré lo mejor que puedo para no toparme contigo.
—No te he pedido eso.
—No, pero te he permitido mucho e incluso he perdido mi dignidad por ti, ese es mi limite.
Sale y cierra la puerta.
Tengo emociones que no reconozco mientras la veo alejarse, pero algo tengo claro, el vacío inexplicable que me invade y solo significa que Pride es lo que me llena; me doy cuenta... tenerla de regreso ha sido la forma de restregarme que para estar completo la necesito —tuve que darme cuenta de que ya no puedo dormir bien si no es con ella — que no se tiene que esforzar por nada o estar en sus estúpida competencias de si tengo a alguien o no, porque nadie es como ella.
Veo la hora, han pasado siete minutos desde que ella bajo y lo he sentido una eternidad; todo me indica que baje y arregle esto, pero mi orgullo no me lo permite, ella volverá, ella hasta hoy regresó ¿Por qué no lo volvería a hacer?
<<No, pero te he permitido mucho e incluso he perdido mi dignidad por ti, ese es mi limite.>>
—¡Mierda! — golpeo el volante — ¡Te aborrezco maldita Pride!