UN SEGUNDO RUIDO ME HIZO VOLVER EN MÍ. ¡OH NO, REGRESÓ EL PERRO! ATERRADA, DISTINGUÍ UNA
SOMBRA, PERO ERA DEMASIADO GRANDE PARA SER DE UN PERRO. ENFOQUÉ MEJOR, ¡ERA UNA PERSONA!
-¡AYÚDEME, AYÚDEME, POR FAVOR!- LE GRITÉ.
-¿QUÉ TE PASÓ?- EL HOMBRE SE ACERCÓ.
- NO SÉ, ME CAÍ DEL TREN, NO TENGO MANOS Y TAMBIÉN PERDÍ MIS PIERNAS, AYÚDEME, POR FAVOR.
ME MIRÓ ASUSTADO, NO HABÍA NOTADO MI GRAVEDAD.
-NO TE MUEVAS, YO VOY A BUSCAR AYUDA- DIJO Y SE ALEJÓ.
POR PRIMERA VEZ PUDE RESPIRAR MÁS TRANQUILA. ME VOLVÍ A ACOSTAR, ESPERANDO QUE ESA PERSONA
PUDIERA CONSEGUIRME AUXILIO.
PERO NADIE VENÍA Y COMENCÉ A PERDER LAS ESPERANZAS. ¿QUÉ VOY HACER AHORA? LAS FUERZAS ME
ABANDONABAN. INCLUSO INTENTÉ GRITAR DE NUEVO, PERO NO ME SALIÓ LA VOZ. NO QUERÍA PERDER LA
FE, DEBÍA CONFIAR EN QUE ESA PERSONA ME SALVARÍA. ¿O TAL VEZ ESO TAMBIÉN HABÍA SIDO UN SUEÑO?
NUEVAMENTE COMENZABA A DIVAGAR.
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COMO CASI TODAS LAS NOCHES, RICARDO MORALES HABÍA SALIDO A FUMARSE UN CIGARRO AL LADO
AFUERA DE SU CASA, DISTANTE A UNOS VEINTE METROS DEL LUGAR DONDE YACÍA DANIELA. ¡QUÉ
CALUROSO HABÍA SIDO ESE 30 DE OCTUBRE! SU TRABAJO, CONSISTENTE EN CUIDAR Y MANTENER TODO EN
ORDEN EN EL FUNDO DE SU PATRÓN, LO HACÍA AGRADECER QUE HUBIESE ANOCHECIDO. DENTRO DE SU
CASA, SIN EMBARGO, EL CORRETEO DE LOS NIÑOS PARECÍA AUMENTAR LA TEMPERATURA.
-VOY A DAR UNA VUELTA- DIJO A SU SEÑORA.
LA NOCHE, OSCURA Y TRANQUILA, LE SERVÍA PARA RELAJARSE Y MEDITAR SOBRE LAS DISTINTAS COSAS
VIVIDAS DURANTE EL DÍA. DE PRONTO ESCUCHÓ QUE SE ACERCABA UN TREN PERO, ACOSTUMBRADO AL
TRAQUETEO, SÓLO DIO UNOS PASOS ATRÁS. ERA UN TREN MÁS BULLICIOSO QUE DE COSTUMBRE, Y DESDE
SU INTERIOR SE ESCUCHABAN RISAS, MÚSICA Y VOCES DE JÓVENES. POR ALGUNOS SEGUNDOS RICARDO SE
CONECTÓ CON SUS VIDAS. ¿A DÓNDE IRÍAN? ERA EVIDENTE QUE LO ESTABAN PASANDO BIEN, OJALÁ
TUVIESEN UN BUEN VIAJE. EL TREN SE ALEJÓ, VOLVIÓ EL SILENCIO RICARDO SE CONCENTRÓ NUEVAMENTE
EN SU CIGARRILLO.
UN RUIDO QUEBRÓ SU ENSIMISMAMIENTO. AGUDIZÓ EL OÍDO PERO NO ESCUCHÓ NADA; SEGURAMENTE LO
HABÍA IMAGINADO. IBA A CONTINUAR SU CAMINO CUANDO NUEVAMENTE OYÓ ALGO Y AHORA PUDO
RECONOCER LA VOZ DE UNA PERSONA. VENÍA DESDE SU DERECHA, ASÍ QUE SE DIRIGIÓ HACIA ALLÁ. DIVISÓ
UN BULTO EN LA MITAD DE LOS RIELES. AL ACERCARSE SE PERCATÓ DE QUE ERA UNA PERSONA QUE, ENTRE
GRITOS Y LLANTO, PEDÍA AYUDA.
MORALES DUDÓ EN SEGUIR AVANZANDO, PODÍA SER UNA TRAMPA. ¿Y SI QUIEREN ASALTARME? HABÍA
ESCUCHADO HISTORIAS ASÍ. PENSÓ RETROCEDER, PERO ALGO EN SU INTERIOR LO INSTÓ A SEGUIR
AVANZANDO. LA PERSONA SE HABÍA PERCATADO DE SU PRESENCIA.
-¡AYÚDEME, AYÚDEME POR FAVOR! PERDÍ MIS MANOS Y MIS PIERNAS, POR FAVOR AYÚDEME- DIJO LA QUE
AHORA RECONOCÍA COMO UNA MUJER JOVEN.
¡QUÉ TERRIBLE VISIÓN! POBRE MUCHACHA, SEGURAMENTE HABÍA SIDO ATROPELLADA POR EL TREN QUE
RECIÉN HABÍA PASADO. ¿CÓMO SEGUÍA VIVA? ALGO TENÍA QUE HACER POR ELLA, PERO NO SABÍA BIEN QUÉ.
NO SE ATREVÍA A TOCARLA.
- NO TE MUEVAS, VOY A IR A BUSCAR AYUDA- DIJO RICARDO.
SU MENTE TRABAJABA A MIL POR HORA, ¿QUÉ HACER? MIRÓ A SU ALREDEDOR Y DIVISÓ LA BOMBA DE
BENCINA, ¡QUÉ SUERTE!, AHÍ ALGUIEN PODRÁ AYUDARME. SE DIRIGIÓ HACIA ESAS LUCES BLANCAS Y
AZULES.
-¡AUXILIO! UNA JOVEN ESTÁ GRAVEMENTE ACCIDENTADA EN LA LÍNEA DEL TREN!- GRITÓ DESESPERADO,
CON EL POCO AIRE QUE LE QUEDABA TRAS HABER CORRIDO DESDE DONDE SE ENCONTRABA LA
MUCHACHA.
MUCHA GENTE LO ESCUCHÓ Y ALGUIEN LLAMÓ AL NÚMERO DE EMERGENCIAS. NO TRANSCURRIÓ MUCHO
TIEMPO HASTA QUE LLEGÓ LA GENTE DEL SAMU.
MIENTRAS ATENDÍAN A LA JOVEN ACCIDENTADA, UN GRUPO DE PERSONAS DE LAS CERCANÍAS SE JUNTÓ
ALREDEDOR DE ELLA. DESEABAN ENTERARSE DE LO SUCEDIDO. UN POCO MÁS CALMADO, RICARDO
TAMBIÉN SE ACERCÓ. VIO QUE LA MONTABAN EN UNA CAMILLA Y SE PREPARABAN PARA SUBIRLA A LA
AMBULANCIA. ¿QUÉ PASARÍA CON ES MUCHACHA? ¿LOGRARÍA SOBREVIVIR? SE VEÍA TAN GRAVEMENTE
HERIDA. Y SI SOBREVIVÍA, ¿QUÉ SERÍA DE SU VIDA? LOS PENSAMIENTOS SE AGITABAN EN LA CABEZA DE
RICARDO MIENTRAS VEÍA ALEJARSE A LA AMBULANCIA CON LA JOVEN A LA QUE HABÍA ENCONTRADO, LA
JOVEN A LA QUE HABÍA SALVADO LA VIDA.
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DE PRONTO ESCUCHÉ VOCES, UN GRUPO DE PERSONAS SE ACERCABA. AL VER SUS TRAJES AMARILLOS, SUS
INSIGNIAS Y LOS MATERIALES QUE PORTABAN, COMPRENDÍ QUE SE TRATABA DE UN EQUIPO DE RESCATE.
¡POR FIN VENÍAN POR MÍ! SENTÍ COMO POCO A POCO LA ANGUSTIA DABA PASO AL ALIVIO, YA NO IBA A
MORIR EN ESE LUGAR.
DESPUÉS SUPE QUE ESE EQUIPO DE RESCATE SE TRATABA DEL SAMU (SERVICIO DE ATENCIÓN MÉDICA DE
URGENCIA) DE RANCAGUA, INSTITUCIÓN FORMADA MENOS DE UN AÑO ATRÁS. AL SER LLAMADOS, SE
MOVILIZARON DE INMEDIATO Y ME ATENDIERON CON RAPIDEZ Y EFICACIA. SUPIERON CALMARME UN POCO
CON PALABRAS DE ALIENTO. YO ESTABA EXTREMADAMENTE GRAVE, SI NO HUBIESEN ACTUADO DE ESE
MODO HOY NO ESTARÍA CONTANDO ESTA HISTORIA.
-¿QUÉ TE PASÓ?- ME PREGUNTÓ UN FUNCIONARIO DEL SAMU.
HISTÉRICA, TRATÉ DE EXPLICARLE QUE NO SABÍA, PERO QUE HABÍA PERDIDO MIS MANITOS Y MIS PIERNAS,
QUE YO IBA EN UN TREN, QUE NO ENTENDÍA CÓMO HABÍA LLEGADO AHÍ, QUE POR FAVOR ME AYUDARA. Y
LE DIJE MIL COSAS MÁS, NO PODÍA PARAR DE HABLAR.
-CALLADA- ME DIJO EL MISMO HOMBRE- QUÉDATE TRANQUILA.
OBEDECÍ Y CERRÉ LOS OJOS TRATANDO DE CALMARME.
-¿ESTÁ MUERTA?- PREGUNTÓ OTRO HOMBRE.
¿CÓMO PUEDO ESTAR MUERTA? ¡YO NO QUIERO MORIR!, PENSÉ Y ABRÍ LOS OJOS DESESPERADA. VI QUE
HABÍA DOS HOMBRES JUNTO A MÍ. DI UN SUSPIRO DE ALIVIO: NO HABÍA MUERTO.
APARTE DE LOS DEL SAMU, UN GRUPO DE GENTE COMENZÓ A JUNTARSE A MÍ ALREDEDOR. ME QUEDÉ
QUIETA MIENTRAS LOS PARAMÉDICOS ME EXAMINABAN Y DISPONÍAN TODO PARA TRASLADARME A LA
AMBULANCIA. DE PRONTO ALGUIEN GRITÓ ¡VIENE UN TREN! TODOS COMENZARON A ALEJARSE, SALVO EL
PRIMER RESCATISTA QUE SE HABÍA ACERCADO A MÍ. PERMANECÍO A MI LADO, TOMÓ MI CABEZA,
ALEJÁNDOLA DE LA VÍA, Y ME ORDENÓ QUE NO ME MOVIERA. ¡APÚRATE, EL TREN ESTÁ ENCIMA!, LE
GRITARON. ÉL CRUZÓ HACIA LOS OTROS. NUEVAMENTE ESTABA SOLA. VI QUE EL TREN SE ACERCABA JUSTO
POR DONDE YO HABÍA ESTADO AL PRINCIPIO, Y AGRADECÍ A DIOS QUE SE ME HUBIESE OCURRIDO SALIR DE
LAS VÍAS. EL SUELO COMENZÓ A TEMBLAR, EL RUIDO ERA ENSORDECEDOR. COMPRENDÍ ENTONCES QUE
LOS CARROS PASABAN JUNTO A MÍ. TRATÉ DE MOVERME LO MENOS POSIBLE PESE A QUE LA FUERZA DEL
TREN HACÍA QUE YO ME LEVANTARA DEL SUELO. RECÉ PARA QUE EL PASO DEL TREN TERMINARA LUEGO.
FINALMENTE SE ALEJÓ Y LOS DEL SAMU VOLVIERON A ATENDERME. CON DELICADEZA ME SUBIERON A UNA
CAMILLAY ME TRASLADARON A LA AMBULANCIA. ¡PERO OLVIDABAN ALGO MUY IMPORTANTE!
-¡MIS PIERNAS! TENEMOS QUE LLEVARLAS PARA QUE ME LAS VUELVAN A PONER. POR FAVOR, NO LAS
DEJEN AQUÍ- GRITÉ DESESPERADA.
- NO TE PREOCUPES, VAN BIEN CUIDADAS- DIJO ALGUIEN.
ME CALMÉ UN POCO.
NO BIEN ARRANCÓ EL MOTOR, CON MANOS DIESTRAS COMENZARON A COLOCARME LAS VÍAS VENOSAS,
INYECCIONES Y OTRAS SUSTANCIAS QUE YA NO RECUERDO. ME PREGUNTARON MI NOMBRE Y MI EDAD Y SI
SABÍA LO QUE HABÍA PASADO.
- ME LLAMO DANIELA GARCIA Y TENGO VEINTIDÓS AÑOS.
SOBRE EL ACCIDENTE NO ESTABA MUY SEGURA, PERO LES EXPLIQUÉ QUE IBA DE VIAJE EN TREN Y QUE DE
REPENDE ME HABÍA ENCONTRADO EN LAS VÍAS. POR PRIMERA VEZ RECORDÉ COMO LOS VAGONES HABÍAN
PASADO SOBRE MÍ GOLPEÁNDOME EL CUERPO, Y LOS INTERVALOS EN QUE CREÍA QUE TODO HABÍA
TERMINADO PERO ERA SÓLO EL LAPSO ENTRE CARRO Y CARRO. Y ENTONCES, TAMBIÉN POR PRIMERA VEZ,
CONCEBÍ LA IDEA DE HABER CAÍDO POR UN AGUJERO AL CRUZAR DE UN VAGÓN A OTRO. DESPUÉS DE TODO,
ERA LA ÚNICA EXPLICACIÓN POSIBLE. LES CONTÉ LO QUE PENSABA, PERO LUEGO AGREGUÉ: ¿CÓMO VA A
HABER UN HOYO EN UN TREN? ESO NO ESTÁ BIEN, ¿CIERTO? LOS TRENES NO TIENE HOYOS EN EL PISO.
¿ESTOY SOÑANDO? ME MANTUVE HABLANDO DURANTE TODO EL TRAYECTO. INCLUSO LES CONTÉ QUE
ESTUDIABA MEDICINA EN LA UNIVERSIDAD CATÓLICA Y QUE MI PAPÁ ERA MÉDICO DEL MISMO LUGAR. LES
PEDÍ QUE ME LLEVARAN ALLÁ, DONDE TENÍAN TODO PARA ATENDERME BIEN. ADEMÁS, ERA UN LUGAR
CONOCIDO AL CUAL YO LE TENGO MUCHO CARIÑO Y, EN ESE MINUTO, YO NECESITABA MÁS QUE NUNCA
VER ALGO FAMILIAR. ME VOLVIERON A DECIR QUE NO ME PREOCUPARA, QUE ME QUEDARA TRANQUILA.
MÁS ADELANTE LA GENTE DEL SAMU ME COMENTARÍA QUE NO COMPRENDÍAN CÓMO YO PODÍA HABLAR
TANTO, CONSIDERANDO MI GRAVEDAD Y LA CANTIDAD DE SANGRE PERDIDA. PARECÍA COMO SI LOS DOS
GLÓBULOS ROJOS QUE TE QUEDABAN LOS TUVIERAS EN LA LENGUA, ME DIJERON.
LLEGAMOS A UN HOSPITAL, EL HOSPITAL REGIONAL DE RANCAGUA, SUPE DESPUÉS. ME BAJARON EN LA
CAMILLA, Y EL GRUPO DE PERSONAS QUE ME ESPERABA INTERCAMBIÓ ALGUNAS PALABRAS CON LOS DEL
SAMU. UN VEZ ADENTRO FUI LLEVADA A UNA SALA DONDE COMENZARON A EXAMINARME. MUCHAS
MUJERES -ENFERMERAS, SEGURAMENTE- CIRCULABAN A MI ALREDEDOR. ENTRE OTRAS COSAS, ME PONÍAS
CALMANTES PARA EL DOLOR DE MIS EXTREMIDADES, QUE YA SE HACÍA INTOLERABLE. ADEMÁS DE ESO, ME
SENTÍA MUY ANGUSTIADA: COMENZABA A TENER PLENA CONCIENCIA DE QUE LO OCURRIDO NO ERA UN
SUEÑO, ERA VERDAD. NECESITABA TRANQUILIZARME, Y COMO PUDE GIRÉ LA CABEZA HACIA UNA DE LAS
ENFERMERAS Y LE PREGUNTÉ: ¿VOY A QUEDAR INVÁLIDA? LA MUJER NO ME RESPONDIÓ Y CON TRISTEZA
DESVIÓ LA MIRADA.
LE PREGUNTÉ A OTRA Y PASÓ LO MISMO. LA AFLICCIÓN CRECIÓ DENTRO DE MÍ Y ME PUSE A LLORAR.
UNA SEÑORA SE ACERCÓ Y ME PREGUNTÓ POR UN TELÉFONO DONDE AVISAR A MIS FAMILIARES. LA
POSIBILIDAD DE ESTAR DE NUEVO CON LA GENTE QUE QUIERO HIZO REVIVIR LA ESPERANZA, DE MODO QUE
LE DI EL NÚMERO DE MI CASA. QUERÍA ESTAR CON TODOS ELLOS, PERO A LA QUE MÁS NECESITABA ERA A
MI MAMÁ, NECESITABA QUE ME ABRAZARA Y ME DIJERA QUE TODO IBA A ESTAR BIEN. ME SEGUÍA
SINTIENDO TAN SOLA. AL RATO VOLVIÓ LA MISMA MUJER Y ME DIJO QUE EN MI CASA NO CONTESTABAN.
¡NO!, ¿POR QUÉ JUSTO AHORA? YA NO PODÍA AGUANTAR MÁS. ¿DE QUÉ SERVÍA TODO LO QUE HABÍA
LUCHADO SI NO PODÍA ESTAR CON MI FAMILIA? LA MUJER ME PIDIÓ OTRO NÚMERO DONDE AVISAR. NO
HABÍA PENSADO EN ESO, AÚN HABÍA POSIBILIDADES. TUVE QUE CONCENTRARME PARA SACAR OTRO
TELÉFONO DE MI MEMORIA, Y FINALMENTE LE DI EL DE MI ABUELA MATERNA, QUE VIVE MUY CERCA DE
NOSOTROS. CUANDO LA MUJER SE ALEJÓ YO RECÉ PARA QUE AHORA TUVIERA SUERTE. A LOS POCOS
MINUTOS VOLVIÓ PARA CONTARME QUE MI FAMILIA YA SABÍA LO OCURRIDO.
ME TRASLADARON A OTRA PIEZA PARA TOMARME ALGUNAS RADIOGRAFÍAS Y HACERME UN SCANNER.
SUPUSE QUE BUSCABAN OTRAS LESIONES. PERO NO ME PREOCUPÉ, NO SENTÍA NINGÚN DOLOR APARTE DEL
DE MIS EXTREMIDADES.
PESE AL CARIÑO Y CONSIDERACIÓN DE QUIENES ME ATENDÍAN, MI ANGUSTIA IBA EN AUMENTO. O QUERÍA
QUEDAR ASÍ PARA SIEMPRE. ME SUBIERON A UN ASCENSOR. A MI LADO UN DOCTOR DE BIGOTES ME MIRÓ Y
SONRIÓ. MÁS CALMADA, ME ATREVÍ A PREGUNTAR NUEVAMENTE:
-¿VOY A QUEDAR INVÁLIDA?
VOLVIÓ A MIRARME SONRIENDO Y ME DIJO:
- NO, NO TE PREOCUPES. QUÉDATE TRANQUILA, TODO VA A ESTAR BIEN.
ESO ERA LO QUE YO NECESITABA ESCUCHAR, AHORA QUE LO PIENSO. DABA LO MISMO SI ERA VERDAD O
MENTIRA. ERAN LAS PALABRAS QUE YO ESPERABA OÍR Y ESE DOCTOR LAS PRONUNCIÓ. SIEMPRE SE LO VOY
A AGRADECER, PORQUE FINALMENTE LA ANGUSTIA DISMINUYÓ Y PUDE DEJAR DE SOLLOZAR.
EN EL PABELLÓN UN EQUIPO MÉDICO ME ESPERABA.
-DEBEMOS CURARTE Y LIMPIARTE LAS HERIDAS- DIJERON.
-¿ME PONDRÁN ANESTESIA GENERAL?- PREGUNTÉ.
LES ROGUÉ QUE ME DURMIERAN, YA HABÍA SIDO DEMASIADO. PENSÉ QUE TAL VEZ CUANDO DESPERTARA
TODO IBA A ESTAR MEJOR. HABÍA HECHO LO IMPOSIBLE POR SALVARME, EL RESTO YA NO ESTABA EN MIS
MANOS. TENÍA LA CONCIENCIA TRANQUILA, PERO NECESITABA DESCANSAR DE ESTA PESADILLA. ENTONCES
ME PUSIERON UNA MASCARILLA, Y POCO A POCO ME FUI CALMANDO, LENTAMENTE ME FUI DURMIENDO.
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LEONOR LEÍA CUANDO SONÓ EL TELÉFONO. DESDE SU PIEZA OYÓ QUE CONTESTABA CRISTIÁN, SU HIJO
MAYOR Y MELLIZO DE DANIELA. DIO UN RESPINGO CON LOS GRITOS Y LA PREGUNTA ¿ESTÁ VIVA? ¿LE
HABRÍA OCURRIDO ALGO A LA PAULA, SU POLOLA?
-¡LA DANIELA TUVO UN ACCIDENTE!- EXCLAMÓ.
NO PUEDE SER, DIJO LEONOR, ELLA VA EN UN TREN. NADA LE HACÍA PRESAGIAR UNA DESGRACIA. PERO AL
TOMAR EL TELÉFONO, UNA VOZ DE MUJER LE CONFIRMÓ QUE SU HIJA HABÍA SUFRIDO UN ACCIDENTE.
- POR FAVOR, APUNTE EL NÚMERO DEL HOSPITAL REGIONAL DE RANCAGUA; ALLÍ LE DARÁN MÁS DETALLES
- DIJO LA MUJER.
LO PRIMERO QUE SALTÓ A LA MENTE DE LEONOR FUE UN DESCARRILAMIENTO Y UN SINNÚMERO DE
ESTUDIANTES MAGULLADOS CUYOS FAMILIARES ESTABAN SIENDO AVISADOS. DEBÍA COMUNICARSE CON
RANCAGUA Y TAMBIÉN UBICAR A SU MARIDO, QUE CUANDO ESTABA MUY OCUPADO APAGABA EL
CELULAR.
LEONOR Y SU MARIDO - QUE LLEGÓ EN POCOS MINUTOS - DECIDIERON PARTIR DE INMEDIATO A RANCAGUA.
MIENTRAS LLAMABAN PARA TENER MÁS DETALLES, COMENZARON A RECIBIR AVISOS DESDE LOS
CELULARES DE COMPAÑEROS DE DANIELA QUE AÚN IBAN EN EL TREN Y ASÍ SE ENTERARON DE QUE SU HIJA
ERA LA ÚNICA ACCIDENTADA. LOS MUCHACHOS NO TENÍAN MÁS NOTICIAS; LO ÚNICO CIERTO ERA QUE
HABÍA CAÍDO POR UN AGUJERO EN EL PISO ENTRE DOS VAGONES.
EL HOSPITAL DE RANCAGUA CONFIRMÓ EL INGRESO DE DANIELA; SU ESTADO ERA GRAVE. LEONOR
ESCUCHÓ LAS PALABRAS PABELLÓN Y AMPUTACIÓN. CRISTIÁN, POR SU PARTE, CONTESTABA SU CELULAR Y
RECIBÍA MÁS INFORMACIÓN DE ALGUNOS PAPÁS DE COMPAÑEROS DE DANIELA, MÉDICOS TAMBIÉN,
QUIENES SE HABÍAN COMUNICADO CON EL HOSPITAL DE RANCAGUA.
AL ENTERARSE DEL ACCIDENTE A TRAVÉS DE SU HIJA PANCHA, QUE VIAJABA JUNTO A DANIELA, CLAUDIO
CANALS Y PAULINA CAVAGNARO, PAREJA DE MÉDICOS AMIGOS DE LOS GARCÍA, SE OFRECIERON DE
INMEDIATO PARA ACOMPAÑARLOS A RANCAGUA. LEONOR SE PREOCUPÓ DE AVISARLE A RICARDO, EL
POLOLO DE DANIELA. ÉL TAMBIÉN DEBÍA ENTERARSE DE LO QUE ESTABA PASANDO.
AL DIRIGIRSE HACIA EL HOSPITAL DE RANCAGUA TUVIERON MÁS NOTICIAS. LES CONFIRMARON QUE
DANIELA HABÍA PERDIDO SUS PIERNAS Y SUS MANOS. TODOS ROMPIERON EN LLANTO, ERA DEMASIADO.
REZARON PARA ENCONTRARLA CON VIDA.
EL VIAJE FUE UNA PESADILLA INTERMINABLE. AL LLEGAR AL HOSPITAL, LO PRIMERO QUE VIERON LEONOR
Y SU MARIDO FUERON GRUPOS DE JÓVENES SENTADOS EN LAS ESCALERAS Y EN EL SUELO. RECONOCIERON
A VARIOS AMIGOS DE DANIELA. ALGUNOS LLORABAN.
ENTRARON A LA CARRERA, ATRAVESANDO PASILLOS Y SUBIENDO ESCALAS, SIN DEJAR DE ADVERTIR EL
ASPECTO POBRE Y VIEJO DEL HOSPITAL. CERCA DE LOS PABELLONES, LES PERMITIERON QUEDARSE EN LA
SALA DONDE DESCANSAN LOS MÉDICOS. MIENTRAS, CLAUDIO CANALS, QUE TRABAJA EN CUIDADOS
INTENSIVOS, SE VISTIÓ CON ROPAS DE CIRUGÍA Y ENTRÓ AL QUIRÓFANO.
AHÍ ESTABAN CUANDO LLEGARON RICARDO CON SUS PAPÁS Y LA MACA, LA MEJOR AMIGA DE DANIELA.
MINUTO A MINUTO SE FUE JUNTANDO MÁS GENTE. CANALS, BASTANTE AFECTADO, SALIA
FRECUENTEMENTE A DAR NOTICIAS DE CÓMO EVOLUCIONABA LA CIRUGÍA. DANIELA HABÍA REQUERIDO DE
LA TRANSFUSIÓN DE MUCHA SANGRE Y DE UNA LARGA OPERACIÓN, PERO SE ENCONTRABA ESTABLE.
AL NO HABER CAMA DISPONIBLE EN LA UCI, DECIDIERON TRASLADARLA AL HOSPITAL FUSAT, DISTANTE A
POCOS KILÓMETROS. AL SACARLA HACIA LA AMBULANCIA, SUS PADRES PUDIERON VERLA AL PASAR.
PERMANECÍA ANESTESIADA. LEONOR Y CRISTIÁN AGRADECIERON A LOS MÉDICOS Y A LAS PERSONAS DEL
SAMU DE RANCAGUA POR HABERLA RESCATADO.
ANTES DE IRSE, LEONOR PREGUNTÓ SI DANIELA HABÍA LLEGADO CON ALGÚN DOCUMENTO O PERTENENCIA.
LO ÚNICO QUE LE ENTREGARON FUERON SUS ZAPATOS ENSANGRENTADOS...
LA CARAVANA DE AUTOS SIGUIÓ A LA AMBULANCIA HASTA EL HOSPITAL DE LA FUSAT. ALLÍ PARIENTES Y
AMIGOS SE UNIERON A LA LARGA ESPERA, PEGADOS A LA PUERTA DE LA UNIDAD DE CUIDADOS
INTENSIVOS.
ALGUIEN SUGIRIÓ IR A REZAR A LA CAPILLA DEL HOSPITAL. CUANDO COMENZABA A AMANECER, LOS
AMIGOS FUERON VOLVIENDO A SUS CASAS; SÓLO SE QUEDARON MACARENA Y SU MAMÁ.
POR FIN EL MÉDICO ANUNCIÓ QUE PODRÍAN VER A DANIELA, PERO UNA PERSONA A LA VEZ. LEONOR Y SU
MARIDO ENTRARON POR TURNOS, PREVIAMENTE VESTIDOS CON ROPA ASÉPTICA Y CON LA PROMESA DE
PERMANECER SÓLO UNOS MINUTOS ADENTRO. DANIELA ESTABA INTUBADA Y CONECTADA A SUEROS. EN
SU CARA SE VEÍAN LOS PUNTOS DE SUTURA SOBRE EL OJO DERECHO Y ALGUNAS HERIDAS SUPERFICIALES.
COSTABA IMAGINAR CÓMO ESTABA SU CUERPO. EN UN MOMENTO EN QUE DANIELA PARECIÓ MUY
AGITADA, SU MADRE LLORÓ AL DARSE CUENTA DE QUE YA NO PODRÍA TOMAR SU MANO PARA
CONSOLARLA.
LA SENSACIÓN DE IRREALIAD PERSISTÍA. ¿CÓMO PODÍA ESTAR OCURRIENDO ALGO TAN DRAMÁTICO?
DURANTE LA LARGA NOCHE, LEONOR Y CRISTIÁN REZABAN Y TRATABAN DE DARSE ÁNIMOS. ¿CÓMO SERÍA
EL FUTURO DE SU HIJA?
LOS AMIGOS DE DANIELA CONTINUABAN LLAMANDO DESDE EL TREN PARA PEDIR NOTICIAS. UNO DE ELLOS
TUVO LA PRESENCIA DE ÁNIMO COMO PARA FOTOGRAFIAR EL LUGAR POR DONDE HABÍA CAÍDO DANIELA;
NO ESTARÍA DE MÁS TENER UN TESTIMONIO GRÁFICO, PENSÓ EL MUCHACHO, OBTURÓ VARIAS VECES Y DE
DISTINTOS ÁNGULOS.
LEONOR LLAMÓ A SU MADRE, QUE SE HABÍA QUEDADO EN SANTIAGO ACOMPAÑANDO A SUS NIETOS, PARA
DARLE MÁS NOTICIAS. TODOS SUS HIJOS ESTABAN MUY AFECTADOS, ESPECIALMENTE EL MELLIZO DE
DANIELA, CRISTIÁN, A QUIEN NO PODÍAN CONSOLAR.
POR LA MAÑANA COMENZARON A LLEGAR A RANCAGUA FAMILIARES Y AMIGOS. TODO ERA MUY
CONFUSO.¿CUÁLES SERÍAN LOS PRÓXIMOS PASOS QUE DEBÍAN SEGUIR?
AL PASAR ALGUNAS HORAS, LA ESTABILIDAD DE DANIELA PERMITIÓ QUE FUERA POSIBLE TRASLADARLA
AL HOSPITAL CLINICO DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA. EL MÉDICO JEFE DE LA UCI DE LA UNIVERSIDAD
CATÓLICA LE FUE A BUSCAR EN UNA AMBULANCIA ESPECIALMENTE EQUIPADA Y LA ACOMPAÑÓ HASTA
SANTIAGO.
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EL 30 DE OCTUBRE DE 2002 EMPEZÓ TEMPRANO PARA RICARDO STRUBE, POLOLO DE DANIELA. DEBÍA ESTAR
A LAS OCHO Y MEDIA EN CLASES, EN LA SEDE DE PEÑALOLÉN.
CURSABA CUARTO AÑO DE INGENIERÍA COMERCIAL EN LA UNIVERSIDAD ADOLFO IBÁÑEZ.
HABÍA BASTANTE TRÁFICO Y LE TOMÓ MÁS TIEMPO DEL PRESUPUESTADO LLEGAR, PERO NO LE IMPORTÓ,
MANEJAR SIEMPRE HA SIDO UNA DE SUS PASIONES.
EL DÍA TRANSCURRIÓ SIN NOVEDADES, LAS CLASES FUERON BASTANTE TEDIOSAS Y EL ALMUERZO DEL
CASINO UN TANTO DESABRIDO.
TERMINÓ PASADAS LAS TRES DE LA TARDE Y COMO NO TENÍA NINGUNA OBLIGACIÓN IMPORTANTE DECIDIÓ
PASAR ALGUNAS HORAS EN EL GIMNASIO DE LA UNIVERSIDAD. RICARDO SIEMPRE HA SIDO UNA PERSONA
DEPORTISTA. DESDE LOS DOCE AÑOS PRACTICABA NATACIÓN Y, PESE A QUE LOS ESTUDIOS NO LE DEJABAN
MUCHO TIEMPO, SE LAS ARREGLABA PARA DARLE UN ESPACIO A LA ACTIVIDAD FÍSICA.
DESDE QUE COMENZÓ SU POLOLEO CON DANIELA LA ENTUSIASMÓ POR EL DEPORTE. LOS FINES DE SEMANA
TOMABAN SUS BICICLETAS Y VAMOS PEDALEANDO CERRO ARRIBA, PARA DESPUÉS BAJAR HECHOS UNOS
BÓLIDOS. RICARDO LE FUE ENSEÑANDO, CON MUCHA PACIENCIA, PARA CONVERTIRLA EN SU COMPAÑERA
DE PASEOS. AHORA LOS PROGRAMAN JUNTOS, PARA CAMINAR, SALIDAS EN BICICLETA, ESCALADAS DE
CERROS Y MUCHAS COSAS MÁS.
CANSADO, DESPUÉS DE SU PRÁCTICA EN EL GIMNASIO, RICARDO LLEGÓ A SU CASA.
-¿CÓMO TE FUE EN LA UNIVERSIDAD?- LO RECIBIÓ ALEGREMENTE CECILIA, SU MADRE.
- BIEN, GRACIAS. VOY A IR A LEER EL DIARIO. -CONTESTÓ
-¿NO TE VAS A JUNTAR CON LA DANIELA HOY DÍA?- VOLVIÓ A PREGUNTAR SU MADRE.
NO LO IBA A HACER. DANIELA PARTÍA POR CUATRO DÍAS A TEMUCO Y NO ALCANZABAN A VERSE. SUBIÓ AL
SEGUNDO PISO Y SE SENTÓ EN SU SILLÓN FAVORITO A LEER EL PERIÓDICO.
-¡RICARDO, TELÉFONO!- LE AVISÓ LA CARO, SU HERMANA.
ERA PATO, UN BUEN AMIGO DE LA UNIVERSIDAD. LLAMABA PARA AVISARLE QUE ESA NOCHE SE JUNTARÍAN
VARIAS PERSONAS EN SU CASA. LE ENTUSIASMÓ LA IDEA, SIEMPRE LE HA GUSTADO PASAR TIEMPO CON SUS
AMIGOS.
CERCA DE LAS SEIS DE LA TARDE SONÓ SU CELULAR. DANIELA, DECÍA LA PANTALLA. SONRIÓ,
SEGURAMENTE LLAMABA PARA DESPEDIRSE. ELLA LE CONTÓ QUE ESTABA ATRASADÍSIMA; CAPAZ QUE
PERDIERA EL TREN. RICARDO LA TRANQUILIZÓ Y LE DESEÓ QUE LO PASARA BIEN.
-TE QUIERO MUCHO- SE DESPIDIÓ DANIELA.
-YO TAMBIÉN.- LE RESPONDIÓ CON CARIÑO.
SINTIÓ NO PODER DESPEDIRSE DE ELLA PERSONALMENTE, PERO, DESPUÉS DE TODO, HABÍAN ESTADO
JUNTOS LA TARDE ANTERIOR Y YA SE VERÍAN DE NUEVO EN UN PAR DE DIÁS MÁS.
A LAS DIEZ DE LA NOCHE TOMÓ LAS LLAVES DE SU JEEP NARANJO Y SE DIRIGIÓ HACIA LA CASA DE PATO,
EN LA DEHESA. AHÍ SE ENCONTRÓ CON VARIOS DE SUS AMIGOS Y SE INTEGRÓ A LA ALEGRE
CONVERSACIÓN.
LE PARECÓ SENTIR EL CELULAR VIBRAR EN SU BOLSILLO Y LO MIRÓ. LLAMADA PERDIDA DE LA MAMÁ DE
DANIELA. INTENTÓ COMUNICARSE, PERO NADIE CONTESTÓ, SEGURAMENTE SE HABÍA EQUIVOCADO AL
MARCAR. MINUTOS DESPUÉS EL TELÉFONO VOLVIÓ A SONAR, Y NUEVAMENTE ERA LA MAMÁ DE DANIELA.
-¿ALÓ, TIA?
NADIE CONTESTÓ Y SE CORTÓ. LLAMÓ DE VUELTA PERO LA SEÑAL QUE HABÍA EN LA CASA DE PATO SE
PERDÍA. AL RATO DEJÓ DE INSISTIR Y SE FUE A DISFRUTAR DEL ASADO AL DISCO QUE ESTABAN SIRVIENDO.
UNA HORA DESPUÉS EL TELÉFONO VOLVIÓ A VIBRAR. ERA SU MADRE, PARA AVISARLE QUE HABÍA
HABLADO CON LA MAMÁ DE DANIELA.
- ME DIJO QUE LA DANIELA TUVO UN ACCIDENTE Y QUE ELLOS SE ESTABAN YENDO A RANCAGUA- LE
CONTÓ.
NO DEBE SER NADA GRAVE, PENSÓ. DANIELA SIEMPRE HA SIDO REGALONA Y SEGURAMENTE ESTABA UN
POCO ASUSTADA. POR SUPUESTO QUE IRÍA A RANCAGUA SI ELLA ASÍ LO QUERÍA.
AL SALIR DE LA CASA DE PATO LLAMÓ AL CELULAR DEL PAPÁ DE DANIELA PARA CONSEGUIR MÁS
INFORMACIÓN. ÉL LE CONTESTÓ LLORANDO, NUNCA LO HABÍA ESCUCHADO ASÍ. ¿QUÉ ESTABA PASANDO?
- ESTÁ MUY GRAVE. NO SABEMOS NADA MÁS- LE DIJO ENTRE LÁGRIMAS.
¡¿QUÉ?! NO PODÍA SER CIERTO, ERA TODO TAN IRREAL. ¡HACÍA MENOS DE VEINTICUATRO HORAS QUE
HABÍAN ESTADO JUNTOS! ¿Y SI ESTABA MUERTA? NO PODÍA CONCEBIR LA IDEA DE PERDERLA. SINTIÓ ALGO
HÚMEDO EN SUS MEJILLAS, ESTABA LLORANDO, NO RECORDABA LA ÚLTIMA VEZ QUE HABÍA LLORADO.
PISÓ EL ACELERADOR SIN DAR IMPORTANCIA A LOS LOMOS DE TORO NI A LOS SEMÁFOROS. DEBÍA LLEGAR
PRONTO A SU CASA, NECESITABA EL APOYO DE SU FAMILIA. ENTRÓ CORRIENDO Y LES CONTÓ A SUS PAPÁS
LO POCO QUE SABÍA.
-VAMOS CONTIGO A RANCAGUA- LE OFRECIERON DE INMEDIATO-. TÚ NO ESTÁS EN CONDICIONES DE
MANEJAR- DIJO SU PADRE.
EN EL CAMINO RICARDO LLAMÓ NUEVAMENTE PARA TENER MÁS NOTICIAS, ESTA VEZ HABLÓ CON LA
MADRE DE DANIELA. ASÍ SE ENTERÓ DE QUE ESTABA VIVA PERO CON GRAVES LESIONES EN SUS
EXTREMIDADES.
DURANTE EL VIAJE FUERON ANALIZANDO LAS DISTINTAS POSIBILIDADES DE LO QUE PODÍA HABER PASADO.
SU PAPÁ LO TRANQUILIZABA DICIÉNDOLE QUE NO PODÍA SER TAN GRAVE SI ES QUE ELLA ESTABA VIVA.
AL LLEGAR AL HOSPITAL DE RANCAGUA PUDO VER QUE LA ENTRADA ESTABA LLENA DE AMIGOS DE
DANIELA. LE IMPRESIONÓ VER QUE TODOS SUS ROSTROS ESTABAN LLENOS DE AMARGURA Y LA PEQUEÑA
TRANQUILIDAD QUE HABÍA GANADO DURANTE EL VIAJE SE DESVANECIÓ. JUAN PABLO, UNO DE LOS
MEJORES AMIGOS DE DANIELA, SE ACERCÓ CON LOS OJOS ENROJECIDOS.
-RICARDO, LA DANIELA PERDIÓ SUS DOS BRAZOS Y SUS DOS PIERNAS- LE DIJO CON PESAR.
NO, ¡¡NO!! DANIELA ERA UNA JOVEN TAN LLENA DE VIDA, TAN LINDA. TRATÓ DE IMAGINARLA SIN BRAZOS
NI PIERNAS, PERO ERA DEMASIADO DOLOROSO. BUSCÓ A LOS PAPÁS DE DANIELA, QUIENES LES DIERON MÁS
DETALLES: SU CONDICIÓN ERA ESTABLE Y LA TRASLADARÍAN A OTRO LUGAR.
-¿GUARDARON SUS PIERNAS Y SUS BRAZOS? ¿SE LOS VAN A PODER REINJERTAR?- PREGUNTÓ RICARDO
ESPERANZADO.
- NO, NO SE VA A PODER- LE RESPONDIÓ LA MADRE DE DANIELA.
SE SENTARON A ESPERAR Y RICARDO TRATÓ DE ASIMILAR ESTA NUEVA REALIDAD IMPUESTA A LA FUERZA.
SÓLO QUERÍA QUE DANIELA ESTUVIESE BIEN, QUE NO MURIERA.
ÉL LA IBA A AYUDAR A RECUPERARSE, DANIELA ERA FUERTE, JUNTOS SALDRÍAN ADELANTE.
A LAS DOS DE LA MADRUGADA SE INICIÓ EL TRASLADO DE DANIELA AL HOSPITAL FUSAT. AHÍ PUDO VERLA
MIENTRAS LA LLEVABAN EN UNA CAMILLA HASTA LA AMBULANCIA. ESTABA LLENA DE TUBOS Y PARCHES,
Y CLARAMENTE SE NOTABA QUE SOBRABA MUCHO ESPACIO EN LA CAMILLA, DONDE DEBERÍAN HABER
ESTADO SUS PIERNAS. COSTABA CREER QUE ERA LA MISMA PERSONA CON LA QUE HABÍA ESTADO RIENDO
HACE TAN POCO.
DESPUÉS DE QUE SE LA LLEVARON DECIDIÓ, JUNTO A SUS PADRES, QUE YA NADA MÁS PODÍAN HACER AHÍ.
ASÍ ES QUE EMPRENDIERON EL VIAJE DE REGRESO.
CERCA DE LAS CUATRO DE LA MAÑANA LLEGARON A LA CASA. RICARDO NO PODÍA DORMIR, TODAVÍA
SENTÍA CÓMO LA ADRENALINA CORRÍA POR SUS VENAS DESPUÉS DE TODO LO QUE LE HABÍA TOCADO
VIVIR. SABÍA QUE YA NADAVOLVERÍA A SER COMO ANTES. QUERÍA APOYAR A DANIELA, AYUDARLA A
SOPORTAR TODO LO QUE LE VENÍA ENCIMA AUNQUE NO SABÍA CÓMO HACERLO.
SE QUEDÓ HABLANDO UN BUEN RATO CON SU PADRE Y ESA CONVERSACIÓN LE SIRVIÓ PARA VER LAS
COSAS CON MÁS CLARIDAD. NO PODÍA QUEDARSE DORMIDO, ASÍ ES QUE ACEPTÓ UNA PASTILLA QUE LE
OFRECIÓ SU PAPÁ. POCO A POCO SE FUE TRANQUILIZANDO, SUS ÚLTIMOS PENSAMIENTOS FUERON PARA
DANIELA.