No soy nadie para contestar a estas preguntas, pero quizás no sea nadie para responder a ninguna pregunta. Dicen que la gracia de vivir está en el motivo que se le da, pero ¿qué pasa cuando ese motivo no está claro? ¿Acaso le buscamos un final a esta continua experiencia cuando no encontramos objetivo a nuestro vivir? ¿Qué hacer entonces cuando la única razón de que sigamos respirando sea el mero hecho de seguir respirando? ¿No hay manera alguna de continuar nuestro camino aun así nuestro destino sea incierto? ¿Por qué tenemos que vivir mirando al horizonte? ¿Es acaso el miedo a recorrer un nuevo camino lo que nos detiene? ¿O es el miedo de no saber hacia qué sentido emprender el primer paso? ¿Será entonces que sólo vamos por caminos ya conocidos? ¿No ha habido nadie acaso que se negara a poner el horizonte como límite? ¿Tenemos miedo a caminar solos? ¿La vida sin significado no es vida? ¿Acaso los animales carecen de una vida como la nuestra? ¿Hay algún propósito intrínseco a la vida? ¿O simplemente sean todas ideas oníricas de lo que nos gustaría que fuera la vida? ¿Hay alguien que posea la verdad absoluta sobre este tema? ¿O se debate entre todos los sabios hasta llegar a una conclusión que concuerde con todos? ¿Existe, si es así, la verdad absoluta? ¿Es la verdad absoluta entonces inmutable? ¿Es el significado de la vida una interpretación o una descripción? ¿Cuándo sabremos cuando parar de buscar respuestas? ¿Quién nos dirá que hemos llegado a la meta?
Son preguntas como estas que me atormentan todas las noches, estoy acostumbrado a no poder responderlas, pero no estoy acostumbrado a olvidarlas, pues son estas incógnitas las que traen más preguntas que respuestas. Es un ejemplo de nuestro poder de consciencia y por lo que la consciencia es tan importante y tan característica de los seres cognitivos como nosotros, no rendimos nuestras preguntas porque nuestra vida depende de las soluciones, pues a partir de ellas podemos mejorar, cambiar, modificar y reemplazar aspectos de nuestra vida. Todo esto posible a que somos conscientes de que podemos. La consciencia es lo más importante que tenemos.