Me desperté de golpe al escuchar unos ruidos en mi puerta. Me levanté y lentamente caminé hacia ella. No me molesté en mirar que hora era, me bastaba con saber que con la poca luz que entraba, seguíamos estando en plena madrugada.
Encendí la luz de la entrada y abrí la puerta. Miré por todo y no vi a nadie, salvo un sobre que ponía mi nombre, en el suelo. Me puse unos guantes y lo cogí. Lo abrí, saqué un papel blanco con exactamente las mismas letras que en los anteriores que vi en fotos.
"Resulta divertido este juego. Aunque lo sería más si solo jugaras tú... Pero supongo que és lo que hay. Es una lástima que un hombre tan apuesto como él vaya a morir".
Observé bien la nota y pude distinguir su firma, era como las demás, una especie de igriega con dos rayas que la atravesaban.
Algo así como el símbolo del yen, la moneda japonesa. De repente, mi móvil sonó, haciendo que saltara de la impresión. ¿Quien llamaría a esas horas?
- ¿Diga? - contesté la llamada.
- Espero que te estén gustando las cartas - me dijo una voz distorsionada - un pajarito me ha dicho que las coleccionas.
- Matt... - dije susurrando - maldito cabrón, ¡suéltale!
- Todo a su tiempo, preciosa - rió.
- Al menos - dije - déjame hablar con él, para saber si está bien. Tiene que estar bien si quieres que siga jugando a esto.
Hubo un silencio sepulcral por unos minutos. Si de verdad había secuestrado ese hombre a Matt, tendría que poder hablar con él, pero ¿por qué tardaba tanto?
- ¿Alice? - dijo una voz casi inaudible.
- ¡Matt! - exclamé - oh Dios mío... ¿Estás bien? Te sacaré de allí, te lo prometo.
- Alice... - volvió a decir.
- Te quiero Matt, por favor aguanta todo lo que puedas - empecé a llorar.
- Que escena más bonita - dijo otra vez el hombre mientras reía - lástima que lo que dices no sea cierto.
- Te voy a coger - dije sollozando enrabiada - y cuando lo haga, juro que te mataré, hijo de puta.
- Eso está por ver - dijo serio y colgó.
Me senté en el suelo y seguí llorando por un buen rato. Volví a coger el teléfono y marqué el número de James. Cuando contestó, yo no podía vocalizar por culpa de los sollozos y dijo que vendría lo más rápido posible.
Cuando llegó, abrí la puerta y él me agarró de la cara y empezó a preguntarme que me pasaba de manera contínua y desesperada.
- Me... Me han llamado - dije intentando hablar - eran los secuestradores de Matt... Casi no podía ni hablar - volví a llorar mientras James me abrazaba - no puedo con esto James...
- Tranquila - me abrazó más fuerte - estoy aquí, le atraparemos.
- Quiero matar a quien ha hecho esto - me limpié las lágrimas y me levanté - es un hombre - le lancé una de las notas.
- ¿De dónde lo has sacado? - frunció el ceño.
- Estaba en casa de Matthew - contesté pasando una servilleta por la nariz - fui a su casa después de que lo secuestraran.
- ¿Que hiciste qué? - se alteró - Alice, te podrían haber matado.
- Pero no lo han hecho - me crucé de brazos.
- Alice - dijo - no quiero que te pase nada... Sabes que te...
El sonido de su móvil le interrumpió y al cogerlo, se tensó un poco. Cuando colgó pidió que me visitiera y nos fuimos hacia nuestras oficinas. Entramos a nuestra sala de reuniones y se sentaron todos menos yo.
- Samuel Sheen - habló Jennifer - murió desangrado a causa de un profundo corte en el estómago. Se encontraron marcas redondas ensangrentadas al lado de la víctima.
- Está representando 'Hambriento de sangre'. Encaja con lo que has explicado. Las marcas son de botes donde el sudes guarda la sangre.
De nuevo todo el equipo siguió su rutina y se marcharon al lugar del crimen sin mí. Estaba llevando unos días muy malos en los que solo tenía la compañía de Gubler. Mi prima se fue un día antes de que empezaran estos extraños casos. Me hubiese gustado pensar que todo lo que estaba pasando era un sueño y despertaría al lado de Matt, pero por desgracia era la cruda realidad.
Fui de nuevo a casa y me tumbé en el sofá, esperando a que ocurriera algo, pero no sabía el que.
Pasaron exactamente dos días cuando me llamaron para decirme que habían atrapado al sudes, y que éste volvía a estar en Virginia.
Empecé a sospechar de que se trataba de algún tipo de organización criminal, con un líder, que era quien tenía a Matt. Fui a la oficina y me metí en el despacho de Arthur, al parecer sin que él se diera cuenta, ya que estaba de espaldas y se sobresaltó al oírme carraspear.
- Creo que tengo algo - le dije - nos vemos lo antes posible en la sala de reuniones, por favor.
Salí de su despacho y me dirigí donde le dije. Allí ya me esperaban todos, y al ver que mi jefe llegaba, empecé a hablar.
- Bien - dije cuando Arthur se sentó - tengo la sospecha de que nuestros sudes tienen algo en común: son parte de una organización criminal - suspiré antes de seguir hablando - ¿porque si no aparecen todos en Virginia de nuevo?
- Tiene razón - dijo Arthur.
- Creo que si damos con el líder, daremos con Matthew - dije sonriendo un poco.
Una agente de campo se acercó a nosotros y entró en la sala dirigiéndose solo a mí. Me entregó un sobre con mi nombre y se fue de nuevo. Lo abrí y ví que había una carta dentro.
- Ya sé como hacer este juego más divertido... Zugzwang. Tú me entiendes, Alice - leí en voz alta.
- Es extraño - dijo Kyle - aún no tenemos ningún caso...
- No es ningún caso - contesté mirando a la nada - el sudes quiere que vea a Matt...
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Bueno, mi mente ha estado un poco oxidada estos días, me voy quedando un poco bloqueada, pero aquí tenéis otro capítulo.
Un besazo my geniuses!!