―¿Quién es tu amigo? ―pregunta Vacío.
Frío es incapaz de no notar la botella de whisky a medio acabar que lleva en las manos su padre.
Pequeños pasos se escuchan en la parte de arriba, una puerta se abre y pronto su hermana más pequeña asoma su linda cabeza entre las rejillas.
El alma, que aun lucha por no morir, se le rompe en dos a Frío.
Esta vez, la furia del diablo, a también tocado a los ángeles que viven ahí.
El labio roto de su hermana y un pequeño moretón en su brazo lo demuestran.
La sangre le hierve, jura, en silencio, contarle esta a su padre.
―Mi nombre es Alexander ―dice Viento ofreciéndole la mano al padre de Frío― y tengo algo de qué hablar con usted, señor.