La vida en Hawaii parecía extraña a veces. Por momentos parecía ser un lugar tranquilo, donde Diane podía por momentos olvidarse de todo, pero había momentos donde tanta tranquilidad e incluso ese sentimiento de que todo iba bien; parecía abrumarla y recordarle, que no. que nada podía estar bien hasta que Miguel este tras las rejas o en el mejor de los casos, muerto.
Y es que entre esos momentos estaban algunos buenos, y era al conocer a Danny, parecía ser alguien realmente agradable, compartir algunas cosas con él se había vuelto parte de la vida de Diane, y aunque debía mantener cierta distancia pues no quería acostumbrarse y después tener que irse, lo disfrutaba del todo. Por otro lado estaba Steve que parecía tener entre ceja y ceja, hacerle entender que ella debía irse, sin embargo para Diane aquello represento un reto bastante interesante, ya que ciertamente su interés no es Five-0 sino lo que puede obtener de ello, pero saber que podía alterar a McGarrett le daba cierto toque de diversión a estar en el equipo.
Otro de esos días en donde debía salir al cuartel general pero antes de ello tenía planeado hablar con alguien del FBI en Hawaii para investigar a Delano, aquel nombre todavía estaba en su mente, y no había tenido la oportunidad de investigarlo como debía. Así que todo estaba planeado para el día; esperando que las cosas en Five-0 no se complicaran.
Con las llaves de su auto en las manos, se disponía a salir, pero al abrir la puerta de su casa se detuvo de inmediato, pues frente a ella estaban dos hombres. El primero vestía como siempre, como el Gobernador del Estado de Hawaii "Inmaculado" y el segundo estaba detrás de él, con un traje negro, lentes de sol negro y una cara que hacia parecer Agente de alguna caritura para niños.
— ¿Porque tanta la prisa? —Dijo Dan para romper con el silencio de la impresión de ella—, sé que es temprano, pero tampoco es que vengo a matarte para que pongas esa cara.
—Sabe que eso no me asusta —respondió Diane—. Voy ah...Mmm...
Y Diane suspiro, sabía que Dan estaba ahí no para darle una buena noticia, felicitarla o ascenderla. Su visita y su actitud estaba cargada de una tensión que Diane podía sentir que venía hacia a ella y a lo que había estado haciendo en los últimos días.
— ¿Y entonces? —Dijo Dan con una tranquilidad tan estresante que podía hacer gritar a Diane.
—Sabe que, mejor pase. Sé que ni el mismísimo fin del mundo podría evitar el sermón que se me viene. Hola Keo —saludo Diane al Guardaespaldas de Dan que atravesó el marco de la puerta después de Dan y después de que Diane se hiciera a un lado.
—Comandante —Saludo Keo con una cabezada y una voz tan seria que parecía que empezaría a recitar la última voluntad de un difunto.
— ¡Prescott! —grito Diane, y enseguida el hombre al que ella llamo, apareció frente a ella con su característica solemnidad. Brazos atrás, mentón alto y parsimonia al caminar.
Esta vez su vestimenta era con camisas a flores, a Diane le parecían graciosas. Les había pedido que aligeran un atuendo más casual y acorde a la ciudad, y por orden de Prescott todos empezaron a usar camisas con flores hawaianas.
—Dígame seño... Diane —dijo este. Diane sonrió.
—Prescott podrías traerle a este señor y a su acompañante una taza de café...
—Muy cargado —dijo Dan interrumpiendo pero solo para crear más tensión.
—Exacto, cargado. Y a mí un vaso de agua, ya tengo la garganta seca —dijo ella y Prescott asintió con su cabeza y fue a cumplir con su pedido, diciendo un último: —Enseguida Diane.
—Bastante simpático tu personal —Dijo Dan y junto a Diane y Keo, se condujeron a una de las salas de la enorme casa.
—Pues era el personal de mis padres, tienen años viviendo y cuidando esta casa, no quería que se fuesen de ella así que nos quedamos todos a vivir aquí, intento que sean lo más normal posible, pero es tedioso.
—Me alegra saber que aun conservas lo que Cristina y Sarah te enseñaron. —Dijo Dan trayendo algunos recuerdos bonitos pero cargados de nostalgia hacia Diane.
—Mmm... ¿Que le puedo decir? Ya estoy algo mayorcita como para tener quien haga las cosas por mí, pero viendo lo inmenso de este lugar y lo ocupada que estoy lo agradezco.
— ¿No crees que estas ocupada por gusto? —dijo Dan. Ya Diane sabía que su sermón vendría en frases que hay que leer entre líneas.
—No, para nada.
—Creo que ya tienes demasiado tiempo en ello Diane, no creo que debas seguir.
—Pues debo y quiero —respondió ella. Al tiempo que ya Prescott traía lo que Diane le había pedido.
—Creí que tu misión era hacerme entender que Five-0 no debe estar activo —dijo el Gobernador tomando la taza de café que le alcanzaba Prescott.
—No lo veo necesario ya. Es decir usted les dio la oportunidad, sería tonto quitárselas de un día para otro; están algo locos y si, se salen de control a veces, pero es un equipo elite, fuera las fuerzas de policía, es normal que sientan así, yo me sentía así. Son buenas personas y aún tienen corazón para esto, creo que de ahí parte mi dimisión a hacerle entender que no son un buen activo. Lo son, y valen la pena.
—Mmm... Creí que me harías esto más emocionante —Dijo Dan con resignación—. Diane tengo un equipo completo que puede ayudarte, esto no es sano.
—No necesito quipo, porque yo lo tenía todo, y me lo arrebataron. No necesito un equipo,ni al tiempo, necesito justicia.
—Diane, no te traje a Hawaii para eso —Sentencio Dan y su tono estaba elevándose.
—Pues le salió algo mal la jugada, porque aquí esta lo que busco. ¿Usted cree que esto es unilateral? Él también me busca, y sé que sabe cada paso que doy, y esta vez dejare que sea él, el que me busque, sé que no importa a donde este ni adonde vaya, él lo sabrá.
—Bloqueare tu acceso a la base de datos de Five-0 —Amenazo él.
—Pues le entrego mi arma y placa, pero nada asegura que yo no vaya a seguir buscándolo. Sé que con una llamada usted podría doblegar a todo aquel que me ayude, pero también me di cuenta que tengo los medios para hacerlo y no voy a dudar en usarlos. Quiero que entienda, que no importa que haga. Yo debería estar muerta, así que esto es solo tiempo de regalo, y quiero usarlo en hacer justicia para quienes lo fueron todo para mí.
Dan solo la miro y coloco la taza en una mesita que dividía los muebles donde estos estaban sentados, y es que de nuevo ese tono en la voz de Diane le hacía entender que ella no iba a darse por vencida y que Miguel Valdés nunca iba a ser un capítulo cerrado en su vida. En el fondo él sabía que ella tenía razón, sabía lo que sentía no tener esa pequeña paz o tranquilidad de saber que quienes te arrebataron todo están pagando; pero no tenia de otra, debía seguir intentándolo con ella, no quería perderla. Y sabía que a Diane no le importaba morir, y mucho menos en manos de Valdés.
—Bien, yo solo quiero intentarlo Diane —de nuevo se había resignado, y Diane pudo notarlo—, sentí en algún momento que podías lograrlo, que podías estando en Five-0 pero veo que es imposible. Se lo que sientes, es solo que yo no quiero...
—Señor, le recuerdo que esta mujer que ve frente a usted, es su creación. Yo soy la soldado que soy gracias a usted, soy la agente disciplinada y entregada gracias a usted; esto es inevitable pero quiero que sepa, que siempre es a usted a quien le debo todas y cada una de las cosas por las cuales estoy orgullosa de mi.
Y sin pensarlo Diane le dio un fuerte abrazo, ella también sabía que su preocupación era solo el poder perderle, pero ella estaba consciente que su vida después de la muerte de su equipo era solo prestada y que no debía acostumbrarse a ella, pues si Alex la había salvado era para que le pusiera un alto a ese hombre que había asesinado a cientos de inocentes, a niñas y a mujeres; y que había roto por completo cada espacio y lugar de su ser.
***
Después de salvar a Diane y estar frente al Gobernador Steve no quería perder la oportunidad de pedirle a Dan el regreso de Kono.
—...Señor sé que usted ya había dicho que no. Pero Kono es parte importante de nuestro equipo.
—Comandante, entienda que esto ya no tiene que ver conmigo, no puedo pasar sobre Asuntos internos, son ellos los que desean investigar a la oficial Kalakaua, no soy yo quien decide eso. Yo aprobé el regreso completo de Five-0 pero Asuntos Internos me pidió que dejara el caso de la Oficial Kalakaua en sus manos, y no podía decir que no, seria comenzar con el pie izquierdo con ellos, y además tenían la razón. La oficial Kalakaua entro a una bóveda y robo una importante cantidad de Dinero, no puedo ir en contra de eso. Lo siento Comandante —dijo Dan y se dispuso a ir al auto donde estaba Diane.
Steve sabía que no había manera de que Kono regresara sin que primero Asuntos Internos hiciera con su vida un infierno.
La noticia llego a Kono después de que el equipo se reuniera cuando el rescate de Diane había terminado. Ella no lo tomo bien, pero Steve le prometió hacer lo posible porque ella volviera al equipo; los primeros días ella intentaba mantenerse unida al equipo después de un tiempo ya no volvió a verse. Chin se mantenía en contacto, pero llego a un punto donde ya ni con él deseaba hablar.
***
Diane había sido la primera en llegar en la escena, así que mientras los CSI hacían su trabajo ella se documentaba de todo. El aviso al resto del equipo debía haber llegado así que no tardarían en llegar.
Mientras se introducía de nuevo a los vestidores de la cancha de voleibol, de la Universidad de Hawaii, logro escuchar la voz de Steve y Danny, así que fue hasta la entrada del lugar para encontrarse con ellos.
─Creí que los vería en el Cuartel –Dijo Diane al verlos.
─Cosita, si lo se... Tardamos un poco –saluda Danny y Diane sonríe pero Steve solo le mira dándole a entender que aquel gesto le parecía algo tonto–, ¿Qué tienes aquí?
─ El nombre de la víctima es Brian Scartelli –Contesta Diane ignorando que había notado el gesto de Steve. Así que comenzó a caminar en dirección donde aún estaba el cuerpo de la víctima–, Es el entrenador en jefe del equipo de voleibol femenino. Todo parece indicar que nuestro chico estaba saliendo de la ducha cuando fue atacado; el asesino cortó su garganta. Falta el teléfono celular y la billetera. De lo contrario, no parece que se haya alterado nada más.
─Entonces ¿Qué, el robo salió mal? –dice Steve.
─En realidad, creo que es más que ellos –dice ella y abre la bolsa donde está el cadáver–, mira esos moretones a lo largo de sus costillas.
─Ok, este tipo recibió una buena paliza. Así que debió haber molestado a alguien y mucho –dice Danny.
─Eso, o alguien quería información de este tipo –completa Steve.
─ HPD no ha encontrado testigos–Dice Chin quien estaba llegando a la escena pero había estado hablando con la policía local–, Las últimas personas que lo vieron vivo fueron sus jugadores. Un montón de ellos bajaron después del juego y le dieron un baño de Gatorade.
─Eso explica la ducha –dice Steve.
─ Todo el mundo dice que su equipo lo amaba –interviene Diane–. Lo mismo ocurre con la fanaticada, el departamento deportivo, e incluso los medios de comunicación.
─Si, incluso a los ex alumnos también les agradaba –dice Chin–, Scartelli vivía en una casa de huéspedes en la propiedad de una pareja rica. Karl y Trisha Joyner. Vive en Kahala.
─Bueno, si algo es seguro es que alguien tuvo problemas con este tipo –dice Danny.
─El juego fue televisado, así que quizás las cámaras captaron.
─Bien, tú y Chin revisen el metraje, Danny y yo iremos a Kahala a investigar un poco más sobre este tipo.
─Ok, de acuerdo –dice Diane.
Cuartel General Five-0
Steve había mandado por Sky Drive unas fotos y había pedido que investigaran quien era la chica que aparecía, y es aquellas fotos iban más allá de unas fotos promocionales, eran una fotos un poco subidas de tono.
─Ok Diane, ¿Tienes lo que te pedí? –pregunto Steve quien hacia una llamada con Diane.
─De hecho tengo más que eso –responde ella–, Melanie Ayers es la chica de las fotos, y es la jugadora estrella del equipo, y Chin me ayudo con un video que encontramos; y fue el único miembro del equipo que no jugo anoche.
─ ¿Por qué? ¿Esta lesionada? –pregunto Steve.
─No, de hecho se suponía que debía jugar –contesto Diane–, según los registros telefónicos del entrenador estuvo hablando con Melanie Seis o siete veces al día durante la semana.
─ ¿Y él tiene ese tipo de contacto con los otros jugadores?
─ No, solo ella –dice Diane–. Y en una entrevista que dio al periódico universitario, Melanie hizo referencia a una relación seria con alguien, pero negó que fuera con otro estudiante de UH.
─ Apuesto a que tampoco dijo nada sobre el entrenador como un segundo padre –menciona Danny.
─ Por último, pero no menos importante –Continua Diane–, sacamos las finanzas de Scartelli. Estaba alquilando una habitación de motel en Aiea. Pagó por adelantado durante toda una semana.
─ No tiene sentido. El tipo tiene una casa de lujo aquí en Kahala –Dice Steve.
─De hecho, una habitación de un motel estaría bien para alguien que quiera ocultar algo –Comenta Diane–, suponiendo que esta conversación va hacia donde creo.
─Tienes razón –dice Steve–, ¿Sabes qué? Creo que es momento de ir hablar con Melanie Ayers sobre esto. Danny y yo iremos con ella. Tú y Chin vaya a A'iea, y échenle un vistazo a ese motel ¿De acuerdo?
A'iea, Oahu
─He visto hombre, pero esa no es la mujer con la que estaba –explicaba la encargada del motel.
─ ¿Esta segura? –pregunta Diane.
─ Ok, entiendo. Muy amable, ¿De casualidad tiene el nombre de la persona que se hospeda en esa habitación? –pregunta Chin
─ No, pero podrías preguntárselo tú mismo. Ella no se ha marchado. Ella está en la habitación 104 –dice la señora y le entrega una copia de las llaves a Diane.
Al entrar a la habitación, la mujer que se suponía que estaría en la habitación no estaba, así que para aprovechar que ella no estaba Chin y Diane comenzaron a revisar la habitación.
─Ey, tengo una huella –Dice Diane y mientras toma una foto de la muestra y se la envía a Fong.
─Aquí también hay un mensaje –dice Chin presionando la contestadora.
─"Trisha, soy Brian. Quiero que te quedes quieto. Él sabe que te fuiste y se está volviendo loco. Dame un poco de tiempo para convencerlo. Lo consultaré tan pronto como pueda."
─Ese es el entrenador –Dice Chin.
─Mmm, esto ya no me huele bien –dice Diane y su teléfono suena–, oh mira. Fong encontró la huella pertenece a una ex maestra de escuela, Trisha Joyner. Fong nos envió la foto de su licencia de conducir.
─Trisha Joyner, esa es la esposa de Karl Joyner –dice Chin– Scartelli se alojaba en su casa de huéspedes.
Enseguida Chin llamo a Steve para avisarle lo que habían conseguido, junto a Danny sacaron la conclusión de que posiblemente Karl lo haya mandado asesinar pues su esposa estaba por dejarlo. Mientras ellos verificaban esa teoría en la casa de Joyner, Diane y Chin se quedarían a esperar a Trisha.
Diane que le desesperaba un poco la espera, comenzó a dar vueltas por la habitación. Y a mirar todo de nuevo.
─En síntesis, ella tiene que volver –comienza a decir Diane quien sigue dando vueltas por la habitación y Chin que estaba relajado recostado sobre una silla con sus ojos cerrados, abre uno de ellos, extrañado de que ella estuviese hablando y dando vueltas por la habitación–, ella dejo toda su ropa y sus cosas. ¿Quieres una revista?
─Eh... No, Gracias –dijo Chin quien de nuevo abrió unos de sus ojos para ver a Diane y en lo que esta se volteo y dejo la revista en su lugar, volvió a cerrar sus ojos.
─ ¡Ahs! –exclamo Diane, no podía estarse quieta.
─Te pareces mucho a Steve ¿Lo sabias? –dijo Chin.
─Si, si... ya me lo habías dicho, no sé si intentas ser amable o insultarme pero, no es una bonita comparación. Es decir ¿lo has visto bien? ¿Cuál es su problema por dios? –Dice ella y rueda los ojos– es como si siempre estuviese a la defensiva, lo entiendo... créeme pero debería relajarse un poco. Es lo que he estado pensado. Lo juro.
─Mmm, eso has pensado...
─Si, si... es que mira, voy a estar con ustedes un buen tiempo, necesito conocerlos no. Y Steve se supone que es mi... –y de pronto se oyó alguien cerca de la puerta–, espera. Hay alguien.
Diane fe abrir la puerta, pero antes saco su arma, en lo que la abrió, noto que era un hombre, este al verla retrocedió un poco, lo que dio tiempo a Diane para ver que traía un arma: ─ ¡Arma! –dice ella y sale corriendo detrás del hombre.
Este al verla también abrió fuego, pero Diane pudo ocultarse, en su segunda oportunidad de devolver los disparos, le pudo dar al hombre, sin embargo este salió corriendo más rápido, y Diane también.
El hombre subió rápidamente a un auto y Diane abrió fuego contra este, antes de que él auto diera la vuelta para salir del hotel, Diane pudo ver que quien manejaba era una mujer, por lo momento no recordaba quien era, pero se le hacía muy familiar. Chin que siempre estuvo detrás de ella, le pidió que parara, y como este no lo hacía interpuso su brazo frente a ella y fue así que se detuvo.
─ ¡Detén el fuego! –pidió Chin.
─El conductor... es mi prima.
─ ¿La Agente Kalakaua? –pregunto Diane que enseguida recordó donde la había visto, ella estuvo en su rescate hace unas semanas.
─Si –musito este.
Cuartel General Five-0
Al llegar al Cuartel el equipo se puso al tanto de lo habían estado investigando pero cuando llego la parte donde Chin menciono a su prima, el primero en cambiar su ánimo era Steve, su cara cambio a total molestia y le pidió a Chin que hablaran en su oficina.
Rato después Steve salió de su oficina junto a Chin y ordeno triangular la señal del teléfono de Kono para localizarla y traerla al Cuartel, una vez que dieron con la señal se prepararon con sus armas para salir en busca de Kono. Diane que vio que Steve estaba solo, no perdió la oportunidad y fue a decirle lo que pensaba a Steve.
─Se te salió un poco de control el corral ¿no? –dice Diane sarcásticamente
─Creo que esto no te incumbe –responde Steve.
─ ¿No me incumbe? Tu chica ayudo a escapar a quien me disparó, y si no fuese porque su "primo" –dijo ella haciendo un ademan con sus dedos–, le habría puesto una bala en la cabeza a ella y al imbécil que me disparó. ¿Como sé que Kono no es de los "chicos malos"? ¿Ah?—se mofó— , asi que arregla esto, porque te juro que la próxima vez no va a tener tanta suerte.
─ ¿Me estás hablando enserio? –dice Steve sorprendido.
─ ¿Te parece que estoy bromeando? Esto es serio, tan serio como que cuando Dan me pregunte por esto, no voy a negar nada.
─Entonces estas aquí para vigilarnos.
─Si, no lo voy a negar, para eso estoy. Al principio me pareció un poco exagerado, pero al ver que tu ex compañera es parte del caso que estamos investigando y no precisamente como oficial de policía, de verdad me da mucho que pensar.
─Arreglaremos esto después –espetó Steve.
─Como quieras, solo te digo, que o me dices que sucede o la próxima vez no voy a fallar, ni me voy a detener –concluye Diane, pero Steve solo se da la vuelta.
Steve que no sabía con quién estar más molesto, si con Kono o con Diane, descargaba toda su rabia persiguiendo a Kono en auto, Danny como es usual estaba aterrado, sin embargo sabía que decir algo justo en ese momento no era adecuado.
La HPD, Steve y Danny en un auto, y Diane y Chin en otro; iban detrás de Kono. Después de ir por varias calles lograron acorralarla en un túnel que daba a las afueras de Oahu. Steve y Danny salieron con sus armas en mano, mientras que Diane y Chin se miraban entre si pues no querían hacerlo.
─ ¡Sal del auto Kono! –Ordena Steve–, manos donde pueda verlas.
En el momento Kono, se notaba más que asustada, preocupada. Diane fue hasta el asiento del copiloto y vio que el hombre que le había disparado en el hotel parecía estar muerto. Kono salió del auto con sus manos en alto, y sin mirar a ninguno de sus compañeros.
─Diane –dice Steve ordenándole colocarle las esposas.
Cuartel General Five-0
Diane junto a Chin habían llevado a Kono hasta la sala de interrogatorios. Steve había bajado minutos después, y se había metido con ella en la sala, y desde afuera Chin y Diane solo oían como este gritaba.
─Oye, ya sé que es Steve... pero, si sigue gritándole así, no creo que vayamos conseguir, ni información, ni manera de ayudarla –le dice Diane a Chin.
─Creo que es hora de intervenir –dice Chin.
─Sin duda –dice Diane.
Segundos después de entrar, salió Steve quien aún se notaba realmente molesto.
─Creo que deberías calmarte.
─ ¿Calmarme? Tengo a una de mis agentes, aquí con un cadáver que venía en su auto, y para colmo a ti, como un ave en busca de su presa.
─Vaya, que eres imbécil –dice Diane y rueda sus ojos–. Dan está altamente relacionado con Asuntos Internos, no solo por su "Política" sino por ustedes, ¿Crees que solo me enviaría a mí a vigilar? Deberías dejar de gritar y alterarte y al menos intentar conocer a las personas. Dan es más astuto de lo crees. Y yo, solo intento que no se metan en mas problemas, si esto llega a oídos de Dan, las cosas se van a poner peor.
─No se preocupe Comandante, ya el Gobernador está enterado –dice un hombre que venía llegando al pasillo que daba a la sala de interrogatorios. Diane pudo reconocerlo, era de Asuntos Internos–, sabía que iba a meter sus narices en esto, así que tuve que pedirle al gobernador que les pidiera dejar todo así.
El hombre sin aviso y sin dejar que Steve respondiera (pues iba hacerlo) entro en la sala y detrás de él, Steve y por prevención Diane más atrás.
─Tu caso llego hasta aquí McGarrett –dice Fryer–, Kono levántate.
─ ¡Ey, Ey! Ella está bajo custodia nuestra –dice Steve y se acerca hasta a Kono y con su mano le ordena que no se levante de la silla– ¿Qué demonios estás haciendo aquí?
─No lo creo, ella es mía –dice Fryer y toma a Kono por el brazo y la hace levantar.
─Disculpe, pero este caso no tiene nada que ver con asuntos internos –dice Diane.
─ ¿De qué estás hablando? ¿Cómo que ella es tuya? Esto no tiene nada que ver con IA –replica McGarrett.
─Nuevamente respuesta incorrecta. Ella trabaja para mí–dice Fryer y Diane pudo ver como Steve podía matarlo solo con la mirada.
Y entonces tanto Fryer como Steve salieron de la sala, pareciera que les invadió un poco la cordura, y decidieron arreglar aquello, ellos dos. Entre tanto, Diane, Chin y Kono se quedaban en la sala.
─Kono, creo ya fue suficiente –dijo Diane.
─ ¿Suficiente? Mira todo esto Kono, ¿Quieres seguir con esto? –dijo Chin molesto.
─ Fryer dijo que iría tras el resto de Five-0 con investigaciones de IA si no cooperaba –confiesa Kono.
─ ¿Y pensaste que tenías que protegernos? –pregunto Chin.
─ ¡Si! –dijo Kono quien no entendía la explosión de Chin.
─Pues protegernos no es tu decisión –suelta Chin.
─ ¡Es mi placa la que está en riesgo! –dijo Kono.
─ ¿No pensaste en que tal vez debiste decírnoslo? ¿Ah?
─ Chin, ya la idea era que hiciéramos las cosas diferentes –dice Diane quien estaba notando que solo estaba igual de alterado que Steve.
─Escucha –dice Kono al ver que este estaba calmándose–, están buscando a una mujer llamada Trisha Joyner.
─Nosotros también estamos buscándola –dice Diane.
─Bueno, Delano dice que tiene su dinero –y al oír aquel nombre Diane se alertó. El hombre que ella también busca resulta que ahora está en la misma línea que los Five-0, eso solo complicaba las cosas–, si Delano la encuentra primero, es mujer muerta. Tengo que volver.
─ ¡No! ¡Ya estás demasiado profundo y es demasiado peligroso! –exclama Chin, estaba volviendo a alterarse.
─Mira, no me gusta lo que hizo –dice Kono refiriéndose a Fryer–, pero entendí porque Fryer me eligió para esto.
─ ¡No lo entiendes! ¿Sabes quién era el socio de Frank Delano cuando estaba en la policía? ¡¿Lo sabías?! ¡Fue Fryer! Delano casi se lleva a Fryer con él cuando perdió su placa. ¿No lo entiendes? ¡Fryer te está usando! Te está usando para vengarse.
"Ok, esto se está poniendo cada vez peor" pensaba Diane, por lo visto, debía pensar mejor las cosas antes de involucrarse con alguien como él, lo menos que quería era poner a Five-0 en peligro, no cuando están a nada de estar en la lista negra de Delano. Si este era socio de Valdés allí en Hawaii mínimo tenía que ser igual de macabro que él. Valdés jamás elegía a sus socios, ni tan estúpidos, ni tan brillantes. Le gustaba tener el control de todo.
Los gritos de Chin llegaron hasta afuera, y al escuchar, tanto Steve como Fryer entraron de nuevo a la sala.
─¿No lo entiendes? ¡Fryer te está usando! Te está usando para vengarse –Grito Chin de nuevo y Steve se volteo molesto hacia Fryer, entendía que esto ya no era sobre el caso, sino sobre proteger a Kono porque Fryer parecía estar jugando con Kono para algo personal
─¿Es cierto? ¿Delano era tu socio? –Pregunto Steve sin rodeos–. ¿Todo esto es para perseguir a tu expareja de la policía?
─Mi historia con Delano no tiene nada que ver con esto –responde Fryer sin cuidado.
─Por lo visto esto no se trata de perseguir a los malos ¿no? –interviene Diane. Algo le decía que eso no terminaría bien para Kono, así que no pudo evitar sentirse por primera vez vinculada con el equipo–, esto sobre una venganza. Y por llevarla a cabo no le importa poner la vida de Kono en riesgo, y además de la ella, la de una civil inocente, que aún está allí afuera.
─Es por eso que Kono debe volver –dice Fryer mirando a Steve–, sin ella no tenemos nada sobre Delano y no habría forma de encontrar a Trisha.
─Tiene que haber otra forma –dice Chin–, no tiene que ser Kono.
─Si, tiene que ser ella –replica Fryer quien empezaba a perder la paciencia de nuevo frente a Steve.
─ ¿Por qué tiene que ser Kono? –pregunto Chin esta vez.
─ Porque la única razón por la que Delano dejó que Kono se acercara a su organización es porque ella salió de Five-0 –repone Fryer–. Todos en esta isla lo saben, saben que eres si algo no funciona para ti, lo sacas del camino y listo. Era fácil vender que era corrupta y ya no te interesaba trabajar con ella. Ahora si buscas a alguien a quien culpar porque Kono está en peligro, mírate al espejo
─¿Qué hiciste, Fryer, eh? ¿Qué hiciste para obligar a Kono a trabajar para ti? ¿Le dijiste que vendrías por mí? ¿Ir por Chin? Que hiciste –espeta Steve.
─¿Cuándo dejaste de creer en que el fin justifica los medios? –Dice Fryer–, uso lo que tengo. Como tú. ¡Soy policía, ella es policía!
Y ambos hombres empezaron a gritarse y Kono quien se notaba que se sentía cada vez peor solo agacho su cabeza, mientras Chin y Diane solo miraban a Fryer.
─Ha estado un año y medio fuera de la Academia, y ¡la tienes conduciendo por la ciudad con un asesino muerto en el auto! Hoy abrimos fuego contra ella. Podría haberla matado. Nunca haría eso, así no uso mis recursos.
─Te subestimas a ti mismo y a Kono –sentencia Fryer.
Y justo luego de que un breve silencio invadía la sala, el teléfono de Kono sonó, y en la pantalla marcaba "Delano".
─No conteste –dijo Chin.
─No tienes que hacer esto ya Kono –dice Steve.
─Si ella no contesta, mi investigación de tres años se va a la basura.
─Tengo que hacer –dice Kono–, la vida de Trisha Joyner depende ello.
─Si Kono entra, nosotros debemos entrar para respaldarla –dice Diane de pronto, proponiendo aquella idea que posiblemente le cueste, pero que ella estaba dispuesta hacer.
Steve estaba sorprendido por aquello, así que solo la miro respaldándola y dijo: ─Ya la oíste –a Delano.
─Hecho –dice Fryer y Kono enseguida toma el teléfono.
Todo el equipo había subido para prepararse y estar con Kono cuando le toque ir con Delano. El equipo entero, incluso Fryer, estaban preparando sus armas para el ataque, Kono se veía un poco preocupado pero no más que Chin. Diane se le acercó y le puso la mano en el hombro.
─Oye, todo va a salir bien. Tal vez esto de parecerme a Steve tenga sus ventajas ¿no? –dice ella en voz baja tratando calmar a Chin. Pero este solo le dio una media sonrisa.
─Fryer, quiero poder rastrear a Kono en tiempo real –dice Steve.
─Delano es un ex policía, notaria cualquier trampa a kilómetros de distancia. Lo primero que hará cuando vuelva será revisarme, aun no confía en mi –objeta Kono.
─Kono tiene razón –dice Fryer–, la única razón por la que Delano la llamo de vuelta es porque perdió a un hombre.
─Les enviare un mensaje tan pronto como pueda –dice Kono para tratar de calmar a quienes parecían estar preocupados.
─No será tan fácil ¿De acuerdo? –Dice Steve–, Delano no te dejara sola.
─Tratare de resolverlo –indica ella decidida.
─Muy bien, estaremos en una furgoneta –dice Steve–, preparados para cuando nos digas ¿De acuerdo?
─Está bien, no podría haber pedido mejor respaldo.
Diane y Chin el se subieron a una furgoneta y manejaron cerca de una de las ubicaciones que rastrearon de las llamadas de Delano al celular de Kono. Steve, Danny y Fryer llegaron poco después de asegurarse de dejar a Kono en un lugar donde levantara sospechas.
─OK... Gracias Kavner –dice Diane y cuelga su teléfono.
─ ¿Todo bien? –dice Danny quien ve que Diane se sienta frente a la computadora de la furgoneta y empieza a teclear.
─Kono ha estado dos horas fuera –dice Steve preocupado–, esto no me gusta.
─Ya llamara –repone Fryer y Diane le mira de mala manera.
─Pedí ayuda para poder activar el micrófono del celular de Kono, si puedo conseguirlo, funcionara como un cable.
─ ¿Puedes hacer eso? –pregunta Steve.
─Estoy descargando un software espía en el sistema operativo de su teléfono, de ahí podría entrar y captar una señal de audio –responde Diane.
─Mas te vale que valga la pena –le dice Steve a Fryer.
─Lo valdrá. Justo ahora el dinero es lo único que vincula a Delano con los asesinatos. Lo atrapamos con el dinero, se va de por vida a la cárcel.
─ ¡Lo tengo! –Dice Diane entusiasmada–, tengo una señal, déjenme acláralo.
El sonido tenía interferencia estática, pero luego de unos ajustes, ya podía oírse claramente. Delano comenzaba amenazar a Trisha, y entre ellos estaba una petición para que lo llevara a sacar el dinero de donde Trisha lo había extraído de la cuenta de su esposo. Así que de inmediato todo el equipo se fue hasta el banco de Oahu.
─No podemos ir con armas –dice Fryer–, no queremos provocar una situación de rehenes.
─Tiene razón –dice Steve– Esperaremos hasta que Delano salga a la calle con el dinero y ahí es donde atacaremos.
─De acuerdo –dice Danny.
─La ubicación es Hunewai y Lakeside, ese el banco ¡Andando! –dice Diane.
El equipo se había desplegado por toda la calle, la HPD estaba oculta en calles cercanas para evitar que escaparan, mientras que Steve y Fryer estaba en frente. Diane y Chin cubrían los alrededores y Danny estaba vigilando al equipo de Delano.
─Delano tiene ojos en la calle –dice Steve y todos pueden oírlo a través del comunicador– hay un hombre armado, y listo para comunicarse con sus compañeros adentro. Manténgase alertas y en su perímetro.
─Oigan, el tipo que vigilas Steve, lo veo –dice Diane–, se está moviendo, va a un paseo y a pocos metros de donde está, está la HPD, es imposible que no lo vea y que no sospeche.
─ ¡Maldición! –Dice Danny–, también lo veo.
─Hay demasiadas patrullas McGarrett –dice Diane–, es imposible quitarlas antes que las vea. Tenemos menos de 5 minutos antes de que se dé cuenta.
─Si nos descubre, les recuerdo que tenemos un banco lleno de rehenes –dice Danny.
─Mantengan sus posiciones –ordena Steve–, no hagan nada. No se enfrente a él, repito, no se enfrenten.
Steve había sido más rápido, así que antes de que él hombre pudiese verlo, pudo alcanzarlo, golpearlo y dejarlo inconsciente.
De pronto la alarma del banco se disparó y desde afuera podía oír, así que Danny, Steve y Diane se acercara al frente y rodearon con sus armas. Delano al verlos, abrió fuego enseguida.
─ ¡No disparen tiene un rehén! –ordena Diane.
Fryer que también estaba cerca salió de su escondite para evitar los disparos y apunto a Delano.
─ ¿Vas a dispararme Vince?
─Déjala ir –dice Fryer– sé que no quieres hacer esto.
─ ¿Crees que no lo haré?
─ ¿Crees que no lo haré? –respondió Fryer de nuevo, y le disparo a Delano.
...
Todo el caos estaba disipándose, Kono estaba siendo atendida por un paramédico, ya que Delano le había disparado dentro del banco. La HPD hacia salir a los rehenes, mientras que el CSI llegaba para recoger evidencia.
Delano, era llevado a un hospital y de ahí iría a la cárcel, algo que Diane no pudo evitar mirar, mientras este subía a la ambulancia solo podía ver dos cosas, las respuestas que necesitaba pero también caos, y aun no estaba segura si quería lo primero sin importarle lo segundo, o simplemente afrontar el caos, mientras consigue lo que quiere pero sin dañar a Five-0.
Steve que estaba junto a Kono, se acercó y le abrazo, lo mismo hizo Chin, Diane fue a saludarle y Danny, solo estaba siendo Danny al evitar lo que venía. Y es que Fryer estaba acercándose hasta donde estaba el equipo, y de inmediato la cara de Steve cambio. Sin embargo, nada pudo detener lo que venía.
─Oye Fryer, escucha –dice Steve y le estampa un fuerte golpe en la cara–¸nadie se mete con mi equipo ¿ok?
─entendido Comandante –dice Fryer tocando la sangre que salía de su boca.
Gobernación del Estado de Hawaii.
─Hasta hace unas semanas creía que si te preguntaba por Five-0 ibas a pedirme que lo disolviera –dice Dan sorprendido por lo que Diane había ido a pedirle.
─Ok, eso aún es una posibilidad ¿De acuerdo? Es solo que estuve pesando y creo que es inútil que sigas haciéndoles caso a Asuntos Internos, cuando el resto del equipo también está activo, es decir... Kono no es la excepción pero al mismo tiempo no veo necesario que siga sin estar en el equipo, si el resto está en el equipo.
─Bien, razón la tienes... pero esto es extraño.
─Señor no me haga sentir más miserable de lo que me siento pidiéndole esto ¿de acuerdo? Solo piénselo, ¿Si?
─De acuerdo –dijo Dan.
Diane se levantó de su silla y tomo la salida, Dan no pudo evitar sonreír al ver salir a Diane, tal vez estaba logrando lo que quería, que ella encontraba su camino de nuevo.