Día tras día, mientras alejo mi mirada justo cuando entra en la habitación, pienso: ¿Lo he olvidado? ¿De verdad he arrancado esas páginas del capítulo que jamás tuvo que ser escrito? Y hay veces en las que digo que sí, que es como si no le conociera. Digo incluso que no me duele cuando escucho su inconfundible risa detrás mía. Quiero hacerme la fuerte y sólo consigo ser más cobarde.
Es verdad, no te he olvidado y creo que jamás conseguiré hacerlo. No me hace falta. Eres parte de mí. Para bien o para mal, has cambiado a la chica de las dos coletas perfectamente peinadas. Y no me arrepiento, para nada. Soy como soy por gente como tú, por mis errores y mis aciertos. No me hace falta arrancar las páginas. Se quedarán allí, como un capítulo más de una historia que acaba de comenzar. Y de vez en cuando leeré tus sonrisas y tus lunares, tus sueños y tus males. Leeré y recordaré lo que haya olvidado. Porque no es malo, no lo es. Eres un pequeño trozo de mi vida, de mi pasado. Y leeré para no volverme a equivocar, para estar preparada para el próximo capítulo.
Y es verdad, ahora te leo demasiado. Doblo las esquinas de mis momentos favoritos y las rememoro cien veces antes de cansarme. No debería hacerlo, es cierto, pero es que aún sigo celosa porque preferiste leer sus páginas rosas a las mías rotas. Lo preferiste, y yo preferí que lo hicieras. Me gustan demasiado esos capítulos como para dejarlos marchar. Pero lo intento, poco a poco lo hago. Y conseguiré encontrar la tinta y mi pluma preferida. Escribiré sobre nuevas miradas furtivas y besos en las mejillas, sobre canciones bajo la luna llena y lluvia que cae sobre la acera. Escribiré de ti, quizás, lejos y feliz. Y escribiré sobre ella, que encontró un sapo al que besar. Y escribiré sobre mí, lista de nuevo para huir.
Tengo celos de la lluvia
que cae sobre tu piel.
Está más cerca de lo que han estado mis manos.
Tengo celos de la lluvia.
Tengo celos del viento
que hace ondear tu ropa,
está más cerca que tu sombra.
Tengo celos del viento.
Porque te deseé lo mejor
que este mundo pudiese darte,
y te dije cuando me dejaras,
que no había nada que perdonar.
Pero siempre pensé que volverías,
para decirme que todo lo que encontraste
fue desamor y tristeza.
Es difícil para mí decir
que tengo celos de la forma en que eres feliz sin mí.
Tengo celos de las noches
que no paso contigo.
Me pregunto al lado de quién estarás tumbado.
Tengo celos de las noches.
Tengo celos del amor,
el amor que estuvo aquí,
que se fue para ser compartido con algún otro.
Tengo celos del amor.
Porque te deseé lo mejor
que este mundo pudiese darte,
y te dije cuando me dejaste,
que no había nada que perdonar.
Pero siempre pensé que volverías,
para decirme que todo lo que encontraste
fue desamor y tristeza.
Es difícil para mí decir
que tengo celos de la forma en que eres feliz sin mí.
Mientras me hundo en la arena,
te veo escurrirte entre mis manos.
Oh, mientras muero aquí otro día más,
porque todo lo que hago tras esta sonrisa, es llorar.
Porque te deseé lo mejor
que este mundo pudiese darte,
y te dije cuando me dejaste,
que no había nada que perdonar.
Pero siempre pensé que volverías,
para decirme que todo lo que encontraste
fue desamor y tristeza.
Es difícil para mí decir
que tengo celos de la forma en que eres feliz sin mí.
Es difícil para mí decir
que tengo celos de la forma en que eres feliz sin mí.
—Jealous, Labrinth.