-No sabes desvestirte tu sola? -
Ella se encoge de hombros. Presiento que si la veo semi-desnuda no me podré contener.
- No creo que me pueda contener...- le digo.
- Pues no te contengas.
Dice y camina hacia mí.
- No me quiero aprovechar de que estas borracha.
- No te vas aprovechar, aunque este borracha, se lo que hago- me dice.
Me muerdo el labio inferior, veo su cuerpo, me llama... Voy y la cojo de la cintura haciendo que anduviera hacia atrás y se chocara con la cama.
- Esto no se hace ___...- le susurro.
Hago que se siente para quitarle los tacones, suelta un gemido cuando se los quito, mi amigo empiezo a ponerse algo duro. Suelto sus tacones en alguna parte de la habitación. Coloco mi mano sobre su mejilla, me incorporo un poco y la empujo haciendo que cayera sobre la cama y yo encima de ella. Rozo sus labios delicadamente, pero el beso rápidamente empieza a caldearse.
NARRA ____.
Tampoco estoy tan borracha, solo fingía. Noto las manos de Yayo debajo de mi blusa, sus manos son frías. Acerca su miembro a mi feminidad, quiero que sufra. Empujo a Yayo y cambiamos de posición, yo arriba él abajo. Me siento sobre su miembro y le saco la camiseta lentamente beso sus abdominales, llego a sus labios, le beso y al separarme le muerdo el labio inferior.
Desabrocho su cinturón, me pongo de pie y le saco el pantalón, se notó el pequeño bulto, le empujo los hombros y se vuelve a tumbar. Me coloco encima de su miembro, hago pequeños giros con mi cintura, Yayo gime. Acaricio su miembro por encima del bóxer, me tumbo sobre el cuerpo se Yayo, con mi feminidad sobre su miembro y beso sus labios lentamente, juego con su lengua. Yayo me saca la blusa y masajea mis senos por encima del sostén, muerde mis senos, el trozo que deja libre el sostén.
Me bajo de encima de él y hago que mi falda caiga al suelo, estamos en ropa interior. Vuelvo a ponerme encima de él contoneándome mis caderas, ando por su cuerpo como una gatita, lamo sus abdominales y bajo hasta su miembro. Empiezo a quitarle el bóxer lentamente, empiezo a masajearle su miembro. Yayo cierra los ojos y empieza a gemir. Me lo meto en la boca y succiono su pequeña corrida, le muerdo la punta y Yayo pega un pequeño grito.
-Ah, ah, ___... ah... Para.
- No- le digo seria.
Juego con su miembro en mi boca, con mi legua, hasta que algo me separa de él. Yayo se levanta corriendo de la cama y va al baño. Escucho la cisterna y Yayo sale.
- Dios- dice cuando me ve.
- ¿Por qué te has ido?
- Te ibas a atragantar con mi corrida.
Me rio.
- Ven.
- Te vas a enterar- me avisa.
Viene a la cama y se echa encima de mí cuidadosamente, me coge del trasero y me pega a su amigo. Mete la mano bajo la braga por mi trasero y la desliza cuidadosamente por mis piernas. Yayo acaricia mi feminidad, toca mi entrada antes de penetrarme con dos dedos. Ag, ah, ag. Yayo acaricia las paredes de mi feminidad mientras da pequeños giros. Se acerca a mi cara y me da un beso que calla mis gemidos.
Después de unos minutos siento como saca sus dedos de mí y los chupa. Me sonríe y a los segundos siento algo dentro de mí, me está penetrando con la lengua, siento cosquillas en mi feminidad, pero sobretodo gozo. Empiezo a gemir como una posesa. Yayo saca su lengua de mi feminidad y sube por mi barriga dándome besos, llega a mi sujetador y me lo desabrocha, lo suelta por alguna puerta.
Besa mis senos y muerde mis pezones que estaban tan duros como el hielo, gimo y cojo a Yayo. Viene a mis labios y me besa, es un beso muy caliente. Yayo se separa de mi cara unos milímetros y me mira a los ojos, yo lo miro a los suyos, tiene las pupilas dilatadas y me mira deseando cada parte de mi cuerpo. Arqueo mi espalda y pego nuestros cuerpos calientes. Yayo pega su miembro a mi feminidad, gimo.
- ___... ah... ¿Puedo... Ag....Ya?- me susurra al oído.
- Si... Pero con protección.
- Como se me baje el calentón...
- Tranquilo no se te va a bajar.
Yayo empieza a buscar en su mesita un preservativo mientras que yo toco su miembro. Vuelve a la cama y me lo da. Lo abro y se lo pongo rozando su parte. Yayo se muerde su labio inferior. Me abre las piernas y me coge de cintura me enviste con su miembro. Grito, todavía me duele un poco. Yayo me acaricia la cara mientras saca y mete.
- Tranquila, jamás te haría daño.
- Lo dices tarde... ag- digo con los ojos cerrados.
Yayo baja el nivel, más despacio.
- No pares, por lo que más quieras.
Yayo me penetra fuertemente y le hinco las uñas a la espalda.
- ¿Te he hecho daño de verdad?
- ¿Ahora?- le pregunto.
Yayo besa mis senos.
- No, en otro momento.
- Si, pero eso es lo que conlleva estar... Ag.
Yayo acaricia mi pelo.
- ¿Estar qué?- me pregunta.
Nos cambiamos de posición, el abajo y yo arriba, doy pequeños saltos
- Enamorada- digo al borde de las lágrimas.
Me arrepiento de haberlo dicho, así que empiezo a trotar para olvidarlo y hago pequeños círculos, gimo, Yayo gime.
- ¿Me... me quieres?
- Olvídalo- le digo- Dijimos que nos íbamos a olvidar.
Yayo se sienta y hace que yo me tumbe un poco en la cama, él no para de penetrarme. Yayo se acerca a mi oído.
- Es difícil olvidarte, lo intente, pero soy demasiado débil- me susurra y luego me muerde el lóbulo.
- Pues tienes que hacerlo.
- No quiero.
Me penetra fuertemente, me duele, grito.
- Lo siento- me dice.
- No pasa nada... me ha gustado.
Yayo sonríe en la oscuridad de su cuarto. Dejamos de hablar, Yayo sigue a lo suyo hasta que me empieza a doler mi feminidad. Pero Yayo no para y aunque me duelo, yo tampoco quiero que pare.
- ¿Alguna vez has tenido un orgasmo?- me pregunta.
- ¿Tú me has escuchado tenerlo?- le pregunto.
- No- me dice.
- Pues entonces no.
Oigo como Yayo ríe. Noto que sus manos aprietan más fuerte mi cintura, arqueo mi espalda, Yayo me penetra fuertemente y rápido, siento algo raro, pego un grito desgarrador acompañado de un gemido.
- Ya lo has tenido- me dice.
Cojo aire, empiezo a respirar descontroladamente. Noto como Yayo sale de mi despacio, se va al baño y vuelve.
- Te ves bien hermosa sudada- me dice y levanta una ceja.
Me tapo mi cuerpo desnudo con la sabana, Yayo viene a mi lado y se tumba. Me abraza y empieza a mecerme.
- ¿Me estas meciendo?- le pregunto.
- Si ¿te importa?
- No, me encanta- cierro los ojos.
Los parpados me empiezan a pesar, me encanta que me mezan, pero me duermo muy rápido.
- Yo... no sé qué siento ____- empieza a decir Yayo, pero apenas escucho su voz, me estoy durmiendo.
NARRA YAYO.
- Yo... no sé qué siento ___, pero creo que... te quiero- le susurro.
Levanto un poco mi cabeza para mirarla, tiene los ojos cerrados, está dormida. Suspiro, mejor. Así no me ha escuchado, vuelvo a apoyar la cabeza en la almohada y la escondo en su pelo. La quiero, espera ¿la quiero?
Besos donde no les da la luz *u*