Sophia escribe las dos cartas la primera dirigida a Maísha
"Mi señora, solicito su presencia como diosa suprema para tratar asuntos de vital importancia para todos, la espero en el Gran Salón de Cristal. —Sophia"
y la segunda carta para Trems
"Mi señor, solicito su presencia como dios supremo para tratar asuntos de vital importancia para todos, lo espero en el Gran Salón de Cristal. —Sophia"
Luego de enviar las respectivas cartas, Sophia se va a al Gran Salón de Cristal, lugar por excelencia de los dioses supremos para emitir decisiones que deberán cumplir todos los habitantes de Supralunar; después de esperar unos cuantos minutos, finalmente aparecen ambos dioses, Maísha vistiendo un vestido épico largo que pese a su imponente estatura, el vestido es arrastrado, de color azul tan claro que pareciera blanco. Y a su lado se encuentra Trems, con su traje típico de combate, capa larga color rojo, aun cuando no había ningún tipo de pelea pero al haber leído la carta de Sophia, dedujo que era algún tipo de enfrentamiento. Sophia hace la debida reverencia ante sus superiores mientras estos van a tomar sus respectivos puestos detrás de la enorme mesa de cristales se encuentran dos tronos ambos de color dorado y enfrente se queda Sophia.
—Dinos Sophia, ¿cuál es la emergencia? —pregunta Trems una vez que se ha sentado en su trono.
—Mi señor, son terribles noticias que pueden afectar el orden natural que se tiene tanto en la tierra como aquí en Supralunar y por ende el resto del universo.
—¿Tan grave es? —pregunta Maísha desconcertada.
—Mucho mi señora, y por eso solicito que decreten estado de alerta.
Se pudo observar en ese momento la expresión fría y seria que tenían ambos dioses.
—¿Cuál es el motivo por el cual deberíamos hacer eso? —pregunta Maisha muy seriamente puesto lo grave del asunto.
—El motivo es muy delicado y espero que no haya represalia contra la diosa que lo ocasionó de manera culposa por lo tanto por favor traten de tomarlo de manera calmada.
—No podemos prometer nada Sophia, necesitamos los hechos —replica Trems.
—Hace 24 años terrestres nació una semidiosa, fuera de Supralunar.
—¡¿Cómo es posible que hace 24 años terrestres haya nacido una semidiosa?! Incluso después de que se tomaran medidas para que se evitara la reproduccion de más dioses —grita Trems furioso, golpeando fuertemente con su puño la enorme mesa de cristal que por suerte fue diseñada para soportar la fuerza de los dioses para prevenir que se rompiera —y peor aun Sophia, que no nos hayan informado.
Trems saca una hoja para enviar un kirihayai y comienza a escribir "Solicito la presencia de ustedes tres en el Gran Salón de Cristal ¡ahora!" esa ultima parte fue casi un grito.
—Señor ¿qué esta haciendo? —pregunta Sophia preocupada
—Traeré aquí a las Tid y que hablen todo sobre esa tal semidiosa —responde Trems
—Pero el problema real no es ese.
—Entonces ¿cuál es Sophia? —pregunta Maísha.
—Es Hakim.
—¿El exiliado? —pregunta Trems
—Sí, a pesar de haber sido revocado de sus poderes, su alma aun es la de un dios y con a capacidad de recolectar más tanen's, como sabrán el alma de una semidiosa es increíblemente valiosa y al pasar de todos estos milenios ya había conseguido un número considerable de tanen que siguen siendo insuficientes para ejecutar su venganza contra Supralunar, pero con esta semidiosa puede alcanzar su objetivo, hasta podría llegar a ser más poderoso que ustedes mis señores; será imparable y todos seremos victimas de su venganza.
Cuando Sophia termina de explicar el problema al que se enfrentan, Trems rompe la carta que iba a ser enviada a las trillizas y se queda pensativo tratando de procesar todo lo que acaba de contar Sophia.
—No podemos matarla, eso le daría oportunidad a Hakim que tome su alma con toda legitimidad —añade Maísha.
—¿Y si le hacemos un contrato? —dice Trems tratando de dar una solución.
—Cosmo ya había tenido un contrato con la semidiosa pero al no saber la cualidad que tenia esta chica, el contrato se volvió nulo —contesta Sophia.
—Ese niño torpe, ¿y si hace la respectiva renovación? —responde Trems.
—Me temo que no es posible señor, la joven odia a Cosmo por lo tanto no va a volver a firmar con él.
—¿Entonces que solución propones Sophia? —pregunta Maísha.
—Un tanbarikh —responde Sophia con total seguridad.
—¿Y si buscamos a otro dios para que firme con él y no con Cosmo? —pregunta Trems tratando de buscar una solución distinta al tanbarikh.
—Hakim ya la ha manipulado de tal forma para que no crea en nadie que no sea él —responde Sophia
—Pero es que cuando elaboramos el tanbarikh de Hakim, ya teníamos la lágrima de dragón —opina Maísha.
—Por eso necesito que Supralunar este en estado de alerta, de ese modo todos los dioses estarán obligados por ley a colaborar.
—¿Qué dioses necesitas? —le pregunta Trems.
—Las Tid, Jádu, Greta y tal vez a Khilaf, por ahora sólo esos.
—Los dioses más autónomos en sus funciones a excepción de Greta, no aceptarían —comenta Maísha.
—Exacto, al ser tan autónomos, no son de recibir ordenes —añade Sophia.
—Maísha, somos los dioses supremos, altos mandos de Supralunar, nada es ejecutado sin nuestro consentimiento o de las leyes y del mismo modo se deberá realizar las ordenes que nosotros creamos convenientes —replica Trems
—Puede que esa sea una alternativa a alerta amarilla —dice Maísha.
—Pero debería tener una orden firmada para que no tengan forma de evadirme su ayuda en la elaboración del tanbarikh.
—Muy bien, tendrás las ordenes para los dioses que necesites ahora y necesites en un futuro, ¿estas de acuerdo Maísha?.
—Sí, si eso nos evita una alerta, pues estoy de acuerdo.
Hacen aparecer varias hojas especiales usadas únicamente para ordenes oficiales de los dioses supremos y comienza a escribir
Por ordenen de los dioses Supremos, Maísha diosa de la vida y Trems dios de la muerte, se le exige que presten la ayuda que Sophia diosa de la sabiduría, les pida, esto con el fin de evitar un daño irremediable para todos en Supralunar.
Firma:
Maísha, diosa de la vida.
Trems, dios de la muerte.
Haciendo un total de 6 cartas, las guardan en el sobre, colocan al respectivo receptor y le colocan el sello oficial.
—Toma Sophia, eso te ayudará para crear el tanbarikh —dice Maísha mientras le entrega las 6 cartas.
—Muchas gracias.
—Sophia, tengo entendido que también se requiere de mucha energía para lograr crear el tanbarikh, eso te va a dejar sin poder —comenta Maísha.
—Nosotros te daremos una tercera fracción de nuestro poder, eso ha de bastar, además de la energía que tu misma aportes —responde Trems.
—Estoy de acuerdo con eso —dice Maísha complementando lo que dijo Trems.
—Se los agradezco.
—Después de todo no nos dijiste el nombre de la diosa o dios que cometió tal imprudencia.
—Mi señor, tomar represalia no serviría de nada.
—Pero tampoco su impunidad logrará que comprenda la gravedad su error, como tu superior te exijo que me digas el nombre —dice Trems.
—Fue Imera, quedó embarazada antes de que se comenzara la esterilización.
—Imera esta bajo tu custodia Trems —dice Maísha —no vayas a ser muy cruel con ella.
—Yo le pido que ni siquiera sea cruel con ella, tanto fue su arrepentimiento que dejo a su hija en la tierra por temor a que fuera asesinada aquí.
—Yo resolveré —finaliza Trems la conversación.
Mientras Sophia conseguía las ordenes, Cosmo ya se había ido a buscar a los dioses que necesitaban, iniciando con Greta ya que ella es la que es más posible de convencer sin ordenes de superiores.
Greta usualmente se encuentra en la Cueva de los Milagros, lugar donde tiene todos sus ingredientes escenciales para la creación de cualquier hechizo que necesite. Cuando Cosmo llegó, Greta sintió su presencia, lo cual se le hace realmente raro para ella porque Cosmo nunca, la visita, y menos en la cueva.
—¿Tu aquí? —pregunta Greta desconcertada.
—Otros prefieren saludar diciendo "Hola" —responde Cosmo arrogantemente.
—Hola Cosmo, ¿qué haces aquí? —le responde colocando los ojos en blanco.
—A visitarte querida, ¿así es como tratas a tus visitas?
—Cosmo no tengo tiempo para esta clase de juegos, estoy sumamente ocupada aquí como para estar prestándote atención.
—Yo no veo que estés haciendo nada.
—Eso no es de tu incumbencia.
—Ay por favor, como sino te encantara que estuviera aquí, en este momento tu mente debe estar enloqueciendo.
—Que buen chiste, deberías contarme otro, al contrario, el que esta muerto de felicidad por estar visitándome eres tu y por eso quieres que te de mi total atención.
—Tranquila, hace muchos años entendí que nunca tendría tu atención.
—Entonces ¿me dirás a qué viniste?
—Sophia solicita de tus hechizos para la creación de un tanbarikh.
—¿Sucede algo malo? ¿por qué querría ella un tanbarikh?
—Supralunar esta un inminente peligro, y para eso debe ser cortado de raíz.
—¿Para quién será usado? ¿Un dios?, un ¿semidios? o ¿un humano?
—Semidiosa.
—Bien, así sabré que tan poderoso debe ser el hechizo ¿me dirás de que se trata todo esto?
—Preferiría que no, con que sepas lo necesario es suficiente.
—¡Oh! Vamos Cosmo, dime —le dice Greta de manera seductora.
—Cariño, eso ya no funciona conmigo.
—¿Estas seguro? —le pregunta Greta mientras le acaricia la cara.
—Muy seguro —le responde mientras le da un beso en los labios, y se va.
—Entonces no tendrás mi ayuda para el tanbarikh.
—Ja, ja, ja, pequeña niña, no es de que quieras o no, estas en la obligación de hacerlo —dice Cosmo dando media vuelta y burlándose de ella.
—Sin una orden de los supremos no estoy en la obligación de nada —contesta Greta de manera desafiante.
—Las ordenes ya están hechas, te la traerá Sophia, ahora si me disculpas, no eres la única a la que debo buscar, por cierto, ¿Jádu vendrá aquí?
—No, últimamente no viene.
—Bien, adiós.
Habiéndole terminado de avisar a Greta, se va a su habitación se supone que ahora debe buscar a Jádu pero no tiene ni la menor idea de donde se encuentra, así que enviará un kirihayaital vez de ese modo le responda y pueda saber dónde se encuentra.
"Necesitamos hablar de un asunto de vital importancia y debido a que no tengo idea de donde podrías estar, te escribo esta carta, espero tu pronta respuesta. – Cosmo"
Ahora sólo le queda esperar porque no puede ir a pedir la ayuda de Khilaf solo, debe ir con el respaldo de Sophia y de la orden de colaboración, por otra parte en el caso de las Tid, Cosmo sabe donde siempre se encuentran ellas por lo que no será un problema dar con su ubicación.
A los pocos minutos de haber enviado la carta a Jádu, aparece otra enfrente de Cosmo como respuesta de Jádu.
"He de suponer que es algo grave para que necesites de mi ayuda, dime ¿de qué se trata. – Jádu"
Cosmo al ser de los pocos dioses que no suelen tratar de forma afectiva o al menos cercana con los demás dioses, hace que sea raro o preocupante cuando llega de visita, o manda un carta solicitando ayuda. Cosmo inmediatamente responde la carta.
"Sophia necesita de tu ayuda para la creación de un tanbarikh. —Cosmo"
Luego de eso llega la respuesta.
"Debería ser Sophia la que me pida tal cosa, no tu, de cualquier modo, no lo haré. —Jádu"
Sophia al terminar la reunión con los altos mandos, va al lugar donde supone que esta Cosmo, en su habitación, e indudablemente estaba ahí.
—Sophia, hablé con Greta y aceptó en un principio pero luego como no quise contarle de que trataba, se rehusó, luego le conté que tenemos la orden de cumplimiento, y ahora lee esto, es la carta de Jádu —le dice Cosmo a Sophia dándole la ultima carta de Jádu.
Sophia lee la carta y decide ella responderla adjudicando la orden de cumplimento y un corto mensaje firmado por ella.
Por ordenen de los dioses Supremos, Maísha diosa de la vida y Trems dios de la muerte, se le exige que presten la ayuda que Sophia diosa de la sabiduría, les pida, esto con el fin de evitar un daño irremediable para todos en Supralunar.
Firma:
Maísha, diosa de la vida.
Trems, dios de la muerte.
"Así que ya lo sabes Jádu, se te exige colaborar. Así mismo necesitamos de dos hechizos de protección para la exposición a una gema "Lágrima de Dragón" – Sophia"