Andrew Moore estaba petrificado ante la pregunta que Claire le acababa de hacer. ¿Sex Tape? ¿De qué carajo me está hablando? pensó instantáneamente. Arqueó las cejas y entrecerró los ojos antes de responder cualquier cosa.
-¿Sex tape? -preguntó Andrew en tono burlón.
-¿Sabes en qué trabajo, cierto?
-Claro, eres actriz porno.
-¿Qué pensabas que venía a hacer? -preguntó Claire que cada vez más se notaba alterada.
-¿Hablar...?
-¿Qué?
-¿Tener sexo en la primera cita? -preguntó Andrew.
-¿Cita? -dijo Claire mientras se reía-. De querer una cita o hablar con alguien, vas a un bar y ya.
Andrew recordó a la chica rubia del otro día.
Claire se levantó colocando el vaso en una pequeña mesita y yendo hacia la puerta un poco molesta. ¿Hablar? ¿Qué le pasa? No soy una comunicadora social pensaba mientras estaba cada vez más cerca de irse.
-¡No te vayas! -le gritó Andrew que aún seguía sentado sin caer en cuenta de lo que estaba ocurriendo con certeza.
-¿Qué no? -dijo Claire mientras abría la puerta.
Andrew vio cómo segundos después Claire cerraba la puerta algo molesta. No había estado en tal situación, no sabía qué hacer. Se sentía sucio por el simple hecho de la propuesta de Claire. Sentía que de alguna manera había vuelto a perder una gran oportunidad. Claire Reed se estaba yendo del edificio tal cual cómo llegó: sin conocer a Andrew. Debía ir a buscarla, debía intentar razonar con ella y recordarse a sí mismo el por qué siguió con la idea de estar con ella.
Bajó corriendo por las escaleras hasta la entrada principal donde logró ver a Claire Reed abriendo la puerta de su moderno carro rojo. La industria de la pornografía debe pagar bien... pensó Andrew mientras corría hacia ella.
-¡Espera! No te vayas -le dijo mientras se colocaba frente a su carro.
Claire lo vio a través del vidrio e hizo un gesto de fastidio. Bajó la ventana de su lado mientras giraba su cabeza para hacerle señas para que fuera a hablar con ella.
-¿Qué? -preguntó Claire.
-Lo siento, no era mi intención hacerte creer que tendríamos sexo.
-¿Cuál era tu intención entonces Andrew? -le preguntó mientras hacía gestos con las manos que acompañaban su tono de voz.
-Quería conocerte... nunca había visto un video tuyo y cuando lo hice... me quedé viéndote.
-¿No me digas? -dijo Claire de manera sarcástica levantando una ceja.
-¡Sí! Pero... no de esa manera. Me pareciste tan linda que paré el video. Me pareciste especial, sentí que tú y yo teníamos algo en común y yo tenía que averiguarlo.
Claire sentía que esas eran las palabras más bonitas y sinceras que alguien le decía en mucho tiempo. No quería demostrarle a Andrew que apreciaba sus palabras... pero dentro de ella, su corazón comenzaba a acelerar con rapidez. No estaba acostumbrada a ese tipo de cosas.
-Yo... tengo que irme -dijo Claire nerviosa mientras cerraba la ventana y arrancaba.
-¡No...! No te vayas... -Exclamó en voz baja Andrew.
Andrew se sentó en la acera, triste. Claire Reed se había ido en su carro a toda velocidad con intenciones de no regresar ni en mil años. Sentía que había tenido el cielo por unos segundos, y que de un momento a otro, tenía las manos vacías. Ahora se encontraba ahí, solo, sentado a un lado de la calle. Pero más que todo, solo.
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