Nunca pensé que su lugar favorito fuese este. Era una biblioteca, llena de libros de cualquier tipo y tamaño, además todos estaban muy bien ordenados, tenía mesas con asientos y por las ventanas se podía ver gran parte del hermoso Ámsterdam. Estaba en nuestra escuela y nunca la había notado.
Cuando llegamos, Sarah me mostró todos los rincones del lugar, la verdad era realmente grande; me habló de todos los libros que había leído y la verdad, eran muchos, demasiados diría yo, también me dijo muchas opiniones sobre algunos que le gustaría leer.
Nos quedamos leyendo algunos libros hasta que se hizo tarde y tuvimos que volver a nuestra próxima clase.
Al terminar el último período, me despedí de Sarah porque ella tenía que hacer algunas cosas, de las cuales no dio muchos detalles, y yo debía ir a mi casillero a dejar mis cosas.
Lo de investigar no ha dejado mi cabeza en paz, debía hacerlo en hora de clases cuando todos estuviesen ocupados, por ahora dejaría las cosas como están, pero lo haré mañana. Mi primer objetivo iba a ser averiguar quién es Jaden, todo sobre él y luego seguiría su amigo misterioso.
Al salir divise a Jaden igual que ayer, con su amigo en la motocicleta, pero esta vez cuando me vieron no se impresionaron; iba a irme pero en ese momento un chico se acercó a hablarme.
-Hola, Eleonor ¿verdad?-chico moreno, ojos marrones, y si observabas bien a los lejos podías ver a sus amigos, que estaban en una esquina y se reían de la situación, luego de observar a sus idiotas amigos me concentré en el chico enfrente de mí (él cual se tocaba las manos nervioso).
Me di cuenta que iban a hacer la típica broma de salir con la chica nueva que ellos creían inocente, ilusionarla y luego dejarla, y por todos los esfuerzos que estaba haciendo el chico por llamar mi atención deduje que era una apuesta.
-Hola, si. Encantada de conocerte...- contesté, si el chico quería jugar, juguemos.
-Ethan y me preguntaba si ¿te gustaría salir alguna vez?- empezó a agarrar confianza al darse cuenta que no sabía nada de su juego.
Antes de responder noté por el rabillo del ojo que el amigo misterioso de Jaden miraba a Ethan con el ceño fruncido y con sus manos hechas puño. Debo estar imaginando cosas.
-Eres tan tierno al acercarte a la chica nueva, pero te daré un consejo:la próxima vez no utilices el papel del niño nervioso y luego el del chico confiado, no te queda para nada bien, si fuera tu tal vez utilizaría el del idiota necesitado.-dije para terminar con su juego, me quería ir a casa rápido y si seguía con este inútil aquí no podía hacerlo.
Se quedó con la boca abierta porque había entendido perfectamente que descubrí lo que quería hacer, y para terminar con mi obra maestra le guiñe el ojo.
Antes de irme me fijé en la dirección de Jaden, y pude observar a su amigo sonreír y no separar la vista de mi. Definitivamente averiguaría quién es.
(...)
Hoy estaba decidida a buscar el expediente de Jaden cueste lo que cueste. Me levanté, saludé a mamá y di un paseo corto en el centro antes de ir a la escuela; debía entrar sin que nadie me vea y salir de la misma forma.
Cuando se hizo un poco tarde, porque las clases ya habían comenzado, decidí ir al instituto. Hace días descubrí que las instalaciones tenían una puerta trasera por la que podía ingresar sin ser vista, asique decidí entrar por ahí. Al entrar, no había ningún profesor a plena vista, entonces mi plan era encaminarme a la secretaría y allí al escritorio del director y buscar los expedientes, tarea fácil.
Seguí caminando y de repente vi a la profesora de Biología salir del baño, me quede quieta hasta que se fue y por suerte para mi, ni siquiera me había notado. Seguí y llegué a la sala del director, lo bueno es que pude encontrar el expediente de Jaden rápido.
Saqué el expediente para darle una hojeada, no había mucha información, solo lo básico: grupo de sangre, apellido, expediente médico, pero había una dirección y eso si me servía, entonces con mi celular le saque una foto. Calle Leidsestraat.
De repente escuché un ruido y luego voces, las cuales eran las del director y la secretaria, como no había algún lugar para esconderme, decidí salir por la ventana. Luego esperé hasta que se fueran, quería volver a entrar y revisar de nuevo el expediente para estar segura de que no me haya saltado ningún detalle, pero al intentar abrir de nuevo la ventana, estaba cerrada. Me dirigía a mi casa, ya que estaba segura que no entraría de nuevo, cuando escuché una voz.
-Mmm.... En el estudio del director, ¿buscandoproblemas? O ¿Solo de curiosa?- Nunca había escuchado esa voz, así que porreflejo me voltee rápido.
Enfrente de mí tenía al amigo misterioso de Jaden. Vestía una campera de cuero negra, con una remera blanca y jeans ajustados. Sus ojos verdes relucían con el sol al igual que su cabello marrón. Al darme cuenta que me miraba esperando una respuesta a su pregunta le respondí.
-No es de tu incumbencia- al escucharme sonrió.
-¿Segura?, porque yo pienso exactamente lo contrario.-se me empezó a acercar hasta quedar a unos centímetros de mi, y como me incomodaba me aleje un paso, lo que provocó que su sonrisa se ensanchara.
-Debería irme.-dije antes de volver a caminar en dirección contraria a la del chico.
-¿Cómo te llamas?- me sobresalté por su pregunta y volví a la posición de antes, frente a frente, con un gran espacio entre nosotros.
-¿Quién eres?- dije ignorando su pregunta.
-¿No te dijeron que es de mala educación contestar una pregunta con otra pregunta?
-¿No te dijeron que es de mala educación no saludar?- y de nuevo comenzó a acercarse a mí.
-Me llamo Nate, ahora te toca.
-Eleonora
-¿Eleonora?, nunca lo había oído antes.
-Sí, es un nombre poco común.- como nos habíamos quedado en un silencio incómodo decidí irme- Ahora si me permites, adiós.
-Una cita.-dijo de repente.
-¿Qué?
-Si aceptas salir conmigo no diré nada sobre tu visita sin invitación a la sala del director.- de repente sonrió pícaro.
-No lo harías- dije furiosa, los juegos de este tipo no me gustaban para nada.
Se me acerco al oído y susurro:-Pruébame- cuando se alejó y me miró de frente tenía una sonrisa en su rostro y lo último que dije antes de marcharme fue:
-Nunca saldría contigo.