-Ella no lo entenderá, yo quiero estar cerca de mi hija, lo estoy ahora, todo el embarazo estuve con ella, yo fui con ella, le compraba lo que se le antojara a camila, vivo casi con ella...
-No se trata de eso Lauren, no es de compañía o comprensión.
-Tú no la conoces Mani, no has estado con ella día y noche, cuidándola, conviviendo 8 meses, sentir las patadas y movimientos de mi hija en la mano, nunca te recargaste en ella esperando que se moviera, Camila nunca se quedó dormida en tu brazos mientras veía las noticias de las 10, nunca te levantaste a media noche a calentar leche porque no podía dormir, nunca la consolaste ni trataste de tranquilizarla cuando las hormonas la hacían estar voluble, limpiando sus lágrimas, riendo con ella, tú solo la revisabas cada mes, la veías media hora una vez al mes, no pretendas venderme la idea de ser madre ni decirme cómo tratar a la madre de mi hija ni de cómo cuidarlas.
-...Tienes razón...
-Debo irme, iré a cuidar a mi hija- Lauren salió del auto y caminó hacia dentro del hospital.
Cuando Lauren volvió al cuarto encontró a Camila durmiendo, mientras Ally estaba de pie cargando a la niña, Lauren se acercó hasta donde estaban en silencio, para mala suerte de las chicas el ruido de Lauren al entrar despertó a la pequeña, tenía mueca de que iba a empezar a llorar.
-Shh pequeña, despertarás a mamá- le dijo Ally- ¡Laur! La acababa de dormir, Mila está exhausta quiero que descanse.
-Dámela antes que llore.
Ally le pasó a la niña, la ojiverde se la recargó en el pecho y la castañita después de unos segundos volvió a dormir.
-Vaya... - dijo Ally realmente sorprendida.
-¿Ya viste sus ojos?- preguntó tratando de no hacer mucho ruido.
-¿A qué te refieres?
-Al color de sus ojos, ¿los tiene como Camz?- dijo Lauren meciendo a la pequeña.
-No, no ha abierto los ojos, es muy pequeña aún.
-Ah...
Lauren esperaba ver algo de ella en su hija aparte del cabello ondulado, a pesar de contar con la confianza de Camila, la morena no le había dicho como fue el embarazo, siempre manejó lo que le dijo a su madre, que el padre de su hijo era un buen hombre pero que estaban separados por acuerdo mutuo, solo Ally sabía la verdad por boca de la misma camila.
La bebé se movió y empezó a hacer ruido.
-Creo que tiene hambre- dijo Lauren, Ally se acercó a verla y en eso la pequeña abrió los ojos lentamente y fijo su mirada en Lauren.
-Lolo, te está viendo...
-No puede ser, un bebé a esa edad no ve nada más que sombras- la pequeña seguía viendo fijamente a su otra madre.
-Mira sus ojos Lauren... son verdes.... hermosos- Lauren sonrió y volteó a ver a Ally- son.... como los tuyos...
Lauren desvió la mirada hacia su hija nuevamente, ella seguía viéndola.
-Tiene hambre, Camila sigue durmiendo, ¿qué hacemos?- dijo Lauren.
-Nadie más puede hacer ese trabajo ahora más que Mila, esperemos un poco si no despierta la despertamos.
Las chicas esperaron unos minutos, Ally le pidió a la niña, cuando ésta dejo los brazos de Lauren empezó a llorar despertando a Camila.
-Parece que no le caigo bien- dijo a camila.
-¿Por qué dices eso?- dijo tallándose los ojos.
-La carga Lauren y está tranquila, la cargas tú y está feliz, la cargo yo y comienza a llorar... tanto que quiero a mi sobrina- dijo dejándosela a Camila en el pecho.
-¿Por qué llora?- pregunto Camila preocupada.
-Tiene hambre, no tiene nada malo- dijo Lauren.
-Mm... veremos- dijo acomodándose a la niña para después descubrir su pecho, la pequeña como si supiera qué hacer pegó los labios al pezón de su madre y empezó a succionar, Lauren presenciaba toda la escena, vio el rosado pezón de Camila con los pequeños labios de su hija en él, recordó lo que ella misma le hizo a ese pezón meses atrás, la forma cruel como la lastimó solo porque podía hacerlo, recordó las lágrimas de la chica mas baja... empezó a sentirse muy culpable, Camila era buena chica, talvez en otras circunstancias habrían sido buenas amigas como eran ahora, si ella no tuviera ese trauma creado por su madre, el poder que le daba el dinero y la falta total de autoridad, no habría lastimado a Camila pero si no la hubiera lastimado su hija no estaría ahí ahora, no era lo correcto pero... el celular de Lauren comenzó a vibrar en su bolsillo trasero, lo sacó y vio el identificador.
-Hola papá- dijo la chica aclarando su garganta y sus pensamientos viendo hacia la apacible escena que le regalaba Canila mientras Ally buscaba ropa limpia para ambas en la maleta.
-¿Lauren? Soy Austin, los muchachos y yo necesitamos hablar contigo, ¿crees que puedas venir a la bodega en una hora?- dijo la voz de unos de los hombres que la acompañaban en las noches.
-Claro papá, te veré en una hora, espérame ahí- dijo y colgó- chicas... tengo algo que hacer, volveré en 2 o 3 horas, si necesitan algo me llaman- y salió rápidamente con una opresión en el estomago.
La ojiverde manejaba su auto mientras lágrimas de felicidad y culpabilidad salían de sus ojos, estaba tan feliz de tener a su hija pero a la vez la conciencia la torturaba a cada momento, compró un café y se detuvo en una esquina a beberlo y calmarse, tenía mucho que analizar, lo que importaba ahora era estar con Camila y su hija... ¿qué nombre le pondría Camila? De seguro le preguntaría a Ally y a ella pero la decisión sería de Camila, sería "algún nombre cabello"... por qué no podría ser "algún nombre Jauregui" o mejor aun "algún nombre Cabello Jauregui o Jauregui Cabello" Lauren sonrió, la ley no permitía ese tipo de registro en el nombre de un bebé, ni siquiera lo tenía contemplado, con Lauren hasta las leyes cambiarían, terminó su café y volvió a su camino, llegó puntual a la cita en la bodega.
-Hola muchachos, ¿qué pasa?- dijo entrando.
-Hola Lo- dijo Austin- wow, te ves preciosa vestida de mujer.
-Ah gracias... ¿para qué querían verme?- preguntó sentándose frente ellos.
-El gobierno retomó nuestro caso, quiere darnos un trabajo bien pagado y un tratamiento nuevo a base de células madre o algo así, el caso es que quiere que vayamos a Yakust
-¿Siberia?- preguntó lauren
-Sí hay mucho trabajo que hacer allá, la población es poca y necesitan hombres fuertes como nosotros.
Lauren rió de muy buena gana -Sí claro... ¿qué clase de trabajo harán allá?- preguntó después de reír.
-Algunas cosas en el pueblo, otras en el río Mila y...- dijo Austin.
-¿Qué? ¿Qué dijiste? ¿Cómo se llama el río?- preguntó Lauren
-Mila, se llama Mila, Yakust está situado en el cauce del río Mila.
lauren sonrió, debía ser una señal del destino.
-¿Qué necesitan de mí? No me llamaron solo para despedirse ¿o sí?
-No... queremos pedirte dinero prestado... para poder llegar allá...
-¿Cuánto necesitan?
-Sería viaje en avión y después en tren...
-¿Cuánto necesitan Austin?
-1000 dólares...
-¿Cada uno?- preguntó Lauren.
-Sí...
-Ok, como bien saben nunca cargo chequera ni nada de eso, mañana les traeré el cheque.
-Lauren cómo quedará... ya sabes, lo que hacíamos antes.
-Quedará como está, en el pasado, después de mañana, ustedes no me conocen ni yo los conozco, no les he visto ni me han visto jamás.
-Claro, gracias Lauren, te extrañaremos.
-Lo sé chicos, cuídense- dijo Lauren abrazándolos y saliendo de ahí.
Las cosas estarían bien, esto debía ser una señal, los chicos se irían y estarían mejor que ahí, nada la ligaría con su escabroso pasado, excepto Camila y su hija, desde el momento en que se enteró del embarazo su vida cambió, su forma de pensar cambió tenia solo 20 años, casi 21, tenia toda la vida por delante para estar con su hija y con Camila... sin duda Camila era hermosa y le gustaba, no por nada la escogió aquella noche, pero, Camila nunca hablaba de novios o novias... después de su experiencia era normal, aun así Lauren vislumbraba la posibilidad de estar con ella... de volver a tenerla, esta vez sin violencia, esta vez si le haría el amor, no la tomaría a la fuerza... Lauren sacudió su cabeza, Camila era solo su amiga, y si quería estar cerca de su hija debía seguir así, no quería hacer nada que pudiera alejarla.
****
Camila estaba en el hospital aún, la pequeña comió y se durmió.
-Ally, esto es magnífico, es castaña, como yo... nada cambió en ella.
-Mila... algo cambió.
-¿Qué?
-Sus ojos... no son Cafes como los tuyos... son verdes ...
-¿Verdes,verdes como los de mi abuela?- preguntó Camila con temor.
-No, verde más claro... como los ojos de Lauren... lo siento Mila.
Camila se recargó en la cama y suspiró.
-Mila, sus ojos son hermosos, debes verla...
-¿Tráela quieres?- dijo Camila refiriéndose a la niña, Ally fue a la cuna que tenía ahí en el mismo cuarto.
-Está dormida, trataré de no despertarla- dijo mientras la levantaba, después de sacarla de la cuna la llevó con Camila y se la puso en los brazos, Camila la observó detenidamente.
-Mira Ally, cabello castaño obscuro, mi mismo color de piel, ... pero tiene ojos Verdes y cabello un poco mas ondulado que yo...
-Camila, es tu hija, no tu clon, no podía ser igual que tú...
-Lo sé, solo hago el recuento de los daños como se dice popularmente, no me importa si no tiene ojos cafes, la amo como es, es perfecta- dijo besándola, la pequeña se movió y abrió los ojos un momento para después volver a dormirse.
-¿Viste sus ojos?- preguntó Ally.
-Sí, muy lindos... ten, llévala de nuevo a su cuna, quisiera dormir un poco antes de que vuelva a darle hambre.
Ally tomó a la niña y se quedó observando a Camila caer en el sueño que tanta falta le hacía...