La mañana empezó sin novedades, me levante y me puse mis pantuflas para ir al baño y asearme e ir a la cocina a desayunar.
Pasaron 3 semanas desde que mi vida se volvió mas tolerable, las clases eran más divertidas, comencé a socializar y extrañamente me volví más amiga del chico más lindo de toda la clase. Mi vida llevaba el curso que debería tomar desde hace ya mucho tiempo.
Aquel chico y yo comenzamos a textearnos, y me encantaba cada palabra que decía, porque era tan divertido que hasta en la situación más difícil podría sacarme fácilmente una sonrisa.
Vía WhatsApp;
Chris: Hey, ¿Estas ocupada el viernes en la noche?
Ru: Si, un poco. Es el baile de primavera, ¿Recuerdas?
Chris: Claro que lo recuerdo, ¿Ya tienes pareja?
Ru: Si, claro... Como si eso fuese posible.
Chris: ¿Porque no? Eres hermosa y cualquiera podría invitarte, incluso el peor ser sobre la faz de la Tierra, yo.
Ru: Está bien, pero no. No tengo pareja para el baile, y supongo todos ya tienen pareja.
Chris: Me subasto, invítame antes que venga otra compradora.
Chirs: No es cierto, pero me haría muy feliz el que tú fueras conmigo a este baile. Entonces, ¿Que dices?
Ru. Esta bien, ¿Nos vemos en el salón del baile?
Chris: No, déjame ir a recogerte, así sabre donde vives.
Ru: Bien, te daré mi dirección.
Le dí la dirección, y por primera vez esperaba ansiosamente aquel baile de primavera.