Dawn
- ¿más te señor Goloso? - pregunté a mi amor desde que papá lo ganó para mí en una feria, mi oso de peluche gigante
Le serví más te, porque sé que le gusta y le puse una galleta porque es un glotón.
De pronto una flecha entró por la ventana y golpeó al señor goloso justo en la barriga, seguida de otra que impactó en mi cabeza.
- ¡Bruce! - grité
Corrí a la ventana y allí estaba ese sucio y odioso niño con su estúpido arco.
- eres un niño tonto - le volví a gritar enfadada
- el que lo dice lo es con el culo al revés - dijo antes de echarme la lengua
- eres un inmaduro - en realidad no sabía que significaba eso pero se lo había oído decir a una chica mayor que le gritaba a un chico en el cole cuando estábamos en el recreo
- soy seis meses mayor que tú niña tonta y sin dientes - gritó
Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, no me gustaba que me insultasen, ni que me gritasen.
- ¡mami! - chille a pleno pulmón
Oí los pasos de mamá por el pasillo, venia corriendo.
- Dawn, pequeña, te sientes bien cielo ¿Qué ha pasado? ¿Por qué lloras? - preguntó con la respiración agitada
Señalé la ventana.
- Bruce me ha lanzado flechas y me ha insultado - dije llorando
Mi mami cogió las flechas del suelo y se las devolvió a Bruce.
- está bien-suspiró - lo siento bruce, voy a cerrar la ventana y guarda tus flecha pequeño Robín Hood - me mami cerró la ventana y corrió mis cortina rosas - así mejor mi pequeña princesa
Asentí, por fin podía jugar tranquila.