Punto de vista de Cody Blake.
Tengo hambre.
Estoy en la cocina buscando algo para comer pero no hay nada... Rayos, por estar atendiendo a Maddie no pude comer pizza, pero lo valió.
Madison es mi mejor amiga, la chica que fue mi primera amiga de verdad, que me ayudó en mis momentos más difíciles, que me enseñó a multiplicar y dividir. Si, suena estupido pero es cierto. He aprendido muchas cosas con ella, entre esas las dos mejores: la amistad y el amor.
Si, como lo leen, estoy enamorado de mi mejor amiga desde principios de secundaria. ¿Como pasó? No lo sé, pero si recuerdo la primera vez que me sentí atraído por ella: Era una tarde de verano, yo leía mi libro favorito, Harry Potter, amaba las grandes aventuras de ese chico, llamé a Madison para leerselo, me gustaba mucho su compañía. Ella, gustosa, me dice que viene en camino, iba a bajar a decirle a mi madre que Maddie venía hasta que escuché un grito.
Bajé rápido para saber que había pasado y me encontré la escena más espantosa de mi adolescencia: mi madre quedándose sin oxígeno, agonizando en el suelo. Estaba desesperado, necesitaba ayudarla pero no sabía como. Al salir de mi casa en busca de ayuda, ella estaba llegando, al ver mi desesperación, se asustó y me preguntó que pasaba, le dije que mi madre estaba en malas condiciones y rápidamente fue a buscar a sus padres para que me ayudaran. En el hospital, ella se quedó toda la noche a mi lado, consolándome, aguantando mis ataques de pánico, intentando subirme el ánimo, sin mucho éxito claro, pero estuvo ahí, cuando nadie más lo hizo.
A la mañana siguiente, me levanté y ella seguía despierta, me sentía apenado por las molestias que se tomó pero a ella no le importó. Los padres de Madison me dijeron que mi madre tenía neumonía, una enfermedad grave de los pulmones y que era contagiosa. Quedé devastado, mi madre era la única persona que tenía y estaba grave en un cuarto aislado, dijeron que cuando saliera, estaría de reposo un tiempo, tenía que atenderla las 24 horas, que estaría en una cama con un tubo en el brazo y una máscara de oxígeno. No sabía que hacer, me sentía sólo, no tengo hermanos y mi padre se fue antes de que yo naciera, pero en todo momento: ella estaba ahí.
Madison Murphy se quedó conmigo todo ese verano, ayudándome a cuidar a mi mamá, cocinaba conmigo, le cantaba canciones hermosas a mi madre, estaba pendiente de cada medicina o chequeo que tuviese, entre otras cosas hasta que mi mamá sanó. Ese verano supe lo maravillosa que era, su forma de ser, su hermoso cabello, la mueca que hace cuando piensa la hace ver más niña, su pequeña nariz... En fin, todo en ella me encanta.
Nunca se lo he dicho por miedo a que me rechace, nuestros amigos siempre dicen que debemos ser novios, pero ella siempre lo niega. Quisiera una oportunidad para estar a su lado, hacer cosas que no puedo hacer con el estándar de mejor amigo como besarla... Dios, sus labios son perfectos. Pero sé que nunca podré probarlos. En fin, le debo todo a esta chica, le debo la vida.
-Cody, ¿Puedes venir un momento? Es importante.
Me doy la vuelta y consigo a April con su vestido de playa, menos mal que ya me vestí, si no me estaría insultando ahora mismo.
-Claro, ¿Ocurre algo malo?
-No, todo esta perfecto pero... Necesito tu opinión en algo.
La miro confundido, ella rueda los ojos y me jala escalera arriba hasta llegar a su cuarto. Miro la puerta cerrada aún más confundido.
-April, si me vas a mostrar un nuevo vestido es mejor que se lo muestres a...
-Shh, sólo callate y mira.
La chica rubia abre la puerta y me deja ver a una tímida Madison en bikini. Me quedo paralizado al verla, se ve hermosa, la parte de abajo le resalta las curvas, el sostén le queda a la medida y sus piernas... Dios santo, ella es perfecta.
-Cody, no babees, vas a inundar la casa.
La burla de April me saca de mis pensamientos y hace que me sonroje, tragame tierra.
-Ehm... ¿Esto es lo que...?
-Sip, ¿Qué opinas? Verdad que se ve hermosa.
-Maddie, eres linda con lo que sea. Te ves bien, no entiendo el drama.
«Se ve extremadamente sexy pero tengo que controlar mis hormonas»
-¡Eso mismo le dije yo! Ves, Madison. Estas estupenda, ahora ponte una falda y vamos a nadar.
-Esta bien. Cody, ¿vienes con nosotras?
-Claro.
Los tres caminamos hacia la piscina, debo admitir que se ve estupenda.
-¿Estas entrando más en confianza? Nadie te va a decir nada malo.
-Lo se, sólo que no me siento bien con mi cuerpo.
-¿Bromeas? Estas bien, mucho más que bien...
-¿De que hablas?
-Nada, sólo digo que Theo te esta viendo demasiado para mi gusto.
Ella voltea disimuladamente, mierda ¿Por que dije eso? Creo que verla con esa vestimenta me esta poniendo nervioso.
-Imbécil, que me mire lo que quiera, no voy a tener nada con el nunca.
-Si llega a acercarse a ti juro que...
-¿Celoso, Blake?
-Para nada, sólo que eres mi mejor amiga y mi deber es protegerte de tipos como el, además, tu mamá me obligó.
-¿Mi mamá te pidió vigilarme?
-Me gusta más el término "Guardaespaldas".
-Estas loco.
-Y tú vigilada.
Me mira enojada, pero se ve tan tierna así.
-¿Ahora te enojas? Pues te falta un poco de agua.
La tomo en brazos y camino hacia la piscina, ella protesta pero es inútil, soy más fuerte, al final la lanzo.
-¡Cody! ¡Esta muy fría!
-Necesitabas enfriarte un poco.
Me quito la camisa y me meto en la piscina, nadamos un rato hasta que se hace de noche y decidimos ver las estrellas. Madison estaba acostada a mi lado, usa un vestido blanco que hace resaltar su cabello, simplemente hermosa.
-Son hermosas.
«Tú eres hermosa».
-Si.
-¿Cody?
-¿Eh?
-Te quiero.
Volteo a verla, ella sigue viendo el cielo, la luz de la luna refleja la mitad de su rostro. Juro que haré todo lo que esté a mi alcance para tenerla a mi lado, siempre.
-Yo te quiero más.
«Te amo».