Naces.
Creces.
Aprendes.
Amas y odias.
Enseñas.
Trabajas.
Mueres.
La vida del ser humano
es tan insignificante como la espuma del mar:
Es preciosa pero una vez se desvanece
ya no importa.
Crecemos llenos de esperanzas
llenos de luz.
A medida que crecemos nuestras
preocupaciones crecen.
Y finalmente te ves trabajando
para poder pagar tu propia lápida.
La vida es simple,
sencilla,
y por eso a veces
nos da la impresión de que no merece la pena.
-Vivir, ¿para qué?-
-Para ser feliz.-
-¿Y después qué?-
No hay nada que llene este vacío.
exceptuando el espejismo de la vida,
el cual nos mata con su propia duración.
No hay significado,
porque no hay significante.
¿Qué es la vida?
Una mentira.
Un sueño.
Todo.
Y después nada.
Un hilo perdido en la eternidad,
donde solo darán importancia a tu vida
aquellos que te puedan fijar en su memoria.
Por lo tanto,
tu única esperanza de vida
es ser simplemente,
un recuerdo.