La odio. Odio que me siga, odio que me llame, odio toda y cada una de sus facciones, odio completamente a _____.
Desde el día que se mudó a nuestra calle, sabía que tendríamos problemas, vi su rostro, y supe que la odiaria.
No soporto verla, ni escucharla, todos los días se pasa la tarde pintando en su patio. Además que sus pinturas son una mierda.
Odio que sea ella la que tengo que ver todos los días cada vez que salgo de casa para juntarme con mis amigos. La odio.
Me levanté frustrado por tener que ver denuevo la cara de mi vecina, mis padres decían que era una muy buena chica, hasta mis hermanas lo decían. Pero yo sé, que detrás de esa cara angelical se encuentra un maldito demonio.
-Hijo, tu padre te busca en el patio, dice que lo ayudes con el auto.
Le dije que iba enseguida, para luego caminar por el pasillo y salir al patio.
Me la encontré de nuevo, su pelo castaño sujeto en una cola, y su ropa toda manchada por colores de pintura, además de estar descalza, tenía su atril puesto de una forma que no dejaba ver bien que horrenda pintura hacia. Bufé molesto y la ignoré. Caminé hacia mi padre el cual estaba arreglando el auto.
-Mi madre dice que me llamabas -Dije poniendome junto a el, para ver lo que hacía.
-Sí, hay un fusil que falta, ¿podrías ir a ver si quedan mas en la parte de atrás de la casa?
-Bien, voy.
Caminé rápidamente al interior de la casa y al pisar la alfombra del pasillo, me tropecé golpeandome fuerte la pierna.
-Ah... mierda...-Me agarré la pierna, y apreté los ojos.
-¿Hijo? -Mi madre se acercó y arodillo al lado mio.
-Mi pierna me duele -Ella me levantó un poco el pantalón que traía.
-Esto te dejará un feo moretón hijo. Ven, voy a ponerte hielo.
-Papá dijo que si habían fusibles.
-No quedan, usó el último para la luz.
-Bien.
Ella me sentó en el sillón y me puso un hielo donde me había golpeado. Estuve un rato así, hasta que me dejó de doler. Logré levantarme, y con un poco de molestia camine hacia afuera. Y para mi no muy grata sorpresa, _____ estaba ayudando a mi padre.
-Oh, hijo. Tu madre me contó que te caíste. ¿Estas bien?.
-Si. -Dije mirándolo.
-____ me vino a ayudar, ya que tú no llegabas, y además, me dio un fusible para el auto. -Vi a la chica, seguía igual que antes, solamente que ahora, un par de manchas negras tenía su ropa.
-No fue nada -Ella sonrió, y sus ojos grandes se achinaron.
-No seas malo, e invita a ____ a pasar, de todos modos, nos ayudó.
-Bien. -Le indique con la cabeza que entrara, y algo molesto pasé a la cocima.
-Hola ____, que linda sorpresa -Mi madre la abrazó
-Igualmente señora -Que asco me da.
-Louis cariño, dile a tus hermanas que vengan a saludar.
Caminé hacia la habitación de mis hermanas, llamé a las mellizas, ya que lottie y felicite no estaban, porque con sus amigas tenían un "día de chicas".
-¡_____! -Ambas corrieron a saludarla, abrazandola y casi la botaran.
-Niñas, cuidado. ¿_____ quieres un vaso de jugo?.
-Claro -Ella sonrió apliamente, y yo solo la veía del marco de la puerta.
Me fui de ahí y me senté a ver televisión, no estaban dando nada bueno, pero era mejor que soportar a ____. Estaba tan sumido en mis pensamientos que una voz me sobresalto.
-Hola -Volteé, y ahí estaba, _____, mirándome.
-Hola -Respondí fríamente.
-¿Como estas? -Ella no paraba de mirarme, y me estaba incomodando.
-Bien, gracias -No me importaba como estuviera ella.
-¿Te gusta Ghost? -La miré ¿Como sabía?
-¿Como sabes? -Ella soltó una pequeña risita
-Dudo que uses una polera de alguna banda que no te guste -Dijo sarcástica.
-Ah -Me había puesto una polera que decía el nombre de esa banda, la cual me gustaba mucho.
-Son buenos, me gusta mucho la canción "Year zero"
-¿En serio? -No pensé que le gustará esa banda.
-Sí, es muy buena. Pero deberías escuchar a 30 seconds to mars.
-¿Por qué lo haría?
-Son muy buenos, de seguro te gustan sus canciones.
Me quedé mirandola, y no me había dado cuenta, que tenía pecas, y unos hermosos ojos profundos. Me quede mirandola un rato, embobado. ¿Que me pasa?.
Y sí, desde ese día, no podía dejar de pensar en ella, el odio por ella, estaba anulandose, su forma de ser, tan dulce con todos, la intenté evadir todos los días, pero, de una u otra forma, topabamos, y era casi imposible, no admirarla. Cada vez, que veía como pintaba, por su amor al arte, me causaba algo extraño. Sentía un escalofrío, y entonces recurrí a mi mejor consejero. Mi hermana.
Fui a su habitación, y como siempre, pasé sin tocar.
-¡He!, ¿Acaso no sabes tocar?, ¿O te falla el cerebro? -Ella estaba poniéndose esmalte en las uñas, y al parecer se había movido.
-Ahora tendré que borrar todo - estaba enojada.
-Lottie... ¿Puedo pedirte un consejo?
-Sí prometes tocar la puerta antes de entrar -Me miró sería y asentí.
Le conté todo, de como la odiaba, hasta desde cuando no podía parar de pensar en ella, de como me hacía feliz verla pintar, o verla reír al jugar con mis hermanas pequeñas. No sabia que me pasaba, era muy extraño y confuso.
-Ella te gusta. -Dijo mirandome sonriente.
-¡¿Que?!, no, eso no es posible, yo la odio, o bueno, lo hacía.
-Te das las respuestas solo, te gusta, con solo mirarla se te alborotan las hormonas -Ella se río y yo la mire molesto.
-No me gusta _____. Y punto.
Salí enojado de ahí, ¿Que le pasa?, no me gusta para nada ____.
Salí de la casa, tenia que despejarme, pero, la vi, otra vez, estana sentada en su silla, con una jardinera manchada de colores, y su pelo caía en su espalda delicadamente, haciendo que yo sintiera algo raro en mi estomago, y luego en mi garganta.
Mis pies comenzaron a moverse solos, un impulso, me dejo frente a ____, ella se quitó los audífonos, y me volteo a ver.
-¿Que hay Boo Bear? -Ella me decía así, y no me molestaba para nada.
-Eh... yo... solo... es que... tú...-Mi lengua se enrredaba, y no me dejaba decir una sola palabra.
-¿Te sientes bien boo bear? -Ella se levantó, y se acercó a mi.
-Si, me siento bien. -La miré, era un poco mas baja que yo, me causaba ternura.
-Bueno... ¿Te gusta? -Ella me mostró su cuadro, y no me lo podía creer.
Era un hermoso paisaje, era un bosque, en un atardecer, con nuves naranjas, rosas y moradas, habían hasta tonos verde. Era hermoso, nunca había visto una pintura de ella.
-Aun me falta terminarla
-Es hermosa -Dije contemplando la pintura mas de cerca.
-Cuidado, no te vayas a manchar, es oleo, eso no sale fácilmente. -Me alejé un poco.
-¿_____?- Una voz de un hombre, me sacó de mis pensamiento, mite en dirección de donde provenía la voz, y era de la puerta de la casa donde vivia ____.
-Papá, te presento a Louis, es un vecino del frente. -Me acerqué al hombre, y nos estechamos la mano.
-____ me a contado mucho de ti -¿Ella habla de mi?
-¿En serio? -Dije confuso.
-Será mejor que entremos -____ interrumpió la conversación.
-Si, claro.
Los tres entramos. Su casa era rústica, y todas las pardes estaban con cuadros, reconocí varios, y algunos no había oido hablar nunca.
-A mi papá le gusta el arte. -Ella estaba al lado mío.
¿Como pude odiarla alguna vez? Me tomó de la mano, y me condujo hasta la parte de arriba de su casa, donde había un balcón. Se veía la ciudad con el sol poniéndose detrás de unos edificios. Era hermoso, como la luz atravesaba y los colores cálidos llegaban. Una obra de arte.
-Oye. Eso que dijo mi papá abajo, bueno, es cierto.
-¿Hablas de mi? -Lo miré sorprendio
-Sí, es que... tú -Ella estaba al lado mio, mirandome, nerviosa, y sonrojada.
-No digas nada, tranquila -Ella me miró extrañada.
-¿Perdón?
-Tu también a mi
Me miró, con unos ojos profundos, y su boca, estaba comenzando a asomar una sonrisa, y su rostro se ponía completamente rojo. Me encantaba, desde el día que la miré a los ojos, no pude parar de pensar en ella. Me volvía loco no poder tenerla. La tomé de los hombros, y la acerqué a mi, y cuando nuestras bocas estaban a punto de rozarse susurre.
-Me gustas _____.