La puerta suena y suena, mis manos cubren mis orejas, quiero que el sonido se detenga, quiero estar sola, quiero llorar tranquila, quiero que la puerta deje de sonar, quiero que los gritos paren, quiero estar sola, sola como lo he estado siempre. No quiero creer que eso sea cierto, y por una vez me arrepiento de saber la verdad, porque ahora se que tenia algo, que tenia amor, me lo arrebataron, no me interesa si fue por una causa buena, si fue por mi bien, no me importa, solo que me dejaron sola, y no saben, ellos nunca sabrán lo que yo sufrí.
-¡Savannah abre la maldita puerta de una vez por todas!-Grita Sebastián al otro lado de la puerta, sin dejar de tocar, quiero que se detenga ese sonido insoportable.
-¡Déjenme sola! ¡Quiero estar sola!-Les grito, porque eso es lo que quiero, quiero estar sola.
-¡Me importa un aguacate lo que tu quieras! ¡Abre la puerta!-Grita y sigue tocando, pero yo lo sigo ignorando, él y Benjamín me volverán loca si siguen tocando esa estúpida puerta, no solo ellos, todos harán que me vuelva loca.-Si no abres la puerta ya mismo la derribare ¡Voy a contar hasta 6! Uno.-Sigue gritando los números, me paro y abro la puerta cuando grita seis. Ambos caen al piso, los veo y si no fuera por como me siento, me hubiese reído hasta no poder respirar.
Camino de nuevo hasta la cama y me cubro con las sabanas, y pensé que las lágrimas iban a dejar de caer, que se habían detenido, pero comienzan a caer de nuevo.
-Luna ¿Que pasa?-Siento el colchón hundirse por el peso de Sebastián al sentarse a mi lado.
-Solo quiero estar sola.-Susurro y luego me muerdo fuertemente mi labio inferior.
-No, no lo quieres.-Con esas simples palabras me pongo peor, porque es cierto, no quiero estar sola, estuve tanto tiempo sola, que ahora solo quiero estar acompañada, con alguien abrazándome cuando este llorando, que ría junto a mi en los momentos cómicos, graciosos, que compartan junto a mi la felicidad y alegría, que me tranquilice cuando este furiosa y yo solo no quiero estar sola.
-Ustedes me abandonaran, eso lo se y pensaba que aun iban a pasar años para que eso sucediera, para yo poder crecer y madurar lo suficiente y afrontar mejor su partida, pero no paso mucho tiempo y ustedes se irán con ella, porque tienen mas tiempo conociéndola, y es fuerte y no se la pasa llorando en cada rincón, pensé que aun tendría tiempo para disfrutar tener otro amigo y tener un novio. Y aunque los quería fuera de mi vida, al principio, pero después se hicieron tan indispensables que no me imaginaba la continuación de una vida, de mi vida sin ustedes. Pero en este momento quiero que me borren la memoria, como ya lo han hecho, para olvidarme de ustedes y no sufrir con su partida, que aunque ustedes juraron y prometieron que se iban a quedar a mi lado, esa promesa será rota, como se romperá mi corazón y no estoy segura que esta vez se recupere, luego de tantos golpes seguidos.-Termino de decir entre lagrimas y sollozos, se que todo lo que dije fue tan dramático, pero eso es lo que soy, así soy yo.
-No se de donde sacas que te dejaremos. Ella es nuestra amiga, como una hermanita para nosotros, tú eres mi novia y tienes mi corazón. Para también eres más que una amiga, te quiere como a una hermana y daría, daríamos la vida por ti, y por mi madre, porque ambas son lo más importante que tenemos, aunque Benjamín cuando se enamore daría su vida por tres, pero ahora estoy divagando. El punto es, que no nos alejaremos, lo dijimos ayer.-Me quita la tela que nos separa, y sus dedos limpian el reguero que hicieron mis lagrimas.-Y tal cual eres te adoramos, te amo.
-¿Donde estabas? ¿Por que lloras? ¿Como es eso que te han borrado la memoria?-Benjamín lanza las preguntas de una, cuando lo veo, esta claro que quiere que responda.
-Hablando con Alejandro.-Susurro sentándome.
-¿Que paso?-Pregunta ahora Sebastián.
-Durante toda mi niñez, hasta que cumplí 11 años, mantuve contacto con ellos, me visitaban, no tan seguido en el año, pero lo hacían. Hasta esa edad, sucedió algo con unas cartas y luego me borraron la memoria, lo olvide todo, olvide todos esos momentos.
-No entiendo porque lo hicieron.-Dice Benjamín.
-Créeme Benjamín, yo tampoco. Él me dijo que era por las cartas de amenazas, pero a mi no me importa ninguna carta, lo que yo quería era, unos padres y jamás los tuve y si los tuve no los recuerdo y sin el recuerdo no se tiene nada.
-Savannah ¿Tu entiendes que nosotros no te dejaremos? Nosotros no nos iremos, no borraremos tu memoria, nosotros siempre estaremos presentes.-Dice Benjamín y sus ojos azules brillan muy intensamente.- No logro entender el motivo por el cual ellos se fueron por ese motivo, pero nosotros no somos ellos. Se que eres insegura y tienes miedo a sufrir, tienes miedo a que alguien mas te abandone, pero no te preocupes por nosotros, confía en nuestras palabras, tu te metiste en nuestro ser y no será fácil que salgas de ahí. Y por favor, ya deja de pensar en todo esto, te hace mal, y nos parte en dos el alma cada vez que vemos tus lagrimas, tenemos que enfocarnos en una cosa y tu misma fuiste la que nos encargaste hacerlo, y es descubrir quien causo o causaron tantas muertes, tanto daño.-No digo nada, porque aunque quiero con todas mis fuerzas esas palabras, una parte de mi, una parte mala, me grita una y otra vez que me aleje, pero no puedo hacerlo, simplemente eso es imposible, yo no puedo alejarme, es tan absurdo como tocar la luna con mi dedo meñique.
La noche llega, como el silencio en la habitación, nadie hablo, nadie dijo nada más, todos estábamos enterrados en un silencio sepulcral. Hasta que fue interrumpido con fuertes golpes en la puerta principal de la habitación. Los tres salimos uno detrás de otro y cuando Sebastián abre, alguien paso rápidamente a la habitación, dejando un rastro de sangre a su paso, para luego desplomarse en el piso y ver a Alicia con la respiración dificultosa, su cara extremadamente pálida y un gran corte en su cuello, y una estaca en su corazón. Ahogue un grito y me abalance sobre ella, sacándome mi camisa y presionándola contra su cuello, lagrimas caen por mi rostro y aunque al primer momento de verla la deteste, en este momento no veo maldad por ninguna parte, y solo quiero ayudarla, auxiliarla, no quiero que muera y se una forma tan horrible.
-Tranquila, vas a estar bien.-Le susurro al oído, presionando aun la camisa. Me giro y los veo parado sin moverse.- ¡Busquen ayuda!-Les grito.
Mi cuerpo esta cubierto de sangre, la respiración de ella es casi inexistente.
-No... no... dejes... que... te... lastimen... tienes... que huir... no te puedes quedar aquí... tienes que... luchar por tu...tu... vida... corres tanto... peligro.-Ella me dice casi inaudiblemente, de sus ojos caen lagrimas y de los míos igual, y veo como la vida se va desvaneciendo de sus ojos, su alma se va apagando y su corazón perforado, detienes los latidos, y ella se muere en mis brazos.
Es demasiado tarde cuando llega la ayuda, es demasiado tarde para salvar esta vida, es demasiado tarde para todo, y no quiero alejarme de su cuerpo inerte, porque me siento culpable, culpable por no haberla salvado, porque ahora otra muerte más me persigue, me asechara.
Me hablan, pero simplemente no escucho, las palabras son inaudibles para mis oídos, siento unas manos, que me tratan de separar de ella, pero lucho, porque no quiero que le hagan daño, no quiero que nadie la toque, que nadie me mueva de mi sitio. Palabras y mas palabras, frases tras frases dirigidas a mi, pero es imposible entenderlas. Una vez mas tratan de alejarme, pero yo forcejeo y cuando persisten yo comienzo a gritar y gritar, y la apretó mas contra mi pecho, protegiéndola de todos los que están a mi alrededor.
Luna, por favor suéltala, deja que se la lleven.
No sentí la conexión a través de mi cuerpo, estoy tan adormecida que no la sentí, pero no le hago caso a Sebastián, no hago caso a nada.
El adormecimiento se va poco a poco, y a mí alrededor observo tantos rostros, y entre ellos puede estar el asesino.
-Luna, por favor ven conmigo.-Sebastián esta delante de mi pero, lo veo sin verlo, pero yo no me quiero alejar, no lo quiero hacer, y las muertes anteriores se repiten una y otra vez y se siguen repitiendo, pero ningún otro murió en mis brazos, ella fue, solo ella y me siento apegada a ella, aunque su cuerpo este sin vida.
Y me siento tan agotada, que cuando tratan una vez mas de alejarme los dejo hacerlo, unos brazos me sostienen y me alejan.
El agua cae por mi cuerpo, seguidas por lagrimas y sollozos. Sebastián esta sentado en el piso de la ducha, conmigo en sus brazos, el agua cayendo por nuestros cuerpo cubiertos por la ropa empapada, por el drenaje se va agua mezclada con sangre, y me hace recordar tan horrible experiencia vivida. Las imágenes se reproducen como una mala película.
Sebastián masajea mi cuero cabelludo con sumo cuidado, mientras lava mi cabello, saca toda la sangre de mi cuerpo con el jabón, y cuando me viste, no le hago caso que estoy desnuda frente a él, no le hago caso a escena cuando otra se repite constantemente en mi cabeza.
-Te daré algo para que duermas ¿Esta bien?-Y no tengo suficiente fuerzas para responder, y me toma gran trabajo asentir. Con ropa para dormir puesta, y arropada con suaves mantas, pastillas deslizándose por mi garganta, me adentro en un oscuro sueño, lleno de espeluznantes pesadillas.
''Estoy sentada en una silla, nada hay a mi alrededor, no se identificar el color de la habitación. Estoy sola, que cuando emito un grito un eco lo sigue. Un escalofrió recorre mi cuerpo y los vellos de detrás de mi cuello se ponen de puntas, siento el peligro viniendo hacia mi.
Aun la habitación esta absolutamente vacía, pero de un momento a otro comienza a girar y girar, y cuando al fin todo se detiene, hay un camino de tierra. Mis piernas comienzan a moverse sin mi consentimiento y aunque yo quiero detenerme no puedo, mientras más fuerte trato de detenerme, mas rápido me muevo. Y cuando se llega al final del camino, un precipicio se encuentra ante mi, y mis cuerpo continua caminando, y me doy por vencida, porque se que voy a caer.
En el borde bajo la vista, y no veo nada, todo es negro, es oscuro y lo primero que se me viene a la cabeza es que voy a caer en el infierno. Y con un salto y estoy cayendo y cayendo y trato de sostenerme de algo y se que no hay nada de donde pueda hacerlo, pero yo continuo haciéndolo.
Cuando caigo, lo hago de pie, sin ningún daño, sin un rasguño o golpe. Hay un cuerpo tendido en el piso, mis pies se vuelven a mover sin mi consentimiento, y aunque no me duele nada al principio, mientras me acerco cada vez mas al cuerpo, mucho dolor comienza a recorrerme por distintas partes de mi cuerpo, cuando llego frente al cuerpo, el dolor es tan insoportable que no me puedo mantener en pie, y caigo de rodillas y al hacerlo volteo el cuerpo y a quien miro, cubierta de sangre, muerta, con sus ojos abiertos, sin vida, es a mi, y estoy muerta.''
Cuando me despierto es igual que siempre que tengo una pesadilla. Grito, me despierto, sudando, llorando y luego me encuentro con Sebastián a mi lado, con su rostro bañado de preocupación.
-¿Que paso en esta?-Pregunta.
-Estaba muerta.-Y solo digo eso, y quiero volver a dormir, pero temo que si lo hago, pueda volver aquella horrible pesadilla u otra aun mas escalofriante, aunque dudo que verme a mi misma muerta, pueda empeorar.
-Vuelve a dormir.-Me dice, pero cuando cierro los ojos recuerdo algo.
-No dejaron ninguna nota.-Mientras lo digo me siento.
-¿Qué?
-Sebastián, siempre que actúan dejan una nota amenazante ¿Dónde esta ahora esa nota?-Le digo viéndolo.-Tenemos que buscar esa nota.
-¿De que hablas? ¿Buscarla?
-Estoy hablando español, no creo que no me entiendas.-Digo cortante.
-Claro que te entiendo Luna, pero la cosa es ¿Dónde? Dime tu donde conseguiremos esa nota.-No me lo pregunta, lo dice. Pero no le hago caso y salgo de la cama y comienzo a buscar cualquier cosa con la cual abrigarme, porque esta haciendo mucho frio.
-Anda a buscar a Benjamín.-Le señalo la puerta-Por favor.
-Savannah no creo...-Lo dejo con la palabra en la boca, porque soy yo la que salgo de la habitación.
Abro la puerta del cuarto de ellos de golpe y Benjamín ni se inmuta, sigue durmiendo. Me acerco a él y comienzo a moverlo una y otra vez.
-¡Benjamín fuego!-Le grito y se sienta de golpe.-De lo ardiente que estas.-Y comienzo a reír, porque ese chiste fue realmente malo y el pone mala cara.
-¿Se puede saber para que me despertaste?-Pregunta molesto, y me da mas risa verlo molesto.
-A Savannah se le ocurrió la idea de buscar una nota, que te aseguro que no existe, porque y que siempre dejan una luego de cometer algún acto. Así que ahora va a buscar, mas bien, nos va a poner a buscar a nosotros, no se por cuantas horas hasta que se de cuenta que no existe tal nota.-Sebastián dice detrás de mi.
-Puedo ser tu novia estúpido, pero eso no quiere decir que no te puedo golpear, ahora tengo mas derecho, así que si no quieres un ojo morado y nada de esta boquita, vas a buscar hasta que yo diga ¿Esta claro?-Y ahora es Benjamín que esta riendo, mientras que Sebastián esta callado, me esperaba que respondiera, pero solo se quedo viéndome.
-Esta bien.-Susurra.
-Así me gusta, que te tengan sometido.-Se burla Benjamín y ríe. Yo lo golpeo en la cabeza.
-No te metas con él, solo yo lo puedo hacer ¿Esta claro?-Lo señalo con mi dedo índice.
-A mi no me puedes amenazar con quitarme tus besitos ¿O me quieres dar uno?-Benjamín dice.
-Si no quieres que te parta la boca, ponte algo de ropa, que no quiero que mi novia te vea desnudo, así que Savannah por favor sal para que Benjamín se vista. Realmente tenemos que buscarle una novia.-Me susurra lo suficientemente alto para que Benjamín escuche.
Pero cuando salimos el humor se esfuma cuando veo el mismo sitio donde horas antes Alicia murió. Y quiero alejar la vista, pero hay una mancha de sangre en el piso, mis ojos solo no se alejan, y las imágenes anteriores regresan a mi cabeza, y se repiten una y otra vez, y mis uñas se clavan en la piel de mi muñeca derecha, y no siento el dolor, pero sigo y sigo haciéndolo, porque quiero despertarme de este trance y no me importa hacerme daño, mientras pueda alejar todos esos recuerdos.
Sebastián esta delante de mi y veo como sus labios se mueven, pero sus palabras son inaudibles, ya no veo la mancha de sangre, pero las imágenes que tanto quiero alejar no se van. Sebastián me toma por los hombros y comienza a moverme, y quiero hacerlo quiero despertar, quiero salir de este estúpido trance, pero no puedo hacerlo. Un fuerte golpe en mi mejilla al fin logra despertarme, veo a Benjamín con la mano levantada y a Sebastián con los ojos abiertos como platos, mi mejilla duele, pero eso no me importa, lo que realmente importa ahora es que reaccione.
-Gracias Benjamín.-Y ellos están sorprendidos por mi agradecimiento y eso me pone a pensar en que realmente a veces soy una bruja con ellos.-Ahora chicos, quiero decirles que les agradezco todo lo que han hecho por mi, y ustedes me han dicho que darían su vida por mi, pero tengan en cuenta que yo también daría la mía, y aceptara cualquier tipo de tortura con tal de que ustedes estén a salvo, no saben cuanto les agradezco que estén conmigo, que sean mis salvavidas, mis flotadores cuando me estoy ahogando, que sean mi paracaídas cuando este cayendo. Y se que me pongo intensa, con todo eso de ustedes abandonarme, pero es que tantos han desaparecido de mi vida y no quiero que ustedes sean como los otros, porque yo soy tan frágil como un cristal, y tengo grietas por todos lados, pero si ustedes me dejan, ese cristal se quebrara y lo que quedara de mi serán pequeños fragmentos, y estaré perdida. Gracias por soportarme.-Mis ojos se comienzan a llenar de lagrimas.-Y antes de que comience a llorar sin detenerme, busquemos esa nota, que estoy segura que esta por algún lado y no nos detendremos hasta conseguirla.
Discutimos donde buscar primero, pero a mi se me ocurrió que tal vez este en algún lugar relacionado con Alicia, pero también puede ser que la nota la tenga ella guardada en algún lugar de su cuerpo, ya que no me extrañaría que la hubiesen colocado. Y ahí es donde quiero buscar en primer lugar, buscar el cuerpo de Alicia y aunque sea duro para mí, conseguir esa nota. Siempre las todas la dejaban en el sitio donde cometían el acto, o sobre la victima. Pero cuando plantee eso los chicos me llamaron loca y tomaron la decisión de buscar en la habitación de ella. Yo no sabia donde era, pero los seguí tenia plena confianza en ellos.
Delante de nosotros esta una puerta como todas las demás, y aunque tenia confianza hasta hace unos minutos, ahora esa seguridad ha desaparecido, y mis piernas parecen de gelatina.
La habitación esta pintada de blanco y no tiene muchos objetos personales, todo era tan básico. Al entrar a la habitación de una adolescente o de quien sea, siempre tiene algo a la vista, lo que sea, así se aun desodorante, pero en este caso no hay nada, absolutamente nada a la vista, una cama, un tocador, una mesa de noche, un pequeño sofá, pero mas nada, las mantas que cubren la cama son tan blancas como las paredes y todo es tan frívolo, se tiente tanto frio y no hablo del clima, si no de lo que transmite este sitio.
Y aunque no se ve nada a la vista, les señalo a los chicos que busquen. En los cajones no hay muchas cosas, Benjamín busca en el armario, mientras Sebastián en la mesita de noche. Me quedo viendo la cama y veo que la almohada esta un poco fuera de su sitio, y se que suena loco que me de cuenta de eso, pero es que las otras cosas están tan perfectamente ordenadas, en su sitio que me parece raro. Pero debajo de la almohada no hay nada, y de la cama tampoco, así que ¿Por qué ni intentar debajo de la cama? Le pido ayuda a los chicos, ellos levantan el colchón, y hay ante mis ojos hay un pequeño cuaderno, y lo tomo, no se porque, pero algo me dice que muchas cosas que estén escritas en esas paginas me interesan.
Ellos no preguntan cuando me guardo el cuaderno en la elástica de mi pantalón del pijama.
Como no encontramos ninguna nota, ni nada, nos vamos al plan B, que es buscar el cuerpo de Alicia. Ellos dicen que no creen que le dejaran la ropa puesta, así que en algún lado la tuvieron que dejar.
Salimos de la casa a escondida, no hacemos sonido alguno, ni hablamos, no pregunto hacia donde vamos, sino que me dejo guiar, ellos conocen este sitio, crecieron en estas calles.
Llegamos a una casa como todas las otras, me imagino que es el sitio donde preparan a los fallecidos para su funeral.
Me piden que me quede afuera con Benjamín, mientras que Sebastián entra, y yo no pongo peros, porque se el por que él hace. Si lo hiciera yo, al poner un pie dentro ya me descubrirían. Transcurren exactamente 34 minutos y vemos la cabeza de Justin salir, su rostro esta serio y cuando esta delante de nosotros, de su bolsillo saca un papelitos, ya conocido para mí.
''Mientras sigas viva princesa, mas muertes seguirán persiguiéndote. ''