Esperen, ¿besé a Youngmin? ¡Oh por Dios! ¡Besé a Youngmin maldita sea! ¿Por qué rayos haría eso? Esto está tan mal. Esto no está sucediendo Sumi. Ya estás imaginando cosas que no sucedieron. No pudiste haber besado a ese patán por voluntad, ni estando ebria ¿cierto?
- Así que, creo que acabas de recordar lo del beso porque te estás tocando los labios. –
Youngmin torció los labios en una mueca burlona. Estaba usando ropa deportiva. Volteé mi mirada hacia él y tragué saliva.
– Saldré a correr. Cuando regrese, espero que estés arrodillada en frente de mí pidiéndome perdón por todo lo que hiciste Cabeza de Hongo. Créeme, el beso no fue lo peor de todo. – Dio un portazo dejándome atónita.
¿El beso no fue lo peor de todo? ¿Qué quiso decir con eso? ¿Hice algo peor?
- Dame mis papas de vuelta, o, o... ¡O te beso!
- ¡Ja ja! Sí, claro, como si en verdad fueras a hacerlo.
Me puse de puntitas y junté mis labios con los suyos en un pequeño roce. Sus pupilas se agrandaron en señal de sorpresa. Je je fue gracioso. Hubiesen visto su expresión, fue épica.
¡Click! ¡Click! Estúpidos flashes me están dando jaqueca.
- ¿Eres tonta o qué? –Youngmin siseó enojado.
- Quiero mis papas de vuelta.
- ¡Cállate! –murmuró.
- ¡Wow! Creí que habíamos acordado que nada de besos en la boca. Pero creo que ambos se están llevando muy bien. –Manager Kim dijo.
- No, no lo estamos. Está ebria.
- ¿Yo? ¿Llevarme bien con ese cretino? ¡Yo sólo quería mis papitas de vuelta! –grité. El patancito me cubrió la boca con su mano.
- Mejor sácala de aquí antes de que se genere un escándalo. – el manager de Youngmin le dijo al adefesio.
- ¿Yo? ¿No se supone que eso es trabajo de su manager? –Youngmin se quejó.
- No, ése es tu trabajo. – Manager Kim sonrió.
Intenté hablar, pero sólo terminé balbuceando algo porque la mano de Youngmin estaba sobre mi boca, así que mordí su estúpida mano.
- ¡Yah! ¿Acaso eres un animal salvaje? –Gritó furioso. Me reí descontroladamente.
- Youngmin por favor llévala a su habitación. La gente nos está observando. –el manager de Youngmin le dijo prudentemente. Youngmin resopló enojado.
- Ok. Lo haré. Vamos Cerdito. - me jaloneó del brazo.
- ¡Espera! No quiero irme contigo. Quiero estar con Taemin. –me quejé y paré de golpe.
- Vamos Cabecita de Hongo, no hagas las cosas más difíciles. - Youngmin rechinó los dientes. – Te llevaré a la habitación y te dejaré ahí.
- ¡No quiero! –le saqué la lengua.
- Entonces no me dejas otra opción.
Youngmin me cargó entre sus brazos. Intenté librarme de él, pero me sostenía con mucha fuerza. Quería quedarme ahí con Taemin. No quería ir a ningún lado con ese estúpido cretino de Youngmin.
- ¡Déjame ir! –grité una vez estando afuera.
- Lo haré si me prometes que no escaparás a no sé dónde. –dijo fríamente.
- Lo prometo. ¡Sólo bájame! –golpeé su pecho fuertemente.
- Deja de golpearme. Te bajaré.
Youngmin me bajó en el suelo y empecé a saltar alegremente alrededor de aquel pequeño parque en el que nos encontrábamos.
- ¡Esto es tan divertido! Me siento tan mareada pero libre al mismo tiempo. –
Me paré en el borde de la fuente central. Era enorme.
- ¡Cantando en la lluvia! ¡Soy feliz! – canturreaba mientras daba vueltas.
- ¡Bájate de ahí! Te puedes caer en la fuente. Espera, eso sería muy gracioso. – se rio.
Giraba y giraba alrededor del delgado borde de la fuente. Era muy divertido, pero si de por sí ya estaba mareada, eso me mareó aún más. Me tropecé y casi caigo, pero Youngmin me sostuvo.
No me sentía nada bien. Sentía muchas náuseas y me dolía mucho la cabeza. Retomé la estabilidad pero mi estómago no pudo más y terminé vomitando encima de Youngmin. Él se sobresaltó y me empujó enojado haciéndome caer dentro de la fuente. Su camisa estaba toda manchada con mi vómito.
- ¡Te voy a matar! ¿Acaso tienes idea de lo que cuesta esta camisa? –me gritó enfadado. Me reí de él. Las venas de su frente estaban sobresaltadas de lo cabreado que estaba. - ¿Por qué te ríes? ¡Voy a matarte estúpida Cabeza de Hongo!
Con eso, entró a la fuente y comenzó a perseguirme. Corrimos en círculos dentro de la fuente. En uno de sus intentos por atraparme se tropezó y terminamos los dos con la ropa toda empapada. Finalmente, me atrapó sosteniéndome del brazo furioso.
- ¡Déjame! –grité moviéndome de un lado para otro intentando librarme de él.
- Siempre me traes mala suerte Honguito. Primero me vomitas encima y ahora estoy todo mojado por tu culpa. – gritó.
- Me alegra saber que no soy la única con mala suerte aquí. –solté una pequeña risa.
- Deja de reírte. No es nada gracioso. – puso sus ojos en blanco. Olió su camisa e hizo una cara de disgusto. – Ni siquiera el agua de la fuente pudo desaparecer el olor asqueroso de tu tonto vómito.
Entonces, el tonto patán se quitó su camisa de la nada.
- ¿Por qué te gusta tanto quitarte la camisa? No es como si tuvieses un buen cuerpo como el de Jonghyun de Shinee.
- Es porque me vomitaste encima. Además, mi cuerpo no será como el de Jonghyun, pero es mejor que el de la nena de Taemin. –alardeó.
- Sí, pero Taemin es lindo, bueno y amable. Algo que tú nunca serás.
- Lo que sea. Vamos a la habitación. Estoy cansado y quiero dormir. Y definitivamente, yo dormiré en la cama, me lo he ganado. – Se estaba levantado cuando de repente salté sobre su espalda. - ¡Yah! ¿Qué crees que haces?
- Cárgame. No quiero caminar.
- Como sea, creo que es mejor si te cargo de regreso al dormitorio. Sabrá Dios que otras cosas locas puedes llegar a hacer si te dejo libre. Pero pesas mucho Cabeza de Honguito.
- Soy un cerdito ¿recuerdas? Los cerditos pesan mucho. –reí por lo bajo.
- Chh... estás loquita. –Youngmin rio.
- Admítelo Youngmin, no me odias tanto como dices. Incluso te agrado, aunque sea un poquito. Creo que también me agradas, pero sólo un poquitito, claro. No como un amigo, sino como un compañero de trabajo.
- Ok... -rodó sus ojos.
Youngmin me llevó cargada a la habitación y abrió la puerta. Sus piernas se sentían tan débiles. Después de todo, tal vez si soy muy pesada para él. Me dejó caer en la cama, pero yo no lo solté.
- Suéltame Honguito. Quiero tomar una ducha e ir a dormir. – dijo algo irritado mientras intentaba librarse de mi agarre.
- ¿No habías dicho que querías dormir en la cama? –murmuré.
- Sí, pero te dejaré dormir aquí. Soy un caballero y como tal debo dejarte dormir en la cama. Así es como me educaron, no te lo tomes muy personal.
- ¡Oooh! Gracias. Pero ambos podemos dormir aquí. La mitad para ti y la otra mitad para mí.
- En serio debes estar muy ebria para andar diciendo esas cosas. No te preocupes, tomaré una ducha y dormiré en el sofá.
- Duerme aquí. Te doy mi permiso. –lo abracé fuertemente.
- ¿Desde cuándo necesito tu permiso para hacer algo? –frunció el ceño.
- Vamos, quédate aquí. Hoy es mi cumpleaños y mi manager ni siquiera lo recordó. Creí que él era como mi padre, pero no lo es. Se olvidó de mi cumpleaños. Pensé que estaba bien, que podía soportarlo. Pero entonces, Taemin me dijo que le gustaba Sulli. Me hizo sentir mucho peor...
- Lo siento tanto por ti Sumi, pero en verdad necesito ducharme y dormir. –continuó empujándome, sin lograr resultado alguno.
- Quédate aquí... conmigo... -murmuré abrazándolo con fuerza.
- Déjame ir Cerdito. – dijo sin aliento porque lo estaba apretando muy fuerte.
- No, quédate aquí...
Youngmin continuó intentando librarse de mí hasta que se rindió y ambos terminamos durmiéndonos ahí.
Una vez que recordé todo lo sucedido me quedé totalmente atónita de todo lo que hice, ni siquiera podía creérmelo. Besé a Youngmin, vomité encima de él, hice que se cayera en la fuente y se mojara su ropa, le pedí que me cargara hasta la habitación, pero lo peor de todo fue que le rogué que durmiera junto a mí.
Me quedé ahí estupefacta sentada en la cama, no sabiendo qué pensar ni qué hacer. Me prometí a mí misma no volver a tomar alcohol en mi vida. De repente, la puerta se abrió revelando a un sudado Youngmin. Tragué saliva avergonzada. Él sólo me dedicó una sonrisa retorcida.
- Supongo que ya has recordado todo. –dijo. Asentí mirando al suelo como un cachorrito.
- Lo lamento tanto. –murmuré.
- Por supuesto que lo lamentas. No deberías volver a tomar alcohol en tu vida estúpido Honguito. Ni siquiera tienes tolerancia alguna al alcohol. Con dos tragos ya estabas toda ebria. Tomaré una ducha. Será mejor que desayunes y te apures porque tenemos que estar en el set de filmación a las 9 en punto. –dijo fríamente y se fue al baño.
Me levanté de la cama rápidamente y comí un pan tostado con leche. Una vez que terminé, lavé los trastes y me dispuse a elegir mi atuendo del día de hoy. Cuando Youngmin salió del baño entré en un dos por tres sin mirarlo a los ojos; moría de vergüenza.
Después de estar ambos listos, nos dirigimos al set de filmación. El director nos estaba esperando impacientemente. Muchos de los miembros del staff estaban haciendo comentarios y murmurando acerca de lo que había pasado anoche. Sin embargo, decidí ignorarlos, ya me sentía bastante mal y apenada como para escuchar lo que ellos pensaban.
Empezamos a filmar una escena en la playa. Y para hacer las cosas más incómodas entre Youngmin y yo, lamentablemente tendríamos una escena en la que nos besaríamos.
Inflé mis mejillas con aire resoplando en un intento de calmar mi nerviosismo. ¡Carajo! ¿Por qué estoy tan nerviosa? No es como si fuese la primera vez que lo beso. Pero se siente tan extraño dado que ayer lo besé por unas estúpidas papitas.
- Debes estar nerviosa ¿cierto? – la dulce y tierna voz de Taemin interrumpió mis pensamientos.
- ¿Oh? Sí... -admití sonrojada.
- Aun cuando ambos están juntos debe ser difícil para ustedes besarse en frente de todos.
- Sí, lo es. – mordí mi labio inferior.
- No te preocupes, lo harás bien. Sólo relájate y olvida todo lo que hay a tu alrededor. Sólo besa a tu novio como de costumbre, como siempre lo hacen a solas. –guiñó un ojo.
Mmm... pequeño y lindo Taeminnie, hay un insignificante problema. No sé cómo besarlo como de costumbre porque no beso a ese patán de Youngmin a menos que esté escrito en el guion. Pero tú no sabes eso desde luego.
- Supongo... -fingí una sonrisa.
- ¡Fighting! (ánimo)
- Coqueteando con Taemin en frente de tu novio ¿eh? –Youngmin bromeó.
- No es divertido patancito. Sabes que no tengo oportunidad con él. A él le gusta Sulli. –suspiré.
- Todavía tienes oportunidad Honguito. Ustedes dos están hechos el uno para el otro. Tú eres masculina y él femenino. No te rindas. –me dedicó una amable sonrisa.
Mi corazón saltó con un latido anormal y mis manos comenzaron a sudar haciéndome sentir aún más nerviosa.
- Ok. Escena número 5. Comenzamos a grabar. – el director anunció.
Dijimos nuestras líneas sin equivocaciones hasta que finalmente llegamos a la parte del beso. Me sentí muy incómoda cuando Youngmin acercó sus labios a los míos. Sus labios tocaron los míos suavemente. Mis manos estaban empuñadas mientras que cerraba mis ojos con fuerza.
"Sólo relájate y olvida todo lo que hay a tu alrededor. Sólo besa a tu novio como de costumbre, como siempre..." recordé aquellas palabras de Taemin.
Mis manos se relajaron junto con todo mi cuerpo y por un momento me olvidé de todo y centré mi atención a besar a Jo Youngmin. Mis brazos rodearon su cuello y lo acerqué gentilmente hacia mí. Sus labios eran tan suaves y cálidos. Podía sentir que mis labios se fundían con los suyos.
Esperen, esto está mal. ¿Por qué rayos le correspondería un beso a Youngmin?